Con el lema “Destinados a proclamar las grandezas del Señor”, estamos celebrando el conocido como Octavario, la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El lema se inspira en esta ocasión en un pasaje de la Primera Carta de san Pedro (2, 9-10). En la web de la Conferencia Episcopal, dentro del apartado de la Comisión de Relaciones Interconfesionales, podemos encontrar materiales para esta jornada y para la oración y reflexión a lo largo del año, porque, en efecto, aunque la Semana de Oración la concluiremos este próximo lunes, y sea muy necesaria su celebración para recordarnos a todos lo que está en juego, la tarea de la promoción de la unidad de los cristianos no entiende de semanas fantásticas. Siempre es tiempo y lugar para ir haciendo nuestro el deseo del Señor, expresado en su oración a Dios Padre en la última cena: «que ellos también sean uno en nosotros para que el mundo crea» (Jn 17, 21).

Invitamos a rezar y a trabajar los materiales, y destacamos tres ideas centrales del Mensaje de los obispos de la citada Comisión Episcopal. Para abrir boca:

– EL ESCÁNDALO DE LA DESUNIÓN: a lo largo de este último año han tenido lugar importantes acontecimientos relacionados con el ecumenismo y el diálogo interreligioso que nos abren a la esperanza y nos mueven a un compromiso mayor. En este sentido, cabe recordar las reiteradas afirmaciones del papa Francisco sobre el escándalo que supone la desunión y la importancia que tiene para él la búsqueda de la unidad de los cristianos: «Alcanzar esa meta, hacia la cual nos encaminamos con confianza, representa una de mis principales preocupaciones, por la cual no dejo nunca de orar a Dios». Así les dijo a una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla que lo visitó el 27 de junio 2015, con ocasión de la solemnidad de san Pedro y san Pablo.

– EL ECUMENISMO DE LA SANGRE: también cabe señalar en el contexto actual la tan dolorosa persecución de cristianos en distintas partes del mundo, las afirmaciones del papa Francisco sobre el «ecumenismo de la sangre», que ya ha repetido en diferentes ocasiones. Una de ellas ha sido un video-mensaje con motivo de una jornada de diálogo y oración celebrada en mayo, en la diócesis estadounidense de Phoenix, junto a un grupo de pastores evangélicos pentecostales: «me viene a la mente decir algo que puede ser una insensatez, o quizás una herejía, no sé. Pero hay alguien que “sabe” que, pese a las diferencias, somos uno. Y es el que nos persigue. El que persigue hoy día a los cristianos, el que nos unge con el martirio, sabe que los cristianos son discípulos de Cristo: ¡que son uno, que son hermanos! No le interesa si son evangélicos, ortodoxos, luteranos, católicos, apostólicos… ¡no le interesa! Son cristianos. Y esa sangre se junta. Hoy estamos viviendo, queridos hermanos, el “ecumenismo de la sangre”. Esto nos tiene que animar a hacer lo que estamos haciendo hoy: orar, hablar entre nosotros, acortar distancias, hermanarnos cada vez más». Los obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales aprovechan el Mensaje para pedirnos oraciones por la paz y hacer un llamamiento a las comunidades cristianas a la solidaridad efectiva con estos hermanos nuestros que padecen persecución a causa de su fe.

– DIÁLOGO INTERRELIGIOSO ANTE EL LAICISMO BELIGERANTE: en Europa cada día nos damos más cuenta de la importancia que tiene el diálogo interreligioso para luchar juntos contra un laicismo beligerante que pretende excluir a Dios y a la religión del espacio público. También es cada vez más evidente la necesidad de ese diálogo para aislar al fanatismo nihilista que nada tiene que ver con una vivencia auténtica de la religión, y para construir un futuro de paz verdadera y estable. La reciente escalada del terrorismo, la tensión creciente en el ámbito internacional, los movimientos migratorios de personas que huyen de la guerra y de la miseria buscando un futuro mejor para ellos y sus hijos, son otros tantos factores que nos empujan a intentar comprender mejor el mundo en el que vivimos en toda su complejidad religiosa, social y cultural.