Opinión

La Justicia francesa protege y no castiga a las feministas de Femen que atentaron contra la Catedral de Notre Dame en 2013

El Tribunal Correccional de París considera que “no había forma de probar que las activistas hayan sido las que dañaron la campana solo por haberla golpeado con palos”; en cambio, multa a los guardias de la catedral agredida

Las Femen durante su agresiva irrupción en la Catedral de Notre Dame en 2013
Las Femen durante su agresiva irrupción en la Catedral de Notre Dame en 2013


La agencia ACI da cuenta que un tribunal de apelaciones de París (Francia) absolvió a ocho activistas del grupo feminista radical Femen, que dañaron en 2013 una campana de la Catedral de Notre Dame.

El 12 de febrero de 2013, un día después de la renuncia del Papa Benedicto XVI, un grupo de activistas de Femen ingresó a la Catedral de “Notre Dame” haciéndose pasar por turistas, y se dirigió a la zona donde se exponía una de sus campanas, “Marcel”, en honor a los 850 años de construcción del templo.

Las activistas de Femen, recuerda la agencia, se descubrieron el pecho y comenzaron a golpear la campana con palos mientras gritaban: “No más Papa”. En sus pechos llevaban escritos mensajes como “No more Pope” (No más Papa), “Pope game over”(Se acabó el juego Papa) y “Bye bye Benedict” (Adiós Benedicto).

También gritaban “In gay we trust” (Confiamos en lo gay), debido a que el día anterior la Asamblea Nacional de Francia había aprobado el proyecto de ley sobre el matrimonio homosexual.

Las activistas fueron detenidas y retiradas de la catedral por los guardias de seguridad. La campana quedó llena de rasguños.

El Tribunal Correccional de París solamente realizó un juicio sobre el daño material a la campana, pero no encontró culpables a las activistas de Femen porque, según dijeron a los medios, “no había una forma de probar que las activistas hayan sido las que dañaron la campana solo por haberla golpeado con palos” (sic). Por su parte, las feministas indicaron en su defensa que habían cubierto los palos para no dañar la campana.

La Procuraduría de París apeló esta sentencia y solicitó que se multara a cada una de las ocho feministas acusadas con mil euros. Sin embargo, increíblemente, el 29 de octubre de 2015, el Tribunal de Apelaciones emitió una sentencia a favor de Femen y sancionó a dos de los guardias de seguridad que las sacaron de la catedral con multas entre 300 y 1.000 euros porque “emplearon mucha fuerza”.

En la historia de la humanidad ha habido muchas sentencias injustas, empezando por la condena de Jesucristo por parte de los judíos, ejecutada por medio de los romanos, pero esta es paradigmática. Las agresoras salieron indemnes y los únicos sancionados son los guardias que no hicieron más que cumplir con su deber, sacando de la Catedral a las revoltosas, en estricto cumplimiento del derecho de admisión que todo establecimiento tiene ante quienes, como en este caso, atentaron contra dicho monumento histórico además de religioso.

Así vemos como, lamentablemente, ya no se trata de un empuje anticristiano en la Justicia, sino de una asociación para delinquir encastrada dentro del propio Poder Judicial francés. Porque, ¿de qué otro modo se puede calificar este fallo francés? El video tomado de los hechos es clarísimo, pero parece que los jueces del Tribunal Correccional de París no lo vieron. Cuando los jueces pierden la imparcialidad dejan de ser jueces y producen, como en este triste caso, una sentencia que ataca directamente el decoro del tribunal y del Poder Judicial todo. Se trata de una especie de “sentencia militante de género”, benigna en extremo con las agresoras y draconiana con los ofendidos, que no son sólo los católicos franceses sino los de todo el mundo, y no sólo los católicos, sino todas las personas honestas que saben distinguir el bien del mal y lo justo de lo inicuo. Así va el mundo.