El Presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, entregaba en la noche del lunes 7 de septiembre la Medalla de Extremadura a las tres Cáritas diocesanas de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz y a los directores de los Bancos de Alimentos de Cáceres y Badajoz, que se unían a otras cinco personas e instituciones.

El responsable de Cáritas en Extremadura, José Manuel López, se refería, entre otras cosas a la pobreza en relación a la dignidad humana. “Decía hace muy poco tiempo el papa Francisco a la FAO -aseguraba- que el hambriento no pide limosna, sino respeto a su dignidad porque la lucha contra la pobreza que daña a las personas afecta a lo esencial de los derechos humanos. Nos jugamos el respeto a la dignidad humana, no solo la de los pobres, sino la de todos”.

La Medalla conjunta para Cáritas y los Bancos de Alimentos de Extremadura fue una de las más aplaudidas de la noche. Tanto José Manuel López como Carmen de Aguirre, responsable del Banco de Alimentos de Badajoz agradecían la labor de los voluntarios que de forma desinteresada hacen su labor para ayudar a los demás. ”Esta Medalla quiero dedicarla a cuantas personas han colaborado con nosotros, voluntarios y trabajadores, muchos de ellos aquí presente”, dijo Carmen Aguirre.

Refugiados sirios

También se recordó la crisis de los refugiados sirios. El presidente de Cáritas mostraba la disposición de las tres Cáritas diocesanas en Extremadura para ayudar a los refugiados que sean necesarios. “Mostramos en voz alta -afirmó- nuestro dolor por la situación de los refugiados y hacemos público el compromiso de las tres dió- cesis a través de sus Cáritas de colaborar con las autoridades competentes en la acogida de cuantos refugiados sea necesario, como pide el papa Francisco”.

Tras recoger el galardón, el Presidente de Cáritas tuvo un recuerdo sentido para los paisanos de Sierra de Gata al afirmar: “Hermanos extremeños, desde las catedrales y parroquias de nuestra tierra extremeña, desde la solidaridad con las buenas gentes de Sierra de Gata, una llamada de Cáritas, que es amor, a buscar y compartir caminos de esperanza por los que podamos transitar fraternalmente como miembros de una sociedad más humana, más justa y más solidaria”.

Los discursos y este reconocimiento, el máximo de nuestra Comunidad autónoma, provocó una larga ovación del publico asistente en las caveas del Teatro Romano de Mérida.

(Iglesia en camino)