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El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 18 de agosto de 2015

La frase del día 18 de agosto

"Se puede ser joven y moderno y, a la vez, profundamente cristiano". San Juan Pablo II

 


El papa Francisco

Raúl Castro y el cardenal Ortega dialogan sobre la visita del Papa a Cuba
Francisco viajará a la Isla a finales de septiembre, dentro de una gira que le llevará después a Estados Unidos

El Papa alienta en su labor a los Servicios Sacerdotales de Urgencia y Nocturnos de Argentina
Esta iniciativa nació hace más de 60 años con el objetivo de asegurar a los fieles los sacramentos en horarios en los que no es fácil encontrar un sacerdote

Las condecoraciones que el Papa recibió en Bolivia ya están a los pies de la Virgen de Copacabana
Francisco decidió donar a la patrona del país las dos distinciones que le entregó el presidente Evo Morales

Pésame del Santo Padre por la muerte del cardenal Paskai
El cardenal László Paskai, OFM, arzobispo emérito de Budapest, ha fallecido ayer a los 88 años

Papa y Santa Sede

Cardenal Turkson: "Católicos y musulmanes trabajen juntos por el cuidado de la creación”
Mensaje del presidente del dicasterio ‘Justicia y Paz’ al Simposio islámico sobre el cambio climático que se celebra ayer y hoy en Turquía

Iglesia y Religión

La Familia Salesiana celebró el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco
El rector mayor invitó a los presentes a vivir la misión evangelizadora y educativa con valentía y visión profética

Una delegación de la Iglesia se reúne en Cuba con las FARC
El proceso de paz en Colombia fue el eje principal de la reunión

Cuba: los obispos invitan a los fieles a participar en la Colecta Nacional de la Misericordia
Se trata de una iniciativa para preparar la visita del papa Francisco a la Isla

Mundo

La ONU respalda un nuevo plan de paz para Siria
El Consejo de Seguridad dio el visto bueno a una iniciativa que aborda la transición política y vías para combatir el terrorismo

La coalición internacional lanza 18 ataques aéreos contra el Estado Islámico
Los bombardeos han tenido resultados devastadores contra los miembros del grupo terroristas cerca de la refinería de Baiji

Espiritualidad y oración

La Bendición
Catequesis para toda la familia 

Comentario a la liturgia dominical
Domingo 21 del Tiempo Ordinario    Ciclo B   Textos: Josué 24, 1-2a.15-17.18b; Ef 5, 21-32; Jn 6, 60-69

San Ezequiel Moreno y Díaz - 19 de agosto
«Prelado español, agustino recoleto. Fue apóstol en Filipinas, Colombia y Ecuador. Canonizado en la clausura del V centenario de la evangelización de América Latina. Juan Pablo II lo puso como modelo de misionero y obispo. Es patrón de los enfermos de cáncer»


El papa Francisco


Raúl Castro y el cardenal Ortega dialogan sobre la visita del Papa a Cuba
 

Francisco viajará a la Isla a finales de septiembre, dentro de una gira que le llevará después a Estados Unidos

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz, recibió este lunes por la tarde al cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana.

“Durante el cordial encuentro, dialogaron acerca de la marcha de los preparativos para la visita a Cuba de Su Santidad el Papa Francisco y sobre aspectos de mutuo interés de las relaciones entre el Estado cubano y la Iglesia católica en Cuba”, informó el diario Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC). 

En la reunión estuvieron presentes, además, el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla y Eusebio Leal Spengler, historiador de la ciudad de La Habana.

El Santo Padre viajará a la Isla del 19 al 22 de septiembre, dentro de una gira que le llevará después a Estados Unidos. 

El Pontífice visitará las ciudades de La Habana, Holguín y Santiago de Cuba, en el oeste del país. Un viaje considerado histórico, ya que el Papa actuó de mediador en el proceso de deshielo entre La Habana y Washington.

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El Papa alienta en su labor a los Servicios Sacerdotales de Urgencia y Nocturnos de Argentina
 

Esta iniciativa nació hace más de 60 años con el objetivo de asegurar a los fieles los sacramentos en horarios en los que no es fácil encontrar un sacerdote

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El próximo Jubileo Extraordinario de la Misericordia será “una buena ocasión para intensificar la colaboración entre los pastores y los laicos en la misión de acudir con afecto y asistir con ternura a los enfermos y los moribundos”.

Así lo desea el papa Francisco en una carta enviada a Manuel Martín Sjöberg, presidente del Servicio Sacerdotal de Urgencia, una experiencia nacida en 1952 en la ciudad argentina de Córdoba con el fin de asegurar a los fieles los sacramentos en horarios en los que no es fácil encontrar un sacerdote.

Asimismo, el Santo Padre asegura en la misiva su apoyo y su aliento a la “obra de misericordia cristiana que, desde hace sesenta años, realizan los voluntarios de la Federación de Servicios Sacerdotales de Urgencia y Nocturno”.

Igualmente, hablando de los necesitados, pide que “ nuestras manos estrechen sus manos, acercándolos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad”.

Y añade que “no podemos escapar a las palabras del Señor según las cuales seremos juzgados. Si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba enfermo o prisionero, sabiendo que en cada uno de estos ‘más pequeños’ está presente Cristo mismo”.

Para finalizar la carta, el Pontífice anima “a todos los que ya realizan ese servicio o se sumarán al mismo” y les pide que recen por él.

Los Servicios Sacerdotales de Urgencia es un servicio gratuito que ofrece la Iglesia para poder llegar a los más necesitados de los sacramentos en horarios en los que no es fácil encontrar un sacerdote. Sus guardias están constituidas por un religioso y por dos o cuatro laicos que entre las 21:30 horas y las 6:30 de la mañana están atentos a las llamadas para asistir a quien lo solicite.

 

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Las condecoraciones que el Papa recibió en Bolivia ya están a los pies de la Virgen de Copacabana
 

Francisco decidió donar a la patrona del país las dos distinciones que le entregó el presidente Evo Morales

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El obispo de El Alto, Mons. Eugenio Scarpellini, puso este domingo a los pies de la Virgen de Copacabana las dos condecoraciones, el Cóndor de los Andes y la distinción Luis Espinal, que otorgó el presidente Evo Morales al papa Francisco en su visita a Bolivia el pasado mes de julio.

Al concluir la misa en la capilla de la residencia del cardenal Julio Terrazas, el Santo Padre dejó a Nuestra Señora de Copacabana las dos distinciones que le otorgó el mandatario, para que sea María Santísima quien cuide con ternura maternal del pueblo boliviano. 

“Te ruego que estos reconocimientos, que dejo aquí en Bolivia a tus pies, y que recuerdan la nobleza del vuelo del Condor en los cielos de los Andes y el conmemorado sacrificio del Padre Luis Espinal, S.I., sean emblemas del amor perenne y de la perseverante gratitud del Pueblo boliviano a tu solicita y fuerte ternura. En este momento pongo en tu corazón mis oraciones por todas las peticiones de tus hijos, que he recibido en estos días: te suplico que les escuches; concede a ellos tu aliento y tu protección, y manifiesta a toda Bolivia tu ternura de mujer y Madre de Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén”, dijo entonces el Pontífice.

Monseñor Scarpellini explicó que la intención del Papa es “devolver cariño con cariño… para que las condecoraciones que ha recibido estén presentes constantemente en medio de nosotros”.

Las distinciones fueron puestas a los pies de la Patrona de Bolivia durante el ofertorio en una misa celebrada a las 11 de la mañana en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de Copacabana, informó la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB). Allí permanecerán por un tiempo y luego serán trasladadas al museo “como un recuerdo permanente y perpetuo de esta visita del Santo Padre”, señaló el obispo de El Alto.

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Pésame del Santo Padre por la muerte del cardenal Paskai
 

El cardenal László Paskai, OFM, arzobispo emérito de Budapest, ha fallecido ayer a los 88 años

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco se ha unido al dolor de la Iglesia en Hungría, que llora la muerte del cardenal László Paskai, arzobispo emérito de Budapest, fallecido este lunes a los 88 años. Por ello, ha enviado un telegrama de pésame al cardenal Péter Erdő, en el que manifesta su tristeza al conocer la noticia.

El Pontífice da las gracias a Dios por los “muchos años de servicio” del cardenal Paskai a su comunidad eclesial. Y además encomienda al purpurado “al amor misericordioso del Padre” y se une espiritualmente con su bendición apostólica a los que participarán en el funeral, que tendrá lugar en la catedral del Budapest el próximo sábado.


 

 

 

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Papa y Santa Sede


Cardenal Turkson: "Católicos y musulmanes trabajen juntos por el cuidado de la creación”
 

Mensaje del presidente del dicasterio ‘Justicia y Paz’ al Simposio islámico sobre el cambio climático que se celebra ayer y hoy en Turquía

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Un compromiso común de los católicos y los musulmanes para cuidar el medio ambiente. Este es el deseo expresado por el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, en un mensaje enviado al Simposio islámico sobre el cambio climático. El encuentro se está celebrado estos días en Turquía, organizado por el Islamic Relief Wordlwide, la organización islámica mundial para las ayudas humanitarias, el “Forum islámico para la ecología y las ciencias ambientales” y Green Faith, organismo religioso dedicado al medio ambiente.

En su carta, el purpurado ghanés, citando la Laudato Si’ del papa Francisco, renueva la invitación a “una conversión ecológica del corazón” y exhorta a “re-imaginar a la luz de la fe nuestro compromiso en el cuidado de la ‘casa común’, de este nuestro planeta, la Tierra”. “No es suficiente proponer meras soluciones técnicas, impotentes para resolver los graves problemas del mundo si la humanidad pierde su ruta”, escribe el cardenal Turkson.

“Estamos viviendo un momento decisivo y particularmente turbulento de la historia mundial”, añade. “La humanidad se encuentra frente a numerosos desafíos urgentes que requieren oraciones y acciones concretas, porque la crisis ecológica es la más grave y la más difícil de todas”, explica el purpurado.

En este contexto, según el presidente de Justicia y Paz, es necesario reclamar “la gran motivación que une a cristianos, musulmanes y muchos otros creyentes: la fe firme en Dios”. Esta --subraya-- nos empuja a cuidar de los magníficos dones que Dios nos ha concedido a nosotros y a las generaciones futuras. Por esto, “nuestra acción será ciertamente más eficaz si nosotros, creyentes de distintas comunidades religiosas, encontramos la forma de trabajar juntos, en espíritu de solidaridad”.


 

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Iglesia y Religión


La Familia Salesiana celebró el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco
 

El rector mayor invitó a los presentes a vivir la misión evangelizadora y educativa con valentía y visión profética

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Cerca de 10 mil fieles, entre ellos más de cinco mil jóvenes provenientes de 54 países, participaron este domingo en la solemne Eucaristía, que tuvo lugar en la basílica del Colle Don Bosco de Turín, con la que la Familia Salesiana celebró el bicentenario del nacimiento de su fundador.

La Santa Misa estuvo presidida por el rector mayor de los Salesianos, el padre Ángel Fernández Artime, y concelebrada por el arzobispo de Turín, Mons. Cesare Nosiglia, el rector mayor emérito Pascual Chávez y un gran número de sacerdotes.

“Hoy damos gracias a Dios --dijo el padre Fernández Artime en su homilía-- por su maravillosa intervención en la historia, y más concretamente ya que esta historia, comenzó en un pequeño caserío en las colinas de los Becchi”.

El rector mayor recordó también el espíritu con el que hace un año, en Colle Don Bosco, había inaugurado el Bicentenario: aprovechando la oportunidad para alcanzar una verdadera renovación espiritual y pastoral y para hacer vivo el carisma salesiano.

En esta Eucaristía quería “agradecer al Señor por este año que hemos vivido, por toda la gracia que él nos dio, y por la vida que se renueva más y da fruto como un regalo de este Bicentenario”, y al mismo tiempo quisiera fijar una vez más los ojos del sacerdote del siglo XIX “que se tomó muy en serio las palabras pronunciadas por Jesús a los doce hacerse siervo de todos, especialmente de los pobres, abandonados y en peligro”, dijo el X sucesor de san Juan Bosco.

Asimismo, el religioso español reiteró las orientaciones entregadas a la Familia Salesiana por el papa Francisco durante este año, en su visita a Valdocco y en la carta del 24 de junio: las referencias a la figura de Mamá Margarita; la urgencia de salir y las valientes opciones de Don Bosco; la intención de fundar un vasto movimiento de los pobres y para los pobres, más allá de los límites de la lengua, la raza, la cultura y la religión; y el estilo de fraternidad y de alegría.

Por último, el padre Fernández Artime indicó cuál será el siguiente paso en este Bicentenario: “Soñar el futuro de la misión evangelizadora y educativa de nuestra Familia Salesiana con la fuerza y la novedad del Evangelio, con valentía y visión profética, dejándonos guiar por el Espíritu”.

Después de la celebración eucarística, los presentes escucharon el mensaje enviado por el Santo Padre a los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano tras el rezo del Ángelus. Desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, el Pontífice los animó a “vivir en lo cotidiano la alegría del Evangelio para generar esperanza en el mundo”.

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Una delegación de la Iglesia se reúne en Cuba con las FARC
 

El proceso de paz en Colombia fue el eje principal de la reunión

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que participa en los diálogos de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos, se reunieron en La Habana con representantes de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).

“Hablamos hoy del proceso de paz con la Conferencia Episcopal en La Habana”, escribió este lunes el jefe negociador del grupo insurgente, Iván Márquez, alias de Luciano Marín Arango, a través de su cuenta de Twitter.

El presidente de la CEC, Mons. Luis Augusto Castro Quiroga, el padre Darío Echeverri y Mons. Nel Beltrán, participaron en el encuentro, según dijo en la red social el jefe negociador de las FARC.

“Somos optimistas. Estamos avanzando en cese el fuego bilateral y en justicia. Iglesia ha renovado su compromiso con la paz de Colombia”, añadió Iván Márquez en otro tuit.

Por su parte, Mons. Castro Quiroga dijo que “estuvimos hablando sobre el tema de cómo hacer que el deseo del papa Francisco, de ayudar a la paz de Colombia, se pueda concretar de alguna manera práctica; por ejemplo, a través de algún delegado u otra forma”.

“Estuvimos viendo las diversas responsabilidades. Esas cosas no tienen decisiones porque las decisiones no nos corresponden ni a las FARC ni a nosotros, sino al Papa y al Vaticano”, añadió.

La delegación de la CEC estuvo reunida durante unas dos horas con los delegados del grupo rebelde en las negociaciones de paz que se desarrollan en La Habana desde noviembre de 2012 con el propósito de poner fin al conflicto armado en el país suramericano.

Este encuentro con representantes de la Iglesia se produce cuando apenas falta un mes para la visita que realizará el papa Francisco a Cuba, prevista del 19 al 22 de septiembre próximo, y durante la cual el equipo negociador de las FARC ha manifestado su deseo de reunirse con el Pontífice.

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Cuba: los obispos invitan a los fieles a participar en la Colecta Nacional de la Misericordia
 

Se trata de una iniciativa para preparar la visita del papa Francisco a la Isla

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) ha recordado a todos los fieles que el próximo 30 de agosto se realizará la Colecta Nacional de la Misericordia en todas las parroquias, comunidades y casas de misión del país.

En una carta, el arzobispo de Santiago de Cuba y presidente de la COCC, Mons. Dionisio García Ibáñez, ha explicado que esta iniciativa forma parte de la preparación a la visita del papa Francisco, que llegará a la Isla como “Misionero de la Misericordia”.

“Traigamos a la memoria y al afecto, así como estimulemos a nuestros fieles, con las palabras de nuestro reciente Mensaje: ¡Qué bueno sería, en estos días previos a la visita del Papa, que le pidiéramos al Señor tener “entrañas de misericordia” (Col. 3, 12)… Oportuno sería también el proponernos todos, nosotros incluidos, repetir gestos de misericordia en nuestro obrar cotidiano, como visitar enfermos, compartir lo que tenemos, perdonar y pedir perdón, consolar al triste, amar más y mejor a los demás, etc”, ha alentado el prelado cubano.

Las aportaciones podrán ser diversas: alimentos, ropa, medicinas, juguetes, dinero, etc. El resultado de la colecta “se quedará en la misma comunidad a beneficio de las personas más necesitadas”, ha precisado Mons. García Ibáñez en su misiva.

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Mundo


La ONU respalda un nuevo plan de paz para Siria
 

El Consejo de Seguridad dio el visto bueno a una iniciativa que aborda la transición política y vías para combatir el terrorismo

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El Consejo de Seguridad de la ONU ha respaldado este lunes el plan de paz para Siria delineado por el enviado especial para ese país, Staffan de Mistura, tras una serie de consultas con las partes relevantes del conflicto y otros actores regionales e internacionales.

En una declaración presidencial de 16 puntos adoptada ayer, el órgano de seguridad de Naciones Unidas expresa su apoyo a la estrategia de Staffan de Mistura para llevar adelante las negociaciones y alcanzar una transición política en Siria.

Dicha iniciativa --que debería empezar en septiembre-- plantea abordar en grupos de trabajo cuatro campos: seguridad; cuestiones políticas y jurídicas; cuestiones militares y de lucha contra el terrorismo; y continuidad de los servicios públicos, reconstrucción y desarrollo.

El documento, promovido por Francia, insta a todos los actores a participar de buena fe en los esfuerzos del enviado especial y exige que todas las partes colaboren con urgencia en la aplicación del Comunicado de Ginebra, que incluye un alto el fuego inmediato.

El texto es el primero en dos años referente al conflicto en Siria que logra la aprobación necesaria de los miembros del Consejo de Seguridad para ser adoptada.

La declaración también destaca la emergencia humanitaria, la mayor que hay actualmente en el mundo, derivada de la crisis siria y advierte que representa una amenaza para la paz y la seguridad de la región.

En este sentido, el Consejo recuerda que en los más de cuatro años de conflicto han muerto en Siria al menos 250 mil personas y 12 millones han debido huir de sus hogares, de las cuales cuatro millones han buscado refugio en países vecinos.

Finalmente, señala que todas las partes deben respetar el derecho humanitario internacional y permitir la entrada irrestricta de asistencia humanitaria.

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La coalición internacional lanza 18 ataques aéreos contra el Estado Islámico
 

Los bombardeos han tenido resultados devastadores contra los miembros del grupo terroristas cerca de la refinería de Baiji

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

La coalición internacional liderada por Estados Unidos ha lanzado en las últimas 24 horas un total de 18 ataques aéreos contra las posiciones del autodenominado Estado Islámico (Daesh, por sus siglas en árabe) en Irak y Siria.

Los bombardeos de las tropas aliadas se han centrado en Irak, donde han realizado 13 ataques aéreos en los alrededores de las ciudades de Mosul, Baiji, Sinjar, Ramadi, Majmur, Tuz, Habbaniyah y Al Qaim.

“Los ataques aéreos han tenido resultados devastadores contra los terroristas del Daesh cerca de la refinería de Baiji”, ha detallado el mando norteamericano en un comunicado.

En Siria, han dirigido cinco bombardeos contra la organización fundamentalista repartidos en Alepo, Kobani y Al Hasaka.

La ofensiva aérea de la citada coalición internacional, denominada Resolución Inherente, comenzó hace un año para frenar el avance de los milicianos yihadistas en la región.

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Espiritualidad y oración


La Bendición
 

Catequesis para toda la familia 

Por Carmen Francisco

Madrid, (ZENIT.org)

Hemos llegado a los ritos de despedida, la santa misa va concluyendo.

Leo y recuerdo. Tantas imágenes vienen al revivir este momento. Las comparo a esas entrañables fiestas familiares en las que nos hemos querido y fortalecido como familia al comer juntos, en cuerpo y alma. En las que hay ya que despedirse y  llamamos a los niños para que lo hagan, los llamamos con la mirada, la sonrisa, la actitud renovada y a la vez esperanzada de que en esa despedida nos llevamos y quedamos con los besos y abrazos de quienes queremos. Hasta nuestro corazón se parece al de los niños que nos preguntan; ¿por qué hay que irse, podemos quedarnos más?

Por medio del sacerdote vamos a recibir la Bendición en el nombre de Dios. “Bien, es lo que significa Bendecir”.
Nos ponemos de pie y nuestra mirada se transforma en la del corazón. Queremos mirar al sacerdote y a la vez inclinamos la cabeza para recibir ese beso de Dios sobre nosotros.  Todo ese Bien que es Cristo, venga y vaya con nosotros. Queremos que nuestros hijos  lo aprendan a recibir y nuestra actitud pareciera que les avisa que nos están dando un tesoro grande, sonreímos suavemente, en silencio, llenos de paz y los niños nos miran.  Rápidamente aprenden que la Bendición es deliciosa y efusiva.

S: El Señor esté con vosotros ( a este saludo del sacerdote nos ponemos de pie)
Respondemos: -Y con tu espíritu

S: La Bendición de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros
(el sacerdote con su mano, traza sobre la comunidad la señal de la Cruz mientras nos da la bendición y si la misa la celebra el Obispo veremos que él hace tres veces la señal de la cruz.)
Respondemos: - Amén.

Y la Gracias se queda con nosotros.
Y se nota mucho.

 

 

 

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Comentario a la liturgia dominical
 

Domingo 21 del Tiempo Ordinario    Ciclo B   Textos: Josué 24, 1-2a.15-17.18b; Ef 5, 21-32; Jn 6, 60-69

Por Antonio Rivero

Brasil, (ZENIT.org)

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).

Idea principal: La Eucaristía nos pone ante una disyuntiva: “¿También vosotros queréis marcharos?”: creer o abandonarlo.

Síntesis del mensaje: Hoy terminamos la lectura del capítulo 6 de san Juan, sobre el discurso eucarístico. Y lo terminamos con las reacciones de los presentes ante las palabras de Jesús:“¿Quién puede tolerar este discurso tan duro?”. Es la misma disyuntiva que puso Josué a los suyos al entrar en la tierra prometida: “¿Prefieren servir a Yahvé o a los dioses falsos?” (1ª lectura).

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, en la primera lectura está clara la disyuntiva: ¿a quién elegir: a Yahvé o a los dioses extranjeros? Los dioses de “más allá del río” exigen menos, son más cómodos, no prohíben esto y aquello; no imponen no robar, no fornicar, no matar. Lo que exige la Alianza de Yahvé es mucho más duro que la floja moral de los dioses de los pueblos vecinos. Josué, sucesor de Moisés, convoca en asamblea solemne a todos, para renovar la Alianza del Sinaí, un tanto olvidada ya, y les plantea una clara disyuntiva: ¿a quién quieren servir, al Dios que les ha liberado de Egipto o a los dioses que van encontrando en los pueblos vecinos y que son más permisivos? Porque siguen teniendo la tentación terrible de la idolatría. Ese día la respuesta del pueblo a Josué fue: ¡elegimos a Dios! Y así el pueblo en Siquem, reunido en asamblea con Josué, pudo entrar en posesión de la tierra prometida. Sabemos también que luego en su historia, el pueblo de Israel faltó muchas veces a lo prometido.

En segundo lugar, ahora es Cristo quien pregunta a los que le seguían: ¿queréis quedaros conmigo o iros? De nuevo la disyuntiva. Lo que pedía Jesús a los suyos no era fácil, porque suponía un cambio de mentalidad y de vida. Son libres. Jesús ve que algunos se van marchando, asustados por sus palabras y hace esa pregunta directa a sus apóstoles. En efecto, algunos se van y otros se quedan. Pedro, que no entiende mucho de lo que ha dicho Jesús –como tampoco debían entender los demás- pero que tiene una fe y un amor enormes hacia Cristo, contesta decidido: “¿A quién iremos?”.  Han hecho la opción por Él y  se quedan los doce que formarán la Iglesia, pero ya no se quedan como antes, sin compromiso; ahora saben que lo han elegido para la vida y para la muerte. En Cafarnaúm, fue la primera comunidad apostólica, todavía fiel, la que dijo, por boca de Pedro: “Señor, ¿a quién iremos?”.

Finalmente, nos toca a nosotros responder hoy a Cristo: ¿a quién vamos a seguir: a él y su doctrina o al mundo con sus propuestas fáciles, tentadoras y embriagantes? De nuevo la disyuntiva. También nosotros como el pueblo de Israel (1ª lectura) y como los primeros discípulos de Jesús (evangelio) hemos sido elegidos. Elegidos como objeto de su amor, admitidos en la familia de Dios en el bautismo, admitidos a su misma mesa en la Eucaristía, admitidos a la “feliz esperanza” de la venida de su Reino. Por nuestra parte, también nosotros hemos elegido a Dios. Prueba de esto: nuestro bautismo, reafirmado en la confirmación. Prueba de esto: tomamos la primera comunión. Prueba de esto: nos casamos en Cristo por la Iglesia. Pero, ¿qué nos pasa? Somos inestables. Nuestra vida se parece a la tela de Penélope: es un continuo hacer y deshacer propósitos, un oscilar continuo entre los dos polos de atracción que son Dios y el mundo con sus ídolos. Servimos a dos señores. Pero Dios detesta esto. O a Él o al mundo. Dios es celoso. Y por eso, no estamos de acuerdo con la doctrina del matrimonio indisoluble. Y por eso no aceptamos la doctrina sobre la moral sexual y regulación de la natalidad que la Iglesia enseña y defiende. Y por eso rehuimos de la cruz, cuando la vemos asomar en la esquina. Y por eso, guiñamos el ojo ante las ideologías que nos están sirviendo en el plato, por ejemplo, la ideología del género. Y no aceptamos lo de poner la otra mejilla. Y ahí estamos: doblando una rodilla ante Dios y la otra ante Baal. ¡Cuántos pasan de una plegaria a la blasfemia! Salen de la Iglesia y se van a lugares de perdición. No, hay que hacer una opción: o Cristo o el mundo. O el evangelio de Cristo o las máximas del mundo.

Para reflexionar:  ¿A quién estoy alimentando y siguiendo en mi vida: al hombre viejo y pasional, o al hombre nuevo, que vive conforme al Espíritu? ¿Opté ya por Cristo y su Evangelio o prefiero escuchar y seguir las sirenas de este mundo? ¿Cada cuanto renuevo mis promesas bautismales?

Para rezar: con santo Tomás de Aquino, quiero rezar:

“Todopoderoso y eterno Dios, me acerco al sacramento de tu Unigénito Hijo, mi Señor Jesucristo, como enfermo al médico de la vida, como manchado a la fuente de la misericordia, como ciego a la luz de la eterna claridad, como pobre y mendigo al Señor del cielo y de la tierra.Ruego, pues, Señor, a tu infinita generosidad que dignes curar mi enfermedad, lavar mis manchas, alumbrar mi ceguera, enriquecer mi pobreza, vestir mi desnudez, para que me acerque a recibir el pan de los ángeles, al Rey de los reyes y Señor de los que dominan, con tanta reverencia y humildad, con tanta contrición y devoción, con tanta pureza y fe, con tal propósito e intención como conviene a la salud de mi alma.Concédeme, te ruego, recibir no sólo el sacramento del cuerpo y la sangre del Señor sino también la gracia y virtud del sacramento. Benignísimo Dios, concédeme recibir el cuerpo que tu Hijo Unigénito, nuestro Señor Jesucristo, tomó de la Virgen María, de tal manera que merezca ser incorporado a su Cuerpo Místico y ser contado entre sus miembros”.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org

 

 

 

 

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San Ezequiel Moreno y Díaz - 19 de agosto
 

«Prelado español, agustino recoleto. Fue apóstol en Filipinas, Colombia y Ecuador. Canonizado en la clausura del V centenario de la evangelización de América Latina. Juan Pablo II lo puso como modelo de misionero y obispo. Es patrón de los enfermos de cáncer»

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

Natural de Alfaro, La Rioja, España, vino al mundo el 9 de abril de 1848. Era el segundo varón y tercero de los seis hijos del sastre Félix Moreno y de su esposa Josefa Díaz. En su infancia ya tenía claro que sería fraile, respuesta que dio a la conocida pregunta que acostumbra a formularse a los pequeños acerca de lo que desean ser de mayores. Ocurrente y simpático solventó en un segundo el comentario jocoso que hicieron en alusión a la estatura, que entonces tenía, porque en su inocencia el despierto muchacho ya presuponía que no habría nada que le impidiese cumplir su sueño: «Me pondré un sombrero de copa para ser más alto». Acompañaba a su madre al rosario de la aurora y compartía la piedad del hogar; fue monaguillo y sacristán de las dominicas. Tenía buenas dotes para la música; se le daba bien el canto y el rasgueo de la guitarra. Sobre todo, anteponía a las suyas las necesidades del prójimo.

En 1864, muerto ya su padre y con una difícil situación económica, siguió los pasos de su hermano Eustaquio, ingresando en el convento de los agustinos recoletos de Monteagudo, Navarra; un año más tarde profesó. Después se dispuso a partir como misionero a Filipinas. La expedición formada por 18 religiosos llegó a Manila en 1870. Allí fue ordenado sacerdote en 1871. Recorrió Palawan, Mindoro y Luzón. A Mindoro había ido junto a Eustaquio engrosando el número de los que debían evangelizarla, desempeñando la misión de vicario provincial de la Orden. Desplegó todo su ardor apostólico, como hizo siempre, hasta que la malaria le obligó a regresar a Manila.

En esa fecunda etapa filipina, alentado por su oración (se le ha considerado «gran orante»), la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a María, una trayectoria llena de ayunos y mortificaciones, dando signos inequívocos de su obediencia y abnegación, ejerció su actividad con tal celo apostólico que las gentes sencillas que habían experimentado su cercanía, disponibilidad y edificante testimonio comenzaron a señalarle como un hombre santo. Amaba la vida comunitaria y cuidaba primorosamente todo lo que contribuía a realzarla, teniendo especial atención por la liturgia. En 1885 en el capítulo provincial fue designado prior del noviciado de Monteagudo y volvió a España. Los tres años que pasó allí, además de formar a los novicios en el espíritu que acostumbraba, y continuar predicando de forma incansable, socorrió a los pobres y afectados por sucesivas epidemias de cólera y viruela, muchas veces a costa de privaciones suyas y de sus hermanos.

En 1888 partió como voluntario a Colombia, integrando un nutrido grupo de religiosos, convencido de que Dios le elegía para esa nueva misión. Y jalonó con su virtud otros cinco fértiles años de vida entregada a Cristo. Iba con el empeño prioritario de restaurar los pilares de la observancia de las comunidades de su Orden. A ello se dedicó hasta 1894 sin dejar de enarbolar la bandera de la fe. Fue prelado de Pinara y vicario apostólico de Casanare, lugar inhóspito que evangelizó pasando por encima de dificultades climatológicas y enfermedades, sin escuchar las voces que trataban de disuadirle para que no llegase hasta allí con el fin de evitarle problemas. A falta de vocaciones, se desvivía multiplicándose, urgido por el amor.tostada

Dejó el lugar con la aflicción del apóstol, en obediencia a su nueva responsabilidad como obispo de Pasto en 1895: «Me retiran de Casanare, padre Manuel, donde tantos méritos para el cielo se pueden adquirir […] y me trasladan a Pasto. ¡Hágase la voluntad de Dios! Aquí, en Casanare estaba con vosotros y vivíamos como en comunidad, por lo que todo se me hacía como fácil y llevadero. ¡Pero allá, en Pasto, qué vida tan distinta se me presenta! Voy solito, y sin ninguno de mis hermanos tendré que vivir allí. Me echo en brazos de Nuestro Señor». Esta designación lo sumió en religiosa duda: «¿Me habré hecho indigno de sufrir por Dios, mi Señor?». Pero no era así. Allí apuró otro de los cálices de su dolor. Era un prelado que vertía en sus cartas pastorales, muy seguidas en esa época, la defensa de aquello en lo que creía, con el único fin de poner en claro los compromisos de un católico, por encima de afiliaciones políticas. Puede que su afirmación: «el liberalismo es pecado», haya sido la más controvertida. Desde luego, ha hecho correr ríos de tinta entre sus críticos y detractores. Fue calumniado, perseguido, humillado…, y hasta vivió el desamparo por parte de sus superiores. También monseñor Federico González Suárez, obispo de Ibarra, terció juzgando la injerencia de Ezequiel en asuntos de aquella diócesis.

El último escalón de su incruento martirio fue un terrible cáncer de nariz diagnosticado en 1905. Con ejemplar fe y entereza, confesó: «Me he puesto en manos de Dios. Él hará su santa voluntad. Hay que descansar en lo que Él quiera hacer. ¡Qué consolador es todo esto!». Por él hubiera seguido junto a sus fieles. Pero sus superiores le recomendaron regresar a España para ser intervenido. Sintió mucho separarse de su diócesis. Quiso unirse a Cristo en su Pasión, y tuvo ocasión de mostrarlo cuando incluso debió ser privado de la anestesia porque así parecía convenir en un momento dado a la cirugía. Las sucesivas operaciones a las que fue sometido, de alto riesgo y escalofriante explicación técnica, las sobrellevó de una forma tal que el personal médico quedó impresionado de tan heroica fortaleza.

El último trecho de este calvario tuvo lugar en el convento de Monteagudo, donde eligió pasar el resto de sus días, junto a la Virgen del Camino. En medio de atroces dolores clavaba sus ojos en la cruz, y así murió el 19 de agosto de 1906. Fue beatificado por Pablo VI el 1 de noviembre de 1975, y canonizado en Santo Domingo el 11 de octubre de 1992 por Juan Pablo II, quien lo ensalzó como insigne misionero y pastor, modelo en el V Centenario de la evangelización de América que se celebraba.

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