Roma
El Papa ha pedido que los participantes hablen con valentía

El cardenal Maradiaga niega que haya dos bandos enfrentados en el Sínodo de la Familia

Algunos medios de comunicación han abierto el comienzo de este encuentro con cierta visión reduccionista

Confrontación, división, conservadores, progresistas. Algunos medios de comunicación han abierto el comienzo de este sínodo con cierta visión reduccionista. El cardenal hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga lamentó que los medios de comunicación presenten este Sínodo como “el de dos bandos enfrentados entre ellos con posiciones irreconciliables”.

Ciertamente, el Papa está pidiendo a los participantes que se hable con valentía, por lo tanto, puede haber distintas opiniones, pero como manifestó ayer el cardenal de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, en declaraciones a la Cope, “hay diferencias que son legítimas y no contradictorias, y eso hay que entenderlo. Unas personas somos varones y nuestra personalización va en la línea de ser varones y otras personas son mujeres, y van en la línea de madurar como mujeres. Todos somos iguales en la misma dignidad, todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Es muy bella la vida matrimonial y familiar y eso es algo que quiere destacar el Sínodo”.

Las noticias sobre el inicio de la asamblea de los obispos, puede confundir a la opinión pública. La agencia Zenit recoge algunos titulares: “Cara a cara entre conservadores y progresistas” (El Mundo); “El Papa topa con una feroz oposición al cambio en el Sínodo de la Familia” (El País); “Papa Francisco pide una Iglesia abierta, pero no a favor del matrimonio gay” (El Universo, de Ecuador) Algunos medios generalistas han dado una cobertura periodística reduccionista de la asamblea de los obispos dejando a un lado la gran variedad de temas, como por ejemplo la extensión de la mentalidad individualista y hedonista, el temor al compromiso o la educación de la afectividad.

Obedecer al Señor

Por otra parte, además de la visión reduccionista que han dado algunos medios de comunicación a este primer día de sínodo, algunas otras personas no están encajando bien las primeras palabras del Santo Padre sobre que “la doctrina católica del matrimonio no será tocada”. Así, han iniciado una petición en la plataforma change.org en la que piden al Papa que permitan acceder a la comunión a los divorciados vueltos a casar. Han recogido ya más de 11.000 firmas.

Para unos y para otros, el Papa instó ayer a “no resistirse a la misericordia del Señor, creyendo que son más importantes los propios pensamientos o una lista de mandamientos que deben ser observados”. El Santo Padre desarrolló ayer su homilía en Santa Marta a partir de la primera lectura, tomada del Libro de Jonás, y señaló que la gran ciudad de Nínive se convierte gracias a su predicación. El profeta Jonás que se resiste a la voluntad de Dios, “pero al final aprende que deben obedecer al Señor.“Realmente hace un milagro, porque en este caso él ha dejado de lado su terquedad y ha obedecido a la voluntad de Dios, y ha hecho lo que el Señor le había mandado”.

Nínive, por lo tanto, se convierte y ante esta conversión, Jonás, que es el hombre que “no es dócil al Espíritu de Dios, se enfada”: “Jonás –dijo el Papa– sintió una gran tristeza y se desdeñó”. E, incluso, “reprende al Señor”.

La historia de Jonás y Nínive, señaló Francisco, se articula en tres capítulos: el primero “es la resistencia a la misión que el Señor le confía”; el segundo “es la obediencia, y cuando se obedece se hacen milagros. La obediencia a la voluntad de Dios y Nínive se convierte”. En el tercer capítulo, “hay una resistencia a la misericordia de Dios”.