ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 10 de septiembre de 2015

La frase del día 10 de septiembre

"Quien ama con caridad a los demás es ante todo justo con ellos"
Benedicto XVI

 


El papa Francisco

El Papa en Santa Marta: 'El estilo cristiano es la misericordia'
Exhortó a los sacerdotes a ser misericordiosos en el confesionario

Francisco: 'Defender a la familia querida por Dios de las colonizaciones ideológicas'
El Santo Padre a los Équipes Notre Dame: dar testimonio de la belleza de la familia  y ser instrumentos de la misericordia hacia los matrimonios que han fracasado

Papa y Santa Sede

La Santa Sede denuncia las atrocidades indecibles cometidas en Oriente Medio
El arzobispo Gallagher intervino en una conferencia de la Onu sobre la protección de las víctimas de la violencia étnica y religiosa

El Papa al primer ministro de Kuwuait: la educación promueva el respeto étnico y religioso
La Santa Sede señala la positiva contribución que la histórica minoría cristiana aporta a este país de Oriente Medio

El Santo Padre viajará en noviembre a Kenia, Uganda y Rep. Centroafricana
El programa será dado a conocer en breve, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede

Mundo

EEUU: sale de la cárcel la funcionaria que no autorizó matrimonios homosexuales
Kim Davis fue liberada este martes tras pasar seis días en prisión 

La Virgen de la Caridad prepara la visita del Papa
La Novena ha estado vinculada a la Misericordia  

Monarquías del Golfo no acogen a refugiados sirios
Comparten idioma, religión y están entre los países más ricos del mundo, señala Admistía Internacional

Iglesia y Religión

EEUU: ordenan a tres nuevos obispos auxiliares para Los Ángeles
Son David O’Connell, Joseph V. Brennan y Robert E. Barron. En la ceremonia presidida por el arzobispo Gómez, participaron más de 500 sacerdotes de Los Ángeles y Chicago y 45 obispos de todo Estados Unidos

España: las OMP publican un estudio sobre fray Junípero Serra
El volumen del profesor Carriquiry sale al paso de las descalificaciones contra este misionero español que será canonizado por el Papa en Washington el próximo 23 de septiembre

Espiritualidad y oración

Bajo el signo de la Santa Cruz
Carta semanal del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández. "Sólo la mirada a Cristo crucificado nos da la perspectiva nueva de mirar este mundo dolorido con otros ojos, con ojos de misericordia sanadora"

San Juan Gabriel Perboyre - 11 de septiembre
«Presbítero francés, integrante de la Congregación de la Misión. Apasionado por Cristo, aspiró al martirio que obtuvo en la misión de China en medio de atroces sufrimientos»  


El papa Francisco


El Papa en Santa Marta: 'El estilo cristiano es la misericordia'
 

Exhortó a los sacerdotes a ser misericordiosos en el confesionario

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco celebró este jueves la misa matutina en la residencia Santa Marta, abordando el tema paz y reconciliación. Condenó sin medias tintas a quienes producen armas y puso en guardia de los conflictos internos en la comunidad cristiana. Y exhortó a los sacerdotes a ser misericordiosos en el confesionario.

Jesús es el príncipe de la paz, aseguró, porque genera la paz en nuestros corazones. Partiendo de las lecturas, se preguntó si agradecemos lo suficiente “por este don de la paz que hemos recibido en Jesús”. 

El Santo padre constató que todos los días vemos en los medios “que hay guerras, con destrucción, odio y ememistad”. Y también “hombres y mujeres que trabajan --y trabajan mucho-- para fabricar armas que asesinan, que están mojadas en la sangre de tantos inocentes”. Además de lo que significa “la maldad de preparar una guerra, de producir armas contra el otro, para asesinar”.

Existe también otra guerra, añadió el Papa, en nuestras comunidades y entre nosotros. Y la palabra clave en la liturgia de hoy es: “hacer la paz” y “así como el Señor nos ha perdonado, hagámoslo con los otros”.

El Santo Padre indicó que uno podrá ser un buen hombre o una buena mujer “pero si no sabe perdonar no es cristiano” y “si uno no perdona no puede recibir la paz del Señor”. En el Padre Nuestro rezamos “perdónanos como nosotros perdonamos”, como un condicional. Tratemos de convencer a Dios que sea bueno con nosotros, así como nosotros somos buenos para perdonar.

Francisco recordó que había una canción: 'Creo que Mina la cantase: Palabras, palabras, palabras. Perdónense como el Señor les ha perdonado, así hay que hacer”.

Es necesario tener paciencia cristiana, porque hay muchos hombres y mujeres entre nosotros, que soportan por el bien de la familia, de los hijos, brutalidades y tantas injusticias, Que se levantan temprano para ir al trabajo a veces injusto y mal pagado para mantener a la familia, “estos son los justos”. Pero, advirtió, están en cambio “aquellos que hacen trabajar la lengua y hacen la guerra, porque “la lengua destruye y hace la guerra”.

El Papa recordó que hay también otra palabra clave en el evangelio: 'misericordia'. Por ello es importante entender a los otros y no condenarlos. “El Señor, el Padre es misericordioso, y siempre nos perdona, siempre quiere hacer la paz con nosotros”. Y si uno no es misericordioso corre el riesgo que el Señor no sea misericordioso con uno, porque seremos juzgados con la misma medida con la que juzgamos a los demás”.

Y a los sacerdotes le invitó a ser misericordiosos: “Si no te sientes capaz de ser misericordioso pídele a tu obispo que te dé un trabajo administrativo, ¡pero por favor no entres en el confesionario”. Porque “un cura que no es misericordioso hace mucho mal en el confesionario, apalea a la gente”.

Y si está un poco nervioso “antes de ir a confesar vaya a lo del médico para que le dé una pastilla contra nos nervios, pero sea misericordioso”. ¿Quién puede decir --aseveró el Pontífice-- que el otro sea más pecador que yo?.

Porque como ha evidenciado san Pablo, es necesario tener “sentimientos de ternura, bondad, humildad, mansedumbre y magnanimidad”. Y añadió que “éste es el estilo cristiano”. No la soberbia, la condena, ni hablar mal de los otros.

Y concluyó pidiéndole al Señor “que nos dé a todos nosotros la gracia de soportarnos mutuamente, de perdonarnos y de ser misericordiosos como el Señor es misericordioso con nosotros”.  

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Francisco: 'Defender a la familia querida por Dios de las colonizaciones ideológicas'
 

El Santo Padre a los Équipes Notre Dame: dar testimonio de la belleza de la familia  y ser instrumentos de la misericordia hacia los matrimonios que han fracasado

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco ha recibido esta mañana en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los participantes en el Encuentro Internacional de los Équipes Notre Dame (END) organizado en Roma y cuyo tema es "Aquí estoy Señor, envíame".

El Santo Padre indicó su preocupación por las amenazas ideológica en relación a la familia y recordó a los matrimonios heridos en la vida, que exigen la 'misericordia' de la Iglesia, y anticipó una serie de temas que entrarán seguramente en la próxima asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, que iniciará el 4 de octubre en el Vaticano.

Porque "la imagen de la familia, como Dios la quiere, compuesta por un hombre y una mujer", y también "de la generación y educación de los hijos es deformada a través de poderosos proyectos contrarios, apoyados por colonizaciones ideológicas".

Los equipos son un movimiento laico de espiritualidad conyugal, nacido para responder a la necesidad de las parejas de vivir con plenitud su sacramento, que cuenta con una metodología propia y se interroga sobre la compleja realidad de la pareja en la actualidad. Los END fueron fundados en Francia en 1938 por iniciativa de algunos matrimonios y del sacerdote Henri Caffarel, cuya causa de beatificación ha llegado a Roma, informó el Vatican Information Service.

Recordando la proximidad del Sínodo sobre la familia, Francisco invitó a los miembros de los END a rezar por los Padres Sinodales y por él que deben reflexionar en esa asamblea sobre la ''célula vital de la sociedad" en este "difícil contexto cultural actual".

"Las parejas y las familias cristianas --dijo el Papa-- están a menudo en las condiciones mejores para anunciar a Jesucristo a otras familias, para apoyarlas, fortalecerlas y animarlas".

Porque es necesario dar testimonio afuera de “lo que se vive en la pareja y en la familia --acompañado por el carisma de éste movimiento-- esta alegría profunda e irremplazable que el Señor hace experimentar en la intimidad doméstica entre alegrías y tristezas”.

El Pontífice animó a todas las parejas a vivir en profundidad los "puntos concretos de compromiso" de su movimiento, como la oración de los cónyuges y la oración en la familia "una tradición hermosa y necesaria que siempre ha sostenido la fe y la esperanza de los cristianos y que por desgracia se ha abandonado en muchas regiones del mundo".

También subrayó la importancia del diálogo mensual entre el matrimonio, "el famoso y empeñado deber de sentarse que va tan contracorriente con los hábitos del mundo frenético y agitado, impregnado de individualismo".

Francisco hizo hincapié, en este sentido, en la fecundidad recíproca de este encuentro vivido con el sacerdote acompañante y dio las gracias a las parejas de END por servir de "apoyo y aliento al ministerio de los sacerdotes que encuentran siempre, en el contacto con los equipos y sus familias, alegría sacerdotal, presencia fraterna, equilibrio emocional y paternidad espiritual".

La tarea misionera del movimiento es de suma importancia y el Santo Padre indicó algunos campos de acción como el acompañamiento y la formación en la fe de las parejas jóvenes antes y después del matrimonio o la cercanía a las familias heridas "tan numerosas hoy en día", debido a tantos problemas como la falta de empleo, de salud, un duelo, el desequilibrio causado por una lejanía o por un clima de violencia.

"Debemos tener el coraje de entrar en contacto con estas familias, de forma discreta pero generosa, material, humana y espiritualmente, cuando las circunstancias las hagan vulnerables".

Por último, el Papa animó a las parejas a ser "instrumentos de la misericordia de Cristo y de la Iglesia con las personas cuyo matrimonio haya fracasado".

''No hay que olvidarse nunca --insistió-- de que la fidelidad conyugal es un don de Dios, y que cada uno de nosotros recibió misericordia. Una pareja unida y feliz puede entender mejor que nadie, la herida y el sufrimiento que causan el abandono, la traición, la falta de amor".

"Es necesario, pues, que aporten el testimonio y experiencia para ayudar a la comunidad cristiana a discernir las situaciones concretas de estas personas, a acogerlas con sus heridas, y a ayudarlas a caminar en la fe y la verdad, bajo la mirada de Cristo el Buen Pastor, para participar de una manera apropiada en la vida de la Iglesia. No hay que olvidarse tampoco del sufrimiento indecible de los niños que viven estas situaciones familiares dolorosas".

 

(Texto completo en italiano y francés)

 

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Papa y Santa Sede


La Santa Sede denuncia las atrocidades indecibles cometidas en Oriente Medio
 

El arzobispo Gallagher intervino en una conferencia de la Onu sobre la protección de las víctimas de la violencia étnica y religiosa

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, el arzobispo Paul Richard Gallagher, intervino este martes en París en la Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre la Protección de Víctimas de Violencia Étnica y Religiosa en Medio Oriente.

En su discurso, el prelado recordó que desde el año pasado asistimos a “atrocidades indecibles cometidas en Oriente Medio que han obligado a miles de cristianos y miembros de otras minorías religiosas o étnicas a abandonar sus hogares y buscar refugio en otro lugar en condiciones precarias, con grandes sufrimientos físicos y morales”.

“Están en juego --subrayó-- principios fundamentales tales como el valor de la vida, la dignidad humana, la libertad religiosa y la coexistencia pacífica y armoniosa entre los individuos y los pueblos”. “El fenómeno continúa, con las violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario por el llamado Estado Islámico, así como con las perpetrados por otras partes en el conflicto. El drama de la migración en las últimas semanas, con el que Europa se ha visto obligada a interesarse aún más por esa situación, es una prueba irrefutable de esta tragedia”, dijo.

A continuación señaló tres aspectos clave para mejorar el futuro de las minorías étnicas y religiosas en Medio Oriente, comenzando por el de sensibilizar a la comunidad internacional para hacer frente a la emergencia humanitaria y garantizar las condiciones mínimas de seguridad para las minorías y las comunidades cristianas, informó la Sala de Prensa de la Santa Sede. 

“Actualmente --afirmó-- la situación nos obliga a hacer frente a la emergencia humanitaria'', pero “a largo plazo, hay que tomar otras medidas adecuadas para asegurar su presencia en sus tierras de origen”. “Entre los desafíos a los que hacer frente está el respeto de los derechos humanos, en particular la libertad de religión y de conciencia. Es importante insistir en que la libertad religiosa, obviamente, incluye la libertad de cambiar de religión. Ahora bien, en muchos países de Oriente Medio, hay libertad de culto, pero a veces el espacio que se deja a la libertad de religión es, en realidad, muy limitado. La ampliación de este espacio de libertad se convierte en una necesidad para garantizar a todos los miembros de las diversas comunidades religiosas una verdadera libertad de vivir y profesar su fe”, añadió. “Sería oportuno --aseguró-- que los Estados de la región se involucren directamente, junto con el resto de la Comunidad internacional en la protección de los derechos fundamentales de los cristianos y miembros de otras minorías religiosas. No se trata de proteger a una u otra comunidad religiosa o a uno u otro grupo étnico, sino de proteger a personas que forman parte de una sola familia humana y cuyos derechos fundamentales son violados sistemáticamente”.

La segunda cuestión es garantizar el derecho de los refugiados a regresar y vivir con dignidad y seguridad en su país de origen. Un derecho “que debe ser defendido y garantizado, tanto por la comunidad internacional como por los Estados, cuyos ciudadanos son refugiados o desplazados. Hay que subrayar que los cristianos y otras minorías religiosas o étnicas no quieren ser meramente tolerados sino que aspiran a ser considerados en sus países de origen como ciudadanos de pleno derecho. Al respecto, es es importante que este concepto de ciudadanía se entienda de una forma cada vez más amplia, de manera que constituya un punto de referencia en la vida social, para garantizar los derechos de todos, incluidos los de los miembros de las minorías, a través de la aplicación de los instrumentos jurídicos adecuados”.

Por último, hay que abordar el fenómeno del terrorismo y promover el diálogo interreligioso. “Es necesario --observó Mons. Richard Gallagher-- encontrar mecanismos para alentar a todos los países en particular los de mayoría musulmana, a hacer frente al terrorismo con seriedad y con especial atención a la cuestión de la educación. En este sentido, es importante que la enseñanza en las escuelas, el uso de internet y también el contenido de los sermones de los líderes religiosos no den libre curso a actitudes intransigentes y extremistas, o a la radicalización; mas bien deberían promover el diálogo y la reconciliación. Asimismo, no hay que olvidar que también es necesario prestar atención al uso de algunas expresiones y manifestaciones, que se dan de vez en cuando en Occidente, para evitar las ofensas y provocaciones a lo que es querido, o incluso a veces considerado como sagrado por algunas religiones”.

También es fundamental promover el diálogo interreligioso, que es “un antídoto contra el fundamentalismo, que golpea a las comunidades religiosas. Al respecto los líderes religiosos judios, cristianos y musulmanes pueden y deben desempeñar un papel clave para favorecer no solo el diálogo interreligioso y la educación intercultural sino también el entendimiento mutuo. Además, deben denunciar claramente la manipulación de la religión para justificar la violencia. Cabe también promover una separación positiva y respetuosa entre la religión y el Estado. En este sentido es deseable que madure en las mentalidaddes la idea de una distinción necesaria entre los dos ámbitos, a favor de la autonomía y la independencia mutua, pero sin ocultar la indispensable cooperación entre las dos esferas, que pueden coexistir sin oponerse, a través del diálogo entre las autoridades religiosas y las autoridades políticas y respetando sus respectivas competencias”, concluyó el secretario para las Relaciones con los Estados.

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El Papa al primer ministro de Kuwuait: la educación promueva el respeto étnico y religioso
 

La Santa Sede señala la positiva contribución que la histórica minoría cristiana aporta a este país de Oriente Medio

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco ha recibido este jueves por la mañana a Su Alteza el Jeque Jaber Mubarak Al-Hamad Al-Sabah, primer ministro del Estado de Kuwait.
 
"Durante las conversaciones --ha indicado un comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede-- transcurridas en un clima cordial, se han abordado algunos temas de interés común, entre los cuales la positiva contribución que la histórica minoría cristiana aporta a la sociedad de este país de Oriente Medio. También se ha hablado de la importancia de la educación para promover una cultura del respeto y de la coexistencia pacífica entre los diversos pueblos y religiones".
 
A continuación el primer ministro de Kuwait ha encontrado al secretario de estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, a quien acompañaba el secretario para las relaciones con los Estados, el arzobispo Paul R. Gallagher.
 
Posteriormente se ha procedido a la firma de un Memorandum of Understanding entre la Secretaría de Estado y el Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado de Kuwait, firmado respectivamente por el arzobispo Paul R. Gallagher y por el Jeque Sabah Khalid Al-Hamad Al-Sabad, viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores.
 
Con dicho instrumento las partes se comprometen a consolidar y reforzar las relaciones bilaterales en favor de la colaboración recíproca, de la paz y de la estabilidad regional e internacional.
 
El Acuerdo, que refuerza además los vínculos de colaboración en el ámbito político y cultural y propone instrumentos de consulta entre ambas partes, ha entrado en vigor inmediamente después de su firma.

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El Santo Padre viajará en noviembre a Kenia, Uganda y Rep. Centroafricana
 

El programa será dado a conocer en breve, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

"El Santo Padre Francisco, acogiendo la invitación de los respectivos Jefes de Estado y de los Obispos, efectuará un viaje apostólico a Kenia del 25 al 27 de noviembre de 2015, a Uganda del 27 al 29 de noviembre y a la República Centroafricana del 29 al 30 de noviembre".

Lo informó hoy la Oficina de Prensa de la Santa Sede, precisando que el programa del viaje se publicará en breve.

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Mundo


EEUU: sale de la cárcel la funcionaria que no autorizó matrimonios homosexuales
 

Kim Davis fue liberada este martes tras pasar seis días en prisión 

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

La secretaria del condado de Rowan, Kim Davis, comenzó su breve alocución con un emocionado “muchas gracias” después de que un juez de Kentucky ordenara su liberación. Este martes, acababan para ella los casi seis días que ha pasado en prisión tras negarse a emitir licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo.

El juez federal David Bunning anuló el fallo de desacato al decir que estaba satisfecho porque sus subordinados han cumplido con su obligación, y ordenó a la funcionaria de Kentucky que no interfiera en la entrega de licencias.

Rodeada del precandidato republicano Mike Huckabee, su abogado y su marido, Davis subió a un estrado entre los gritos y aplausos de sus simpatizantes. Casi sin poder hablar, agradeció el apoyo recibido y sostuvo que solo desea “dar gloria a Dios”.

Pocos minutos antes, Huckabee anunció en una breve intervención que la mujer de firmes convicciones cristianas ya estaba libre entre los gritos de alegría de los presentes.

A la salida del Carter County Detention Center, el abogado Mat Staver dejó claro que su defendida volverá a trabajar esta semana y que no planea “traicionar su conciencia”.

La funcionaria estadounidense se ha convertido en la última protagonista de la batalla contra el mal llamado “matrimonio homosexual”. El paso de Davis por la cárcel es solo el primer episodio de una pugna para medir la libertad religiosa en el país, que está amenazada por el avance de las uniones entre personas del mismo sexo.

También puede leer: EEUU: encarcelan a una funcionaria que no autorizó matrimonios homosexuales

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La Virgen de la Caridad prepara la visita del Papa
 

La Novena ha estado vinculada a la Misericordia

 

Por Araceli Cantero Guibert

Holguín, (ZENIT.org)

HOLGUÍN, Cuba.- La Virgen de la Caridad ha preparado al pueblo para la visita papal a Cuba que tendrá lugar del 19 al 22 de septiembre. Más allá de los preparativos materiales, organizativos y de logística, la visita del Papa Francisco ha generado en toda la Isla un sin fin de iniciativas pastorales que en estos últimos días han estado vinculadas a la celebración de la fiesta de la Patrona de todos los cubanos.

El 8 de septiembre, once días antes de la llegada del Pontífice a la Habana, el pueblo devoto ha salido a la calle par unirse a las procesiones que recorren plazas y caminos y culminan con una celebración en los templos.

Muchas de estas personas han participado en la Novena a la Virgen, especialmente preparada, este año, con el lema elegido por el sumo Pontífice para este tramo de su viaje que comprende Cuba y los Estados Unidos: Misionero de la Misericordia.

En pequeños grupos en los vecindarios, en las casas y en los templos se ha vivido la Novena de la Virgen centrada en las Obras de Misericordia, tanto las corporales como las espirituales.

Enseñar al que no sabe, dar consejo, corregir a quien se equivoca, perdonar las ofensas, consolar al triste, sufrir con paciencia, rogar por los vivos y difuntos, visitar a los enfermos y dar de comer al hambriento son los temas que se han ido sucediendo.

“En la novena hemos refrescado muchos conceptos de la virtud y del perdón, cosas con las que hay que actuar, “ comentaba Ana María Aguilar Estupiñan que acudió la novena en su barrio de Holguín Centro.

“Se acerca el día de la Virgen y le pedimos que interceda por todos nosotros” oraba en el grupo el día 7 de septiembre.

Cada día en los grupos han orado juntos, han leído sobre un hecho de vida concreto compartiendo aplicaciones prácticas a la vida diaria. También han comentando una lectura del Papa Francisco relacionada con el tema del día

“Me han gustado las reflexiones del Papa vinculadas a la Misericordia”, señalaba Aleida Oro Pérez refiriéndose a los textos. No han faltado las canciones a la Virgen y al final todos se han unido en el rezo de la oración por el Jubileo de la Misericordia, escrito por detrás del pequeño abanico, aquí conocido como ‘penca’ con la fotografía del Papa que se ha repartido por toda la Diócesis.

Tenemos que salir hacia las personas levantarles el ánimo y acercarles a Dios”, decía Cristina Yarrouhs Becil. “No es sólo resolver necesidades materiales”.

En la zona de Gibara, en la costa norte de la Diócesis, cada día se llevó la imagen peregrina de la Virgen a una de las casa de misión y allí se reunían para la novena. “La imagen se quedaba hasta el día siguiente que se llevaba a otra casa y se iba sumando gente” explicó el padre Dayron Hernández Martín.

“Oramos con la comunidad y por las familias y la gente aprendido mucho de los hechos de vida” indicó la Sor Juana Marisol Ortega religiosa de las Siervas de María que sirven a los enfermos. Dio el ejemplo de ‘enseñar a quien no sabe’ aplicado a algunas normas de educación y valores que se están perdiendo, como pedir permiso, o dar las gracias. “ Los niños salían del grupo practicándolo”, comentó.

El Papa estará en Holguín el 21 de septiembre. Presidirá una Misa Campal, recorrerá algunas calles hasta contemplar en un atrio en la Catedral una escultura de San juan Pablo II y almorzará en el Obispado. Después de un breve descanso se trasladará a la Loma de la Cruz para bendecir la ciudad y desde allí partirá al aeropuerto en vuelo hacia Santiago de Cuba.

La visita del Papa se ha ido preparando desde el mes de Junio. En un mensaje los obispos cubanos pidieron “a los hijos de la Iglesia Católica, a los hermanos de otras confesiones religiosas, y a todo nuestro pueblo”, no cansarse de practicar la misericordia.

El mensaje, dado a conocer el 29 de junio, festividad de los santos Pedro y Pablo, fue una invitación a actuar actos de misericordia en el obrar cotidiano, “a visitar a los enfermos a compartir lo que tenemos, perdonar y pedir perdón, consolar al triste, amar más y mejor a los demás”, haciendo referencia al Jubileo Extraordinario de la Misericordia convocado por el Pontífice que se extiende hasta noviembre de 2016“.

¡Ojalá que en estos días y siempre nuestros hogares sean lugares de paz y acogida para todos los que lleguen buscando misericordia!,” dijeron los obispos cubanos.

Además, como preparación inmediata a la visita del Papa señalaron, “los primeros viernes de los meses de julio, agosto y septiembre, en cada comunidad y en cada corazón que se nos quiera unir, se realicen gestos de misericordia para quienes los necesiten así como tiempos especiales de oración y de ayuno”.

Invitaron a programar en las comunidades una vigilia de oración en la víspera de la llegada del Papa a la Isla, la noche del jueves 17 al viernes 18 de septiembre.

El mensaje de los obispos invitaba a pedir a Dios “entrañas de misericordia” y a repetir la oración “que muchos aprendimos de niños: “Sagrado Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo”.

Los obispos imploraban “para que las bendiciones de Dios lleguen igualmente a los que no podrán participar en las misas que el papa Francisco celebrará en Cuba por estar lejos de la patria, o por motivos laborales, de salud, de transporte, o por estar presos”.

A partir de esa fecha se repartieron en las comunidades a nivel nacional, dos ‘plegables’ con textos breves y dibujos. El primero sobre Quién es el Papa, como fue Pedro elegido por Jesús como seguidor suyo y el primero de los apóstoles y cómo tiene una misión de fortalecer en la fe y acompañar. El segundo centrado en la Carta del Papa por el Año de la Misericordia, explicando su mensaje y su invitación a practicarla.

La Novena a la Virgen de la Caridad ha ido dando pistas para vivir las Obras de la Misericordia. Inicialmente fue preparada para la Diócesis de Holguín por el padre Marcos Pirán, misionero de la Diócesis de San Isidro (Argentina) y la Hna. Mónica Cojan de la Congregación de Jesús. Después se extendió a toda Cuba de comunidad en comunidad y en el decir de quienes han participado “hemos aprendido que vivir la Misericordia es vivir la Palabra de Dios” señaló Ana María Sors Capote. “La Misericordia es vivir el perdón la reconciliación, porque no se pueden guardar rencores y odios en el corazón”.

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Monarquías del Golfo no acogen a refugiados sirios
 

Comparten idioma, religión y están entre los países más ricos del mundo, señala Admistía Internacional

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Un informe reciente de Amnistía Internacional (AI) señala que los países del Golfo (Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Arabia Saudí, Omán, Kuwait, Qatar) no han acogido a un solo refugiado. Mientras que el resto de naciones en la región (Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto) han mostrado una actitud más generosa.

En los campos turcos viven alrededor de 1,8 millones de exiliados, lo que supone el 2,3 por ciento de su población, según la ONU. En Jordania, con 630 mil sirios, son el 9,4 por ciento. Pero el caso más impactante es el Líbano, con cerca de 1,2 millones de refugiados, un 27,9 por ciento son sirios.

No solo AI se pregunta por qué no actúan los países del golfo que comparten creencias religiosas, costumbres y puntos de vista. El director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, escribió en Twitter a principios de este mes: “¿Adivina cuántos refugiados sirios se han ofrecido a recoger Arabia Saudí y otros países del Golfo? 0”. Es una cifra sorprendente, dada la proximidad relativa de estos países a Siria, así como los recursos a su disposición.

Probablemente, la implicación de las monarquías del Golfo en el conflicto sirio es uno de los motivos. En distintos niveles, estas potencias petroleras han financiado y apoyado a los grupos rebeldes y a las facciones islamistas que luchan contra el régimen de Bashar al-Assad.

Las autoridades saudíes han deslizado la tesis de que una llegada masiva de sirios a su territorio crearía problemas de seguridad. Riad siempre ha sido rival del actual gobierno de Damasco, y teme un afán de revancha. Un argumento que no se sostiene, porque la inmensa mayoría de los refugiados y desplazados sirios no son chiíes sino suníes, la corriente musulmana mayoritaria que tiene su epicentro en Arabia Saudí.

Otro motivo sería que ni Qatar (con una renta per cápita de 93 mil dólares, según el Banco Mundial), ni el resto de los estados miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Kuwait, Bahréin, Emiratos y Omán) han firmado la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, una declaración de la ONU que define qué es un refugiado y sus derechos. Por lo tanto, los sirios tienen que pedir un visado para entrar y bajo sus circunstancias es complicado.

El argumento más convincente es el enorme temor de las ricas monarquías del Golfo a que una ola migratoria de musulmanes ponga en peligro su frágil sistema social y político. Arabia Saudí es un caso paradigmático. El país vive de las rentas del petróleo, y del trabajo de sus millones de inmigrantes asiáticos. 

A este respecto cabe recordar que el poder político reside en una elite, encabezada por los siete mil príncipes, y el poder religioso obedece a los dictados de la facción más radical del islam, la wahabí, que otorga legitimidad a la monarquía absoluta a cambio de privilegios y control de la sociedad.

Sea como sea, Arabia Saudí y sus vecinos están ofreciendo muy poca ayuda económica para frenar el drama humanitario. Sus generosas donaciones (en los dos últimos años y medio, solo para Siria, 500 millones de dólares entregados y hasta 1.200 millones comprometidos) al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o la actividad que despliegan sus organizaciones caritativas palidecen ante los cuatro millones largos de sirios recibidos en Líbano, Jordania, Turquía, e incluso Irak y Egipto.  

 

 

 

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Iglesia y Religión


EEUU: ordenan a tres nuevos obispos auxiliares para Los Ángeles
 

Son David O’Connell, Joseph V. Brennan y Robert E. Barron. En la ceremonia presidida por el arzobispo Gómez, participaron más de 500 sacerdotes de Los Ángeles y Chicago y 45 obispos de todo Estados Unidos

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

El arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Horacio Gómez, ordenó este martes por la tarde a tres obispos auxiliares que colaborarán con él en el servicio de la archidiócesis más grande de Estados Unidos y la que cuenta con mayor cantidad de población latina en su territorio. Los nuevos prelados son Mons. David G. O’Connell, Mons. Joseph V. Brennan y Mons. Robert E. Barron.

Mons. O’Connell y Mons. Brennan ya servían como párroco y vicario, respectivamente, en la archidiócesis de Los Ángeles, mientras que Mons. Barron era rector del seminario Mundelein en la archidiócesis de Chicago y es el fundador y animador de la iniciativa comunicativa Word on Fire Catholic Ministries.

El nuncio apostólico, Mons. Carlo Maria Viganò, presentó las letras Apostólicas durante la Misa de Ordenación, que fue concelebrada en la catedral por más de 500 sacerdotes de Los Ángeles y Chicago y 45 obispos de todo Estados Unidos. Entre los concelebrantes también se encontraba el cardenal Roger Mahony, arzobispo emérito de la ciudad, informó la Archidiócesis en un comunicado.

En su homilía, Mons. Gómez dedicó unas palabras elogiosas a sus nuevos colaboradores: “Cada uno de ellos es un hombre de oración que tiene un corazón para servir a la gente. Este es un momento de alegría para toda la familia católica aquí en la Archidiócesis y un tiempo de gracia para toda la gente de Los Ángeles”. “Como obispos son siervos de la esperanza. Y siempre se sirve mejor dando el mejor de los ejemplos”, añadió.

En este sentido, les animó a “ser muy cercanos a la gente” especialmente con los pobres, los más necesitados y los débiles. “Conozcan las alegrías, esperanzas y preocupaciones de la gente. Hablen a sus corazones y llénenlos de esperanza”, señaló el arzobispo.

Finalmente, recordó a los tres obispos auxiliares que “están llamados a llevar la Cruz de Cristo y ser testigos de su Resurrección”. “Están llamados a dar su vida por los demás, como hizo Cristo”, insistió.

La archidiócesis de Los Ángeles atiende a más de once millones de habitantes y tiene 288 parroquias, situadas en 120 ciudades de los condados de Los Ángeles, Ventura y Santa Barbara. Con los prelados recién ordenados, cuenta ahora con siete obispos auxiliares: Mons. Edward Wm. Clark, Mons. Thomas J. Curry, Mons. Oscar A. Solis, Mons. Alexander Salazar, Mons. David G. O’Connell, Mons. Joseph V. Brennan y Mons. Robert E. Barron.

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España: las OMP publican un estudio sobre fray Junípero Serra
 

El volumen del profesor Carriquiry sale al paso de las descalificaciones contra este misionero español que será canonizado por el Papa en Washington el próximo 23 de septiembre

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

Las Obras Misionales Pontificas (OMP) en España han preparado el viaje apostólico del papa Francisco a Cuba y Estados Unidos publicando un estudio del secretario general de la Pontificia Comisión para América Latina, el profesor Guzmán Carriquiry, en la editorial de la Conferencia Episcopal Española (EDICE).
La obra, que lleva por título “Junípero Serra en el contexto de la Evangelización de América. Significado y alcance de la canonización” y tiene unas 32 páginas, tiene su origen en una conferencia que el profesor Carriquiry pronunció en la diócesis de Mallorca el pasado 10 de junio.
En la introducción del volumen, el director del secretariado de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias, el sacerdote Anastasio Gil García, señala la “oportunidad que se suma a la necesidad, en justicia, de salir al paso de las descalificaciones que se han hecho, desde la ignorancia, sobre el servicio humanitario de Fray Junípero Serra”.

El trabajo ofrece un repaso histórico de la gesta misionera en el Nuevo Mundo, con el fin de dar valor a las raíces comunes de la fe cristiana en el continente americano. Incluye también una biografía de Fray Junípero Serra, como padre y protector de los indios. Y plantea la cuestión de “salvajismo frente a civilización”, para concluir con una crítica al hecho de que se quiera retirar la estatua del futuro santo de la sala de Notables en el Capitolio.

El próximo 23 de septiembre el Santo Padre canonizará al misionero español que llevó el Evangelio a las tierras norteamericanas en la explanada del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington.

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Espiritualidad y oración


Bajo el signo de la Santa Cruz
 

Carta semanal del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández. "Sólo la mirada a Cristo crucificado nos da la perspectiva nueva de mirar este mundo dolorido con otros ojos, con ojos de misericordia sanadora"

Por Mons. Demetrio Fernández

Córdoba, (ZENIT.org)

La fiesta de la Santa Cruz el 14 de septiembre nos da la pauta cada año para el inicio del curso cristiano: bajo el signo de la Santa Cruz. No empezamos nuestras actividades por una programación comercial o de marketing, por unos objetivos marcados que hemos de revisar como la cuenta de resultados empresarial. Empezamos el curso cristiano en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, bajo el signo de la Santa Cruz.

La Santa Cruz para el cristiano no es una carga pesada e insoportable, que hemos de arrastrar resignados. La Santa Cruz es el sufrimiento vivido con amor, y nos lleva a asumir los trabajos de cada día con esa dimensión más profunda, la dimensión redentora. Viene a ser como las Cruces de mayo. Después de haber celebrado el tiempo penitencial de Cuaresma y Semana Santa y de haber participado en el triunfo glorioso del Señor resucitado, miramos la Cruz con otros ojos. Entendemos por la fe que en la Cruz está nuestra salvación, y vemos que ese leño seco ha florecido. Vemos que la aspereza de la vida está suavizada por la esperanza de un fruto de vida eterna, que ya comienza en esta vida.

La fiesta de la Santa Cruz es una invitación a vivir más unidos a Cristo, porque “sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5), compartiendo sus sufrimientos y revestidos de sus sentimientos. La fiesta de la Santa Cruz nos abre un horizonte lleno de esperanza, porque nos habla de una eficacia que no viene de nuestras obras, sino de la fuerza redentora de la muerte y resurrección del Señor. Cuando el Viernes Santo adoramos, abrazamos y besamos la Cruz de Cristo, en el día de su muerte redentora, no estamos haciendo un teatro. Estamos reconociendo y adorando un misterio que nos desborda y que al mismo tiempo nos abraza con amor, estamos haciendo un acto de aceptación de que en este misterio está la salvación del mundo.

Sí, mirando ese estandarte de la Cruz de Cristo, somos curados de tantos egoísmos que nos encierran en nosotros mismos y nos alejan de Dios y de los demás. Mirando la Cruz de Cristo, somos elevados a otro nivel en el que aprendemos a dar la vida, como hizo Él. Mirando la Cruz de Cristo, no nos echa para atrás el sufrimiento ajeno, sino que nos sentimos movidos a compartirlo solidariamente con quienes tienen más necesidad que nosotros. A nadie le gusta sufrir, ni en carne propia ni al verlo en su alrededor. Sólo la mirada a Cristo crucificado nos da la perspectiva nueva de mirar este mundo dolorido con otros ojos, con ojos de misericordia sanadora.

Son tantos los sufrimientos en los que nos vemos envueltos constantemente, es tanto lo que la gente sufre a poco que nos pongamos a escuchar, que no tenemos capacidad ni siquiera para ser solidarios, si no fuera por la Cruz de Cristo, que nos eleva de nivel y nos da capacidad para transformar el mundo con los criterios del Evangelio: amar hasta dar la vida. Vemos imágenes de ese largo éxodo de tantos miles y miles de refugiados, que atraviesan los caminos de Europa en busca de una situación mejor para ellos y para sus hijos, pero son muchos más los que no se ven, que han tenido que dejar su patria porque es imposible construir el futuro para sus hijos en ella. Las guerras, los intereses de las grandes naciones, el egoísmo acumulado de nuestra propia indiferencia, van creando como un ambiente enrarecido y contaminado en el que apenas podemos respirar. Necesitamos la Cruz de Cristo, que convierte el sufrimiento propio en esperanza y el sufrimiento ajeno en ocasión de solidaridad fraterna. Es posible construir un mundo mejor, más justo y más fraterno, gracias a la Cruz de Cristo, porque Él ha cargado con nuestros dolores y sus cicatrices nos han curado.

Comencemos el nuevo curso bajo el signo de la Santa Cruz, porque además junto a la Cruz de Jesús está siempre su madre María. No estamos solos en esta aventura de la vida. Tenemos una madre, que nos acompaña, nos consuela y nos anima continuamente. La Virgen de los Dolores es la que vive junto a su Hijo y a cada uno de sus hijos que sufren. Con ella emprendemos las tareas del nuevo curso bajo el signo de la Santa Cruz.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

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San Juan Gabriel Perboyre - 11 de septiembre
 

«Presbítero francés, integrante de la Congregación de la Misión. Apasionado por Cristo, aspiró al martirio que obtuvo en la misión de China en medio de atroces sufrimientos»  

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

Su espeluznante martirio en la misión de China, plagado de torturas, puede equipararse por su refinada crueldad a otros estremecedores que tantas veces han segado la vida de los fieles seguidores de Cristo. Era natural de Puech de Montgesty, Francia, donde nació el 6 de enero de 1802. Fue el primogénito de ocho hermanos. Al parecer, su vocación al martirio como misionero se suscitó siendo niño ante la encendida prédica que un sacerdote hizo en una de las iglesias que solía frecuentar. Que ingresara en la Congregación de la Misión era algo comprensible ya que un tío paterno formaba parte de la misma, y sus allegados vivían este hecho como una bendición. Gran parte de los varones de la familia fueron ordenados sacerdotes.

Poco antes de cumplir los 15 años, Juan Gabriel afirmó que quería ser misionero. Y cumplió su deseo ingresando en el seminario de Montauban regido por los padres lazaristas que estaban impregnados del carisma de san Vicente de Paúl. En realidad él fue como simple acompañante de su hermano pequeño Luis, con la idea de permanecer allí por una temporada. Pero se sintió llamado al sacerdocio y a lo largo del noviciado ratificó su anhelo de derramar su sangre por amor a Cristo.

Fue ordenado en septiembre de 1825 por el obispo de Montauban, y aunque le urgía partir a las misiones tuvo que esperar doce años para cumplir su sueño. Quiso ocupar el lugar de su hermano Luís que había muerto de unas fiebres mientras navegaba rumbo a China. Pero no gozaba de buena salud, y sus superiores lo nombraron subdirector del noviciado de París después de haber ejercido la docencia brillantemente en el seminario de Saint-Flour. Hasta allí llegaban noticias del martirio de otros hermanos que no hacían más que alimentar su deseo de morir por Cristo. Ante las prendas que vestía el padre Clet, uno de los religiosos que había alcanzado esa palma añorada por él, manifestó: «He aquí el hábito de un mártir... ¡cuánta felicidad si un día tuviéramos la misma suerte» […]. «Rezad para que mi salud se fortifique y que pueda ir a la China, a fin de predicar a Jesucristo y de morir por Él». Pero sus hermanos ya conocían su afán por restablecerse físicamente para que su débil constitución no le impidiera viajar a China, difundir allí el evangelio y obtener la corona martirial. No ocultaba que había ingresado en la Orden con ese exclusivo fin.

Finalmente, como en 1835 los médicos autorizaron su partida, los superiores dieron también su visto bueno. El intrépido apóstol llego a Macao en marzo de 1836. Estudió con verdadero ahínco la lengua china y adoptó las costumbres y vestimenta de los ciudadanos, rapándose la cabeza y dejando crecer su pelo y bigotes. Los dos años que permaneció en Ho-nan y en Hu-pé se caracterizaron por una intensa acción apostólica entre los niños abandonados a los que asistía, alimentaba e instruía. Las duras inclemencias del tiempo no le detuvieron. Padeció innumerables fatigas, entre otras, las provenientes de sus agotadores desplazamientos que solía realizar a pie o bien en carretas tiradas por bueyes, siempre alegre, sin importarle pasar hambre y sed, o mantenerse en un estado de vigilia. «Hay que ganarse el cielo con el sudor de la frente», decía. Todo se le hacía poco para poder transmitir el amor a Cristo: su única pasión: «Jesucristo es el gran maestro de la ciencia; sólo Él da la verdadera luz. Toda ciencia que no procede de Él y no conduce a Él es vana, inútil y peligrosa. No hay más que una sola cosa importante: conocer y amar a Jesucristo». Con su gracia superó momentos de desánimo que le asaltaron alguna vez.

En 1839 se desató una persecución y los misioneros de la comunidad de Hu-pé donde Juan Gabriel estaba destinado tuvieron que huir. Llegaba su momento; se hallaba preparado. Tanto su familia como su superior conocían su absoluta disponibilidad a cumplir la voluntad divina, su deseo de unirse al Redentor. El valeroso misionero había escrito a su padre anticipándose a darle consuelo ante la más que previsible muerte que sabía que le aguardaba y que ansiaba: «Si tuviéramos que sufrir el martirio, sería una gracia grande que se nos concedería; es algo para desear, no para temer». Y al superior general le transmitía su paz con la sabiduría encarnada en Cristo, fruto de su oración, exponiendo con claridad lo que conocía sobradamente acerca de la vida misionera; de forma implícita ratificaba su cotidiano abrazo a la cruz y su serena espera ante el martirio: «No sé qué me reservará el futuro. Sin duda muchas cruces. Es la cruz el pan cotidiano del misionero».

No era temerario. Y cuando todos huyeron, él se refugió en un bosque. Pero un mandarín convertido lo delató por treinta taéis, moneda china. A partir de ese instante los atroces suplicios que tuvo que sufrir fueron indecibles. En un papel impregnado de sangre escribió a la comunidad narrando parte de lo que había padecido hasta ese momento, dando respuesta a la petición el padre Rizzolati. Le torturaron salvajemente con tal de lograr que apostatase de su fe en Cristo. Pero él se mantuvo inalterable, sin proferir ninguna queja. Como sobrevivía a los crueles tormentos, lo encarcelaban para volver a atormentarlo con más violencia si cabe. El virrey no logró que pisoteara el crucifijo. Y el 11 de septiembre de 1840 después de haber permanecido aherrojado con grilletes y haber sido tratado con tanta ferocidad en Ou-tchang-fou, lo ataron a un madero en forma de cruz muriendo estrangulado. Tenía 38 años. León XIII lo beatificó el 10 de noviembre de 1889. Juan Pablo II lo canonizó el 2 de junio de 1996. Sus restos reposan en París, en la capilla de la sede general de su Congregación. 

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