Servicio diario - 31 de mayo de 2016


 

Beato Juan Bautista Scalabrini – 1 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 31 May, 2016



(ZENIT – Madrid).- Se definió a sí mismo diciendo que era: «uno que se pone de rodillas ante el mundo para implorar como una gracia el permiso de hacerle el bien». Perfecta descripción de este defensor de la «unidad en la verdad». Nació en Fino Mornasco, Como, Italia, el 8 de julio de 1839. Pertenecía a una familia de clase media. Era el tercero de ocho hermanos. El rezo comunitario del rosario, la devoción materna por Cristo crucificado y por María, entre otras, fueron lecciones inolvidables que aprendió en su hogar, aunque en sus hermanos calaron de forma desigual. Uno estuvo a punto de ser encarcelado por temas económicos, y otro tuvo que emigrar perdiendo la vida en la travesía. Los restantes destacaron en la política y en la universidad. Sus hermanas estuvieron cerca de él. Una alumbró a dos sacerdotes, y la benjamina respaldó generosamente sus proyectos y fue artífice de otros. Por su afán en compartir la fe con sus amigos, mientras estudiaba en el Instituto, se veía que estaba abocado a la consagración.
A los 18 años su padre le condujo al seminario. Fue ordenado en 1863 con un expediente impecable, impregnado de su grandeza humana y espiritual. Versado en ciencias modernas, políglota, inquieto e inteligente, cifró su afán evangelizador en el continente asiático. Contaba con la bendición materna que rogó hincándose de rodillas. Pero el prelado le disuadió diciéndole: «Tus Indias están en Italia». Comenzó siendo coadjutor de una modesta parroquia, misión breve porque el obispo pronto le encomendó otras. En 1867 se produjo una epidemia de cólera y por su heroica acción con los damnificados fue galardonado civilmente. Ese mismo año fue designado vicerrector del seminario; sería también su rector. Allí ejerció la docencia.
En esa época tomó contacto con el beato Luigi Guanella, que se ocupaba de los emigrantes, y con dos científicos: Serafino Balestra, admirable por su labor con los sordomudos, y Antonio Stoppani que era, además, escritor. Los tres dejaron su huella en él. Y otro tanto sucedió con Jeremías Bonomelli, entonces arcipreste de Lovere, que sería nombrado obispo. Ambos se influenciaron entre sí compartiendo similares afanes. En 1870 fue nombrado párroco de San Bartolomé. Su quehacer apostólico y formativo era extraordinario. Fundó un jardín de infantes, promovió la obra de San Vicente destinada a niños enfermos y creó un oratorio para jóvenes. Se ocupó de los sordomudos a los que ayudó de manera decisiva aplicando el método fonético de su amigo Balestra. También se implicó activamente en temas socio-laborales teniendo siempre como trasfondo el elemento espiritual. Allí escribió un catecismo para niños y dictó una serie de conferencias sobre el Concilio Vaticano I que no pasaron desapercibidas para Pío IX.
No tenía más que 36 años cuando ocupó la sede episcopal de Piacenza a la que fue elevado en 1876. Durante casi tres décadas actuó como un pastor infatigable, ejemplar. Tenía la agenda repleta con la administración de sacramentos, predicación, asistencia y educación al clero y a su grey. Visitó cinco veces las 365 parroquias de la diócesis a pie o a caballo, ya que aún no había llegado el progreso. Realizó tres sínodos, reformó los estudios eclesiásticos, consagró doscientas iglesias, etc. Y se preocupó por infundir en todos el amor por la comunión frecuente y la Adoración Perpetua. En 1895, junto al padre Giuseppe Marchetti, fundó la congregación de Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón.
Pero su acción más representativa la llevó a cabo con los emigrantes. Conocía perfectamente el drama del éxodo de los que partían de Italia con el ideal americano en sus corazones y la esperanza de una vida mejor. Muchos hallaron frustrados sueños y fe. Viendo el peligro que corrían de perderla, en 1887 instituyó la congregación de los Misioneros de San Carlos (Scalabrinianos), aprobada por León XIII, para darles asistencia religiosa y humana. A él se debe el traslado de santa Francisca Javier Cabrini a América en 1889 para socorrer a niños, huérfanos y enfermos italianos. El beato nunca abandonó a sus emigrantes. Visitó a los que se hallaban en América del Norte y del Sur en dos ocasiones.
Su consigna fue: «Hacerme todo a todos para ganarlos a todos para Cristo». Y ciertamente lo consiguió. Tuvo dilección por los pobres, especialmente los «vergonzosos» (personas que gozaron de gran posición venidos a menos por la crisis), así como por los prisioneros. Fundó un instituto para sordomudos, organizó la asistencia a las obreras del arroz, impulsó la sociedad de mutuo socorro, asociaciones de obreros, cajas rurales y cooperativas. Con sus propios bienes rescató del hambre a millares de campesinos y obreros. Para ello vendió sus caballos, así como el cáliz y la cruz pectoral obsequios de Pío IX. Fue el creador del primer Congreso catequético nacional, y fundador de la primera revista italiana de catequesis. ¿El secreto? Sus numerosas horas de adoración ante el Santísimo Sacramento. Decía que la oración «es la parte más viva, más fuerte, más poderosa del apostolado».
Era un apasionado de la cruz que solía apretar junto a su pecho suplicando: «Haz que me enamore de la cruz», y de María, de la que hablaba con vehemencia en las homilías que pronunciaba. Impulsor de las peregrinaciones a santuarios marianos, donó las joyas de su madre para coronar a la Virgen. A su paso fue dejando el sello de su amor por la Iglesia y el pontífice. Llevaba trazada en sus labios la bendición del perdón. Es memorable y profético el discurso que pronunció en el «Catholic Club» de Nueva York en 1901 sobre la emigración. El 1 de junio de 1905 falleció agotado por tantas fatigas. Antes exclamó: «¡Señor, estoy listo. Vamos!». Juan Pablo II lo beatificó el 9 de noviembre de 1997 denominándolo «mártir de la verdad», aunque ya era mundialmente conocido como el «padre de los Migrantes», y «apóstol del Catecismo», título otorgado por Pío IX. En 1961, alumbradas por su enseñanza, nacieron las Misioneras Seglares Escalabrinianas.



El Papa en Sta. Marta: Quien no vive para servir, no sirve para vivir
Posted by Redaccion on 31 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Si aprendiéramos el servicio e ir al encuentro de los otros, “cómo cambiaría el mundo”. Así lo ha indicado el papa Francisco al concluir la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta. Este martes, el Santo Padre ha dedicado su reflexión a la Virgen, en el último día del mes mariano. Servicio y encuentro hacen experimentar una “alegría” que “llena la vida”.
Así, ha destacado la valentía femenina, capacidad de ir al encuentro de los otros, mano extendida en señal de ayuda, cuidado. Son ideas que el Papa traza del pasaje del Evangelio que narra la visita de María a santa Isabel. Este pasaje –observa– junto a las palabras del profeta Sofonías en la Primera Lectura y de san Pablo en la segunda diseña “una liturgia llena de alegría” que llega como una bocanada de “aire fresco” a “llenar nuestra vida”.
Por eso, el Santo Padre ha advertido lo feo que es ver cristianos “con la cara retorcida”, “tristes”. De este modo ha asegurado que “no son plenamente cristianos”. Y ha añadido que “en esta atmósfera de alegría, que la liturgia de hoy nos da como un regalo” ha querido subrayar dos cosas: una actitud y un hecho.
La actitud sobre la que ha reflexionado es “el servicio”. En esta línea, el Santo Padre ha precisado que el de María es un servicio que se lleva a cabo sin dudar. María fue “deprisa” y esto, ha explicado Francisco, a pesar de que estaba embarazada y corriendo el riesgo de encontrar ladrones en el camino. “Esta chica de dieciséis o diecisiete años, no más, era valiente. Se levanta y va”, ha observado.
Al respecto, el Pontífice ha hablado de la “valentía de mujer”. Las mujeres valientes que hay en la Iglesia son como la Virgen. Así ha precisado que son “estas mujeres que llevan adelante la familia, estas mujeres que llevan adelante la educación de los hijos, que enfrentan tantas adversidades, tanto dolor, que curan los enfermos…”. Valientes: “se alzan y sirven, sirven. El servicio es signo cristiano. Quien no vive para servir, no sirve para vivir. Servicio en la alegría, esta es la actitud que yo quisiera subrayar. Hay alegría y también servicio. Siempre para servir”.
El segundo punto sobre el que se ha detenido el Papa es el encuentro entre María y su prima. “Estas dos mujeres se encuentran y se encuentran con alegría”, ese momento es “todo fiesta”. Por eso, ha advertido de que si nosotros aprendiéramos esto, el servicio de ir al encuentro con los otros, “cuánto cambiaría el mundo”.
Al respecto, el Santo Padre ha observado que el encuentro es otro signo cristiano. “Una persona que se dice cristiana y no es capaz de ir al encuentro de los otros, de encontrar a los otros, no es totalmente cristiana”, ha precisado. Por eso ha recordado que tanto el servicio como el encuentro requieren salir de uno mismo: salir para servir y salir para encontrar, para abrazar a otra persona.
Finalmente, el Papa ha señalado que el Señor está en el servicio, el Señor está en el encuentro”.



Francisco pide defender la dignidad de los presos
Posted by Redaccion on 31 May, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha enviado un mensaje a los participantes del encuentro europeo de los capellanes de las cárceles. La iniciativa, que se celebra en Estrasburgo del 30 de mayo al 1 de junio, lleva por título “radicalización en las cárceles: una visión pastoral”. En la misiva, firmada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, se expresa el aprecio del Pontífice dirigido al Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, a la Comisión Internacional de la Pastoral en las Cárceles y en la Misión Permanente de la Santa Sede por organizar este “importante evento”.
Así, aprovecha la ocasión para asegurar a todos aquellos que están al servicio de las comunidades carcelarias “su solidaridad en la oración” y “su profunda gratitud por sus esfuerzos en el defender la dignidad humana de todos los que se encuentran en la cárcel”.
También de las gracias a los capellanes por asistir a los detenidos en el celebrar el Año Jubilar de la Misericordia fructuosamente. Por eso ha recordado, tal y como se indicó en la Carta con la que se concede la indulgencia plenaria con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, que “en las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, pueda este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir los corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad”.



El cardenal Filoni invita a ‘despertar la conciencia misionera hoy’
Posted by Rocío Lancho García on 31 May, 2016



(ZENIT – Roma).- El cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha explicado que el Espíritu Santo y sus signos de los tiempos nos llaman a superar las diferencias y las separaciones eclesiales, que son artificiales, entre las tierras de misión y los países cristianos, entre las Iglesias que envían misioneros y las Iglesias en tierras de misión que los reciben. La evangelización, tanto en sus fases iniciales de nuevo anuncio, como en sus etapas más avanzadas de pastoral y evangelización ordinaria, es transversal a todas las Iglesias del norte y del sur, del este y del oeste. Lo hizo durante su discurso de apertura ante la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias (OMP), que se inauguró este lunes en Roma, y que este año lleva por tema “Despertar la conciencia de la misión hoy. Las OMP al servicio de las Iglesias jóvenes”.
De este modo, el cardenal Filoni indicó que “las Iglesias jóvenes, a las que las OMP pretenden ofrecer un servicio adecuadamente misionero siempre, representan una fuente imprescindible para despertar la conciencia de la misión en todos los cristianos”.
Este año, la Asamblea General coincide con el centenario de la fundación de una de las cuatro Obras Misionales, la Pontificia Unión Misionera (PUM), establecida por inspiración del Beato Padre Paolo Manna, PIME.
La intuición carismática misionera de la PUM –aseguró el prefecto– sigue siendo válida actualmente y es fuente viva para un replanteamiento y una reforma radical, como era y todavía lo es, de su finalidad intrínseca: todos los fieles, todo el Pueblo de Dios, en virtud del bautismo, son responsables de la misión universal, y de la misión ad gentes de la Iglesia.
Por otro lado señaló que “a las Iglesias de antigua tradición les cuesta tener más pasión e interés por el anuncio del Evangelio en las tierras e Iglesias más allá de sus propias fronteras”. Las Iglesias más jóvenes parecen, a veces, demasiado preocupadas por organizarse administrativamente replegándose sobre sí mismas excesivamente, observó el cardenal Filoni.
Y en esta misma línea indicó que los fieles y los pastores cada vez “tenemos más difícil”, bajo el peso de los retos culturales, económicos y religiosos actuales, “el sentirnos preparados y fuertes para salir a las periferias existenciales y territoriales que van mucho más allá de las clasificaciones habituales sociológicas y económicas”.
Por eso precisó que en esta renovación de la conciencia de la misión, ahora se podría asignar a la PUM una “tarea de educación continua y misionera al servicio de las Iglesias jóvenes en sus más diversas instancias.” Los organismos, asignados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con fines de formación misionera, “podrían servir, de una manera nueva, a la animación misionera de las iglesias de antigua tradición cristiana, gracias a la labor de formación permanente misionera que la PUM , junto con las otras tres Obras Pontificias, de las que es el alma, podría ofrecer a las Iglesias jóvenes”, explicó a los presentes el cardenal Filoni.
Finalmente, el prefecto manifestó su deseo de que “los trabajos de esta Asamblea General sean proficuos” y “sirvan para renovar el compromiso para que podamos despertar la conciencia de la misión hoy, gracias a nuestro servicio como OMP en favor de las jóvenes Iglesias”.


España: La Conferencia Episcopal firma un acuerdo con Transparencia Internacional
Posted by Redaccion on 31 May, 2016



(ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Española (CEE) y Transparencia Internacional España (TIE) han firmado un acuerdo de colaboración entre ambas instituciones. Este acuerdo, que busca lograr una mayor transparencia en el funcionamiento de la CEE, “pone de manifiesto el interés de esta institución en implementar una política que conduzca a este objetivo y haga de ello en eje fundamental de su actividad”, indica la nota difundida por la CEE. TIE realizará el control periódico y el asesoramiento necesario de la CEE para cumplir con los objetivos establecidos por Transparencia Internacional.
El acuerdo ha sido firmado esta mañana por José María Gil Tamayo, secretario general de la CEE, y Jesús Lizcano Álvarez, presidente de Transparencia Internacional España, en la sede de la Conferencia Episcopal. En el acto ha intervenido también Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para asuntos económicos de la CEE.
Transparencia Internacional España (TIE) es una asociación que busca propiciar de forma permanente y continuada el incremento del nivel de información y apertura de las instituciones españolas para el conocimiento de los ciudadanos.
Por el acuerdo firmado hoy, la CEE “se compromete a dotarse de una política de funcionamiento más transparente, acorde con los estándares que rigen en esta materia y a establecer medidas de transparencia y de apertura de datos que faciliten la rendición pública de cuentas de la CEE”.
Impulsar el Portal de Transparencia en todas las diócesis españolas, desarrollar una adaptación del Plan Contable para las entidades religiosas o desarrollar manuales de buenas prácticas que puedan servir en los ámbitos diocesanos, son medidas que serán implementadas progresivamente.
Otras de las medidas recogidas en el Acuerdo –precisa el comunicado de la CEE– están ya implementadas en la actividad de la Conferencia Episcopal. Como por ejemplo, los compromisos de dar a conocer los resultados de las Campañas del IRPF, ofrecer la información económica sobre el destino de los fondos recaudados a través de la Declaración de la Renta o elaborar la Memoria de actividades de la Iglesia en España, someterla a una revisión externa acreditada y difundirla ante la sociedad.
El acuerdo tendrá una vigencia de dos años prorrogables y contará con una comisión de seguimiento formada miembros tanto de la CEE como de TIE.



Colombia: La periodista liberada da gracias a Dios y a la Iglesia
Posted by Redaccion on 31 May, 2016



(ZENIT – Roma).- Cuando la periodista española Salud Hernández Moro fue puesta en libertad, el 27 de mayo, tras su secuestro de una semana, sus primeras palabras fueron de agradecimiento y reconocimiento a la Iglesia católica de Colombia. Tal y como como han informado las agencias de prensa, la Iglesia, junto con la “Defensora del Pueblo”, han sido los mediadores reales en su liberación y en los otros dos periodistas colombianos que fueron secuestrados por los guerrilleros de ELN.
En su cuenta de twitter, la corresponsal en Colombia dio las “gracias de corazón a todos los que rezaron por mí”. Asimismo, mostró su “eterna gratitud a los curas del Catatumbo, a las monjas que hacen una labor social impagable, a la Defensoría del pueblo de Ocaña…”. También agradeció a toda la gente que “mandó mensajes solidarios” y “a Dios, el que más hizo. Tuve una suerte increíble. Otros pasaron meses y años, y muchos no regresaron. gracias, gracias, gracias”.
La Iglesia –señala la agencia Fides– se ha convertido en un punto de referencia en las zonas de conflicto, sobre todo por la confianza de la que goza entre este grupo guerrillero. El ELN de hecho, había pedido que se entregase la periodista secuestrada, al párroco de San Calixto y al párroco de la Catedral de Santa Ana, en Ocaña, que han estado acompañados por los oficiales de la institución “Defensora del Pueblo” (grupo de defensa de los derechos de los ciudadanos ante el estado) y por el obispo de Tibú, monseñor Omar Sánchez.
La intervención del obispo de la diócesis de Ocaña, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, que anunció personalmente la liberación de la periodista, “ha sido un factor determinante de todos los contactos con el ELN y con los militares para alcanzar la fase de la liberación”.
Por su parte, el sábado, el presidente Juan Manuel Santos celebró la liberación de los tres retenidos y anunció un plan de inversión en bienestar social, económico y de seguridad para esa región considerada una de las más pobres y conflictivas del país.
Colombia vive un conflicto armado de más de medio siglo, que ha involucrado a guerrillas, paramilitares, grupos narcotraficantes y fuerzas del Estado. Este conflicto ha dejado ya 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados.
El cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, al conocer la noticia del secuestro recordó que “todo secuestro es un crimen que atenta contra la dignidad de la persona humana”. “Nunca se justifica un secuestro, menos ahora cuando en Colombia estamos creciendo en la conciencia que debemos renunciar definitivamente a todos los medios violentos y tratar de construir juntos la paz”, afirmó el purpurado. Y por eso hizo un llamamiento urgente a este grupo insurgente para que libere a todos los secuestrados y se sienten a negociar con el Gobierno.


Irak: cristianos y musulmanes en oración delante de María
Posted by Redaccion on 31 May, 2016



(ZENIT – Roma).- La coincidencia del Jubileo de la Misericordia y del Ramadán da “una oportunidad para corregir las percepciones” recíprocas entre cristianismo e islam, como también de “elegir un camino que lleve a la paz, a la reconciliación” y a la “edificación de una confianza recíproca”.
Así lo afirmó el patriarca caldeo de Bagdad, Louis Raphael Sako, en ocasión de la vigilia de oración interreligiosa, celebrada este lunes por la tarde en la iglesia Reina del Rosario, en la capital iraquí, en la conclusión del mes mariano.
En su mensaje publicado en la agencia Asia News, el patriarca envía a los líderes religiosos a difundir una “cultura de la tolerancia” y reforzar “los valores de la pertenencia a la nación” alejándose de “cualquier forma de extremismo”.
En presencia de cristianos, sunitas, chiítas y yazidíes, así como de algunos representantes diplomáticos –ausentes por motivos de seguridad todos los oficiales de Gobierno– el patriarca Sako recitó himnos y salmos, seguido de una oración universal.
También los dos líderes musulmanes subrayaron la importancia de la reconciliación y de la paz “para reforzar la coexistencia”. En Irak, añadieron, hay necesidad de un “cambio de mentalidad”.
Al finalizar la ceremonia, cada uno de los líderes religiosos encendieron una “vela de la paz” dejándola a los pies de la estatua de la Virgen.