“Encuentro de corazón a corazón”, así ha definido la Mariápolis una persona que participaba por primera vez en un evento de este tipo. Nos referimos a las convivencias que del 2 al 6 de agosto han supuesto una pacífica invasión de la ciudad de Astorga por parte de 800 personas de toda la geografía española, además de algunos provenientes de Francia, Italia, Alemania y Brasil.
Los astorganos los han podido observar en las calles y plazas de la ciudad, a la salida de la eucaristía en la catedral, visitando los preciosos monumentos y museos propios del lugar, en los diversos conciertos que han amenizado las veladas, de todos los estilos: de cantautores y jóvenes talentos, de piano, de jazz… Algún participante en la Mariápolis, paseando por la calle, ha recibido el saludo afectuoso de una señora astorgana, que agradecía por la presencia de este numeroso grupo de “mariapolitas”.
El día de conclusión del programa, jueves 6 de agosto, realizando un momento de valoración, los participantes se expresaban en tono de satisfacción, considerando especialmente positivos algunos aspectos, empezando por la “acogida” que cada persona ha experimentado desde el primer momento, incluso participando por primera vez en una actividad del tipo.
También se ha apreciado particularmente el equilibrio entre los momentos más reflexivos o formativos, los espacios de diálogo y testimonio y las actividades lúdicas. Todo resultaba combinado de manera tal que contribuía a los objetivos de esta edición de la Mariápolis de propiciar momentos de encuentro con uno mismo, con Dios, con los demás. En palabras de un participante: “No ha sido un ‘crescendo’, iniciando a un cierto nivel y progresando en intensidad o calidad, sino que cada día ha sido pleno, completo, con gran valor por sí mismo”.
Los adolescentes y niños también han marchado de la “ciudad temporal” de la Mariápolis en la localidad de Astorga contentos de las actividades realizadas y de la multitud de encuentros tejidos en estos días.