Hoy, 19 de agosto, se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, la jornada fue instituida por Naciones Unidas con el fin de rendir homenaje a quienes colaboran en las labores de asistencia humanitaria y a quienes han perdido la vida en el desempeño de estas tareas.

Cáritas se suma a cuantas instituciones y organizaciones homenajean al personal humanitario en cualquier parte del mundo.

Cáritas Española tiene un recuerdo agradecido para todos aquellos que trabajan en la atención a las víctimas de situaciones de emergencia o crisis en cualquier país y que participan en las acciones de respuesta a las mismas y en la reconstrucción posterior.

Desde el 19 de agosto del pasado año, Cáritas Española ha apoyado a las víctimas de conflictos armados o desastres naturales en la atención de necesidades básicas así como en la reconstrucción de sus vidas en Burundi, el Cuerno de África, Filipinas, Siria, Iraq, Líbano, Jordania, Palestina y República Democrática del Congo, el número de personas ronda las 842.000, a todas ellas hay que sumar la respuesta a la llamada de emergencia que Cáritas Internacional lanzó para atender a 195.000 víctimas del terremoto en Nepal, para lo cual ha librado una partida de 500.000 €.

Asistencia imparcial e independiente

El objetivo de la asistencia humanitaria es responder a la primera emergencia ante cualquier catástrofe, sea esta de origen natural o por la acción del hombre; con comida, agua, refugio y asistencia sanitaria y ayudar a los afectados a comenzar una nueva vida. Esta asistencia es imparcial, no responde a objetivos políticos, económicos o militares y es independiente.

La misión de los trabajadores humanitarios es proteger y salvar las vidas de todos aquellos a quienes sirven y asegurar en todo momento el respeto al ser humano y a su dignidad, sin tomar partido en las hostilidades, desde la neutralidad y sin hacer distinción por motivos de raza, nacionalidad, sexo o religión.