La directora de la sección de Infancia y Juventud en Riesgo de la Conferencia Episcopal, María Francisca Sánchez Vara,  impartió uno de los cursos de la Semana diocesana de Formación, que finalizó el pasado día 11 de septiembre. En esta entrevista, describe cuál es la labor que se lleva a cabo en su departamento, así como algunas de las iniciativas que se llevan a cabo en diócesis españolas con niños y jóvenes que pasan mucho tiempo en la calle.

-¿Cuál es el objeto de la sección que dirige en Conferencia Episcopal?
 

La sección de Infancia y Juventud en riesgo se creó en marzo de 2013. Está integrada en la Comisión de Inmigrantes porque en el formato de los Pontificios Consejos la Pastoral de los Niños de la Calle está dentro de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes, pues no deja de ser movilidad humana, al igual que Pastoral Gitana, Circos, etc. Ciertamente, el fenómeno de los niños de la calle no se da como tal en España, como sí sucede en África o Latinoamérica, pero sí que se da el fenómeno de niños que pasan mucho tiempo en la calle y por eso se decidió crear una sección que trabajase este tema.

-¿Qué tipo de acciones se llevan a cabo?
 

La estructura de trabajo es similar a otros departamentos. El objetivo más inmediato es conocer la realidad de cada diócesis, a traves de referentes diocesanos. La Conferencia Episcopal en este sentido no tiene ninguna autoridad ejecutiva, sino que son las diócesis, pero nosotros tenemos una labor de coordinar y motivar. Se trata de crear una red de referentes, conocer entidades de Iglesia que están trabajando con infancia y adolescencia en riesgo en barrios marginales y en contextos de exclusión. Además, tenemos una labor de formación, y por ello hemos creado un ciclo de formación para agentes de pastoral, pues creemos que es importante que haya gente preparada a nivel pastoral para trabajar con la infancia. Cáritas está haciendo una labor enorme en este sentido, pero desde la CEE también entendemos que es necesario realizar una labor pastoral con esa infancia y adolescencia que vaga sin rumbo. Además de formar, también debemos sensibilizar y divulgar la situación, dar a conocer iniciativas, apoyar otras, etc.

-¿Cuáles consideráis que son las principales necesidades de la infancia en España?
 

En España podemos decir que los niños no pasan hambre, pero sí es cierto que no tienen una nutrición adecuada. Muchas veces no porque no haya dinero, sino porque los padres no saben dar de comer a los hijos. Recuerdo una visita que hice a Sevilla, en una parroquia de un barrio marginal, donde habían preparado un comedor para niños, y les habían tenido que enseñar a comer con cuchara, porque sus madres les daban bollos, bocadillos etc. Además, hay familias en las que están presentes las adicciones, las drogas, el alcohol, barrios donde las familias están totalmente desestructuradas, familias monoparentales donde el padre ha abanonado a la familia, etc. Esas son situaciones recurrentes. Por otro lado, ciertamente la necesidad material existe: hay niños que viven en infraviviendas y lugares que no son dignos.

-Frente a estas situaciones, ¿qué tipo de actividades se llevan a cabo a nivel de las diócesis?
 

Normalmente en las diócesis hay iniciativas muy buenas de comunidades religiosas y parroquias. Puedo poner un ejemplo que conozco a fondo, en Huelva. Se llama Proyecto Laetare, y surge de dos voluntarias que están en la Delegación de migraciones. Son profesoras de Religión, y se dieron cuenta de que en su clases había niños que estaban muy solos y que pasaban mucho tiempo en la calle. Surge una iniciativa de crear un lugar, un espacio donde los niños se sientan que son, que están, que se les quiere, que forman parte de algo. Se les ayuda con sus tareas escolares, tienen espacios de recreo, de educarles en valores, que se sientan importantes, que tengan autoestima. Hay muchos niños muy maltratados, la violencia de género está muy presente en muchas familias desfavorecidas y todo eso en el niño genera una serie de carencias. Está claro que ir todos los días dos horas a un centro de día no te va a solucionar el problema porque luego tienes que volver a casa, pero por lo menos tienen un lugar. Yo lo he visto y están felices.

-Estos días vivimos alarmados por la situación de cientos de miles de refugiados llegando a Europa.
 

Hay muchos contextos y situaciones en países que provocan que la gente tenga que huir. Ahora tenemos el fenómeno de Siria, que es alarmante, pero este fenómeno de la huida lleva produciéndose hace años en países africanos, con gente que está huyendo de conflictos, muchos niños solos porque han matado a sus padres y que son vendidos, secuestrados… Son niños que se ponen en camino, en una huida también, y en ese camino están siendo víctimas de la trata de personas para la explotación sexual con mucha frecuencia. El tema de los refugiados es muy complejo porque hay mucha variedad, pero no es nuevo, y es importante tenerlo en cuenta.

(Iglesia en Asturias)