“De Marruecos a Ceuta era otra travesía con historia, ya no era entre arena, sino en medio del mar tan inmenso como tenebroso. Se necesitaba dinero para montarse en la patera y coger el chaleco. Aquí quedé embarazada de la que hoy es mi hija, mi único amor por la que lucho y lucharé siempre. Cuando cruzábamos aguas españolas gritábamos de felicidad. La Guardia Civil nos llevó a un centro para inmigrantes mientras Ángela crecía en mi vientre. Desde Ceuta nos trasladaron en barco hasta Gijón acogidos por la Asociación ACCEM y cuando ya di a luz fui cuando conocí la Casa de Acogida para Madres Gestantes, lugar donde tengo calor de hogar, cariño y esperanza de futuro”. Así describe Samia, joven camerunesa, su trayectoria hasta llegar a España no sin antes pasar por múltiples situaciones de riesgo por el continente africano.

Samia es una de las 45 mujeres que han pasado a lo largo de los tres últimos años por la “Casa de la Vida” como se le ha bautizado a este lugar gijonés debido a la cantidad de niños que ya han nacido en ella.

“Se trata de 45 familias que han sido acogidas a las que hemos intentado inyectar aliento, esperanza e ilusión. Han sido mujeres valientes porque han superado la frustración y aquí han escuchado la palabra Misericordia de Dios. Algunas de ellas dejan su testimonio por la acogida y el testimonio que les hemos brindado” así resume la Madre Marissa Montoya el trabajo llevado a cabo durante los tres últimos años.

Esta casa tiene su origen en el año 1967, como una alternativa de atención a la infancia y juventud. Hoy ofrece acogida a madres gestantes en situación de riesgo.

La Casa de Acogida “Nuestra Señora de los Desamparados” de Gijón pertenece a la Congregación religiosa de Madres de Desamparados y San José de la Montaña, fundada en 1881 por la Beata Petra de San José. Es un proyecto de Iglesia que surge a raíz de la petición de varios grupos provida de Asturias para que este lugar, antiguo colegio e internado femenino, se convirtiera en lugar de acogida para madres sin recursos que quieren seguir con su embarazo.

“La idea no estar por estar aquí, sino crecer: algunas de ellas terminan la ESO mientras permanecen con nosotras. Ellas son unas guerreras porque las circunstancias que les han acompañado son bastantes difíciles: sus parejas les abandonan, no obtienen apoyo de la familia” afirma Madre Marissa.

Este edificio empezaba a funcionar a principios de 2013 en el barrio gijonés de la Guía con el único propósito de ayudar a todas las mujeres que, en medio de sus dificultades, apuestan por su embarazo. “Esto es un fluir de vida y precisamente Aquí se le conoce como Casa de la Vida y verdaderamente es así porque desde el principio hemos inyectado vida” asegura complaciente la religiosa mientras atiende nuestra llamada telefónica a la par que se oyen las voces de los bebés al otro lado del teléfono.

Recientemente surgía en el contexto del Año de la Misericordia, inaugurado por el Papa Francisco el pasado 8 de diciembre, otro proyecto de ayuda a la maternidad en la archidiócesis de Toledo. Se trata de un proyecto coordinado por Cáritas Diocesana, Secretariado de Pastoral de la Salud, Delegación de Familia y Vida y Fundación COF y pretende ser la respuesta de la Iglesia diocesana de Toledo a las necesidades de las madres en riesgo de aborto y en situaciones de especial dificultad. Se trata del Proyecto Mater.

Balbina Rojas es la coordinadora de Proyecto Mater y explica de qué trata esta reciente iniciativa diocesana: “Somos rescatadores de la Vida porque ayudamos a madres que dudan acerca de seguir su embarazo porque esta situación ha generado tener que romper con su familia o con su pareja. Se trata de personas que necesitan mucho para seguir adelante; no tienen donde dormir ni donde vivir”.

También busca ayudar y asesorar a las mujeres que lo están pasando mal por haberse visto abocadas al aborto. “En este Año de la Misericordia nos parece que es un signo muy especial del amor misericordioso de Dios. Nuestro proyecto también acoge a madres que abortaron y actualmente sufren las secuelas de ese aborto que deja a la mujer a merced de depresión, de ansiedad, etc” asevera Balbina mientras suspira a la par que tiene en mente varios casos de mujeres en estas circunstancias.

Proyecto Mater se diferencia del resto de asociaciones que se dedican a la atención de la mujer embarazada en riesgo de exclusión social por su carácter católico y diocesano. De ahí que incluya asesoramiento espiritual y el enfoque antropológico cristiano. El Proyecto Mater pretende no solo evitar que la mujer se vea empujada al aborto ante las circunstancias que la rodean, sino también que, en caso de haber abortado, no vuelva a hacerlo.

“Nuestro objetivo no sólo es ensañar a las madres que abortar es matar sino que les decimos y preguntamos por lo que necesitan para seguir adelante con la vida del bebé. A veces se trata de ayuda económica, otras de tipo psicológico o de cualquier tipo de demanda que nos llegue por parte de esas mujeres que necesitan ayuda para seguir adelante con su embarazo” explica la coordinadora de Proyecto Mater.

Proyecto Mater cuenta con un equipo de profesionales cualificados que analiza y responde adecuadamente a cada una de las circunstancias que se plantean en cada caso de la mujer que se atiende. El proyecto se articula a través de una extensa red de voluntarios formados para poder dar el servicio de acompañamiento de las mamás y cuidado de los bebés. Además, cuenta con el asesoramiento de una trabajadora social cualificada y un equipo de sacerdotes que ofrece el apoyo y la formación moral para evitar que la mujer reincida.

“Desde nuestra sede las madres que acuden reciben atención de cualquier tipo. Y si necesitan un lugar donde vivir, Cáritas Diocesana les facilita una vivienda y se les garantiza un apoyo al alquiler mientras necesiten ayuda. También, dependiendo de los casos, se les puede orientar hacia alguna residencia de religiosas; igualmente pueden encontrar ayuda para el cuidado de sus hijos mientras ellas trabajan y un sinfín de ayudas que se les puede prestar” apunta Balbina Rojas.

Pero si hay que remontarse en la historia a uno de los centros de atención a la madre gestante en riesgo de exclusión nos hemos de dirigir a la provincia de Salamanca. Allí se encuentra el Centro Materno Infantil “Ave Maria” inaugurado en 1947 por el sacerdote Doroteo Hernández.

“Este centro fue una respuesta a un suicidio de una chica de la época que se encontraba embarazada y que por la presión social del momento actuó de esa manera. En nuestra carta fundacional se explica que nuestro objetivo es atender a mujeres en situaciones especialmente delicadas y nuestro fundador entendió que ese tipo de situaciones había que atenderlas. El centro tuvo sus orígenes en unos locales de la universidad de Salamanca”. Es Rosario Álvarez, del Instituto Secular Cruzada Evangélica y directora del Centro, quien explica los orígenes de esta institución.

En la actualidad el centro se ubica en Santa Marta de Tormes en una casa con amplias zonas ajardinadas y pertenece a la institución religiosa mencionada. “Esta casa creo que tiene unas instalaciones bastantes dignas. Se debe al deseo del fundador que creía que para recuperar la dignidad se necesitaba un lugar propio donde las mujeres se sintieran en una casa con sabor de hogar” asegura Rosario.

Es un centro que acoge a madre en grave riesgo de exclusión o que ya se encuentran en este problema social. Para ello cuenta con una residencia con ambiente familiar en el que las madres son atendidas a la par que pueden recibir formación que les permita tener autonomía laboral, además de los distintos apoyos que el centro oferta.

“Últimamente llegan chicas muy jóvenes y muy rotas que proceden, a su vez, de familias rotas socialmente. También estamos atendiendo a jóvenes que han sido acogidas en la segunda infancia; sobre todo de países del este europeo. Son chicas que traen una problemática difícil y al quedarse embarazadas, sus padres adoptivos se sienten incapaces de abordar la situación” expone la directora del Centro.

Los centros de orientación familiar junto con distintos organismos de algunas diócesis son los que, principalmente, encauzan los casos de estas jóvenes embarazadas hacia esta casa salmantina.
“Los casos que atendemos de menores de edad vienen derivados por medio de los Servicios del Menor. Estamos trabajando con la comunidad de Cantabria, con el gobierno de Aragón, con Castilla-La Mancha, etc que, a veces, nos hacen llegar estos casos porque son muy complicados” asevera Rosario.

La Casa de Acogida de Madres Gestantes, Proyecto Mater y Centro Materno Infantil Ave María: tres lugares de Misericordia, donde “se salvan vidas” como nos aseguran las tres coordinadoras de los lugares mencionados. Todo bajo una única perspectiva: mostrar el rostro misericordioso de Dios.

PARA CONTACTAR CON LOS CENTROS:

*CASA DE ACOGIDA DE MADRES GESTANTES DE GIJÓN:
www.casadeacogidalaguia.org

*PROYECTO MATER:
www.proyectomater.com

*CENTRO MATERNO INFANTIL “AVE MARIA”:
www.centroavemaria.org