Servicio diario - 01 de abril de 2016


 

Joven mexicana escribe al Papa y gana un viaje a Roma
Redaccion | 01/04/16

(ZENIT – Roma).- Escribir una carta al Papa. Algo tan sencillo como eso hizo que Daniela Martínez Híjar, de 31 años, gane un viaje a Roma para dos personas. Antes de la visita del Santo Padre a México el pasado mes de febrero, el semanario mexicano Desde la fe y la revista Il mio Papa convocaron el concurso “Carta de mi corazón al Papa”, en el que había que escribir un mensaje dirigido al Pontífice.
La convocatoria –explica una nota publicada en el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México— recibió una respuesta extraordinaria. Fueron más de ochocientas las cartas que llegaron a la redacción de este medio de comunicación.
La ganadora del concurso, que vive con sus padres, su hermano y un tío, comenta que se enteró del concurso por medio de Desde la fe, ya que sin falta cada semana se lee en casa el semanario. “Yo francamente no pensé que pudiera ganar, porque el concurso fue anunciado hasta por las noticias que llegan al celular, y supuse que participarían muchas personas, lo cual confirmé cuando anunciaron que los resultados tardarían en aparecer debido a la extraordinaria respuesta de la gente”, explica en la nota de SIAME.
El domingo 13 de marzo recibió la llamada del cardenal Norberto Rivera para comunicarle que era la ganadora. Cuenta también que siempre ha sido para ella un sueño conocer Roma. “Cuando elaboré la carta, no la hice pensando en ganar, sino con la ilusión de que el Papa Francisco pudiera leerla algún día en privado; ahora que mi carta se ha hecho pública, me da un poco de pena, porque ya hay cosas de mí que todo mundo conoce”, comenta la joven.
Por otro lado, explica que la noticia del premio por la carta le ha llegado en un momento de su vida en que muchas cosas no estaban funcionando. “Yo estoy por terminar la carrera de Letras en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, pero padezco una enfermedad llamada disautonomía, que me ha imposibilitado para terminar mis estudios en tiempo y forma; como ha pasado mucho tiempo desde que inicié la carrera, recientemente me informaron que no me podría titular porque había cambiado el plan de estudios. De manera que eso, mi enfermedad y el hecho de que en la familia estamos pasando por serios problemas económicos, eran cosas que me tenían triste. Así que esto para mí es una gran bendición de Dios. No tengo palabras para agradecerle. En medio de todo Él siempre me demuestra su amor infinito”.
Y añade que “luchar hasta el final es algo que me ha enseñado la vida, algo que el hecho de ganar este concurso me ha confirmado, pues en el último momento Dios también obra”.





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El monasterio de los trapenses asesinados en Argelia abre 20 años después
Sergio Mora | 01/04/16

(ZENIT – Roma).- El arzobispo argelino Paul Desfarges, en una entrevista con el programa árabe de la CNN anunció que el monasterio de Tibhirine, donde fueron asesinados en 1996 siete monjes trapenses, será abierto ese mes de abril.
Argelia, que recibió el cristianismo en los primeros siglos de la era cristiana debido a diversos hechos históricos, hoy tiene una población mayoritariamente musulmana.
El monasterio de Tibhirine, conocido como Notre Dame l’Atlas, fue fundado en 1938 y se convirtió en abadía en 1947. Los grupos islamistas exigieron en diciembre de 1993 que los extranjeros abandonaran el país, pero los monjes decidieron quedarse, incluso después de haber sido amenazados directamente por un grupo islamista.
En la noche del 26 al 27 de marzo de 1996 un comando armado formado por una veintena de hombres irrumpió en el monasterio. Siete de ellos fueron secuestrados y asesinados, dos se salvaron porque no fueron encontrados.
En abril de 1996 el jefe del Grupo Islámicos Armados (GIA), Djamel Zitouni, reivindicaba en un comunicado el acto criminal. Al mes siguiente un segundo comunicado de los GIA anunciaba sus muertes: «Les hemos cortado las gargantas a los monjes». Ocurrió el 21 de mayo de 1996. Nueve días después fueron hallados sus cuerpos. Se cree que fue el Grupo Islámico Armado quien realizó el secuestro, y que posteriormente decapitó a los monjes, pero no se sabe con seguridad y se barajan también otras hipótesis.
Los agresores pidieron entonces a París la liberación de varios terroristas a cambio de la libertad de los monjes, sin obtener un acuerdo. El papa Juan Pablo II solicitó que liberaran a los monjes, que finalmente fueron asesinados el 21 de mayo. El 30 de mayo fueron encontradas sus cabezas, cerca de Medea.
El hermano Jean Pierre Schumacher fue uno de los dos monjes que se salvó de la muerte en la masacre y desde entonces se sabe que no ha dejado de orar también por la conversión de los musulmanes extremistas. El drama vivido por los monjes trapenses llegó a las pantallas de la mano del realizar Xavier Beauvois, a través de la película “De hombres y dioses”.
En 1998, dos años después del asesinato, cuatro monjes trapenses se propusieron para volver y abrir el monasterio, situado unos cien kilómetros de Argel, pero el ministro argelino de Interior los desestimó por razones de seguridad.
Los monjes franceses asesinados eran Christian, Célestin, Bruno, Christophe, Paul, Luc y Michel. Todos ellos daban testimonio de su fe en Cristo y demostraban que era posible una convivencia entre cristianos y musulmanes, y personas de diversas razas.





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Card. Schönborn: “La misericordia es para todos, si hay verdad y arrepentimiento”
Redaccion | 01/04/16

(ZENIT – Roma).- ¿La misericordia puede ser ejercitada solo por Dios o es accesible también a los hombres? A esta pregunta ha respondido al cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, en su intervención de apertura del Congreso Apostólico Europeo de la Misericordia (Wacom), del que es presidente, y que concluirá el 4 de abril.
El purpurado –indicó Radio Vaticano– partió de un episodio evangélico, la sanación del leproso por parte de Jesús, para lanzar la pregunta: “¿Es natural tener piedad de un leproso o es sobrenatural, comprensible solo por la gracia?”. Y añadió: “¿No es más misericordioso matar a un enfermo incurable en vez de la pasión, nacida del ideal judeocristiano, de conservar la vida a pesar del dolor?”.
Así, subrayó que el amor hacia el prójimo es “de voluntad firme” hasta tal punto de concedernos –en el acto de imitar a Jesús– superar la repulsión que provoca, en nuestras emociones, el encuentro con un leproso. Del mismo modo recordó que “la misericordia es concreta” ya que “no se refiere de alguna manera un poco a todos, sino a aquel que, aquí y ahora, necesita mi ayuda”.
El cardenal también advirtió que a veces se corre el riesgo de que la misericordia derive “del querer liberarnos de alguno”. Sucedió cuando los apóstoles querían liberarse de la multitud hambrienta, pero Jesús se conmueve y multiplica los panes. Entonces, “¿cómo distinguir entre la aparente misericordia de los apóstoles, que era una forma escondida de egoísmo, y la aparente severidad de Jesús que en realidad es el camino de su verdadera misericordia divina?”. Para responder a esta pregunta es necesario penetrar en el corazón del hombre, en lo que se llama “misterio de iniquidad”.
La esperanza regresa en la última reflexión del arzobispo de Viena: “¿hay misericordia también para los pecadores?”. La respuesta es afirmativa, siempre que haya “verdad y arrepentimiento” porque “nada endurece más un corazón que la propia justificación”, mientras “la justificación de uno mismo es el inicio de cualquier dureza de corazón con respecto a los otros”.
El ejemplo es la Cruz. “Jesús donó su vida por aquellos que lo mataron. Murió por causa de ellos, y aceptó su muerte por ellos. En vez de la venganza elige la misericordia”, porque “Dios no quería vencer nuestra falta de misericordia de otra manera que con un exceso de misericordia hacia nosotros”.
Finalmente, el cardenal precisó que este es “el núcleo de la fe cristiana: a quien no tiene misericordia, Él ha mostrado misericordia, ha perdonado a los pecadores, no ha impartido el castigo a los asesinos, sino que ha donado amor”.





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Cuba y Estados Unidos: desafíos y esperanzas
Sergio Mora | 01/04/16

(ZENIT – Roma).- El restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el papel de China en la región, y los cambios de la agenda internacional son los temas que han sido tratados este viernes en un desayuno de trabajo en Roma, en el hotel NH Giustiniani, entre embajadores y periodistas, organizado por el observatorio Mediatrends América.

Conferencia Mediatrends América
El profesor de la John Cabot, Federigo Argentieri, quien se definió casi “como un hijo de la guerra fría”, abordó la importancia del aspecto generacional entre La Habana y Washington y consideró que el rol de la Iglesia católica ha sido importantísimo, como lo han destacado todos los medios, “porque tenía todos los datos del problema y podía hablar de manera adecuada con una y otra parte”. Consideró entretanto que en la apertura, “el camino fue abierto por el papa Wojtyla”.
El nuevo elemento, señaló, es que Obama respeta a Cuba, y sin ser obsequioso lo trata como un país, con su dignidad, historia, política y tradiciones. “Aunque aún sea una dictadura, no de las peores, si se piensa a los años 80”, dijo.
El profesor, que enseña historia y política internacional en la universidad estadounidense en Roma, subrayó que la visita de Obama no encontró oposiciones, ni siquiera la del candidato republicano Donald Trump, que aunque busca siempre las polémicas, consideró mejor no entrar en el tema.
El periodista español Eusebio Val, corresponsal en Roma del diario La Vanguardia, al tomar la palabra definió el viaje de Obama, como “el hecho más importante de los últimos tiempos en América Latina”, con “la coincidencia de un Papa argentino que hace de mediador”.
El corresponsal del medio catalán señaló además que la apertura de La Habana a Washington levanta una preocupación en su país en el sentido “de que España pierda por segunda vez a Cuba”, como sucedió con la independencia en 1889, pues ha hecho un esfuerzo inversor muy grande y existe la clara posibilidad de un desembarque económico de Estados Unidos.
El corresponsal español, que en los años 90 trabajaba en Alemania, señaló un paralelismo, no exacto pero importante entre la reunificación alemana y la Cuba actual: de un lado un país con un régimen totalitario y de otro una comunidad cubana en el exilio que ha crecido en una sociedad abierta, capitalista.
Eusebio Val señaló que tras la caída del Muro de Berlín, se produjo un desplome de la economía de Europa del Este y un desembarque de empresas de Alemania Occidental, causando en el Este la sensación de agravio, porque el oeste ‘invadía’ con sus empresas.
“Veo serias dificultades, políticas, económicas y psicológicas, para que una población que ha vivido muchos años con un sistema determinado pueda cambiar. Pero también esperanza de que la cosa pueda ir bien” dijo.
Comentó también que cuando estaba de corresponsal en Estados Unidos, hablando sobre la vida de los inmigrantes escuchó que uno decía: “Aquí se vive mal pero se sufre bien” aunque pierden rápidamente el idioma y la cultura heredada. Añadió que no existe un lobby latinoamericano, pero sí cubano.
Sobre los hispanos en EEUU alguien acotó la paradoja de que cuando están ilegales son demócratas y cuando obtienen la green card (permiso de residencia) se vuelven republicanos y sobre la capacidad de multiculturalidad de Estados Unidos que es sorprendente.
Fue señalado también que actualmente los cubanos en Estados Unidos llegados después de los años 90, son más numerosos que los de la primera emigración, y tienen un contacto más fluido con sus parientes en Cuba e incluso comenzaron a invertir.
El periodista de la Vanguardia, que acompañó al Papa en su viaje a Cuba, tras elogiar aspectos ya conocidos, consideró que faltó una mención a los disidentes. Añadió que con justo motivo el Santo Padre hace una crítica feroz al sistema económico dominante, al sistema financiero, pero que falta animar a las clases medias, para que se afiance y cree negocios, “porque esto es fundamental para crear una democracia que funcione sin quedar a merced de los populismos” dijo. Concluyó señalando que la Secretaría de Estado ha tenido también una función muy positiva en la apertura de Cuba.
Por su parte, el embajador de Chile, Fernando Ayala, señaló que están sucediendo cosas impensables hace 30 años. Como que la República Popular China le esté pisando los talones a Estados Unidos; ver a los Rolling Stones en La Habana; que la dirección dada por los presidentes Lula, Chávez y Kirchner esté entrando en una fase de cambio, o el precio del petróleo que se ha desplomado.
Señaló que en América Latina existe un positivo proceso de integración de instancias, y un deseo de mayor intercambio regional, de mercancías y personas. “Tengo mucha confianza –concluyó– en lo que está sucediendo en América Latina, lo que es indispensable son los derechos humanos, profundizar la democracia y la libertad”.





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Fallece el cardenal Cottier
Redaccion | 01/04/16

(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El cardenal suizo Georges Marie Martin Cottier falleció anoche en el Vaticano, a los 93 años. El Santo Padre, ha enviado su pésame y sus oraciones por el cardenal a través de un telegrama. Así, Francisco afirma recordar “con profunda gratitud” su “fe fuerte, su bondad paterna y su intensa actividad cultural y eclesial”, realizada en particular al lado de Juan Pablo II y Benedicto XVI como teólogo de la Casa Pontificia.
El purpurado dominico y teólogo emérito de la Casa Pontificia, nació el 25 de abril de 1922 en Carouge, en la provincia de Ginebra, donde en 1944 se licenció en Literatura Clásica.
Al año siguiente entró en la Orden Dominicana y se mudó a Roma hasta 1952, donde realizó los estudios de filosofía y teología. El 2 de julio de 1951 fue ordenado sacerdote y durante años enseñó en la Facultad de Letras de Ginebra, hasta convertirse en responsable de los cursos.
Participó como experto en el Concilio Vaticano II, por tanto cubrió el encargo de consultor del Consejo para el Diálogo con no creyentes, participando en una serie de coloquios: Liubliana, Budapest, Estrasburgo, Moscú.
En 1986 fue nombrado miembro de la Comisión Teológica Internacional, asumiendo, en 1989, la responsabilidad de secretario. En 1990, Juan Pablo II lo nombró Teólogo de la Casa Pontificia. Miembro de numerosas instituciones vaticanas, fue nombrado arzobispo el 7 de octubre de 2003 y consagrado el 20 de octubre. En el consistorio del día siguiente, el Papa Wojtyla lo creó cardenal.
Para leer más sobre el cardenal puede leer esta entrevista con ZENIT





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Jubileo de la Divina Misericordia en Roma
Redaccion | 01/04/16

(ZENIT- Ciudad del Vaticano).- Roma acoge del 31 de marzo hasta el 4 de abril el Congreso Apostólico europeo de la Misericordia. El encuentro aborda la espiritualidad nacida durante el pontificado de san Juan Pablo II, quien instituyó el Domingo de la Divina Misericordia, que este año se celebra el 3 de abril.
Por esta razón, este domingo es el Jubileo de los grupos y movimientos devotos de la espiritualidad de la misericordia que tiene como referencia la experiencia mística de la santa polaca Faustina Kowalska, canonizada por san Juan Pablo II en el año 2000.
Mientras que las celebraciones en el Vaticano por la Fiesta de la Divina Misericordia se desarrollarán en dos momentos concretos: el sábado, 2 de abril, por la tarde, y el domingo por la mañana.
El sábado, a partir de las 18.00, el papa Francisco presidirá en la plaza de San Pedro la vigilia con los devotos de la espiritualidad de la Divina Misericordia. Además, el domingo a las 10.30, también en la plaza, se celebrará la misa presidida por el Pontífice, en ocasión del Jubileo.
Este año, la fecha de la solemnidad, que es el primer domingo después de Pascua, coincide significativamente con la fecha de la primera celebración: 3 de abril de 2005. El domingo de la Divina Misericordia, de hecho, fue instituido por San Juan Pablo II en los últimos meses de su pontificado: el Papa polaco falleció la noche del 2 de abril de 2005, a las 21.37, justo en la víspera de la nueva solemnidad.






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Los obispos de Perú recuerdan que la Iglesia pide “un voto consciente y responsable”
Sergio Mora | 01/04/16

(ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Peruana emitió este miércoles 30 de marzo un comunicado sobre “las recientes declaraciones emitidas por algunos obispos sobre diversos candidatos en este proceso electoral”.
Las elecciones generales de Perú se realizarán el 10 de abril de 2016, y deberán elegir al presidente de la República, dos vicepresidentes de la misma, congresistas y parlamentarios andinos para el período gubernamental 2016-2021. Si ninguno de los candidatos presidenciales obtuviera más del 50 por ciento de los votos válidamente emitidos se realizará una segunda vuelta electoral o balotaje el 5 de junio de 2016.
El arzobispo de la ciudad de Arquipa señaló el 28 de marzo a dos políticos por los cuales no votar: Alfredo Barnechea (Acción Popular) y Verónika Méndoza (Frente Amplio) porque indicó que están a favor del aborto y el matrimonio gay. El obispo emérito de Chimbote, Luis Bambarén, en cambio señaló este miércoles que no votaría por Keiko Fujimori, hija del expresidente actualmente preso.
El comunicado de los obispos en cambio no entra en el mérito de cada partido o político, y sin dar nombres señala que la Iglesia “reconoce el valor de la democracia” y “promueve la libertad de cada persona en el ejercicio de este deber cívico”. Asegura además que la fidelidad al Evangelio hace que “defienda principios y valores irrenunciables como son el respeto de la dignidad humana y de la persona, el reconocimiento de la vida humana como un don de Dios”.
Los obispos recuerdan que ante las diversas propuestas electorales la Iglesia pide “un voto consciente y responsable” y solicita a los candidatos a “trabajar en favor del bien común, respetando la pluralidad política y social”.
Para concluir, los obispos reiteran que al elegir las autoridades es necesario “exigir un plan de gobierno realista; descartar a los postulantes corruptos y a los oportunistas; evaluar las promesas de campaña así como las fuentes de financiación; verificar el compromiso de los candidatos por la defensa integral de la vida y el cuidado de la creación”.
Los obispos concluyen su comunicado con una frase del papa Francisco: “¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela la verdad de la sociedad, el pueblo y la vida de los pobres!”.
La candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, encabeza las preferencias electorales con el 34.6 por ciento, seguida del líder de Peruanos por el Kambio (PPK), Pedro Pablo Kuczynski, con el 15 por ciento; y de Alfredo Barnechea, de Acción Popular, con el 11.3 por ciento, según la última encuesta de CPI.





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Un sacerdote es asesinado en Venezuela
Redaccion | 01/04/16

(ZENIT – Roma).- La diócesis de San Cristóbal en Venezuela llora la muerte de uno de sus sacerdotes, el presbítero Darwin Antonio Zambrano Gámez. Según ha informado la diócesis sus restos fueron encontrados el 31 de marzo en un parque de la ciudad de San Cristóbal, la mañana después de su asesinato.
El cuerpo del sacerdote mostraba señales de violencia y con heridas de arma blanca. Todavía “se desconocen los motivos por los cuales habría sido asesinado”, indican. Asimismo, la diócesis explica que las autoridades competentes están realizando las investigaciones del caso.
Por su parte, tanto el obispo, como los familiares y el presbiterio de la diócesis “esperan que las mismas investigaciones logren aclarar lo ocurrido y se pueda conseguir los responsables de este crimen para ser llevados a la justicia”.
Desde la diócesis también ha asegurado que “los órganos de justicia deben dar los pasos respectivos para conseguir a los culpables y castigarlos según el ordenamiento jurídico vigente en el país”. Sin embargo, imploran “a Dios toque el corazón de los delincuentes y obre en su misericordia la conversión y el perdón por este horrendo pecado”.
El presbítero Darwin Zambrano Gámez, nació el 24 de octubre de 1977 y recibió la ordenación el 05 de julio del año 2010 en la parroquia San Agatón de Palmira. Actualmente estaba como vicario en la parroquia de San José de Bolívar y “se distinguió por su espíritu de servicio, buen sentido del humor y continua alegría”. Las exequias se realizarán en el Cementerio Municipal de San Cristóbal y la misa exequial será en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de la Ermita el sábado 2 de abril a las nueve de la mañana.
Precisamente en el mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre el domingo de Pascua, mencionó la difícil situación que vive esta nación. Recordando que “Dios ha vencido el egoísmo y la muerte con las armas del amor; su Hijo, Jesús, es la puerta de la misericordia, abierta de par en par para todos”, el Pontífice pidió que el mensaje pascual “se proyecte cada vez más sobre el pueblo venezolano, en las difíciles condiciones en las que vive”, así como “sobre los que tienen en sus manos el destino del país, para que se trabaje en pos del bien común, buscando formas de diálogo y colaboración entre todos”. Finalmente, el Santo Padre invitó a “que se promueva en todo lugar la cultura del encuentro, la justicia y el respeto recíproco, lo único que puede asegurar el bienestar espiritual y material de los ciudadanos”.





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San Francisco de Paula – 2 de abril
Isabel Orellana Vilches | 01/04/16

(ZENIT – Madrid).- Cuando nació el 27 de marzo de 1416 en Paula, Cosenza, Italia, sus progenitores Giacomo D’Alessio y Vienna de Fuscaldo tenían una edad respetable. Tras dieciséis años sin descendencia la viabilidad de una paternidad prácticamente se había esfumado para ellos. Habían rogado la mediación de san Francisco de Asís y le atribuyeron esta nueva vida. Por eso, impusieron su nombre al recién nacido. Poco después, ante una grave enfermedad ocular que se le presentó, prometieron al santo que si sanaba vestiría el hábito franciscano, y al verle curado mantuvieron su promesa.
Francisco era un adolescente cuando ingresó en el convento de San Marco Argentano de Cosenza tal como sus padres habían previsto a través de un voto que le comprometía durante un año. En ese tiempo con su ejemplar conducta puso de manifiesto que la inspirada decisión tomada por ellos de vincularlo a la vida religiosa, cuando él no tenía edad de elegir, la compartía plenamente; no era algo impuesto. Joven orante y entregado, acogía con edificante disposición las humildes tareas que le encomendaron, y ya comenzaba a ser agraciado con favores celestiales. Pasado el tiempo inicialmente acordado para su estancia en el convento, dejó a los religiosos. Abandonar el claustro, en su caso, no significaba dar la espalda a una consagración. Latía en el fondo de su corazón un anhelo tal de entrega que todas las opciones que se le ofrecían es como si se le quedaran cortas. Se sentía poderosamente alentado a conquistar más altas cotas.
Sus padres le acompañaron en peregrinación por varios eremitorios de distintos lugares. Roma, Loreto, Montecasino –núcleo emblemático de la vida cenobítica– centros que entonces recorrió, así como otros grupos de anacoretas establecidos en el enclave privilegiado de Monte Luco, a los que también visitó, dan fe del estado de búsqueda que le animaba. Tenía claro lo que perseguía. Por eso no tuvo reparos en exponer su malestar y confusión al ver en una vía romana las ricas vestimentas de un cardenal. Sin contenerse, espetó: «Nuestro Señor no iba de esta manera».
Este viaje no fue en vano. Al regresar a Paula se había decantado por la vida monástica. Sus padres le ayudaban en el camino de discernimiento. Y en 1435, en unos terrenos que pusieron a su disposición a las afueras de la ciudad, inició una vía de oración, penitencia y mortificaciones. Apenas había rebasado la adolescencia y la severa austeridad que caracterizaba su vida comenzó a atraer el interés de otros nuevos aspirantes que se unieron a él. Unos años más tarde, monseñor Pirro Caracciolo, arzobispo de Cosenza, sabedor del núcleo monástico que Francisco había impulsado, les dio su bendición y les dotó de un oratorio. La fama de virtud del santo traspasó los confines de Paula y se hizo notar en todo Nápoles. Enterado Pablo II de la misión que llevaba a cabo no dudó en ayudarle directa e indirectamente, concediendo indulgencias a los que contribuían económicamente para la construcción de la iglesia. El 17 de mayo de 1474 la «Congregación eremítica paolana de San Francisco de Asís» obtuvo la aprobación pontificia. En muchos lugares anhelaban la presencia de estos religiosos y demandaban la apertura de nuevas fundaciones. Los nacientes eremitorios, sustentados por las limosnas, comenzaron a surgir por doquier.
El único deseo de Francisco era cumplir la voluntad de Dios y junto a la oración extremaba sus disciplinas. Por lo demás, no había prebendas para nadie. Fuesen pobres o ricos, nobles o plebeyos, a todos los trataba sin acepción, manteniendo viva la profunda religiosidad y fe de su entorno que cautivó a numerosos peregrinos. Los pobres, en particular, tuvieron en él a un acérrimo partidario de sus causas. Alzando su voz les defendía frente a los poderosos. Fue un gran taumaturgo. Se ocupó de enseñar a quienes acudían pidiendo su amparo que la clave de todo milagro es la fe. Es el único requisito que Cristo exige. Al respecto, se destaca el caso del joven que tenía una llaga abierta en un brazo, herida que no se cerró pese a haber visitado a distintos médicos. Su madre le sugirió ir en busca del santo, quien al verle simplemente le entregó una hierba que segó al paso, y le indicó que se la aplicase después de hervirla. El joven la conocía por tratarse de una especie común que crecía en su entorno. Incrédulo, quiso saber cómo era posible que tal arbusto hiciera el milagro. Francisco respondió: «Es la fe la que hace milagros».
Tantos fueron sus prodigios y tan renombrados que su eco llegó a Francia. Allí se encontraba postrado en su lecho de muerte el rey Luís XI, quien rogó a Sixto IV que le enviase a Francisco. El pontífice, seguramente constreñido por intereses diplomáticos, accedió. Pero aquél se hizo rogar varios meses y solamente partió cuando el papa se lo impuso. No era una situación grata. La clara vocación a la vida austera que abrazaba desde hacía varias décadas se contraponía a la de palacio, pero siempre antepuso el bien ajeno al suyo y se volcó en esa nueva misión. Su presencia no deparó la curación al monarca, pero le reconcilió con Dios y murió aceptando su voluntad. Antes le había encomendado la dirección espiritual de su hijo y sucesor Carlos VIII. Además, las relaciones entre el papado, Francia y los reinos de España, Bohemia y Nápoles salieron beneficiados con el generoso gesto del santo.
Permaneció en el país galo durante veinticinco años, siendo aclamado por todos. Le precedía su fama de hombre penitente y austero. Su estilo de vida eremítico fue seguido por miembros de otras familias religiosas. Benedictinos y franciscanos, entre otros, se unieron a él. Así surgió la Orden de los Mínimos en Calabria, y luego la creación de la Tercera Orden seglar, a la que después se unió la de las monjas. Murió a los 91 años, el 2 de abril de 1507 en la localidad francesa de Plessis-les-Tours. León X lo beatificó el 7 de julio de 1513. Él mismo lo canonizó el 1 de mayo de 1519.