Si no nos hace caso, llamamos a Telemadrid

 

De cuando en cuando pasa. Se te ocurre decir en la parroquia algo que no gusta, o recordar las normas de siempre, y lo primero que te encuentras es la amenaza: “lo que hay que hacer es llamar a Telemadrid, o a la prensa, o acudir al Facebook y este cura que se entere. (Las televisiones van. Sacudir a un cura, sobre todo si es conservador, siempre vende).

Curiosamente la mayor parte de las veces lo que el señor cura pretende suele ser de lo más razonable, por ejemplo que no comulguen los que se encuentren en pecado grave, verbi gratia los que conviven en pareja sin el sacramento del matrimonio, o que la gente colabore económicamente con su iglesia. Supongo que algún hermano harto de que a los papás se les “olvide” año tras año la cantidad correspondiente a los catecismos de los niños, o un mínimo de ayuda para sufragar los gastos ocasionados por una celebración, ha acabado exigiendo una cantidad mínima sobre todo porque no hay derecho a que los gastos parroquiales de una primera comunión los tengan que sufragar con sus pequeños donativos en la colecta dominical doña Pura, que cobra una miseria de pensión, y don Jesús, al que tienen que ayudar los hijos.

Llega el señor cura párroco y decide dejar algunas cosas claras. Por ejemplo, que los niños para hacer su primera comunión tendrán que aprenderse el catecismo y las oraciones básicas del cristiano. Por ejemplo recordar las condiciones para acercarse a recibir la comunión eucarística, establecer –a salvo casos particulares- un donativo mínimo por servicios parroquiales, o exigir para un padrino de bautismo dieciséis años cumplidos y haber recibido el sacramento de la confirmación.

Para este próximo curso ya hemos recordado a los padres con niños en catequesis de infancia que en Madrid se exigen tres años de preparación para recibir la penitencia y la eucaristía por primera vez, que se utilizarán los libros propios de la archidiócesis y que no admitiremos a un niño a la primera comunión sin que se sepa una serie de conceptos básicos del catecismo y las principales oraciones.

Evidentemente te llegan cosas: que los padres no están de acuerdo, que vaya exigencias, que en otras parroquias dan más facilidades y que tengamos cuidado a ver si van a hacer algo. Ese algo ya me lo conozco: llevarse a los niños donde se venda más barato y si el enfado se convirtiera en mayúsculo, o estuviera convenientemente azuzado, llamar a Telemadrid, difundirlo en las redes sociales y organizar una recogidas de firmas por internet, que con tal de sacudir a un cura que parece de los carcas, lo que sea. Miles y miles.

Tengo mis años, por tanto no solo proclamo solemnemente que a mi plin, sino que si alguien se molesta por estas cosas puede recordar el tan conocido chotis: “anda y que te ondulen con la permanen…”

No sirve de nada bajar el listón constantemente. Bueno sí, sirve para que cada vez se tomen las cosas de Dios más a la ligera. Nos creemos que a base de rebajas de enero, de julio y de final de temporada la gente va a creer más en Jesucristo. No es el caso. La gente lo más que dice es que mira que cura más simpático y qué facilidades para todo. Por otra parte entiendo, porque lo he vivido y sufrido, que no es fácil estar todo el día recibiendo palos de la gente y más cuando cada cual puede hacer lo que quiere y desde nuestros obispos tampoco van a pelear más de lo indispensable. Lo fundamental es que no pase nada, no salir en la tele, no aparecer en la prensa, ser tenidos por buenos y misericordiosos, comprensivos, tolerantes con todo.

No. Lo fundamental es seriedad en las cosas de Dios. Aunque salgamos en Telemadrid, que no lo descarto.