Crónica de Roma
Reformas del Papa Francisco

Monseñor Delgado Galindo anuncia que laicos y mujeres tendrán nuevas responsabilidades en la Curia

El subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos explica que la unión de tres dicasterios en uno “no es solo por razones económicas, sino para evangelizar mejor”

Monseñor Miguel Delgado Galindo, subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos del Vaticano, explica a Religión Confidencial cómo será el nuevo Dicasterio dedicado a los laicos, la familia y la vida. Este nuevo organismo sustituirá a los tres anteriores Pontificios Consejos.


El Papa Francisco anunció en octubre de 2015 la creación de un nuevo dicasterio dedicado a los laicos, la familia y la vida. Para explicar la función, así como la composición de este nuevo dicasterio, Religión Confidencial ha entrevistado a monseñor Miguel Delgado Galindo, subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos.

“La creación del nuevo dicasterio forma parte del proceso de reforma de la Curia romana emprendido por el Papa Francisco en 2013. La principal función es la de evangelizar; tratar los temas relativos a la familia cristiana, y todas las cuestiones que se refieren a la promoción de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural”, explica Delgado Galindo.

El subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos ha explicado también que  la unión de estos dos dicasaterios no es meramente por motivos económicos. “Está claro que la fusión de organismos supone optimizar recursos tanto humanos como económicos. Sin embargo, el objetivo principal consiste en racionalizar las actividades, en coordinar mejor las tareas que están relacionadas y, sobre todo, en crear sinergias, para mejorar y aumentar el servicio prestado al Papa que estos organismos conseguirán estando unidos, en lugar del que se obtendría actuando cada uno por separado”.

Incluir a divorciados

Respecto a las competencias específicas y quienes compondrán este organismo, afirma que “serán establecidas por la ley pontificia. Además de contar con algunos eclesiásticos, estará integrado por un gran número de fieles laicos, hombres y mujeres, de los diversos continentes”.

Ante la posibilidad de que también incluyese a divorciados, el presbítero señala que “el nombramiento de los miembros y consultores corresponde al Santo Padre. Actualmente, los miembros del Consejo Pontificio para la Familia son matrimonios que pueden testimoniar el evangelio de la familia, así como la belleza y la alegría de un amor fiel e indisoluble”.

“La Iglesia vive en el tiempo”

 “El hecho de que los fieles laicos sean la gran mayoría de los miembros del pueblo de Dios no es sólo una mera constatación sociológica. Ellos son la Iglesia. Por esta razón, hay que apreciar las posibilidades de su misión evangelizadora. Estos pueden hacer presente a Cristo en aquellos ambientes de la sociedad (la escuela, la universidad, la economía, la política, la ciencia, el arte, el deporte....) donde los sacerdotes, como es lógico, no solemos llegar. Y esto es muy importante tenerlo en cuenta para valorar la tarea de los laicos” sostiene Galindo, miembro de la Prelatura del Opus Dei.

Sobre los posibles motivos de la creación de este nuevo dicasterio y la posibilidad de que el Consejo Pontificio para los Laicos no cumpliese totalmente con lo esperado, monseñor Galindo declara que “se ha dicho, y con razón, que la historia de la Curia romana es la historia de sus reformas. Cualquier institución humana, con el correr de los años necesita modificaciones, pues la Iglesia de Cristo vive en el tiempo; cambian las circunstancias históricas, surgen nuevas necesidades pastorales, etc. Esto requiere de reformas con el fin de cumplir mejor la misión que la Curia romana tiene encomendada al servicio del Papa y de su misión apostólica”.

El beato Papa Pablo VI ya declaró que el Consejo Pontificio para los Laicos había sido  uno de los mejores frutos del Concilio Vaticano II. “En casi cincuenta años de existencia, el trabajo realizado ha sido enorme: Formación de los fieles laicos para que puedan cumplir mejor su tarea; asociaciones internacionales de fieles laicos que han sido reconocidas en estos cinco decenios; promoción de la pastoral juvenil, especialmente a través de la Jornada Mundial de la Juventud, concebida por san Juan Pablo II; impulso de la misión de la mujer,  pastoral del deporte, etc”, declara Galindo.