Unos 300 catequistas, sacerdotes, religiosas y responsables de catequesis de todas las diócesis de Aragón participamos el 24 de octubre en el Encuentro Regional de Catequistas, que tuvo lugar este año en la ciudad de Tarazona. Los participantes estuvimos acompañados por el obispo de Huesca y Jaca, Mons. Julián Ruiz Martorell, el vicario general de Tarazona, Javier Bernal y el vicario de pastoral, Florián Cuenca, ya que Mons. Eusebio Hernández Sola, OAR, no pudo asistir por motivos pastorales.

Se recibió a los catequistas en las instalaciones del Seminario Diocesano de Tarazona, con un sabroso desayuno. Luego fuimos a la capilla del Seminario La Inmaculada donde nos pusimos a los pies de nuestra madre la Virgen alabando a Dios con el rezo de Tercia. Dirigió la oración monseñor Ruíz y escuchamos al obispo de Tarazona, que nos dejó grabado un bonito saludo. Mons. Hernández Sola nos animó a que seamos catequistas con nuestra vida y que el ejemplo cristiano sea la mejor enseñanza que podamos ofrecer en el conocimiento y seguimiento de Jesucristo para ser verdaderos discípulos. Sergio Pérez Baena, delegado episcopal de la delegación de Catequesis de Zaragoza, nos explicó el logo del Año de la Misericordia y el lema del cartel para el envío de catequistas Misericordiosos con el Padre, invitándonos a cultivar especialmente este año de gracia, la compasión y ternura divinas.

Tras la oración bajamos a la catedral, Nuestra Señora de la Huerta de Tarazona. En ese precioso templo, recién restaurado, fuimos recibidos por el deán, José María Cerralbo, y después en varios grupos visitamos la sede de la diócesis guiados por los miembros de la Fundación Tarazona Monumental.

A las 13:30 horas comenzamos la eucaristía en la Catedral, presidida por don Julián y concelebrada por numerosos sacerdotes que acompañaron a sus catequistas en esta jornada festiva de comienzo de curso. Mons. Ruiz Martorell invitó a todos los catequistas a seguir, a continuar bregando y a dejar que Dios actúe por medio de nuestra vida y enseñanzas catequéticas.

Tras la misa, volvimos al Seminario para comer y compartir los dulces y productos típicos que todos degustamos. A las 16:00 horas en la capilla del Seminario, dimos gracias a Dios por este precioso encuentro y fuimos enviados por Hilario Herrer, con la bendición del obispo de Huesca y Jaca, a nuestras diócesis para vivir con alegría nuestra condición cristiana y tarea de catequistas. Un brillante encuentro donde tomamos fuerzas para comenzar el curso pastoral, y compartir nuestras preocupaciones y alegrías con aquellos que comparten nuestro mismo servicio de catequistas.

(Javier Bernal – Diócesis de Tarazona)