El Cardenal Parolin aborda en una entrevista el viaje del Papa a Cuba y los Estados Unidos

A pocas horas del inicio del X viaje apostólico internacional del Papa Francisco a Cuba y en los Estados Unidos, crece la expectativa en ambos países por la llegada del Pontífice que ha guiado el proceso de acercamiento tras 50 años de ausencia diplomática y embargo. Alessandro Di Bussolo, del Centro Televisivo Vaticano, entrevistó al secretario de Estado vaticano, card. Pietro Parolin:

Sí, es bastante conocida la posición de la Santa Sede sobre el tema del embargo  -  una posición contraria- más allá de aquellos que puedan ser los motivos, existe un hecho evidente y es que el embargo, este tipo de sanción, provoca problemas, sufrimientos en la población que lo padece. Es desde esta perspectiva que la Santa Sede enfrenta la cuestión, y que a nivel de las Naciones Unidas, en las asambleas generales, ha siempre apoyado las mociones que solicitan el levantamiento del embargo en Cuba. Es por lo tanto de esperar, como dicen los obispos, de desear, de auspiciar, que una medida de esta magnitud, o sea una liberalización a nivel de vínculos y de lazos, sobre todo a nivel económico, pueda también conducir a una mayor apertura desde el  punto de vista de la libertad y de los derechos humanos, un florecer de estos aspectos fundamentales para la vida de las personas y de los pueblos.

-La visita al Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre será una etapa importante del viaje del Papa Francisco a Cuba 

Me parece algo normal que el Papa visite un santuario mariano y un santuario mariano como el de la Caridad del Cobre de Cuba, porque la devoción mariana es una de las características fundamentales de la religiosidad y de la fe católica del pueblo latinoamericano, y también porque la Virgen de la Caridad del Cobre ha acompañado siempre la historia de los cubanos, en todos sus momentos, los de alegría y de dolor, de lucha, de sufrimiento y de progreso, por lo tanto representa un poco el símbolo de su historia, el símbolo de la misma población. Por eso el Papa, yendo a ese santuario, encontrará algo del corazón de aquella isla y de su pueblo.

-El Papa ha decidido entrar a los Estados Unidos desde Cuba, como un inmigrante, como dicen los obispos norteamericanos, “para recordarnos que somos un país de inmigrantes”.  Este será uno de los temas principales de la visita ¿también ante aquello que está pasando en Europa?

Si, seguramente. Pienso que el Papa tratará como uno de los temas más importantes de su visita precisamente aquel de la inmigración. Y es, como ud. recordaba, una preocupación constante del Papa ante la emergencia que nos toca vivir en estos días. Sabemos cuántas han sido sus intervenciones, diría casi diarias, sobre este tema. Y al mismo tiempo se dirige a un país que tiene una larga historia de inmigración y también una larga historia de apertura, de acogida y de integración de las diversas oleadas de immigrantes que hasta ahí llegaron. Me parece que todo esto puede verdaderamente constituir una base, un patrimonio social y cultural a partir de donde enfrentar también los desafíos actuales de la inmigración, y resolver los casos aún dolorosamente abiertos. Por eso, espero de verdad que este encuentro por parte del Papa  -que lleva esta preocupación en su corazón-  con un país que ha conocido este fenómeno en su historia, pueda ofrecer las pautas para la solución de los problemas que actualmente se presentan desde esta perspectiva.

-En Washington Francisco proclamará santo a Fray Junípero Serra, misionero franciscano que ha definido “padre fundador de los Estados Unidos”. ¿Es una invitación a recuperar la memoria hispana y católica a los orígenes del gran país?

Sí, creo que sobre la canonización de padre Junípero Serra nos debemos referir al discurso que el Papa hizo el 2 de mayo en el Colegio americano del Norte, cuando habló en el congreso que quería ser una especie de preparación para esta canonización. Cuando lo definió uno de los padres fundadores de América, en particular, Junípero Serra es recordado como el padre de California. Pero luego, dijo que “es también un santo de la catolicidad”, y es patrono de la población hispana en los Estados Unidos, por cuanto ha hecho por la evangelización. Me gusta recordar lo que dijo el Papa en un cierto punto: “De estas grandes figuras nosotros habituamos a observar atentamente ​​tanto las virtudes como también las limitaciones y debilidades”. Pero se preguntaba “¿Tenemos la misma generosidad que han tenido estas personas, tenemos el mismo impulso, tenemos el mismo coraje?”. Creo que esta es la lección fundamental que nos da el padre Junípero Serra, este entusiasmo, este coraje, este impulso para llevar el Evangelio en esas tierras y que también se convierte en una invitación hoy para saber integrar dentro de la Iglesia de los Estados Unidos también este componente hispano siempre más importante y siempre más relevante y que tiene una importante contribución que ofrecer a la Iglesia de los Estados Unidos.

-El Papa visitará primero el Congreso de los Estados Unidos, después las Naciones Unidas. ¿Volverá a lanzar el mensaje de la Encíclica Laudato Si?

Sí, desde luego. Pero yo diría que en este sentido, en el sentido, por supuesto, del cambio climático y de las preocupaciones que ellas están generando para el futuro de la humanidad, pero diría que también en el sentido de aquella ecología integral de la cual él habla, que considera al hombre en el interior de la creación. Y en este sentido, no dejará de reiterar lo que es la naturaleza trascendental de la persona de la cual surgen sus derechos fundamentales, especialmente el derecho a la vida y a la libertad religiosa, e invitará a cambiar nuestros estilos de vida para poder ser custodios de la creación como él dice y no dominadores o agresores de la creación.

-En los Estados Unidos, sin embargo, han habido algunas críticas de quienes consideran la encíclica un ataque demasiado fuerte al sistema capitalista

Bueno, creo que el Papa toca puntos fundamentales. Sé que estuvieron estas críticas, pero creo que el Papa invita a todos a reflexionar, y creo que es realista darse cuenta de que las cosas no están yendo por el camino correcto, entonces, encontrar también formas de solución. Creo que el Papa invita a esto. Cada uno puede dar su contribución, pero se necesita un cambio, hay necesidad de un cambio.

-En Filadelfia el Papa Francisco encontrará a las familias de todo el mundo. ¿Será la última etapa del camino hacia el Sínodo de octubre, en escucha de las familias?

Sí, creo que sí. El Papa ha visto y ve y vive este momento precisamente también como un último momento en preparación al Sínodo que se celebrará en octubre. Para poner a la luz, y creo que esto también emergerá del encuentro en Filadelfia, sobre todo la belleza de la familia y el mensaje que el Evangelio ofrece a las familias, la ayuda que el Evangelio ofrece a las familias. Así está este aspecto positivo, sin olvidar los grandes desafíos que la familia pone al mundo de hoy. Será verdaderamente una preparación inmediata para la asamblea del Sínodo de los Obispos, pero creo que nos dará, dará a todos los participantes, dará a la Iglesia entera este nuevo entusiasmo y este deseo de anunciar el Evangelio de la familia y al mismo tiempo ayudar a las familias que están en cualquier tipo de dificultad para vivir este Evangelio en su plenitud que es una fuente de alegría, paz y felicidad para todos.