Este pasado fin de semana, en Madrid, ha tenido lugar la celebración anual de la Fiesta por la Vida que, seamos sinceros, en los últimos años ha pasado con más pena que gloria. Digámoslo claro: cualquier otra “concentración” de miles de personas en favor de un tema políticamente correcto hubiera tenido sus minutos de telediario y sus trending topic correspondientes. Es un mal síntoma que, al menos una buena parte, de la opinión publicada olvide un pilar tan fundamental como el derecho a la vida: toda la vida y la vida de todos, desde el inicio en la concepción hasta su fin, con la muerte natural.

Decía Julián Marías, preclaro, que la aceptación social del aborto era, sin excepción, lo más grave que aconteció en el siglo XX. No han mejorado mucho las cosas en estos primeros años del nuevo siglo. Por eso hay que reconocer la heroicidad de quienes, contra viento y políticos, salen a la calle, de forma festiva, vestidos de verde para celebrar la vida y denunciar la cultura de la muerte. Tiene mucho mérito la Plataforma Sí a la Vida, que cuenta con más de 500 asociaciones adheridas, y que sigue al frente para sostener la civilización frente a la barbarie, la memoria y la dignidad frente al olvido.

Pero hay que hacer también autocrítica: hay que volver a gritar ¡Sí a la Vida! todos a una, organizar mejor, comunicar mejor, volver a aglutinar, de verdad, con relevancia e incidencia sociales, a la sociedad civil en torno a la celebración. No nos podemos permitir las taifas, y menos aún cuando nos va la vida en ello.

La organización ha habilitado una cuenta corriente para sufragar gastos, disponible para recibir las aportaciones de quien quiera colaborar económicamente ES26 2100 5525 0122 0010 2365. Además, se ha habilitado un servicio de mensajes de móvil, enviando un SMS con el texto AYUDA (espacio) VIDA al 28099, de este modo 1.20€ serán donados íntegramente a la Plataforma ‘SÍ A LA VIDA’.