Tribunas

La opinión de don Ricardo

José Francisco Serrano Oceja

La vacaciones de Navidad han hecho que las declaraciones más relevantes del Presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Ricardo Blázquez, sobre la situación política española pasen demasiado inadvertidas.

Máxime si tenemos en cuenta que si por algo se caracterizan las presidencias de la Conferencia Episcopal, en los últimos decenios, no es precisamente por su comparecencia en habituales ruedas de prensa. Práctica que se está limitando a los secretarios generales y portavoces. El género periodístico de los líderes eclesiales se circunscribe cada vez más a las entrevistas.

Don Ricardo concedió, nada más celebrarse las elecciones del pasado 20 de diciembre, una entrevista a la Revista “Vida Nueva”. Publicación que está adquiriendo un singular rol en esta nueva etapa de la Conferencia Episcopal. Entrevistado por el director del medio propiedad de la editorial PPC, José Beltrán, el arzobispo de Valladolid afirmó que “confío en que todos estemos a la atura de la situación. Estoy seguro de que primará la generosidad sobre la mezquindad. Confío en que de esta situación, como otras delicadas que hemos pasado, podremos salir uniendo las manos, el corazón y la esperanza unos y otros”.

En la larga conversación, el cardenal Blázquez, sobre la forma de gobierno futura, señala que “nos inclinaremos todos hacia una solución concertada. Esto es lo que deseo. Una vez que se sosieguen los ánimos y se analicen pormenorizadamente los resultados, con unas interpretaciones que se extralimiten de lo que realmente son y de lo que nos dicen, creo que se va a imponer que todos juntos miremos al futuro con el esfuerzo de la esperanza. Es la hora de las grandes perspectivas de futuro, no es la hora de fragmentarnos en diversas opciones”.

¿Cómo interpreta el Presidente de la Conferencia Episcopal los resultados? Don Ricardo apunta que “si leemos los resultados con profundidad, nos dicen mucho. Seguramente hacen un correctivo a los años que han precedido, pero al mismo tiempo nos reclaman la colaboración y la escucha de todos. Con estas dificultades sobre la mesa, estamos llamados a unir nuestros esfuerzos. Así es como tendremos una perspectiva más clara para poder vencer las inquietudes y zozobras. No es la hora del temor, sino del actuación convencida y eficaz”.

La respuesta sobre el papel de la Iglesia en esta situación no se deja esperar. El arzobispo de Valladolid insiste en que “favoreciendo el concierto y la búsqueda del diálogo podemos dar una respuesta a la sociedad. Unidos podemos afrontar el futuro. Fragmentados, nos perderemos todos. No tendríamos la capacidad para responderá a la altura de las exigencias, y también nos pedirían cuentas las generaciones que van llegando. Afrontemos este momento delicado con esta conciencia. Favoreciendo el consenso, confío en que podamos salir de esta situación. Así, una abstención en un momento oportuno es una forma preciosa de colaboración”.

 

José Francisco Serrano Oceja