ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 25 de julio de 2015

La frase del día

"Imitemos a Cristo que no vino para ser servido, sino para servir"

 


Papa y Santa Sede

Fallece el cardenal estadounidense William Wakefield Baum
El Santo Padre envía un telegrama para hacer llegar sus condolencias 

Francisco felicita al nuevo Patriarca católico de los armenios
Grégoire Pierre XX Ghabroyan sucede a Su Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, fallecido el 26 de junio

El papa Francisco

El Papa: 'Los que cuidan a los mayores con amor, colaboran al bien de la sociedad'
Con ocasión de la festividad de San Joaquín y Santa Ana, la asociación española "Edad Dorada-Mensajero de la Paz" organiza la Fiesta de los Abuelos

Matrimonio

Humanae Vitae: la valentía de Pablo VI de oponerse a estereotipos culturales muy difundidos
Entrevista a Ángel Rodríguez Luño, decano de teología de la PUSC, sobre el documento del papa Montini: “Aunque la encíclica se refiere directamente al matrimonio, lo que estaba en juego era la visión global de la sexualidad”

Iglesia y Religión

CELAM: asumir nuevos retos y recibir nuevas posibilidades
La Reunión General de Coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericano se ha celebrado en Bogotá de 21 al 24 de julio 

Espiritualidad y oración

San Jorge Preca - 26 de julio
«Sacerdote y fundador de la Sociedad de la Doctrina Cristiana, primer maltés canonizado. Por su intensa acción apostólica con niños y jóvenes fue considerado como un “san Felipe Neri” de Malta»


Papa y Santa Sede


Fallece el cardenal estadounidense William Wakefield Baum
 

El Santo Padre envía un telegrama para hacer llegar sus condolencias 

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El cardenal William Wakefield Baum, penitenciario mayor emérito y arzobispo emérito de Washington, ha fallecido este jueves en Estados Unidos a los 88 años.

Por ello, el Santo Padre ha enviado un telegrama al arzobispo de Washington, el cardenal Donald William Wuerl. De este modo, el Papa expresa su tristeza al conocer la muerte del purpurado, y ofrece “mis sinceras condolencias, junto con la seguridad de mis oraciones, a vosotros y a todos los fieles de la arquidiócesis”. Expresando su gratitud por su servicio episcopal en Springfield-Cape Girardeau y en Washington, y por su largo servicio a la Sede Apostólica como prefecto de la Congregación para la Educación Católica y, posteriormente, penitenciario mayor de la Penitenciaría Apostólica, Francisco se une a los fieles “al encomendar el alma del difunto cardenal al Dios Padre de misericordia”.

Finalmente, el Pontífice envía su bendición apostólica “como prenda de fortaleza y consuelo en el Señor” a “los que lloran por el cardenal Baum en la esperanza de la Resurrección”.

El purpurado, originario de Dallas, fue creado cardenal por el Papa Pablo VI en el Consistorio del 24 de mayo de 1976.

Con el fallecimiento del cardenal Baum, el colegio cardenalicio queda compuesto por 220 purpurados, de los cuales 120 son electores.




 

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Francisco felicita al nuevo Patriarca católico de los armenios
 

Grégoire Pierre XX Ghabroyan sucede a Su Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, fallecido el 26 de junio

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El Sínodo de los Obispos de la Iglesia Armenia Católica, ha elegido nuevo Patriarca de Cilicia de los Armenios a monseñor Grégoire Ghabroyan, hasta ahora obispo eparquial emérito de Sainte-Croix-de-Paris (Francia) y administrador de esta misma Iglesia eparquial. Su Beatitud ha asumido el nombre de Grégoire Pierre XX Ghabroyan. El nuevo Patriarca nació en Alepo (Siria) el 15 de noviembre de 1934. Realizó sus estudios en preparación al sacerdocio en Roma, en la Pontificia Universidad Gregoriana. De este modo, sucede a Su Beatitud Nerses Bedros XIX Tarmouni, fallecido el pasado 26 de junio.

El Santo Padre ha enviado un mensaje de felicitación al Patriarca, en el que concede la “Ecclesiastica Communio” pedida por el mismo Gregorio, tal y como indica la tradición y la normativa.  

Así, Francisco expresa su “profunda alegría” por la elección del nuevo Patriarca. “La elección de Su Beatitud --se lee en el mensaje-- tiene lugar en un momento en el que vuestra Iglesia se enfrenta con varias dificultades y nuevos desafíos”. Además, el Santo Padre hace referencia a las difíciles pruebas que está viviendo una parte de los fieles armenios católicos de Oriente Medio. “Sin embargo, iluminada por la luz de la fe de Cristo resucitado, vuestra visión del mundo está llena de esperanza y de misericordia, porque estamos seguros de que la Cruz de Jesús es el árbol que da la vida”.

Finalmente, el Pontífice se muestra convencido de que Su Beatitud, en comunión con los otros Padres sinodales, y a través de la ayuda del Espíritu Santo, sabrá ser, con “sabiduría evangélica”, el “Pater et Caput”, el Buen Pastor de esa porción del pueblo de Dios que se le ha confiado, con la intención de muchos mártires armenios y de San Gregorio de Narek, Doctor de la Iglesia.




 

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El papa Francisco


El Papa: 'Los que cuidan a los mayores con amor, colaboran al bien de la sociedad'
 

Con ocasión de la festividad de San Joaquín y Santa Ana, la asociación española "Edad Dorada-Mensajero de la Paz" organiza la Fiesta de los Abuelos

Por Redacción

Estado de la Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco ha enviado un mensaje a todos los participantes y los organizadores de la XVI edición de la Fiesta de los Abuelos, que se celebra este domingo en toda España, en ocasión de la festividad de Santa Ana y de San Joaquín. En su mensaje, enviado a través de la Nunciatura Apostólica en España, el Santo Padre les invita a “reafirmar su fe en la cercanía del Señor”.

Asimismo les recuerda que el Señor “no les abandona en situación alguna, y en la convicción de que aún pueden aportar, con el influjo de sus sabias palabras y entrañables gestos, en la vida y el crecimiento de los miembros de sus propias familias, a nivel profundamente humano, espiritual y de fe”.

Finalmente, el Pontífice reafirma el propósito de las personas que atienden y cuidan a los mayores “con la alegre satisfacción de que, al cuidarles con amor, están colaborando al bien común de la sociedad”.

La Jornada es promovida cada año en la fiesta de los santos Joaquín y Ana --abuelos de Jesús-- por la asociación católica española “Edad Dorada-Mensajero de la Paz”, comprometida en la asistencia y en la promoción de la tercera edad. El objetivo es “sensibilizar a la sociedad sobre el respeto que se debe a las personas ancianas que han dado tanto en su vida, hacer que se aprecie el precioso valor de los abuelos en cada familia y llamar la atención sobre las necesidades de la población anciana”.

Madrid acogerá este año el evento central de la jornada: una misa presidida por monseñor Luis Gutiérrez Martín, obispo emérito di Segovia, en la iglesia de San Antonio. Al finalizar la celebración, se leerá el mensaje del Santo Padre y su bendición apostólica.

También el arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, ha enviado un mensaje para esta Jornada en el que recuerda que “el Día de los Abuelos es una fiesta de profunda raíz familiar, sin olvidar la dimensión social e institucional que ella tiene también en nuestro mundo de hoy”. Y se pregunta “¿Quién no recuerda y siente un cariño especial por los abuelos?” “¡Cuántas cosas buenas nos enseñaron!”, asegura el arzobispo de Madrid.

 

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Matrimonio


Humanae Vitae: la valentía de Pablo VI de oponerse a estereotipos culturales muy difundidos
 

Entrevista a Ángel Rodríguez Luño, decano de teología de la PUSC, sobre el documento del papa Montini: “Aunque la encíclica se refiere directamente al matrimonio, lo que estaba en juego era la visión global de la sexualidad”

Por Rocío Lancho García

Roma, (ZENIT.org)

El 25 de julio de 1968, el papa Pablo VI publicó la encíclica Humanae Vitae sobre la doctrina de la Iglesia en el matrimonio, la apertura a la vida, la anticoncepción y la paternidad y maternidad responsable. Temas que siguen dando de qué hablar dentro y fuera de la Iglesia. Para conocer mejor los fundamentos teológicos de este documento, su contexto histórico y sus implicaciones, ZENIT ha entrevistado al decano de la Facultad de Teología de la Pontificia  Universidad de la Santa Cruz en Roma, Ángel Rodríguez Luño.

Hace casi cincuenta años que se publicó la encíclica Humanae Vitae ¿Qué supuso en aquella época la publicación de este documento?
-- Profesor Rodríguez Luño: Pablo VI publicó la Humanae vitae dos meses después de los acontecimientos de mayo del 68, que desencadenaron entre otras cosas la “revolución sexual”. Existía una fuerte presión por parte de algunos medios de comunicación social y los expertos divulgaban predicciones demográficas pesimistas y alarmistas, que la realidad ha desmentido después. Algunos ambientes eclesiales sufrían una cierta desorientación, causada por interpretaciones abusivas del Concilio, y algunos de los que participaron en los estudios preparativos de la encíclica publicaron informes que no eran definitivos. En este contexto Pablo VI, después de larga reflexión, reafirmó la visión cristiana de la sexualidad, en la que el Creador ha unido dos dimensiones de significado y de valor, que la encíclica llama “significado unitivo” y “significado procreativo”. Esta conexión no puede desarticularse sin que sufran ambas dimensiones, y no sólo la que se desea excluir.  

Desde el punto de vista teológico, ¿fue revolucionaria? ¿En qué puntos?
-- Profesor Rodríguez Luño: Depende de qué se entienda por “revolucionaria”. Sustancialmente Pablo VI propone de nuevo la visión antropológica y moral que Pío XI, en su encíclica sobre el matrimonio, había considerado como “doctrina cristiana enseñada desde los orígenes y nunca modificada”. En este sentido la Humanae vitae no representa ninguna revolución. Revolucionaria es la valentía con la que Pablo VI se opuso a unos estereotipos culturales ya entonces muy difundidos, que venían como impuestos, y que eran y siguen siendo nocivos para la vida de las personas casadas y para la cultura moral general. Aunque la encíclica se refiere directamente al matrimonio, lo que estaba en juego era la visión global de la sexualidad.

Para entender el contexto histórico ¿Qué llevó al Papa Pablo VI a escribir esta encíclica? ¿A qué era necesario dar respuesta?
-- Profesor Rodríguez Luño: Pienso que la delicadeza del problema y la complejidad del contexto llevaron a Pablo VI, estando aún abierto el Concilio, a ocuparse personalmente del estudio y de la resolución de esta cuestión. A la luz de la tradición moral de la Iglesia, nadie podía dudar que la anticoncepción es un comportamiento intrínsecamente desordenado. Existía una idea, en el imaginario colectivo, de que la anticoncepción consistía en manipular de algún modo la realización de la relación conyugal. Como la píldora anovulatoria (que como tal hoy casi no existe, porque la mayoría de los fármacos anticonceptivos tienen también otros efectos, además del anovulatorio) no modifica la relación conyugal, algunos se preguntaban si su uso debía considerarse siempre como un pecado de anticoncepción. La cuestión no era por tanto si la anticoncepción es pecado o no, sino más bien si el uso conyugal de la píldora anovulatoria es o no anticoncepción. Esto obligó a precisar mejor la esencia de la anticoncepción, a la que Pablo VI se refiere cuando escribió: “queda además excluida toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación”. Por decirlo de modo gráfico: si se descubriese que tomar una naranja inmediatamente antes de la relación conyugal la cierra a la transmisión de la vida, quien tomase la naranja proponiéndose, como fin o como medio, hacer imposible la procreación cometería el pecado de anticoncepción. Empleo esta hipótesis irreal para hacer entender dónde está la anticoncepción, que no depende del hecho de que el fármaco anticonceptivo sea un producto artificial.

¿Cree que en la formación en el noviazgo falta profundizar en algunos aspectos de la Humanae Vitae?
-- Profesor Rodríguez Luño: Me parece que efectivamente en la formación que se da a los novios habría que estudiar con profundidad e integridad la Humanae vitae. Pero esto nos llevaría lejos. Me limitaré a una sola cosa que mi experiencia confirma continuamente. Cuando se estaba preparando la encíclica de Pablo VI algunos decían que la moral sexual cristiana acaba dañando el amor entre hombre y mujer y la estabilidad del matrimonio. La experiencia dice que hoy, en una cultura en la que se difunde el recurso a la anticoncepción y a las relaciones prematrimoniales, los fracasos de las parejas son cada vez más numerosos, así como también son más numerosos los fenómenos de violencia y de infidelidad. Ciertamente a estos fenómenos pueden concurrir otras causas. Pero me sigue sorprendiendo que muchas parejas, que han tenido un periodo de noviazgo bastante largo, a veces excesivamente concentrado en los aspectos sexuales, después de casarse descubren que no se conocían bien. Hubieran podido hablar más y juntarse menos, porque esto último no siempre es comunicación y conocimiento. Las mayoría  de las veces, por el contrario, impide detectar y corregir el egoísmo propio y el de la otra parte.

Muchos de los temas abordados en este documento siguen siendo fuerte foco de debate social: aborto, fecundación artificial... ¿Con el paso del tiempo es aún mayor la ‘oposición’ a los fundamentos teológicos de la Iglesia respecto a estos temas?
-- Profesor Rodríguez Luño: Nuestra cultura ha seguido la evolución que todos conocemos. Señalar las causas por las que el cambio social ha tomado esta dirección requeriría una reflexión muy interesante, pero demasiado larga para esta entrevista. No cabe duda de que para algunos, también para algunos fieles católicos, resulta difícil comprender algunos aspectos de la moral cristiana. Quizá haría falta más empeño para explicarla mejor y más esfuerzo para entenderla mejor. Pero para mí es muy significativo que la mayoría de los fieles practicantes consideren muy positivo su propio esfuerzo por vivir la moral cristiana, aunque en alguna ocasión cometan errores.

Durante el Sínodo de los Obispos ¿Se podría esperar modificaciones en algunas de las cuestiones planteadas en este encíclica?
-- Profesor Rodríguez Luño: Los Pastores desean afrontar los problemas prácticos más urgentes para la familia desde la doctrina de la Iglesia. El Papa Francisco ha dicho más de una vez que él se considera ante todo un hijo de la Iglesia. Por eso, el núcleo esencial de la Humanae vitae, que como dije es una enseñanza propuesta desde los orígenes y que nunca se modificó, es la luz desde la que se afrontarán los problemas pastorales en el Sínodo. Cuestiones pastorales muy concretas, que se refieren a la sabiduría, misericordia y prudencia cristianas con que se han de tratar todas las situaciones que tienen que ver con personas, podrán encontrar a lo largo de Sínodo, con la ayuda de Dios, respuestas adecuadas a nuestro tiempo.

¿Por qué ha sido éste uno de los textos magisteriales más discutidos de las últimas décadas?
-- Profesor Rodríguez Luño : No cabe duda de que se trata de un punto difícil, en el que todos somos débiles si no sabemos apoyarnos en la gracia que Dios nos ofrece. Por otra parte, la oposición de la cultura dominante es fuerte, aunque no nueva. Como explicó en un libro estupendo Pierre Grelot, existía ya un choque entre las enseñanzas del Génesis sobre el matrimonio y el pensamiento religioso de la Mesopotamia, Siria y Canaán. Estas religiones paganas sacralizaban la sexualidad humana a través de las dos conocidas vías de los mitos y de los ritos. En los mitos, la divinidad aparece como un conjunto de dioses y diosas, que van en parejas, y que en sus historias constituyen los arquetipos de los diversos aspectos de la relación hombre-mujer: fecundidad, amor-pasión, matrimonio. Están presentes, bajo nombres diversos, las figuras del dios-padre, de la diosa-madre, de la diosa-amante, etc. La concepción politeísta permite, en definitiva, la disociación entre los aspectos esenciales de la sexualidad: fecundidad, amor, matrimonio. Cada aspecto es sacralizado por separado. No se verifica la integración en una institución como el matrimonio, condición exclusiva del amor y fecundidad moralmente buenos. Los ritos (de la fecundidad, la prostitución sagrada como culto de la diosa amante, las hierogamías, etc.) también realizan la misma disociación en el plano de las acciones, a través las cuales los hombres se unen a la divinidad y participan de su capacidad de amar o de ser fecundos. La disociación de las diferentes dimensiones de la sexualidad humana sigue al paganismo y al neo-paganismo como la sombra al cuerpo iluminado por el sol. A mi juicio, esta es la explicación última de las dificultades actuales, que son profundas pero no insuperables. Veo con esperanza que entre las personas jóvenes que practican su fe cristiana estas cuestiones se entienden bastante mejor que entre los de mi generación.

 

 

 

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Iglesia y Religión


CELAM: asumir nuevos retos y recibir nuevas posibilidades
 

La Reunión General de Coordinación del Consejo Episcopal Latinoamericano se ha celebrado en Bogotá de 21 al 24 de julio 

Por Redacción

Roma, (ZENIT.org)

El cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá, se dirigió a los miembros de los Departamentos, del CEBITEPAL y a sus hermanos de la Presidencia para introducir las jornadas de reflexión y de trabajo que apuntan a la definición del Plan Global del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) para el cuatrienio 2015-2019. La Reunión General de Coordinación del CELAM se celebró 21 al 24 de julio en la capital colombiana.

En discurso, el purpurado recientemente elegido presidente, recordó que “los diferentes acontecimientos que han marcado la vida del CELAM durante este tiempo de gracia, 60 fructuosos años, nos ofrecen un acervo especialmente fecundo para la comprensión del momento presente y de la tarea que hoy debemos asumir frente a la evangelización de nuestro continente”.

Asimismo señaló que este trasfondo histórico, al que se suma la celebración de los 50 años de la conclusión del Concilio Vaticano II y “el sorprendente Magisterio del papa Francisco” ofrece un horizonte amplio de comprensión “para que la tarea del CELAM asuma nuevos retos y reciba nuevas posibilidades”.

El presidente del CELAM subrayó que este organismo de comunión, reflexión, colaboración y servicio, “refleja la naturaleza misma de la Iglesia: signo e instrumento, es decir, sacramento”. Por eso “debe transparentar de manera clara y convincente las notas que caracterizan la identidad de la Iglesia y debe hacer que se concreten en las circunstancias precisas que viven nuestros pueblos”, de modo “que la Iglesia permanezca una y al mismo tiempo diversa”, en comunión con la Iglesia universal y con el Papa.

A propósito del Plan Global 2015-2019, el cardenal Salazar indicó que es “la hoja de ruta para el cuatrienio”. Y subrayó que el método a seguir será “el que la Iglesia en América Latina ha hecho propio desde hace tantos años: ver, juzgar, actuar”, puesto que se trata de “un método simple que ha demostrado su eficacia a lo largo de los años y que de alguna manera ya está presente en todas las consideraciones pastorales que hacemos como Iglesia”.

Por otro lado, afirmó que el espíritu de oración y de discernimiento espiritual propician el ambiente “para plasmar en el Plan Global la voluntad del Señor para este cuatrienio del CELAM que está empezando”.

El CELAM, celebrando su XXXV Asamblea General Ordinaria en Santo Domingo, República Dominicana, el pasado mes de mayo, eligió nuevo presidente al cardenal Rubén Salazar Gómez. Así, el arzobispo de Bogotá sustituyó en el cargo a Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla, México.

 

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Espiritualidad y oración


San Jorge Preca - 26 de julio
 

«Sacerdote y fundador de la Sociedad de la Doctrina Cristiana, primer maltés canonizado. Por su intensa acción apostólica con niños y jóvenes fue considerado como un “san Felipe Neri” de Malta»

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

En esta festividad de santa Ana, madre de la Virgen María, celebramos la de este fundador que nació en la capital de la isla de Malta, La Valletta, el 12 de febrero de 1880, aunque creció en Birkirkara y en Hamrun, localidad cercana a aquélla, en la que prácticamente pasó toda la vida. Era hijo de un comerciante y de una profesora. Fue el séptimo de nueve hermanos, travieso e inocente a la par, como tantos niños. A un tiro de piedra de su domicilio se hallaba el santuario en el que se venera la Virgen del Carmen, de la que era muy devoto, y en su infancia le impusieron el Santo Escapulario. Un venerable sacerdote, el padre Ercole Mompalao, vaticinó: «Jorge, cuando crezcas, muchos que temen a Dios se reunirán en torno a ti. Serás una bendición para ellos, y ellos lo serán para ti».

Su director espiritual después de haber fallecido le manifestó en un sueño: «Dios te ha elegido para enseñar a su pueblo». Fueron palabras que marcaron su vida y acción pastoral. Estuvo ligado a la parroquia de San Cayetano, de la que fue monaguillo y acólito, y en la que ejerció como sacerdote después de ser ordenado en 1906 y haberse curado milagrosamente gracias, así lo atribuía, a la mediación de San José. Y es que nació con poca salud, y siendo diácono había caído gravemente enfermo.

Apenas se incorporó a su misión sacerdotal, inició su andadura la fundación que erigió para educación de los niños y de los jóvenes. Su inquietud pastoral, manifiesta en el seminario, le había inducido a redactar una regla en latín dirigida a una asociación de diáconos permanentes y eventual asistencia a los obispos para la transmisión de la Palabra. Era un texto que pensó enviar a Pío X. Esta idea no llegó a fraguarse. Su misión sería otra, aunque indirectamente estaría impregnada del mismo afán evangelizador. Preocupado por esas importantes etapas de la vida que son la niñez y la juventud, formó un grupo con muchachos entrados en la veintena que veía en la calle. Bajo su amparo leían y comentaban las Sagradas Escrituras colegialmente. Les inculcaba las verdades de la fe y los principios morales esenciales, les animaba a fijarse en el insondable amor de Dios y les instaba a ir en su busca. Sus ayudantes eran laicos debidamente formados, pero también estaban implicados en esta tarea los mismos niños y jóvenes. Uno de ellos, Eugenio Borg, empleado en los astilleros, sería el primer superior general de la Sociedad impulsada por Jorge. Se ocupó de prepararle concienzudamente llevándole a profundizar en la Pasión, para lo cual tomó como base el evangelio de san Juan.

Inicialmente la fundación tuvo dos nombres sucesivos, entre otros el de MUSEUM, siglas latinas de Magister, utinam sequatur Evangelium universus mundus («Maestro, ojalá que todo el mundo siga el Evangelio»). Pero finalmente le dio el de Sociedad de la Doctrina Cristiana. Al principio estaba compuesta por varones, y en 1910 acogería a las mujeres. Luego se fueron incorporando adultos libres de compromisos familiares que se volcaron en esta misión. Seguían ciertas pautas de vida dedicando un tiempo a la oración y a la preparación continua. Con inspirado criterio había concebido Jorge la eficacia de esta especie de puente conformado por cada una de las personas que se preparaban; ellas compartirían lo aprendido convirtiéndose en un esencial eslabón de esta cadena sin fin. Uno de los hábitos que les infundió era rezar cada cuarto de hora oraciones aprendidas de memoria. El influjo de esta acción apostólica emprendida por el santo se extendió por otras parroquia de la isla que acogieron sus pautas. Fue tan importante que se le consideraba un «san Felipe Neri de Malta».

La fundación pasó muchas pruebas. En 1909 el vicario del obispo le dijo: «Tú tienes esos institutos; ¡acaba con todos!». El padre Preca respondió humildemente: «Ustedes son los superiores y yo su súbdito, tengo que obedecerles, terminaré con todo». Otros párrocos mediaron para que pudieran permanecer abiertos. Y aunque años más tarde el obispo monseñor Caruana revocó la orden, la obra ya había sido difamada por distintas vías, la prensa local entre otras. En tal situación dolorosa, los componentes de la Sociedad, a instancias de su fundador –que extraía de la oración y de la contemplación la fortaleza y visión apostólica–, asumieron las circunstancias con espíritu evangélico. Uno de esos días de sufrimiento, mientras Jorge oraba ante un cuadro de la Virgen del Buen Consejo, una voz que surgía del mismo le dijo: «Guarda silencio». Y eso hizo. En su vida de piedad se había distinguido por su amor a María bajo las advocaciones de la Milagrosa y del Carmen, devociones que siempre impulsó.

En 1918 se hizo terciario carmelita. Profesó al año siguiente tomando el nombre de «Franco» en honor del beato carmelita del s. XIII, Franco de Sena, cuya vida se caracterizó por el arrepentimiento y la penitencia, porque él también se sentía un pecador. Muchas veces anteponía a su nombre el de terciario. Y en los trabajos de su autoría dejó constancia de su estima por la espiritualidad carmelitana. En ellos es significativa la temática teológica. Su preocupación por hacer llegar a la gente la Palabra de Dios propició su traducción al maltés en escritos breves, muy útiles para la meditación. Infatigable propagador del Misterio de la Encarnación, determinó que los miembros de la Sociedad, que fue erigida canónicamente en 1932, tomaran el lema: «Verbum Dei caro factum est» (Jn 1, 14). Por su labor en pro de la devoción a la Virgen del Carmen, en 1952 fue vinculado a la Orden del Carmen. Murió el 26 de julio de 1962 en Santa Venera. Juan Pablo II lo beatificó el 9 de mayo de 2001 en la plaza de los Graneros de Floriana, Malta. Benedicto XVI lo canonizó el 3 de junio de 2007.

 

 



 

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