Servicio diario - 29 de marzo de 2016


 

El Papa: ‘Cristo resucitado nos da la fuerza para levantarnos de nuevo’
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco rezó este lunes de Pascua, la oración del Regina Coeli desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico, con los fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.
Estas son las palabras del Papa para introducir la oración mariana, que en el tiempo pascual sustituye al ángelus:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En este lunes después de Pascua, llamado “Lunes del ángel”, nuestro corazones están todavía llenos de alegría pascual. Después del tiempo cuaresmal, tiempo de penitencia y de conversión, que la Iglesia ha vivido con particular intensidad en este Año Santo de la Misericordia; después de las sugerentes celebraciones del Triduo Santo; nos paramos también hoy delante de la tumba vacía de Jesús, y meditamos con estupor y reconocimiento el gran misterio de la resurrección del Señor.
La vida ha vencido a la muerte. ¡La misericordia y el amor han vencido al pecado! Hay necesidad de fe y de esperanza para abrirse a este nuevo y maravilloso horizonte. Y nosotros sabemos que la fe y la esperanza son un don de Dios y debemos pedirlo: “¡Señor, dame la fe, dame la esperanza! ¡Lo necesitamos tanto!”. Dejémonos impregnar por las emociones que resuenan en la secuencia pascual: “Sí, estamos seguros: Cristo ha resucitado realmente”. ¡El Señor ha resucitado en medio de nosotros! Esta verdad marcó de forma indeleble la vida de los apóstoles que, después de la resurrección, advirtieron de nuevo la necesidad de seguir a su Maestro y, recibido el Espíritu Santo, fueron sin miedo a anunciar a todos lo que habían visto con sus ojos y experimentado personalmente.
En este Año jubilar estamos llamados a redescubrir y a acoger con particular intensidad el confortante anuncio de la resurrección: “¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”. Si Cristo ha resucitado, podemos mirar con ojos y corazón nuevos a cada evento de nuestra vida, también a los más negativos. Los momentos de oscuridad, de fracaso y también de pecado pueden transformarse y anunciar un camino nuevo. Cuando hemos tocado el fondo de nuestra miseria y de nuestra debilidad, Cristo resucitado nos da la fuerza para levantarnos de nuevo. ¡Si nos encomendamos a Él, su gracia nos salva! El Señor crucificado y resucitado es la plena revelación de la misericordia, presente y operante en la historia. Este es el mensaje pascual que resuena aún hoy y que resuena por todo el tiempo de Pascua hasta Pentecostés.
Testigo silenciosa de los eventos de la pasión y de la resurrección de Jesús fue María. Ella estuvo de pie junto a la cruz: no se ha doblegado ante el dolor, sino que su fe permaneció fuerte. En su corazón roto de madre siempre quedó encendida la llama de la esperanza. Pidámosle a Ella que nos ayude también a nosotros a acoger en plenitud el anuncio pascual de la resurrección, para encarnarlo en lo concreto de nuestra vida cotidiana.
Que la Virgen María nos done la certeza de fe, para que cada paso sufrido de nuestro camino, iluminado por la luz de la Pascua, sea bendición y alegría para nosotros y para los demás, en especial para los que sufren a causa del egoísmo y de la indiferencia.
Invoquémosla, pues, con fe y devoción, con el Regina Coeli, la oración que sustituye el Ángelus durante todo el tiempo pascual.»

Regina Coeli….

Queridos hermanos y hermanas,
ayer, en Pakistán central, la Santa Pascua estuvo ensangrentada por un reprobable atentado, que se cobró la vida de muchas personas inocentes, en su mayor parte familias de minoría cristiana – especialmente mujeres y niños – reunidos en un parque público para pasar la alegría de la festividad pascual. Deseo manifestar mi cercanía a los que han sido golpeados por este crimen vil e insensato, e invito a rezar al Señor por las numerosas víctimas y por sus seres queridos.
Hago un llamamiento a las autoridades civiles y a todos los componentes sociales de esa nación, para que realicen todo esfuerzo para volver a dar seguridad y serenidad a la población y, en particular, a las minorías religiosas más vulnerables. Repito una vez más que la violencia y el odio homicida conducen solamente al dolor y a la destrucción; el respeto y la fraternidad son el único camino para llegar a la paz. La Pascua del Señor suscite en nosotros, de forma aún más fuerte, la oración a Dios para que se detengan las manos de los violentos, que siembran terror y muerte, y en el mundo pueda reinar el amor, la justicia y la reconciliación. Rezamos todos por los muertos de este atentado, por los familiares, por las minorías cristianas y étnicas de esa nación: Dios te salve María….
En el clima pascual, os saludo cordialmente a todos, peregrinos venidos de Italia y de distintas partes del mundo para participar en este momento de oración. Y recordad siempre esa bonita expresión de la Liturgia: “¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”. La decimos tres veces todos juntos: “¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!, ¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!, ¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!”.
Os deseo a cada uno pasar en la alegría y en la serenidad esta Semana en la que se prolonga la alegría de la Resurrección de Cristo. Para vivir más intensamente este periodo nos hará bien leer cada día un pasaje del Evangelio en el que se habla del evento de la Resurrección. Cinco minutos, no más, se puede leer un pasaje del Evangelio. ¡Recordad esto!
¡Feliz y Santa Pascua a todos! Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!






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Francisco felicita al líder de la Iglesia Armenia en Argentina y Chile
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha enviado una carta al líder de la Iglesia Armenia para Argentina y Chile, el arzobispo Kissag Mouradian, para felicitarlo por el 25 aniversario de su consagración episcopal, según informó el Centro Armenio de la República Argentina en un comunicado, informa Radio Vaticano.
“Desde aquí me uno a esta celebración y a la oración de acción de gracias”, indica la carta del Santo Padre. El arzobispo Mouradian recibió la misiva poco antes de cumplir 25 años de episcopado, el pasado 22 de marzo.
De este modo, el Pontífice se dirige a su “querido hermano” deseándole que “el Señor lo retribuya todo el bien que hace”. Asimismo da “gracias a Dios por tu ministerio y rezo para que siga siendo fecundo”. Concluye pidiendo que no se olvide de rezar por él.
En la carta, el papa Francisco también saluda a los miembros de la “querida comunidad armenia”.
Según el centro armenio, el Papa y Mouradian mantienen una “gran relación de amistad” desde la época en que el cardenal Jorge Bergoglio era arzobispo de Buenos Aires. También el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Emil Paul Tscherrig, el cardenal Mario Poli, actual arzobispo de Buenos Aires, y el arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, han enviado sus felicitaciones a monseñor Mouradian, que fue homenajeado en la sede del Centro Armenio de Buenos Aires, en presencia de unos 450 invitados, entre autoridades públicas y religiosas de todo el país.






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El Papa envía regalos y una carta para los refugiados en Erbil
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Roma).- Del 1 al 4 de abril, una delegación de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) viajará hasta Erbil, la capital del Kurdistán iraquí. Aprovechando dicha ocasión, el papa Francisco ha querido enviar ornamentos sagrados y un donativo económico personal para los cristianos iraquíes. De este modo, el Pontífice se lo ha confiado al obispo de Carpi, monseñor Francesco Cavina, que formará parte de la delegación encabezada por el director de AIN en Italia, Alessandro Monteduro, junto con el obispo de Ventimiglia-San Remo, monseñor Antonio Suetta, y el padre Massimo Fabbri, que acude en representación de la archidiócesis de Bolonia.
“En cuanto el Santo Padre ha tenido noticia de mi viaje junto a Ayuda a la Iglesia Necesitada, me ha llamado por teléfono para manifestar su deseo de enviar un regalo a nuestros hermanos en la fe iraquíes”, ha explicado monseñor Cavina, según informa AIN. Además, el papa Francisco ha entregado a monseñor Cavina una carta en la que elogia el viaje organizado por esta fundación pontificia, que califica de “iniciativa que expresa amistad, comunión eclesial y cercanía con tantos hermanos y hermanas cuya preocupante y difícil situación, me ocasiona un profundo dolor. Nos invita a defender el derecho inalienable de toda persona a profesar libremente la propia fe”.
Asimismo, el Papa anima a “no olvidar el drama de la persecución” y señala cómo “el testimonio de fe valiente y paciente de tantos discípulos de Cristo representa para toda la Iglesia un reclamo a redescubrir la fecunda fuente del Misterio Pascual, del cual obtenemos energía, fuerza y luz para un nuevo humanismo”.
Y concluye recordando que la misericordia “nos invita a inclinarnos ante nuestros hermanos y a secar sus lágrimas para curar sus heridas físicas y morales, y para consolar sus corazones conmocionados y tal vez perdidos. No se trata solo de un acto necesario de caridad, sino de un socorro al propio cuerpo, pues todos los cristianos somos, en virtud del propio bautismo, ‘uno’ en Cristo”.
La delegación se reunirá en Kurdistán con monseñor Bashar Matti Warda, arzobispo caldeo de Erbil, y visitarán “los centros para desplazados de los suburbios y la ciudad cercana de Ankawa, donde la mayoría de los habitantes son cristianos”, explica AIN.
A las afueras de Erbil también se encuentra el pueblo Padre Werenfried (llamado así por el fundador de AIN, P. Werenfried van Straaten). Este pueblo se compone de 150 casas prefabricadas, donadas por Ayuda a la Iglesia Necesitada, en las que se alojan 175 familias cristianas. La delegación también visitará las escuelas prefabricadas donadas por la fundación pontificia que permiten seguir estudiando a unos 7 mil niños iraquíes.
Otro encuentro que tendrá la delegación será con monseñor Petros Mouche, obispo siro-católico de Mosul, que se ve obligado a vivir en Erbil junto con sus fieles tras la toma de su ciudad por el Estado Islámico.
Desde junio de 2014 hasta hoy, AIN ha destinado a los cristianos iraquíes más de 15,1 millones de euros. El apoyo a los cristianos iraquíes no ha cesado durante esta Cuaresma, durante la cual la sección italiana de la fundación pontificia ha promovido seis proyectos para ayudar a los 250 mil cristianos que permanecen en Irak. A esta campaña también se han unido con generosos donativos las diócesis de Carpi y de Ventimiglia-San Remo.





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El arzobispo de Lahore: “Vamos adelante llevando la cruz”
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Roma).- “He visitado cada cama, y a cada víctima sea cual sea su fe. Ha sido realmente difícil, porque he visto muchos niños de apenas 4 o 5 años, cristianos y musulmanes, heridos o asesinados por este terrible ataque”. Estas son las declaraciones de monseñor Sebastian Francis Shah, arzobispo de Lahore, a Ayuda a la Iglesia Necesitada, después del atentado que tuvo lugar este domingo en un parque de la capital de la provincia pakistaní del Punjab, en torno a las 18.30 horas.
El prelado habló con AIN al regresar del hospital, donde visitó a algunos de los más de 300 heridos y a las familias de las 72 víctimas del atentado. Entre ellos 30 niños.
Monseñor Shah explica que para la comunidad cristiana de Pakistán en los días de fiesta, como Pascua o Navidad, es costumbre después de la misa y la comida en familia, salir a pasar a un parque para continuar las celebraciones.
“Después del atentado del año pasado a las dos iglesias cristianas en el barrio de Youhanabad temían que pudiera verificarse un ataque y por eso el gobierno había preparado las medidas de seguridad necesarias para proteger las iglesias, pero nadie había pensado en el parque”.
En la tarde del Sábado Santo, las autoridades habían puesto en marcha las medidas de seguridad necesarias. Monseñor Shah cree posible que la comunidad cristiana fuera el objetivo de los atacantes, pero subraya cómo entre las víctimas y los heridos hay también muchos musulmanes. El prelado ha ofrecido consuelo también a ellos.
“A mis fieles les he dicho que no pierdan la esperanza, porque aunque afrontamos un periodo de grave dificultad, debemos aprender a levantarnos de nuevo así como Cristo ha sabido levantarse incluso llevando la cruz. Y así nosotros, aun llevando nuestra cruz debemos lograr ir adelante. Porque Dios estará siempre con nosotros”, ha asegurado el prelado.
En conversación telefónica desde Lahore, Peter Jacob, director de la Comisión Justicia y Paz de Pakistán, confirma a AIN cómo “los terroristas han tratado de causar el mayor número de víctimas posibles y golpear en particular a la comunidad cristiana”.
Jacob subraya el aumento del compromiso por parte del ejército y del gobierno pakistaní en el tratar de hacer frente al terrorismo y no excluye que la elección del parque Gulshan-i-Iqbal, no lejos de la casa de familia del primer ministro Nawaz Sharif pueda representar un mensaje para él. “Esta es su ciudad y también su hermano, Shahbaz Sharif vive aquí por tanto no podemos excluir que los terroristas hayan querido de alguna manera mandar una advertencia a las autoridades”.
El atentado podría también estar unido a las graves tensiones que han seguido a la reciente ejecución de Mumtaz Qadri, que en el 2011 asesinó al gobernador de Punjab, Salmaan Taseer, opositor la ley antiblasfemia. Para muchos, Qadri era un héroe porque había asesinado a un blasfemo, y por ello, su ejecución se aplazó durante largo tiempo. Tras su muerte surgieron en todo el país numerosas protestas. “No podemos excluir una relación entre ambos hechos, pues entre los manifestantes y los terroristas existe un cierto nexo ideológico”, ha afirmado Jacob..





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La catedral de Bruselas acoge una vigilia de oración en honor de las víctimas del 22-M
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Madrid).- La catedral de San Miguel y Santa Gúdula acogió este lunes por la tarde una vigilia de oración ecuménica en memoria de las víctimas del doble atentado que causó 35 muertos y decenas de heridos en Bruselas, que sirvió para transmitir un mensaje de unión contra el terror.
Invitados por el arzobispo de Malinas-Bruselas, monseñor Jozef De Kesel, los líderes de diferentes comunidades cristianas, musulmanes y judíos, así como miembros de las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia, bomberos y personal del aeropuerto se reunieron en memoria de los fallecidos.
Más de mil personas acudieron al llamamiento del arzobispo católico, según informó la prensa belga. Personal de emergencia y de la policía depositaron al inicio de la ceremonia velas en el templo, al que acudieron ciudadanos de diferentes confesiones y también algunas víctimas. Después se guardaron 5 minutos de silencio.
“Ninguna violencia en nombre de Dios puede ser tolerada”, afirmó monseñor De Kesel, quien alabó además la solidaridad mostrada tras el doble atentado en el aeropuerto internacional de Zaventem y la estación de metro de Maalbeek, en el barrio europeo. “Nuestra pena es grande, es bueno reunirse y rezar al Señor”, apuntó.
El encuentro fue sereno y emotivo, acompañado por velas y cánticos de la comunidad ecuménica de Taizé. En la ceremonia se leyeron los evangelios de la Pascua de Resurrección que, como recordó el arzobispo de Bruselas, “este año no hemos podido celebrar como otras veces”.
El acto finalizó con un aplauso largo y espontáneo, mientras los heridos, sanitarios y policías se retiraban en procesión, visiblemente emocionados.





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España: Medina del Campo acoge el VI Congreso Nacional de Cofradías
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Madrid).- El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Ricardo Blázquez, presentó recientemente el VI Congreso Nacional de Cofradías de Semana Santa, que se celebrará del 7 al 10 de abril en la localidad de Medina del Campo.
Con el objetivo de informar sobre dicho encuentro y hacer público el avance de la programación oficial, tuvo lugar una rueda de prensa en el arzobispado de Valladolid. En ella, el purpurado estuvo acompañado por Carlos García Cerrada, presidente de la Junta de Semana Santa de Medina del Campo y el sacerdote Luis J. Argüello, vicario general de la diócesis vallisoletana.
En palabras del cardenal Blázquez se trata de un “congreso eclesial de carácter teológico, histórico, artístico y celebrativo”.
En esta cita de Medina del Campo, se analizarán aspectos culturales y artísticos, además de religiosos, en una búsqueda por aplicar un enfoque multidisciplinar a esta celebración.
Durante cuatro días tendrán lugar ponencias y coloquios, se expondrán comunicaciones libres y se realizarán exposiciones, retablos poéticos, conciertos, una procesión extraordinaria nocturna y una eucaristía oficiada el último día por el presidente de la Conferencia Episcopal Española en la Colegiata de San Antolín.
El objetivo del encuentro, en el que participarán unos 500 cofrades de toda España, es profundizar en tres aspecto básicos: qué celebramos en Semana Santa, cómo la celebramos y para qué, según informa la página web del Congreso.
En España hay más de 20 celebraciones de la Semana Santa que han sido declaradas ‘Fiesta de Interés Turístico Internacional’.

Para más información: www.vicongresocofradiasmedina2016.com





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Misiones Salesianas apuesta por la formación en valores a través del deporte
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Madrid).- El equipo técnico de fútbol de la Fundación Real Madrid ha viajado recientemente a la ciudad brasileña de Niterói para impartir el curso de formación “Ellos juegan, nosotros educamos” a los entrenadores de las tres escuelas sociodeportivas de Misiones Salesianas en Brasil, ubicadas en Sao Paulo, Niterói y Jacarezinho-Río de Janeiro.
En el curso han participado seis entrenadores, dos responsables de proyectos y dos coordinadoras de actividades sociales por parte de la Fundación Real Madrid, que colabora con Misiones Salesianas desde 2010. Este curso ha sido el tercero que se ha impartido en Brasil y ha servido para garantizar la formación continua de los entrenadores para poder perfeccionar las actividades y adaptarlas de la mejor manera a la metodología de la Fundación Real Madrid.
Las escuelas sociodeportivas se inauguraron en Sao Paulo en 2012, en Jacarezinho-Río de Janeiro en 2013 y Niterói en 2014, con 260, 80 y 220 alumnos, respectivamente. En todas se hace especial énfasis en el colectivo infantil y juvenil procedente de un entorno sociofamiliar desfavorecido.
De forma paralela a la formación deportiva, los jóvenes de las escuelas de Misiones Salesianas participan en clases de apoyo escolar, procesos de orientación vocacional, mejora de hábitos de salud, higiene y nutrición, así como actividades recreativas y culturales que rescatan los valores tradicionales brasileños y los derechos de la infancia, según informa la organización católica en su página web.
El programa educativo incluye el trabajo estrecho con las familias de los beneficiarios, afianzando sus vínculos y la concienciación de éstas en el cuidado de sus hijos.
Las escuelas sociodeportivas
Misiones Salesianas y la Fundación Real Madrid firmaron un convenio de colaboración el 30 de junio de 2010 para la creación de Escuelas Sociodeportivas en los países donde Misiones Salesianas desarrolla su trabajo.
La práctica deportiva constituye un importante factor de integración social y de promoción de valores como la solidaridad, la participación, el espíritu de equipo, el respeto al contrario y la inclusión.
Por todo ello, ambas instituciones decidieron unir sus fuerzas en un proyecto conjunto en favor de la infancia y la juventud más desfavorecida.
En la actualidad son ya 18 escuelas las que aportan un lugar seguro para el ocio, la educación, los controles médicos, la alimentación y, sobre todo, la formación en valores a través del deporte.
Están repartidas en 12 países de 3 continentes y atienden a más de 2.000 niños, niñas y jóvenes en riesgo de exclusión sin discriminación por razón de su sexo, raza o religión.





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Los salesianos aseguran que no hay novedades sobre el secuestro del padre Uzhunnalil
Redaccion | 29/03/16

(ZENIT – Roma).- “Hemos constatado que recorre en estos días, por los medios electrónicos y las redes sociales algunas noticias no verificables y sin fundamento alguno acerca de la situación y la condición actual del P. Tom Uzhunnalil, secuestrado el 4 de marzo en Aden, Yemen, por hombres armados no identificados. Nosotros los salesianos no nos hacemos responsables ni del contenido ni de la autenticidad de dichos escritos”.
Así lo ha indicado el padre Mathew Valarkot, portavoz de la Inspectoría de la India en Bangalore, sobre la situación del sacerdote secuestrado. En una nota publicada por la Agencia de Información Salesiana, ANS, asegura que “en este contexto reiteramos que hasta el momento no tenemos noticias e informaciones de fuentes creíbles y fiables sobre la situación, el lugar o la condición actual del P. Tom”. Por lo tanto, prosigue el padre Valarkot “hacemos una sincera invocación a todos los interesados para detener la propagación de este tipo de mensajes, por una parte engañosa y por otra difusora de rumores falsos”.
Finalmente asegura que “continuamos rezando por el P. Tom, que el Señor lo proteja de todo dolor y lo libere de las fuerzas del mal tan pronto como sea posible”.
Por otro lado, se indica que en los últimos días el padre Valarkot informó a la agencia UCANews que “debemos ser pacientes con el sistema”, recordando que un jesuita indio secuestrado por los terroristas en Afganistán fue liberado después de nueve meses.
El vicesecretario de la Conferencia Episcopal de la India, el padre Joseph Chinnaiyan, reiteró que la Iglesia de la India está en “contacto constante” con el gobierno de la India sobre el estado del padre Uzhunnalil e informó que el Ministerio de Asuntos Exteriores Indio “ha informado que intensificó los esfuerzos para localizar al sacerdote”.
El Jueves Santo, el rector mayor de los salesianos, Ángel Fernández Artime pidió oraciones por la paz y la liberación del padre Tom Uzhunnalil, misionero secuestrado recientemente en Yemen por un comando islamista.






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Comentario a la liturgia dominical – Segundo domingo de Pascua
Antonio Rivero | 29/03/16

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor y director espiritual en el seminario diocesano Maria Mater Ecclesiae de são Paulo (Brasil).
Idea principal: Que los “Tomases” que andan por ahí pidiendo tercamente pruebas y con la fe decaída se encuentren este año jubilar con Jesús misericordioso y que les muestre con cariño sus llagas para que metan su dedo, crean en Él y lo anuncien por todas partes.
Síntesis del mensaje: A este domingo se le llamaba domingo “in albis”, o sea “in albis deponendis”, “el domingo en que se despojan ya de los vestidos blancos” aquellos que antiguamente habían recibido el bautismo en la noche de la Vigilia Pascual. Hoy a este domingo se le llama, por indicación del Papa Juan Pablo II, “Domingo II de Pascua o de la divina misericordia”. En este año de la misericordia este domingo deberá ser vivido con más realce, si cabe. Que al pasar junto a nuestros hermanos, nuestra sombra refleje la luz de Cristo que les ilumina y consuela (1ª lectura). Y así puedan encontrarse con Cristo resucitado y exclamar como Tomás: “Señor mío y Dios mío” (evangelio).
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, que muchos están atravesando una crisis de fe, es evidente. Repiten lo que otros han experimentado. Albert Camus en su libro “La Peste” hace decir al ateo Rieux, que no es más que su misma sombra: “Yo vivo en la noche”, pues no podía compaginar la bondad de Dios y el sufrimiento de los inocentes. El mayor místico de los siglos en la Iglesia, san Juan de la Cruz, dice: esto es “la noche oscura del alma”, porque de Dios no sentía ni el consuelo ni la mirada ni el susurro. Santa Teresa de Lisieux: “Me asaltan pensamientos como los que pueden tener los peores materialistas”, porque Dios se le borraba de las pantallas de la creación. La Beata Teresa de Calcuta también vivió esta crisis: «Hay tanta contradicción en mi alma: un profundo anhelo de Dios, tan hondo que hace daño; un sufrimiento continuo, y con ello el sentimiento de no ser querida por Dios, rechazada, vacía, sin fe, sin amor, sin celo… ¡El cielo no significa nada para mí, me parece un lugar vacío!». Santa Teresa de Jesús, la gran mística de Ávila, describe así la suya: «Oh válgame Dios, y qué son los trabajos interiores y exteriores que padece un alma hasta que entre en la séptima morada… Ningún consuelo se admite en esta tempestad … ». Y, el colmo, Jesús en la cruz: “¡Dios mío…¿por qué me has abandonado?!”. O sea que aquí, de Tomases por la vida, el que más y el que menos. Pues a estos Tomases quiere Jesús mostrarles sus llagas y curarles, como al apóstol Tomás.
En segundo lugar, ¿qué hacer ante estas dudas y crisis de fe? ¿Culpar al ateísmo teórico del marxismo y sus secuaces, al laicismo y escepticismo de intelectuales honrados o baratos, al humanismo ateo de progresistas cavernarios o cavernículas, que reducen la religión a la corrección ética de la vida o al compromiso social con el proletariado o a la autorrealización de la persona? Pero a decir verdad, parte de la culpa está en algunos cristianos. Así declararon los 2000 padres conciliares en el Concilio Vaticano II al hablar del ateísmo en 1965: “también los creyentes tienen en esto su parte de responsabilidad….en cuanto que, con el descuido de la educación religiosa, o con la exposición inadecuada de la doctrina o incluso con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión” (Gaudium et spes, 19). También a estos creyentes incoherentes Cristo resucitado quiere mostrarles su costado abierto para invitarles a meter la mano y volver a la fe sencilla que les transmitieron sus abuelos y tal vez la mamá de familia. Y así puedan exclamar de corazón: “Señor mío y Dios mío”.
Finalmente, y ahora nos toca ver el mensaje para cada uno de nosotros. Es el momento de revisar nuestra fe en Cristo resucitado, no sea que haya algún Tomás escondido entre alguna rendija de nuestro corazón o de nuestra mente. A todos nos viene la tentación de pedir a Dios un “seguro de felicidad”, o poco menos, ver el rostro de Dios, o recibir pruebas o signos de que vamos por buen camino. ¿Quién de nosotros no ha tenido una crisis de fe, o porque Dios parece haber entrado en eclipse en nuestra vida, o porque se han acumulado las desgracias que nos hacen dudar de su amor, o porque las tentaciones nos han llevado por caminos no rectos o porque nos hemos ido enfriando en nuestro fervor inicial? Jesús misericordioso quiere acercarse. Nos invita a meter nuestro dedo también en sus llagas para que nuestras dudas se conviertan en certezas, nuestras tristezas en alegrías, nuestras desconfianzas en seguridades, nuestra terquedad en humildad, nuestras tempestades en calma. Aprendamos de Tomás a despojarnos de falsos apoyos, a estar un poco menos seguros de nosotros mismos y aceptar la purificación que suponen esos momentos de oscuridad. Si los santos los tuvieron, ¿quiénes somos nosotros para pedir a Dios que nos los quite? “Señor mío y Dios mío”.
Para reflexionar: ¿Cómo me comporto cuando hay nubarrones en mi vida? ¿Tengo miedos y me alimento de dudas? ¿O al contrario, esos momentos son ocasión para madurar en mi fe? ¿Cuántas veces al día exclamo: “Señor mío y Dios mío”?
Para rezar: a María recemos hoy y siempre que sintamos esas oscuridades:
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org





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Beato Bertoldo del Monte Carmelo (Bartolomé Avogadro) – 29 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 29/03/16

(ZENIT – Madrid).- No es fácil reconstruir los hechos de instituciones religiosas tan vetustas como la del Carmelo, identificando los pilares que sostuvieron su primera andadura. Sin embargo, siempre hay alguna pista que merece la pena rastrear, indicios que esta insigne orden primitiva, que tanta gloria viene dando a la Iglesia, consigna en sus anales puntualizando aspectos que han de tenerse en cuenta. El beato Bertoldo, cuya su vida aparece envuelta en cierta neblina, fue uno de los artífices de la misma.
Se sabe que era francés, que pudo venir al mundo en el seno de una noble familia, y que su existencia discurrió a lo largo del siglo XII, ya que habría nacido a finales del siglo XI. Mientras que algunos le han atribuido la fundación de la orden carmelita, la voz autorizada de estos religiosos solo reconocen en él a su primer maestro general. Cuando Bertoldo –de nombre de pila Bartolomé– llegó a Monte Carmelo, los primeros integrantes hacía un tiempo que gozaban de la vida eremítica. Un flujo incesante de cruzados dispuestos a dar su vida para defender la fe fue una de las características de la época. Muchos jóvenes aguerridos se sumaban a la contienda con este único fin. Era un alto honor que no quisieron eludir. Bertoldo, que se había formado teológicamente en la universidad de París y había sido ordenado sacerdote, se sintió llamado a empuñar las armas contra los infieles. Jerusalén era el objetivo. Allí se dirigía junto a su tío Aimerico, luego primer patriarca de Antioquia, cuando esta ciudad fue tomada por aquéllos. Posiblemente en el fragor de la batalla, es un hecho que no está comprobado, se le pudo dar a entender por revelación que la enconada lucha que se libraba había sido desencadenada por la impenitencia de los soldados cristianos. Bertoldo hizo entonces solemne promesa de consagrarse a la vida religiosa, dedicándola a la Virgen María, si salían sanos y salvos. Obtuvieron el triunfo y emitió los votos.
La cuestión es que pudo llegar a Monte Carmelo, y seducido por la vida eremítica se estableció allí junto a un nutrido grupo de compañeros configurando en 1154 una comunidad cenobítica. Gozaban del favor eclesiástico ya que en 1141 el patriarca de Jerusalén había reformado las órdenes monásticas. Era un momento propicio para ellas. Abrió una veda fértil que dio incontables vocaciones. La capilla que erigieron en las proximidades de la «fuente de Elías», poblada por anacoretas, fue dedicada inicialmente a Nuestra Señora del Monte Carmelo. Su presencia revitalizó el espíritu de oración, meditación y ayuno característico de los primeros integrantes de la orden carmelita que tenían su origen en el profeta Elías. Por esa razón, también se le ha considerado «restaurador» de la misma. El grupo tomó el nombre de Hermanos de Santa María del Monte Carmelo. Siendo Aimerico patriarca de Antioquia visitó el lugar. Iba como legado ad latere de la Santa Sede para Tierra Santa, y designó a Bertoldo de Malefaida primer prior general de los carmelitas. Éste impulsó la creación y reconstrucción de monasterios. De hecho, se le atribuye la expansión de la Orden por otros rincones de Palestina, que luego se extendería por Europa. Es lo que se desprende de la información que Pedro Emiliano proporcionó al monarca Eduardo I de Inglaterra en una carta que le remitió en 1281.
Dios pudo querer consolar el afligido corazón de Bertoldo por las feroces luchas que no tenían tregua y que iban diezmando la comunidad. Le permitió ver cómo entraban en la gloria escoltados por ángeles un importante número de hermanos que habían derramado su sangre en defensa de la fe cristiana sucumbiendo a manos de los sarracenos. De este favor dio cuenta el historiador de la Orden, Paleonidoro. Bertoldo murió el 29 de marzo de 1195. Durante cuarenta y cinco años había dirigido sabiamente a las comunidades manteniendo vivo el amor a la Virgen. Y las huellas del carisma carmelitano se hallaban presentes en las obras que habían emprendido: monasterios en Acre, Tiro y el de Beaulieu en Líbano, una capilla en Sarepta, un hospicio en Jerusalén, etc., además de haber sembrado de comunidades el entorno del Jordán. Tras el deceso de Bertoldo, Alberto, patriarca de Jerusalén, entregó la regla a sus seguidores basada en la contemplación, la meditación sobre las Sagradas Escrituras y el trabajo. Tomando el testigo, Brocardo sustituyó al beato como segundo prior general. Era uno de los carmelitas que había sido formado por aquél gozando de su confianza. El culto dedicado a Bertoldo se fijó en 1564 por el capítulo general de la Orden. Y tras el periodo comprendido entre 1585, fecha en la que su nombre se extrajo del breviario que había sido reformado, en 1609 volvió a consignarse en él.





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San Pedro Regalado – 30 de marzo
Isabel Orellana Vilches | 29/03/16

(ZENIT – Madrid).- Pedro Regalado y de la Costanilla nació en Valladolid, España, hacia 1390. Perdió a su padre siendo muy pequeño. Su madre lo llevaba temprano al convento de San Francisco donde actuaba como monaguillo, por lo que fácilmente se estableció un vínculo entrañable con los religiosos a los que acompañaba en la santa misa, despertando en él una temprana vocación. A los 13 años ingresó en el convento.
Era jovencísimo cuando le impusieron el hábito. Los muros de los claustros albergaban a personas sin escrúpulos ni vocación. Se habían recluido en esos recintos con variadas y distintas intenciones, lo cual se evidenciaba en una falta de espíritu religioso. A nada de ello fue ajeno el momento histórico que propició numerosos arribismos de esta naturaleza. En esa época, el venerable fray Pedro de Villacreces, egregio maestro en teología por las universidades de París, Toulouse y Salamanca, estaba dispuesto a actuar para renovar la vida monástica que se había impregnado de muchas sombras proyectadas en ella al margen de la consagración. Con este objetivo, el obispo de Osma le autorizó a fundar por tierras burgalesas.
En 1404 llegó a Valladolid. Procedía de las cuevas de Arlanza y del eremitorio de La Salceda donde se hallaba buscando seguidores para secundarle en tan delicada misión. Cuando Pedro Regalado lo conoció a sus 14 años, entró en inmediata sintonía con él. La diferencia de edad –el fraile superaba los 60–, nunca fue un muro entre ambos; todo lo contrario. Y es que los dos compartían el anhelo de conquistar la santidad, y ante este altísimo fin nada se interpone. Entonces fray Pedro ya era considerado santo por muchos, y fue instructor del joven que aprendió a estimar junto al fraile el cumplimiento de la observancia franciscana.
Unidos partieron rumbo a La Aguilera, lugar colindante a Aranda de Duero, para fundar un convento. Con sumo gozo, y sin temor a la austeridad porque buscaba la gloria de Dios con todas sus fuerzas, se abrazó el muchacho al rigor de la regla. Y no era baladí. De las veinticuatro horas que tiene el día, diez estaban destinadas a la oración comunitaria y personal, trabajo y limosna. Éste era, en esencia, el plan cotidiano. El bondadoso fraile se ocupó de formar a Pedro Regalado para el sacerdocio. Éste celebró su primera misa en la ermita del convento en 1412. De algún modo era su credencial para realizar el apostolado en la cuenca media del Duero. Su virtud, percibida en palabras y gestos, era bendecida con hechos prodigiosos por los que fue reconocido como «el santo del Duero». Nadie quedaba indiferente ante sus dotes taumatúrgicas. Fray Pedro de Villacreces podía respirar tranquilo; Dios había bendecido a la Orden con un gran santo. Durante once años cumplió con alegría las humildes misiones que le encomendaron. Ofrecía limosnas a los pobres que llegaban al convento, trabajó en la cocina como ayudante, y fue sacristán, entre otras.
En 1415 cuando fray Pedro fundó El Abrojo en la provincia de Valladolid, su discípulo estaba tan bien formado y había dado tales muestras de virtud que no dudó en elegirlo maestro de novicios. Y como tal prosiguió su vida de intensísima mortificación y penitencia. Recorría el entorno como un consumado predicador. Con su sencillez y ardor apostólico arrebataba numerosas conversiones. Todos acudían a él con el corazón contrito y la certeza de que saldrían plenamente renovados después de mostrarle las huellas de sus heridas. Nada tiene de particular que en octubre de 1422, cuando se produjo la muerte de Villacreces, tras el capítulo de Peñafiel los religiosos de las dos casas fundadas por él pensaran en Pedro Regalado para que siguiera al frente de todos como prelado o vicario. Y no se equivocaron. La reforma se extendió como un floreciente rosario de nuevas fundaciones, conocidas como «las siete de la fama».
Pedro, con su inflamada devoción por la Eucaristía, la Pasión de Cristo y María, hilvanaba las jornadas consumiéndose en oración y sacrificios, sosteniendo el rigor de la regla que había heredado. Toda disciplina cabía en su acontecer. Los habitantes del lugar sabían de su severo ascetismo. Veían su escuálida figura perfilada sobre el cerro del Águila, rebosante de austeridades, portando los símbolos del Redentor: cruz, corona de espinas y soga, mientras realizaba el Via Crucis.
Los milagros se sucedían, como también los favores celestiales que recibía. Uno de ellos, quizá el más renombrado, alude a un 25 de marzo, festividad de la Anunciación; estuvo vinculado a su amor por María. Fue Ella quien debió colmar el anhelo del santo de poder postrarse ante su imagen en la iglesia de La Aguilera mientras rezaba maitines. El lugar distaba unos ochenta km. del Abrojo. Pero los ángeles hicieron posible este sueño de Pedro trasladándole en un santiamén al templo, mientras una estrella que simbolizaba a la Virgen los conducía. Devuelto del mismo modo al convento, una vez hubo cumplido su anhelo, todo se produjo en tan brevísimo espacio de tiempo que ninguno de sus hermanos llegó a percatarse de su ausencia, ignorando lo concerniente a este hecho prodigioso.
En 1456 Pedro viajó a San Antonio de Fresneda, cerca de Belorado, y se reunió con un religioso antiguo compañero suyo que se hallaba enfermo. También él regresó al Abrojo debilitado. Ante la cercanía de su muerte, se trasladó a La Aguilera y el 30 de marzo de ese año entregó su alma a Dios. Cuando en el estío de 1493 la reina Isabel la Católica visitó el convento, se dirigió a las damas de su séquito y aludiendo a la tumba de Pedro, dijo: «Pisad despacio, que debajo de estas losas descansan los huesos de un santo». Fue beatificado por Inocencio XI el 17 de agosto de 1683. Benedicto XIV lo canonizó el 29 de junio de 1746. Es el Patrón de Valladolid.