ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 19 de septiembre de 2015

La frase del día 19 de septiembre

"No hay camino para la paz, la paz es el camino" Mahatma Gandhi 

 


Viajes pontificios

El Papa: Cuba, ejemplo de reconciliación para el mundo entero
Francisco llega a La Habana y en su primer discurso reconoce que el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos es un signo de la victoria de la cultura del encuentro

Texto completo del Papa en el aeropuerto de La Habana
El Santo Padre llega a Cuba en su primera etapa del décimo viaje de su pontificado

Entre la Casa Blanca, el Capitolio y Naciones Unidas
Estados Unidos comienza a agitarse con los prolegómenos de la campaña electoral, que gira, en buena medida, sobre inmigración, calentamiento global y desigualdad social. Temas sobre los que se ha pronunciado Francisco,  y ante los que los americanos aparecen divididos

Papa y Santa Sede

'Es necesario criminalizar la explotación sexual y laboral '
Entrevista con la hermana María Cristina Roletti, en el Simposio Internacional sobre la pastoral de la Calle, organizado por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes

Mundo

Oriente Medio: entes humanitarios católicos debaten en el Vaticano a puerta cerrada
Entrevista con Johan Ketelers, secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC)

El Camino de Santiago como vehículo para difundir los derechos humanos
La fundación norteamericana Internacional Solidarity for Human Rights elige la ruta primitiva para presentar su programa dirigido a los colegios

El papa Francisco

El Santo Padre: 'si un líder no siembra liderazgo en los demás es un dictador'
Francisco conversa desde el Vaticano con cinco jóvenes cubanos y cinco jóvenes estadounidenses a través de una vídeo conferencia organizada por Scholas 

Francisco a los consagrados de Hungría: pedid a Dios un corazón compasivo
Vídeomensaje del Santo Padre a los participantes del Encuentro de los Consagrados húngaros en el Año de la Vida Consagrada

El Papa saluda a la familia siria acogida en el Vaticano
Antes de subir al coche que le llevaba al aeropuerto, el Santo Padre ha estado con la familia de refugiados que ha sido acogida en la parroquia de Santa Ana del Vaticano

El Papa ya está rumbo a Cuba
El viernes por la tarde visitó a la Virgen en Santa María la Mayor para rezar por el viaje

Espiritualidad y oración

Servir o servirse
XXV Domingo Ordinario

Beato Francisco de Posadas - 20 de septiembre
«Comparado por su virtud por grandes santos de la talla de Francisco de Asís, Francisco de Paula, Francisco de Sales, Francisco Javier y Francisco de Regis. Considerado continuador de la gran escuela mística del siglo XVI»    


Viajes pontificios


El Papa: Cuba, ejemplo de reconciliación para el mundo entero
 

Francisco llega a La Habana y en su primer discurso reconoce que el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos es un signo de la victoria de la cultura del encuentro

Por Rocío Lancho García

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Desde hace varios meses, estamos siendo testigos de un acontecimiento que nos llena de esperanza: “el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento”. Son palabras del Santo Padre a su llegada este sábado a La Habana. En la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto de José Martí, donde ha sido recibido por el presidente Raúl Castro, el Pontífice ha reconocido que el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos es “un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del sistema del acrecentamiento universal… por sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos”.

Por ello, ha animado a “los responsables políticos a continuar avanzando por este camino” y a “desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a favor de la paz y el bienestar de sus pueblos, de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero”.

En su primer discurso en Cuba, el Santo Padre ha observado que, geográficamente, este país es “un archipiélago que mira hacia todos los caminos, con un valor extraordinario como «llave» entre el norte y el sur, entre el este y el oeste”. Su vocación natural --ha asegurado-- es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad, como soñó José Martí, ‘por sobre la lengua de los istmos y la barrera de los mares’

El papa Francisco ha dado las gracias “a todos los que se han esmerado para preparar esta visita pastoral”. Asimismo, ha pedido al presidente Raúl Castro, que transmitiera sus “sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano Fidel”. A su vez, ha querido que su saludo llegue especialmente “a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y a todos los cubanos dispersos por el mundo”.

Tal y como ha recordado el Pontífice, este año se celebra el 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y la Santa Sede. Por ello, el ha reconocido que la providencia le ha hecho llegar a esta “querida nación”, siguiendo “las huellas indelebles del camino abierto por los inolvidables viajes apostólicos que realizaron a esta Isla mi dos predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI”. Hoy --ha añadido Francisco-- renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y con los medios y espacios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad.

Por otro lado, el Santo Padre ha recordado que este viaje coincide también con el I Centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, por Benedicto XV.

Así, ha señalado que fueron los veteranos de Guerra de la Independencia quienes pidieron que la Virgen mambisa fuera la patrona de Cuba como nación libre y soberana. Su creciente devoción --ha observado el Obispo de Roma-- es testimonio visible de la presencia de la Virgen en el alma del pueblo cubano. Al respecto, Francisco ha afirmado en el Cobre, donde acudirá como “hijo y peregrino” pedirá a la Virgen “por todos sus hijos cubanos y por esta querida Nación, para que transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación”.

Por su parte, el presidente Raúl Castro ha agradecido al Santo Padre su visita y ha hecho referencia a los documentos papales: Evangelii Gaudium y Laudato si’ reconociendo que le "han motivado a una profunda reflexión". 

Ha subrayado la necesidad, en la que insiste el Santo Padre, de “tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, producción y consumo”. Del mismo modo ha criticado el sistema actual que “es inmoral” y “enajena”. Ha recordado también que los inmigrantes y los pobres son los "ignorado del mundo". 

El mandatario cubano ha señalado que “abogar por el desarme no solo es un deber sino un derecho de todos los pueblos del mundo”. Y ha indicado que “el bloqueo, que provoca daños humanos y privaciones a familias cubanas, es cruel, inmoral e ilegal, debe cesar”.

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Texto completo del Papa en el aeropuerto de La Habana
 

El Santo Padre llega a Cuba en su primera etapa del décimo viaje de su pontificado

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

Publicamos a continuación el discurso completo del Santo Padre en la ceremonia de acogida en La Habana

 

Señor Presidente, Distinguidas Autoridades, Hermanos en el Episcopado, Señoras y señores:

Muchas gracias, Señor Presidente, por su acogida y sus atentas palabras de bienvenida en nombre del Gobierno y de todo el pueblo cubano. Mi saludo se dirige también a las autoridades y a los miembros del Cuerpo diplomático que han tenido la amabilidad de hacerse presentes en este acto.

Al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, a Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia Episcopal, a los demás Obispos y a todo el pueblo cubano, les agradezco su fraterno recibimiento.

Gracias a todos los que se han esmerado para preparar esta visita pastoral. Quisiera pedirle a Usted, Señor Presidente, que transmita mis sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano Fidel. A su vez, quisiera que mi saludo llegase especialmente a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y a todos los cubanos dispersos por el mundo.

Como señaló usted, señor presidente, este año 2015 se celebra el 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas  ininterrumpidas entre la República de Cuba y la Santa Sede. La Providencia me permite llegar hoy a esta querida Nación, siguiendo las huellas indelebles del camino abierto por los inolvidables viajes apostólicos que realizaron a esta Isla mi dos predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI. Sé que su recuerdo suscita gratitud y cariño en el pueblo y las autoridades de Cuba. Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y con los medios y espacios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad.

Este viaje apostólico coincide además con el I Centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, por Benedicto XV. Fueron los veteranos de Guerra de la Independencia, movidos por sentimientos de fe y patriotismo, quienes pidieron que la Virgen mambisa fuera la patrona de Cuba como nación libre y soberana. Desde entonces, Ella ha acompañado la historia del pueblo cubano, sosteniendo la esperanza que preserva la dignidad de las personas en las situaciones más difíciles y abanderando la promoción de todo lo que dignifica al ser humano. Su creciente devoción es testimonio visible de la presencia de la Virgen en el alma del pueblo cubano. En estos días tendré ocasión de ir al Cobre, como hijo y peregrino, para pedirle a nuestra Madre por todos sus hijos cubanos y por esta querida Nación, para que transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación.

Geográficamente, Cuba es un archipiélago que mira hacia todos los caminos, con un valor extraordinario como «llave» entre el norte y el sur, entre el este y el oeste. Su vocación natural es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad, como soñó José Martí, «por sobre la lengua de los istmos y la barrera de los mares» (La Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América, en Obras escogidas II, La Habana 1992, 505). Ese mismo fue el deseo de san Juan Pablo II con su ardiente llamamiento a «que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba» (Discurso en la ceremonia de llegada, 21- 1-1998, 5).

Desde hace varios meses, estamos siendo testigos de un acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento... Es un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del «sistema del acrecentamiento universal... por sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos» (José Martí, ibíd.). Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar en favor de la paz y el bienestar de sus pueblos y de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero. El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo. 

Pongo estos días bajo la intercesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, de los beatos Olallo Valdés y José López Piteira y del venerable Félix Varela, gran propagador del amor entre los cubanos y entre todos los hombres, para que aumenten nuestros lazos de paz, solidaridad y respeto mutuo.

Nuevamente, muchas gracias, Señor Presidente. 

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Entre la Casa Blanca, el Capitolio y Naciones Unidas
 

Estados Unidos comienza a agitarse con los prolegómenos de la campaña electoral, que gira, en buena medida, sobre inmigración, calentamiento global y desigualdad social. Temas sobre los que se ha pronunciado Francisco,  y ante los que los americanos aparecen divididos

Por Rafael Navarro-Valls

Madrid, (ZENIT.org)

Cuando el 22 de septiembre, el vuelo papal enfile la base de Andrews ( Maryland)- pocas millas al sureste de Washington , sede de los Boeing 747 que sirven al presidente como Air Force One - Francisco se encontrará en tierra extraña. Nunca, ni de estudiante, ni de provincial jesuita, ni de arzobispo, ni de pontífice romano ha pisado tierra estadounidense. Sin embargo, las primeras caras que verá le serán muy familiares: un sonriente matrimonio Obama, que acudirá a pie de pista para saludarle.
Pero no nos engañemos, la cordialidad en el recibimiento no oculta la realidad: este viaje tiene más dificultades que el de Cuba. Baste un ejemplo. Los agentes de seguridad han marcado en sus agendas el 25 como el día de la "tormenta perfecta". Ese día, Francisco habla ante los líderes de casi 190 países, reunidos en la sede de Naciones Unidas. Luego, recorrerá Central Park, tendrá un encuentro interreligioso en el memorial de Ground Zero,  y celebrará una misa en el Madison Square Garden. Todo ello en un jeep prácticamente descubierto y con la incertidumbre de la conducta de Francisco ante la multitud.  “Un desafío sin precedentes”, según William Bratton, el jefe de policía de Nueva York.

Corrientes subterráneas

Pero la dificultad no proviene tanto de la amenaza física contra el Pontífice –algunas ya neutralizadas--  cuanto  de ciertas corrientes subterráneas  que no miran con buenos ojos el  viaje. Me refiero a los que han fruncido el ceño ante su encíclica medioambiental (''Estamos maltratando la creación, la tratamos a veces como el peor enemigo “); los que se han escandalizado de sus palabras en Bolivia,condenando “ la ambición desenfrenada por el dinero, que es  el “estiércol del diablo”;  los reticentes ante  sus críticas al “capitalismo salvaje” ; o los inquietos ante sus posiciones altamente solidarias con el  fenómeno migratorio. Newsweek, para azuzar el debate, se pregunta en su última portada ¿“Francisco es católico”?  Ya se entiende que es un interrogante  provocador, que el propio semanario  modera en el texto. En todo caso, demuestra  una ignorancia teológica de fondo, que quiere alentar la  fantasía de los progresistas y acelerar la ansiedad de los conservadores.

No olvidemos que  Estados Unidos comienza a agitarse con los prolegómenos de la campaña electoral, que gira, en buena medida, sobre inmigración, calentamiento global y desigualdad social. Temas sobre los que se ha pronunciado Francisco,  y ante los que los americanos aparecen  divididos. Aunque más cercanos – me parece- a Francisco que a algunos líderes republicanos

Lo cual nos conduce a los índices de popularidad de Francisco en EE.UU. Para Gallup , en 2014 el índice de aprobación de Francisco era 76%. En julio de 2015 había bajado al 57%. La caída corresponde  al  sector más  conservador, por los temas antedichos.  Sin embargo, entre los católicos -  son un total de  71.796.000, el 22,7% de la población-  el índice de aprobación es abrumador (entre 89% y 75%). En mi opinión, no obstante esas oscilaciones,  el recibimiento al Papa en todos los foros será muy caluroso. Incluso entre los políticos no conviene olvidar que en la Cámara de Representantes hay 135 católicos. En el Senado 26. Y en el Tribunal Supremo,  católicos son 6 de  9 magistrados.

Capitol Hill

Aunque una de esas corrientes subterráneas tiene su sede en el Congreso, pienso que la reacción será algo más que cordial. Es  el primer Papa en hablar en Capitol Hill, donde se espera que haga un firme alegato  sobre la responsabilidad de Washington para limitar la contaminación, y en favor de una transición de las energías fósiles a las energías renovables. Incluso The   New York Times, sostiene que su discurso estará más cercano de las ideas  de Bernie Sanders,  candidato demócrata  a la presidencia -  a  la izquierda de Hillary Clinton – que a las que sostuvo Ronald Reagan. En mi opinión no es acertada la comparación, pues parte del error de confundir la Doctrina Social de la Iglesia con los esquemas  políticos. Coincido más bien con  el economista Argandoña, que sostiene que las críticas del Papa al capitalismo “no iban dirigidas al libre mercado, ni a la libre empresa, ni a la libertad de iniciativa, sino a las motivaciones de sus protagonistas, concretamente a lo que él llamaba la lógica de las ganancias a cualquier costo”. Rectificar ese error  no es cuestión de impuestos, ni de gasto social, ni de regulaciones, sino de cambio de valores. Lo que falla en el sistema, “no es el mercado, sino la cultura y la ética”.

Bergoglio es también el primer papa que visita las Naciones Unidas durante los trabajos de su Asamblea general. Antes que él tres Papas hablaron en la ONU (Pablo VI, Juan Pablo II (dos veces)  y Benedicto XVI), pero no coincidiendo con un Plenario de su Asamblea General. Esta circunstancia  hace que Francisco  pueda dirigirse a los líderes de los 190 países. Desde luego, la crisis de los refugiados - que ocupa la cabeza y el corazón del mundo entero- ,  no dejará de ser abordada.

La familia como estrella polar 

En fin, el auténtico motivo del viaje es la familia. Es curioso que las dos estrellas polares de su pontificado sean, precisamente, los pobres y la familia. A esta última  ha dedicado un Año Internacional, dos Sínodos y multitud de referencias en su enseñanza. En Filadelfia –donde se celebra la Jornada Mundial de las Familias- unos 700.000 personas de todo el mundo participarán en la fiesta con el papa en el centro de la ciudad. Se elevará a un millón en la misa final con Francisco. Aunque la prensa se hará eco de algunas manifestaciones paralelas de LGTB y transgéneros, lo cierto es que el Pontífice alentará a fieles y pastores  a la dedicación de tiempo y esfuerzos a  la atención de los matrimonios y familias , que procuran vivir su fe. Con mayor motivo si ese empeño se desarrolla en medio de dificultades, en un ambiente cultural opuesto a los principios de la antropología cristiana.

Peter Berger definía Estados Unidos como “un país de indios gobernado por suecos”. Es decir, un pueblo  religioso dominado por una inteligencia más bien laicista. Francisco en este viaje deberá cubrir un doble objetivo: llegar al corazón de un pueblo naturalmente religioso y convencer a unas minorías rectoras de que apartarse de las grandes fuerzas morales y religiosas de la historia puede ser un suicidio moral.

Rafael Navarro-Valls es catedrático, académico/secretario general de la Real Academia de Jurisprudencia , y autor del libro “Entre dos orillas. De Obama a Francisco” (Ediciones Internacionales Universitarias, 2014)

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Papa y Santa Sede


'Es necesario criminalizar la explotación sexual y laboral '
 

Entrevista con la hermana María Cristina Roletti, en el Simposio Internacional sobre la pastoral de la Calle, organizado por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes

Por Rocío Lancho García

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La realidad de las personas que viven en la calle es una vergüenza de nuestras sociedades que presumen de ser modernas y de haber alcanzado altos niveles de cultura y de desarrollo. Con esta claridad se expresó el Santo Padre en su encuentro con los participantes del Simposio Internacional sobre la pastoral de la Calle, organizado por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes.

Al concluir el encuentro con Francisco, la hermana María Cristina Roletti, de Brasil, compartió con ZENIT la labor que desarrollan y su experiencia en esta misión de “devolver la dignidad que creían perdida” a estas personas que se encuentran en la calle. De este modo, explica que su equipo de trabajo forma parte del servicio de la justicia y la caridad de la Conferencia de los Obispos de Brasil. Desde hace muchos años trabaja con esta pastoral y con “esta gente que vive las consecuencias de un sistema que excluye y cada vez es más violento con la situación que estas personas están viviendo”.

La urgencia más inmediata respecto a esta misión --confirma la relgiosa-- es la necesidad de criminalizar la explotación sexual y laboral y dar la posibilidad de que la gente trabaje. A medida que la gente encuentra trabajo y casa, esto se supera porque nadie opta por ello. Son situaciones que degradan a la persona. Pero es necesario acoger a la persona porque es lo único que puede hacer muchas veces para salir adelante, dar de comer a los hijos y enfrentarse a la miseria que están condenada a vivir.

Es importante, subraya, “la solidaridad internacional que se puede crear para darnos cuenta de que todos somos responsables de esta causa que es un problema emergente que no tiene respuestas inmediatas, pero todos podemos contribuir de alguna forma para mejorar. Todos queremos unas ciudades más inclusivas en las que todos tengan sus derechos".

La religiosa indica que trabajan como “comisión en una articulación nacional" y estimulan los grupos de las diócesis y arquidiócesis que trabajan con la gente. Al explicar sus propuestas de trabajo, señala que en primer lugar buscan “estar en la calle con la gente, hacer vínculo con las personas porque nos parece que es la forma de crear una relación de confianza y amistad con ellos”. También tienen lugares “que se van creando en cada diócesis para recibirlos y acogerlos”. Pero no en un sentido de “dar cosas” sino en el sentido de “formar comunidades, que entre ellos puedan exponer sus problemas, se escuchen”. Al respecto asegura que “hay historias con mucho dolor y mucho sufrimiento, y eso requiere mucho tiempo para recuperar confianza”. Entonces --explica-- siempre hay gente de la pastoral que hace esas mediaciones en las reuniones para que puedan ir creando esos vínculos de confianza para que puedan crecer. Finalmente trabajan mucho “en la incidencia de las políticas públicas. Nos parece importante la participación, también de ellos, en la implantación de estas políticas.” A nivel nacional, participan en un comité de control de la población de la calle que existe en Brasilia.

Al respecto, la hermana María Cristina asegura que “la Iglesia tiene un papel importante, conoce a la gente, tiene su confianza y es referencia para ellos”. Pero al mismo tiempo, “la Iglesia no puede sustituir el papel del Estado. Tenemos que tener conciencia de que cada uno de nosotros tenemos un papel diferente. Nosotros debemos estar cerca de la gente, trabajar en la evangelización, con una mística que les ayude a encontrar a Dios en su vida y en su historia, pero también para que puedan mejorar su forma de vivir”.  

Por otro lado la religiosa subraya que estas personas con las que desarrollan su pastoral “llegan con una gran desconfianza. Su autoestima es muy baja, no se acreditan a sí mismos”. Por eso --afirma-- hay que hacer un trabajo de valorizar a la persona, devolverle la dignidad que ya tiene. Son pequeñas cosas: darle la mano, llamarle por su nombre, interesarse por su historia… La hermana María Cristiana afirma que “es importante que la persona empiece a mirarse a sí misma. Esta es una pedagogía fundamental para que la persona pueda empezar a enfrentar y darse cuenta de que están en una situación que puede cambiar”.

Por eso ellos trabajan mucho en la dimensión de la transformación. “Es una transformación personal, social… Nadie optó por vivir en la calle. Nadie. La calle es una situación que están viviendo y es consecuencia de unos hechos: desempleo, problemas familiares… Pueden ser muchas las causas”. Pero en el fondo --añade-- es porque existe un fenómeno que se multiplica por un sistema que está ahí, y que debería dar respuesta. “El sistema capitalista está produciendo este fenómeno de la gente de la calle”, advierte la religiosa.

A propósito de la figura del papa Francisco, la hermana Roletti indica que su trabajo, su palabra y su posicionamiento son muy importantes. Destaca, por ejemplo, la idea de la ecología integral de la que habla en su reciente encíclica Laudato si’ donde “coloca muy bien el problema de la desigualdad, de la idolatría del dinero, que parece que todo está volcado hacia el consumismo y provoca desigualdad”.

La pastoral que se dedica a las personas de calle es un trabajo que desafía mucho. Por un lado, explica la religiosa, “tienes una impotencia muy grande por no poder resolver todos los problemas que te gustarían. Cuando te llegan estas situaciones aparece el deseo inmediato de ayudar y resolver el sufrimiento”. Pero al mismo tiempo, con esa impotencia, “tú ves que si esperas el tiempo suficiente para hacer procesos, vas viendo cómo se abre la esperanza y la persona saca su fuerza para renovarse y enfrentar y tener luz. Y eso es fundamental y esta esperanza la que nos mueve y nos anima a seguir”.

Finalmente, la hermana hace hincapié en la labor de prevención. Un ejemplo de ello fue la campaña que se llevó a cabo en Brasil para evitar el turismo sexual durante el mundial de fútbol el año pasado. Hubo equipos formados por el Gobierno junto con la sociedad civil a partir de la secretaría de derechos humanos que estuvieron atentos. De esta forma, en los lugares donde había juegos hubo una presencia de mucha gente y gran movilización. Este trabajo preventivo tuvo un impacto positivo y ya está empezando a hacerse de cara a la Olimpiadas.

“No podemos decir que no hubo problemas pero sí que no fue en la medida en la que podía haber sucedido. En algunas ciudades no hubo ninguna violación”, observa la religiosa brasileña.




 

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Mundo


Oriente Medio: entes humanitarios católicos debaten en el Vaticano a puerta cerrada
 

Entrevista con Johan Ketelers, secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC)

Por Sergio Mora

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El encuentro promovido por el Pontificio Consejo “Cor Unum” sobre la crisis humanitaria siria e iraquí, en la que participan organizaciones caritativas católicas que trabajan en Oriente Medio y obispos de la región, se realizó este jueves en el Vaticano a puerta cerrada.

Este mismo día, el papa Francisco les recibió en audiencia y describió la actual situación de esta región como “uno de los dramas humanitarios más opresivos de los últimos decenios” con “terribles consecuencias que los conflictos en Siria y en Irak tienen sobre las poblaciones civiles, así como sobre el patrimonio cultural”. Provocando un éxodo hacia el Líbano, Jordania y Turquía, países “que llevan hoy el peso de millones de refugiados, que han acogido generosamente”.

Johan Ketelers. secretario general de la International Catholic Migration Commission (ICMC), estuvo presente y conversó con ZENIT en una pausa del encuentro. Explicó la insuficiencia de las ayudas, los motivos del éxodo y la necesidad de involucrar a los países árabes en una conferencia internacional de paz, como factor indispensable para buscar una salida al conflicto. Compartimos a continuación sus opiniones en esta entrevista que presentamos a nuestros lectores.

Sobre el objetivo de este encuentro indicó que “además de dar visibilidad a la labor de la Iglesia, pone en conjunto las dificultades y desafíos que cada día encontramos, porque tenemos que entender cómo mejorar la operatividad, nuestro apoyo a las diócesis y sacerdotes en la situación actual”.

A propósito de las dificultades existentes, explicó que “llega poca ayuda, los fondos no son suficientes y los Gobiernos están aportando menos medios financieros. Baste pensar que entes de las Naciones Unidas, como la ACNUR y la UNCH reciben solamente el 30 por ciento del presupuesto presentado para todo Oriente Medio”.

Por ello es necesario decidir qué prioridades debemos dar a la ayuda, indicó, y redefinir la actividad humanitaria. “Tenemos que incluir la educación, ¿sí o no? Para nosotros es muy importante porque es la generación futura y no queremos perderla” señaló el dirigente de la ICMC. “Tampoco queremos perder a los jóvenes y que acaben con otras ideas radicales” añadió, precisando que todo esto tiene que ser discutido a nivel de las Naciones Unidas para entender dónde destinarán el dinero.

Sobre la ayuda humanitaria concluyó indicando que “para nosotros es muy importante no solamente hablar con los entes humanitarios de las Naciones Unidas, sino más aún con los Gobiernos para que puedan enfrentar la necesidad”.

Refiriéndose al éxodo bíblico que vive la región, Ketelers indicó que se parte de un principio: la gente no quiere abandonar su tierra. “Partimos del principio que las personas aunque vivan en habitaciones discretas o pobres, quieren permanecer en su casa, con la gente que conoce, y mejorar esa vida y en general la gente no piensa en irse”.

“Pero si un día llegan las amenazas --añadió el dirigente-- ellos toman una decisión: huir”. Y las cifras no son confortantes: “Hoy en Siria hay 4 millones de personas fuera del país, y de los 7 millones que permanecen, la mitad está desplazada. Esto es un caos, no podemos hablar más de soberanía, la soberanía no es un Gobierno, la soberanía es la de un pueblo y la mitad de la población está desplazada tratando de sobrevivir. Es necesario una estabilidad y paz. Y esto lo estamos discutiendo aquí”.

Interrogado sobre cuáles son los elementos que pueden llevar a la paz, precisó que ahora estamos en una escalada de violencia. E indicó entre los puntos uno que considera fundamental: dar protagonismo a los Estados Árabes. “Ellos tienen poder e interés, ellos pueden rehacer la cartografía política de la región”. Y precisó que en realidad “es Europa, Canadá, Estados Unidos y otros pocos países quienes responden. Hay necesidad de incluir mucho más la responsabilidad de los países árabes y la de Turquía”.

“Son ellos -indicó Ketelers- los primeros actores también del futuro de la región, más aún de Europa que está preocupada y comprometida con las llegadas de inmigrantes. Y no piensan tanto en la raíz del problema. Y así esto no va”. Por ello “esta problemática tenemos que discutirla con los países que tienen el poder para hacer los cambios y lo tienen”.

Sobre qué tipo de encuentro, el dirigente de la ICMC sugirió “una conferencia mundial para la paz con ellos como protagonistas. Porque está el problema del dinero y de las armas que van a las zonas del conflicto. Todas estas cosas hay que detenerlas”. Y si ellos no hacen nada “la perspectiva del futuro de Oriente Medio será un caos, y este no es su interés”.

Y concluyó interrogándose a quién compra Europa: “¿a quién le compramos, a quién le pagamos? ¿Le pagamos también al ISIS? No lo sé pero podría ser, porque de algún lado ellos reciben el dinero”.

 

Click aquí puede leer el discurso del papa Francisco a los participantes del encuentro

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El Camino de Santiago como vehículo para difundir los derechos humanos
 

La fundación norteamericana Internacional Solidarity for Human Rights elige la ruta primitiva para presentar su programa dirigido a los colegios

Por Redacción

Madrid, (ZENIT.org)

La fundación norteamericana International Solidarity for Human Rights (ISHR ) ha organizado, en colaboración con Where is Asturias, una acción pionera en Europa consistente en presentar los valores de los Derechos Humanos en colegios a lo largo del Camino de Santiago.

“Eleanor Roosevelt, impulsora de la declaración de los Derechos Humanos y participante activa en la formulación de los mismos a los que definió como “La Carta Magna de la Humanidad”, luchó como activista para que éstos fueran enseñados en los colegios con el fin de formar a los niños para vivir en un mundo más justo”, han señalado a ZENIT los promotores de la iniciativa.

“Siguiendo estas indicaciones y conscientes de la relevancia adquirida al ser reconocido Patrimonio Mundial de la UNESCO, Elizabeth Sánchez Vegas --presidenta-- y Devorah Sasha --directora-- vienen a España a recorrer el Camino Primitivo, primer camino conocido y origen de las peregrinaciones jacobeas”, han añadido.

En estos días combinarán su peregrinación con visitas a colegios donde, durante unos 50 minutos, formarán a los niños en los Derechos Humanos, les entregarán una guía en inglés y español, hablarán con ellos y les darán un diploma nombrándoles embajadores para que realicen una labor divulgativa entre sus compañeros.

Asimismo, los niños ofrecerán un testimonio (dibujo, redacción, etc...) que formará parte de un collage. Éste se expondrá posteriormente en el Centro Cultural Español de Cooperación Iberoamericana sito en Miami.

En Asturias visitarán cinco centros educativos: el Colegio Inglés de Asturias, el Colegio Público Cornellana, el Colegio Público Eugenia-Astur La Espina, el Colegio Público El Pascón de Tineo y el Colegio Público El Salvador de Grandas de Salime.

“Educar en los Derechos Humanos es una responsabilidad de todos; hoy más que nunca los niños son la esperanza de un futuro más solidario”, ha afirmado Sánchez-Vegas.

El ISHR, que colabora activamente con el Miami Dade College, una de las instituciones educativas más prestigiosas de los EEUU, con 174 mil alumnos y asesores en educación de la Casa Blanca, tiene entre sus objetivos instaurar este proyecto “Derechos Humanos en el Camino de Santiago”, como un programa anual de su organización, donde cada año puedan acompañarles voluntarios y estudiantes americanos que quieran participar en la importante labor social de la educación en los derechos humanos.   

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El papa Francisco


El Santo Padre: 'si un líder no siembra liderazgo en los demás es un dictador'
 

Francisco conversa desde el Vaticano con cinco jóvenes cubanos y cinco jóvenes estadounidenses a través de una vídeo conferencia organizada por Scholas 

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El papa Francisco respondió desde el Vaticano a preguntas de cinco jóvenes estudiantes de La Habana y de Nueva York durante una vídeo conferencia organizada por Scholas Occurrentes y retransmitido por la cadena CNN en español. Scholas es una iniciativa que busca unir a la juventud de todo el mundo a través de los deportes, el arte y la tecnología.

Una joven cubana preguntó al Santo Padre por su ejemplo de liderazgo, por eso explicó que “un líder es buen líder si es capaz de hacer surgir entre los jóvenes otros líderes. Si un líder quiere ser líder él solo, es un tirano. El verdadero liderazgo es fecundo”. Asimismo les aseguro que cada uno de ellos “tiene la semilla del liderazgo dentro. Háganla crecer, sean líderes en lo que les toca ser líderes. Líderes de pensamiento, líderes de acción, líderes de alegría, líderes de esperanza, líderes de construcción de un mundo mejor. Ese es el camino para ustedes. Pero la semilla la tienen ustedes”.

A propósito, aseguró que “los liderazgos únicos hoy son y mañana no son. Si no siembran liderazgo en los demás, no sirven, son dictadores”. Yo no tengo ganas de ser dictador --añadió-- por eso me gusta sembrar.

Durante la charla con los jóvenes, el Santo Padre recordó que “un pueblo sin educación decae, incluso hasta el nivel de los instintos”. Asimismo insistió en que "tenemos que educarnos entre nosotros, no esperar a que los Gobiernos se pongan de acuerdo”. Del mismo modo, precisó que "un niño tiene derecho a jugar, a la educación”. Advirtió sobre el gran desafío de los niños que no tienen educación por estar en países en guerra, “es un desafío que hay que enfrentar”. La educación --afirmó el Papa-- es un derecho humano.

A propósito de esto, el Papa les contó a los jóvenes que esa misma mañana un joven de un país en guerra le regaló un proyectil de los que caen continuamente en su ciudad. Por eso, aseguró que “hemos perdido la noción de la cantidad de chicos que no tienen la alegría del juego, o por la guerra, o por la pobreza, o porque viven en la calle”.

Tal y como ha subrayado en su encíclica Laudato si’, el Pontífice destacó que “hay que empezar desde la juventud a hacerse cargo del medio ambiente". El Papa recordó que el medio ambiente “está gritando que le prestemos atención, que lo cuidemos”. De este modo les invitó a seguir algunas indicaciones que la encíclica propone como “usar siempre material biodegradable”, “darse cuenta que el monocultivo hace daño a la tierra”, entender que “el derroche de papel es impresionante. El derroche de electricidad”. Lo poquito que yo haga --les aseguró el Papa-- pero ese poquito más poquito, más poquito, más poquito. Sumar la voluntad de salvar nuestra casa común.

Finalmente, un joven cubano le pidió al Papa que no se olvide de los pobres y los excluidos y manifestó su deseo de que se levante el bloqueo a su país y se normalicen las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Por eso, el Pontífice aseguró que va a hacer lo posible, todo, para no olvidar. “Construir puentes o desbloquear para que haya comunicación, para que la comunicación dé lugar a la amistad. Una de las cosas más lindas es la amistad social. Eso es lo que a mí me gustaría que ustedes lograran: la amistad social”, exhortó.

 

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Francisco a los consagrados de Hungría: pedid a Dios un corazón compasivo
 

Vídeomensaje del Santo Padre a los participantes del Encuentro de los Consagrados húngaros en el Año de la Vida Consagrada

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

"Os animo a alegraros con quien se alegra y a llorar con quien llora; a pedir a Dios un corazón capaz de ser compasivo, para arrodillarse ante las heridas del cuerpo y del espíritu y llevar a tantas personas el consuelo de Dios". Este es el deseo del santo padre Francisco a los participantes del Encuentro de los Consagrados húngaros en el Año de la Vida Consagrada, en el vídeomensaje que les ha enviado.

De este modo, indica que la certeza de que Jesús está con nosotros hasta el final de los tiempos, “infunde en nosotros consuelo y esperanza, en cada circunstancia de la vida y de la misión. En las distintas formas de la vida consagrada, os imagino “cercano a las preocupaciones y expectativas de la gente; os imagino en los contextos en los que estáis, con sus dificultades y sus signos de esperanza”, asegura el Papa.

Asimismo, el Pontífice indica que piensa que el “rostro” más bello de un país y de una ciudad es el de los discípulos del Señor “que viven con sencillez, en lo cotidiano, al estilo del Buen Samaritano, y se hacen cercanos a la carne y a las llagas de los hermanos, en los que reconocen la carne y las llagas de Jesús”.

A propósito, el Papa recuerda que esta caridad llena de misericordia “viene del corazón de Cristo, y la dibujamos en la oración, especialmente en la adoración, y acercándonos con fe a la Eucaristía y a la Reconciliación”. Por eso, pide a María que “nos ayude a ser cada vez más hombres y mujeres de oración”.

Finalmente, el Pontífice desea a los destinatarios del mensaje “proseguir con alegría vuestro servicio, dando testimonio de vida humilde y despegada de los intereses del mundo”. Este testimonio alegre y claro de nuestra consagración --concluye-- es ejemplo e impulso para aquellos a los que el Señor llama para servirlo. Y así, desea que los fieles laicos, sobre todo los jóvenes, “puedan percibir en vosotros el perfume de Cristo, el perfume del Evangelio”.

                    

                    

 

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El Papa saluda a la familia siria acogida en el Vaticano
 

Antes de subir al coche que le llevaba al aeropuerto, el Santo Padre ha estado con la familia de refugiados que ha sido acogida en la parroquia de Santa Ana del Vaticano

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

La familia de refugiados siria hospedada por la parroquia vaticana de San Ana ha querido dar las gracias personalmente al Santo Padre por la acogida que han recibido. De este modo, esta mañana en torno a las 9.45, la familia ha ido a Santa Marta acompañados por el limosnero pontificio, monseñor Konrad Krajewski, para visitar al papa Francisco y desearle buen viaje a Cuba y Estados Unidos.

El encuentro, anuncia el comunicado de la Oficina de Prensa, ha tenido lugar unos minutos antes de que el Pontífice subiera al coche que le llevaba al aeropuerto de Fiumicino.

 

 

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El Papa ya está rumbo a Cuba
 

El viernes por la tarde visitó a la Virgen en Santa María la Mayor para rezar por el viaje

Por Redacción

Ciudad del Vaticano, (ZENIT.org)

El santo padre Francisco ha dado inicio a su décimo viaje internacional, el más largo de su pontificado. El Papa aterriza hoy en La Habana y regresará a Roma desde Filadelfia el 28 de septiembre. Cuba y Estados Unidos son los dos país que acogerán al Santo Padre en su nueva gira en el continente americano.

A bordo de un A330 Alitalia, el Pontífice ha despegado a las 10.32 hora local de Roma, iniciando así un viaje de 8.698 kilómetros y de 11 horas y 45 minutos de duración. A lo largo del viaje, sobrevolarán Italia, Francia, España, Portugal, islas de Estados Unidos, Bahamas y Cuba. La llegada a La Habana está prevista a  las 16.00 hora local (22.00 hora de Roma).

Como ya es habitual antes de sus viajes, el Santo Padre acudió este viernes por la tarde la Basílica de Santa María la Mayor, para rezar frente a la Virgen y presentar el viaje.

La primera etapa del viaje será Cuba, donde el Papa se reunirá con los fieles en La Habana, Holguín y Santiago de Cuba. El martes 22 de septiembre, pondrá rumbo a Estados Unidos, donde visitará en primer lugar Washington. El jueves por la tarde viajará hasta Nueva York y finalmente, volará a Filadelfia el sábado 26 para el Encuentro Mundial de las Familias.

 

Ver el programa completo aquí  



 

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Espiritualidad y oración


Servir o servirse
 

XXV Domingo Ordinario

Por Mons. Enrique Díaz Díaz

San Cristóbal de las Casas, (ZENIT.org)

Sabiduría 2, 12. 17-20: “Condenemos al justo a una muerte ignominiosa”
Salmo 53: “El Señor es quien me ayuda”
Santiago 3, 16-4, 3: “Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia”
San Marcos 9, 30-37: “El Hijo del hombre va a ser entregado.- Si alguno quiere ser el primero, que sea el servidor de todos”

Abdiel ya no entiende lo que sucede en la comunidad. Le han contado la historia y no lo puede creer. Originalmente todos eran católicos, priistas y, según ellos, tenían una gran unidad. Cuando alguien comprendió que estaban a manos de los caciques, que los explotaban y que sólo ellos sacaban provecho, comenzaron los problemas, sobre todo en cuestión de tierras. Para darse más fuerza y ánimo un gran grupo se hizo protestante y del nuevo partido. Pasado el tiempo, hermanos de sangre pelearon entre sí, crearon una nueva iglesia y colocaron su templo frente al templo protestante anterior. Así han continuado pleitos y graves divisiones y todo por la ambición del poder. Es pequeña la comunidad, sin embargo ya tiene doce ermitas y cada tiempo de elección se distribuyen entre todos los partidos simplemente por llevarse la contraria. Venganzas, ambiciones y chismes, están destruyendo la comunidad muy contrario a lo que dice San Pablo: “Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia”.

¡Qué contradicción! Mientras Jesús está anunciando que se entregará en manos de los hombres y que su amor y servicio lo llevarán hasta la muerte, pero que habrá resurrección, sus discípulos, los que más se han empapado de su doctrina y enseñanzas, los que han visto su ejemplo, ¡vienen peleando por los primeros lugares! Así son de contrastantes los caminos de Dios y los caminos del hombre. Hoy también, aunque parece que estamos cerca de Jesús, caemos en la tentación de arrebatar y pleitear por los primeros lugares. Así “el Hombre de la Cruz” continúa siendo condenado a “una muerte” infame. Su presencia y sus palabras son motivo de embarazo y desconcierto para quien pretende tener un campo libre para sus propias operaciones no tan transparentes. Los dueños del poder, del saber y del haber, los promotores de instrumentos de la muerte, los adictos al mercado del sexo y el éxito, no soportan ninguna crítica ni cuestionamiento. Y Jesús, con su simple presencia, cuestiona toda injusticia y hace brotar la sentencia que lo condena: “Tendamos una trampa al justo porque nos molesta y se opone a lo que hacemos”.

Es muy elocuente San Marcos: los discípulos “ no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones”. La incomprensión al mensaje de Jesús continúa a través de toda la historia. Y también hoy debemos reconocer que no hemos entendido estas palabras y tenemos miedo de pedir explicaciones que nos comprometan. Es cierto que hemos llenado de cruces las cimas de las montañas, es cierto que no faltan hermosos crucifijos en nuestros lugares, pero no podemos decir que hemos aprendido la lógica del crucificado. Las discusiones por los primeros lugares, las luchas y los celos, las envidias y las zancadillas, son elementos que aparecen en nuestras comunidades. Es el arma de los políticos para ganar los votos, es táctica de las grandes empresas, es el camino que siguen muchos para salir adelante: derribar al hermano para pasar sobre él. Cristo trastoca los esquemas de la sociedad, siempre dispuesta a encumbrar al primero y despreciar al último, en virtud de la vanidad, del orgullo y de la ambición. La exigencia de ser el último y el servidor de todos, contradice ciertamente la historia de la convivencia humana pero es el ejemplo de Jesús. Acoger y servir a Dios, pertenecer a la comunidad de Jesús, implica acoger y servir al último, al que no cuenta. Es la opción por los pobres el criterio para sabernos discípulos de Jesús.

De repente en algún negocio o firma comercial escuchamos estas acogedoras palabras: “Estamos a sus órdenes, servirle es nuestro gusto…”. O bien, en las campañas políticas los candidatos siempre se postulan para “servir al pueblo”. Pero para ellos significa “servirse del pueblo”, que no es lo mismo. Se entra en un plan de comercialización y se obliga a los pequeños a ser los sirvientes del poderoso, servir de tapete que se pisa, se les utiliza en aras de una ganancia mejor. Cuando Cristo nos dice: “Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”, lo dice en serio, no es apariencia, ni política de negocio. No es el servilismo que se exige a los empleados y subalternos para que puedan ganarse unos cuantos pesos. El servicio es un impulso vital de toda comunidad cristiana. El verdadero discípulo mira a Jesús, lo contempla sirviendo con toda libertad, llevando su servicio hasta la radicalidad de dar la vida, y decide seguir su ejemplo. No es una persona que “presta servicios”, sino hace de sí mismo una entrega generosa en búsqueda del bien integral de la persona, del crecimiento de la comunidad y del surgimiento del Reino.

Los discípulos de Jesús no acertaban a entender su comportamiento, pero finalmente se dejan cuestionar. Hoy también nosotros tendremos que dejarnos interpelar y revisar por Jesús. Dejar que, con su mirada amorosa, mire nuestro interior, que nos analice, nos impulse a tomar esta nueva vida. Quizás debamos revisar a cuántos pequeños y desamparados recibimos en nuestra casa, quiénes son nuestros amigos, en quién tenemos confianza y cuáles son nuestros proyectos. ¿Estamos en el camino de Jesús? Revisemos también esa especie de cobranza que vamos pasando a todos los que están cerca de nosotros. Miremos si somos generosos o estamos exigiendo pagos, directos o indirectos, a Dios, a los amigos, a la familia, a los desconocidos, a amigos y enemigos. Intentemos vivir hoy haciendo nuestras obras “gratis”. ¿Nos parecemos a Jesús en nuestra forma de servir?

Dios nuestro, que en el amor a ti y a nuestro prójimo has querido resumir toda tu ley, concédenos descubrirte, amarte y servirte en nuestros hermanos para que podamos alcanzar la vida eterna. Amén.

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Beato Francisco de Posadas - 20 de septiembre
 

«Comparado por su virtud por grandes santos de la talla de Francisco de Asís, Francisco de Paula, Francisco de Sales, Francisco Javier y Francisco de Regis. Considerado continuador de la gran escuela mística del siglo XVI»

 

 

Por Isabel Orellana Vilches

Madrid, (ZENIT.org)

Grande tuvo que ser su virtud para equipararlo con memorables santos, cuyos rasgos característicos se han apreciado también en este beato: «la pobreza de san Francisco de Asís, la austeridad y poder taumatúrgico de san Francisco de Paula, la dulzura y sabiduría de san Francisco de Sales, el celo por la fe de san Francisco de Regis, la obediencia y temple de san Francisco Javier». No tuvo una vida fácil. Nació en Córdoba, España, el 25 de noviembre de 1644 cuando ya sus padres Esteban y María, de origen gallego y con ilustres antepasados, habían quedado en la ruina. Otros negocios o fracasaron o fueron mal. Así que un ápice de luz llegó al hogar con su nacimiento, único del matrimonio, atribuido a la intervención de la Virgen de la Fuensanta. Y a Ella se lo ofreció su madre en cumplimiento de la promesa que hizo si lograba tener descendencia. Cursó los primeros estudios en la escuela regida por Diego de Villalobos.

Al perder a su marido cuando Francisco tenía 5 años, María contrajo nuevas nupcias para desgracia del pequeño que sufrió el autoritarismo y severidad de este nuevo cabeza de familia. Le impidió cursar estudios con los jesuitas y le obligó a emprender un camino que cada vez era más arduo. Fue aprendiz de cordonero y tuvo por maestro a otra buena pieza del estilo de su padrastro; le maltrató durante cuatro años. Cuando se propuso ingresar en la vida religiosa contraviniendo la voluntad del marido de su madre, en el horizonte surgieron nuevos contratiempos. Porque, aunque fray Miguel de Villalón lo acogió en San Pablo a sus 16 años, y se ocupó de enseñarle latín, ante los ojos de la sociedad no dejaba de ser un pobre muchacho: el hijo de una humilde vendedora de hortalizas en la plaza del Salvador, a la que se miraba por encima del hombro.

Tras la muerte de su padrastro, Francisco tuvo que volver a casa. Su madre se dedicó a la venta de huevos por las calles cordobesas, lo cual constituyó un veto mayor si cabe para su ingreso en el convento de los dominicos, porque allí se reunía lo más granado de la sociedad, y un muchacho pobre como él –por mor de los prejuicios provincianos– no tenía cabida en ese lugar. Después de varias peripecias, fray Miguel logró que lo admitieran en el convento dominico de Scala Coeli, donde tomó el hábito. Este hecho exasperó notablemente al prior de San Pablo que dio orden para su expulsión, pero Francisco iba camino de Jaén. Al mediar por él los frailes de esta capital, el prior aceptó de mal grado que profesase, si bien indicó de forma taxativa que no podría volver a Córdoba. Esta capital era el lugar donde tenía que formarse, pero al oponerse el superior lo enviaron a Sanlúcar.

Pronto su celo apostólico y virtudes comenzaron a dar sus frutos. Fue ordenado en Guádix en 1668, y se granjeó el afecto y admiración de fieles, religiosos y personas de alcurnia. Vuelto a Sanlúcar comenzó a predicar, destacando por su humildad y caridad. Hablaba con tanta fuerza y de manera tan brillante que el futuro vicario general de la Orden, Enrique de Guzmán, lo quiso a su lado. Pero Francisco prefirió continuar con su misión. El nuevo prior de San Pablo, de Córdoba, lo invitó a predicar allí y fue destinado al hospicio del convento de Scala Coeli. Al entrar, una voz seráfica le advirtió: «Esta será tu cruz». Enseguida fue calumniado y depuesto de la responsabilidad que le encomendaron. Sin embargo, enfermó un religioso y le pidieron ayuda para impartir las misiones en distintas localidades. Al regreso, el pecador arrepentido le salió al encuentro rogando su perdón. Y Francisco volvió al hospicio cordobés.

Durante treinta años confesó y predicó por calles y plazas enardeciendo a las muchedumbres. Era bien conocido en las cárceles y en los hospitales. Iban a escucharle obispos, cardenales, inquisidores… Entre ellos, a veces escudado en la penumbra, le oía el prior que le negó la entrada en San Pablo. ¿Quién le hubiera dicho a él y a otros muchos conciudadanos que siendo tan denostado por el modesto oficio de su madre –aunque el brillo de sus antepasados jalonaba su árbol genealógico– llegaría tan lejos? Francisco jamás renegó de sus orígenes que, relegados al olvido entre la gente por su gran talla humana y espiritual, solía recordar ahuyentando la tentación de sucumbir a tantos honores y glorias mundanas que le ofrecían a cada paso. Solo aspiraba a la santidad, su gran y único tesoro, por el que daba la vida y se entregaba a manos llenas. En sus sermones recriminaba, entre otros deslices, la riqueza, injusticias de gobernantes, y prepotencia de los ricos frente a los pobres, aunque también arrasaba contra lo que juzgaba inmoral, como ligerezas en la moda y en los espectáculos.

Este hombre de intensa oración y penitencia, devoto de María, que vivía volcado en los demás, fue agraciado con diversos dones y carismas. Fundó el hospitalito situado en la Puerta del Rincón para los desamparados y difundió la devoción al rosario. En el lugar colocó una imagen de María que mandó esculpir, denominada por los ciudadanos «la Niña del padre Posadas». Dos veces quisieron nombrarle obispo, y en ambas ocasiones renunció. Autor de diversas obras y tratados espirituales, se le ha considerado «continuador de la gran escuela mística del siglo XVI». Cultivo la poesía y la biografía; escribió tres, una de ellas dedicada al padre Cristóbal de Santa Catalina. Murió el 20 de septiembre de 1713. Pío VII lo beatificó el 20 de septiembre de 1818.

 

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