Servicio diario - 03 de junio de 2016


 

Francisco: ‘El corazón del sacerdote no privatiza ni tiempos ni espacios’
Posted by Sergio Mora on 3 June, 2016



(ZENIT- Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco celebró este viernes la santa misa delante de la basílica de San Pedro, con motivo del Jubileo de los Sacerdotes y de los seminaristas. La fecha coincide también con la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, instituida hace 160 años por el beato Pío IX.
A los más de seis mil sacerdotes que participaron del jubileo y que se encontraban reunidos en la explanada, como a los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro, el Papa les indicó el perfil del verdadero pastor de almas.
O sea el de una persona que incluye y se alegra, que se da a su grey “con todo su ser”, no al 50 por ciento o al 60 por ciento, porque es un pastor y no un ‘inspector’, ni un ‘contador del espíritu’. Es un ministro de la comunión que celebra y vive, que no se espera ni saludos ni felicitaciones, pero quien ofrece primero la mano, rechazando las habladurías, juicios y venenos”.
Pero también un padre que ‘con paciencia’ escucha los problemas de la gente, perdona ‘no reprende a quien abandona o pierde el rumbo’, y que por el contrario está ‘inquieto hasta que no encuentra a la oveja perdida, a la cual busca fuera de los horarios de trabajo ‘y sin asustarse por los riesgos’.
La orientación dada por el Santo Padre parte de la pregunta: “¿Hacia dónde está orientado mi corazón?”, inquietud que asegura, es “una interrogación fundamental de nuestra vida sacerdotal” que los sacerdotes “tenemos que plantearnos varias veces cada día, cada semana”.
Porque en medio de las tantas actividades y frentes, como la catequesis, liturgia, caridad, empeños pastorales y administrativos, se corre el riesgo de perder el norte y no entender qué tesoro debe buscar nuestro corazón. Entretanto, reconoce el Pontífice, este corazón va entrenado, para que “pueda arder de la caridad de Jesús el Buen Pastor”, con tres acciones: buscar, incluir, alegrarse.
Buscar a la oveja pedida, “fuera de los lugares del rebaño y de los horarios de trabajo, sin hacerse pagar los extras”. Y una vez que la encuentra la carga en la espalda y regresa contento. El corazón del sacerdote “no privatiza ni tiempos ni espacios” y advierte: “¡Hay de los pastores que privatizan!”. Por ello pide tenerlas puertas abiertas, pero aún más, salir afuera para buscar a quien no quiere entrar.
Por ello, un pastor incluye. Como Cristo, ninguna de sus ovejas le es desconocida. Su rebaño es su familia y su vida. “No es un jefe temido por las ovejas, pero el pastor que camina con ellas y las llama por nombre. Con mirada amorosa y corazón de padre recibe, incluye y cuando tiene que corregir lo hace para acercar, no desprecia a nadie, pero está dispuesto a ensuciarse las manos por todos”.
Por lo tanto, asegura el Santo Padre, el buen sacerdote es un pastor que tiene la alegría que “nace del perdón, de la vida que retorna, del hijo que respira nuevamente el aire de casa”. Motivos que le llevan normalmente a no tener tristeza, o solo pasajera, y la dureza le es ajena porque es pastor de acuerdo con el Corazón de Dios”.
Francisco concluyó su homilía dando un gracias, “por vuestro sí a donar la vida unidos a Jesús” y “por los tantos ‘sí’ escondidos de todos los días, que solamente el Señor conoce”.


Inicia hoy en el Vaticano la cumbre de jueces contra la trata de personas
Posted by Sergio Mora on 3 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Una cumbre de jueces contra la trata de personas y el crimen organizado, en la que participan unos 100 expositores del mundo y veedores de 30 países, inicia hoy en el Vaticano y concluye mañana sábado. Organizada por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, se desarrollará en su sede, la Casina Pío IV y tendrá un encuentro con el papa Francisco.
El canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias, Mons. Marcelo Sánchez Sorondo señalo que “el deseo del Papa Francisco es empoderar a los jueces para que tomen cabal conciencia de su insustituible misión frente a los desafíos de la globalización de la indiferencia” de manera que respondan “a este llamado de la sociedad independientemente de la presión de los gobiernos, de las instituciones privadas y, naturalmente, del crimen organizado”.
Las cifras que maneja la Academia Pontificia son “40 millones de personas que sufren nuevas formas de esclavitud y trata de personas, ya sea en las figuras de trabajo forzado, prostitución, venta de órganos o narcotráfico”. A lo que se suma como consecuencia de las guerras, del terrorismo y del cambio climático, “60 millones de desplazados y 130 millones de refugiados que son el caldo de cultivo de los traficantes”.
Son los jueces quienes “están llamados a tomar plena conciencia de este desafío”, señala Mons. Sánchez Sorondo, y para ello es necesario “compartir sus experiencias”, así como “saber de los jueces cómo encaran el problema de la trata sexual, del trabajo esclavo, de la venta de órganos, del narcotráfico y del crimen organizado”.
Además de entender en profundidad “cómo los sistemas judiciales podrían incorporar mejor nuestros valores humanitarios; y cómo la formación de capacidades podría hacer que los jueces, además de condenar a los responsables, pongan más atención en las necesidades de las víctimas”.
El programa prevé que cada juez exponga en breves minutos un caso concreto que debido juzgar y compartir su visión de las necesidades futuras en el propio campo.
“También sería importante –señala en canciller– que los presidentes de las Cortes o los abogados que hayan reflexionado sobre este tema tracen un panorama general”. La cumbre concluirá con un llamado común a la acción de la Justicia.


‘El video del Papa’ pide solidaridad en las urbes, hacia ancianos, marginados y enfermos
Posted by Redaccion on 3 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Este jueves, en concomitancia con las predicaciones que el papa Francisco quiso hacer personalmente a los participantes del Jubileo de los Sacerdotes, fue publicado ‘El video del Papa’, el sexto del año, con las intenciones del Santo Padre para el mes de junio.
En el video de poco más de un minuto y medio, el Pontífice invita a crear ocasiones de encuentro y solidaridad en las grandes ciudades, en particular con los ancianos, marginados y enfermos.
El Papa inicia el video recordando: “En las ciudades es frecuente el abandono de ancianos y enfermos. ¿Podemos ignorarlo?”. Y añade que “nuestras ciudades deberían caracterizarse sobre todo por la solidaridad, que no consiste unicamente en dar al necesitado, sino en ser responsables los unos de los otros y generar una cultura del encuentro”.
En el video, se ve a unos jóvenes que tocan música por la calle y que ven a anciano ‘sin techo’, así ponen su sombrero al lado del mendigo y se ponen a interpretar. Además de las monedas que los transeúntes depositan, le hacen sentir a este anciano el cariño de quienes le ayudan.
El Papa concluye preguntando: “¿Me acompañas en mi petición?, para que los ancianos, marginados y las personas solitarias encuentren, incluso en las grandes ciudades, oportunidades de encuentro y solidaridad”. Queda así plasmado en el video, la intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre.
En cambio la intención evangelizadora del mes de junio es: ”Para que los seminaristas y los novicios y novicias tengan formadores que vivan la alegría del Evangelio y les preparen con sabiduría para su misión”.
Ver el video en Youtube


Concluye hoy la convención internacional de los laicos de Regnum Christi
Posted by Sergio Mora on 3 June, 2016



(ZENIT – Roma).- La convención Internacional de los seglares de Regnum Christi, concluyó este viernes en Roma, con una misa en el Centro de estudios superiores de los Legionarios de Cristo, celebrada por el director general de la congregación, el padre Eduardo Robles-Gil.
La finalidad de la convención internacional que ha durado una semana ha sido profundizar la manera en que los seglares están llamados a encarnar y vivir el carisma del Regnum Christi, así como a participar en el gobierno de la misión común.
Regnum Christi, inició en el año 2010 un proceso de renovación profundo de la mano de la Iglesia, en el que están participando todos sus miembros y que esta semana da un paso más. La convención de laicos propondrá así en su conclusión, recomendaciones al director general sobre cómo plasmar en los futuros estatutos el modo en que quieren vivir este carisma.
Los integrantes de la convención pudieron estar en la audiencia pontificia del miércoles. Y mientras se desarrollaba la convención, muchos sacerdotes de la congregación participaron del Jubileo de los Sacerdotes que concluyó hoy en la fecha del Sagrado Corazón de Jesús, con la misa del papa Francisco en la plaza de San Pedro.
“En la plenaria y en equipos se han trabajado los números del Documento de trabajo referentes a la vida y estructura del Regnum Christi. A primera hora, la misa; y a última, la adoración Eucarística han aportado fuerza espiritual al discernimiento de los delegados en este día, que ha sido de los que sorprenden, de los que necesitan varias rondas, y de los que seguirán dando fruto” señalaron el jueves los participantes, en la web dedicada a la convención de los laicos.
A la Convención participó también el asistente pontificio Gianfranco Ghirlanda, SJ. que asesora en el proceso de renovación, mientas que el Cardenal Velasio De Paolis, presidió la misa del miércoles por la tarde, y el secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Mons. Rodríguez Carballo la eucaristía del martes.
La Convención que está compuesta por 80 participantes de 16 países, con una media de edad de 42 años: de ellos 64 son seglares elegidos por votación en sus respectivas Convenciones Territoriales, con voz y voto; y 16 son participantes de las ramas consagradas del Regnum Christi –legionarios de Cristo, consagradas y laicos consagrados– que tienen voz pero no voto.
El movimiento Regnum Christi actualmente está formado por aproximadamente 24 mil miembros, de los cuales 21.500 son seglares, 1.650 Legionarios de Cristo (datos de 31 de diciembre de 2015), 593 consagradas y 68 laicos consagrados. En el mundo, el Regnum Christi cuenta con 14 universidades en las que se forman 34 mil alumnos, 128 colegios con 67 mil alumnos, y 37 colegios Mano Amiga para niños de zonas marginadas, con 19 mil alumnos.


Brasil: temen que “el sistema único de educación” se vuelva una dictadura
Posted by Redaccion on 3 June, 2016



(ZENIT – Roma).- La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados en Brasilia, convocó un Seminario sobre el tema de la Base nacional curricular común (Bncc). Uno de los conferencistas fue el sacerdote y profesor de teología moral, Eduardo de Oliveira e Silva, a quien el coordinador de ZENIT en Brasil, Thacio Siqueira pudo entrevistar.
El sacerdote expresó su preocupación visto que “ni las mayores dictaduras de Brasil pensaron en esta idea”, ya que el Sistema Único de Educación eliminaría totalmente la libertad que tienen las escuelas de elegir sus programas de estudio y daría al Ministerio de Educación y Cultura la capacidad de imponer cualquier ideología a los niños brasileños.
El padre José Eduardo señala que la idea partió de una enmienda constitucional en el 2009, que se refería al presupuesto de Educación y que acabó siendo un Caballo de Troya. El primer problema es que la ley enuncia este Sistema Nacional de Educación pero no lo define y por ello es necesario, asegura, interpretarlo de acuerdo a la Constitución federal del país.
Además precisa que en el pasado ya se presentaron propuestas para que en el país haya un sistema único de educación y la más importante acabó rechazada en agosto de 1989. Si bien, precisa que históricamente ya en la época del presidente Getulio Vargas había un proyecto que cayó junto a la dictadura militar.
El profesor de teología moral reconoce que existe la posibilidad de un auténtico sistema de educación única, basado en el artículo 211 de la Constitución, que indica que el país, los estados o provincias, municipios y otros entes, puedan organizarse en un sistema de colaboración con sus sistemas de enseñanza.
Añadió que las bases curriculares ya existen, comunes para las escuelas de enseñanza media, pero que con la idea de “sistema único” de educación ahora se están creando bases curriculares demasiado detalladas.
Y el peligro es que tomen sentido ideológico, al punto que la primera versión de las Bncc eran claramente de inspiración marxista, mientras la segunda fue más diluida. Pero lo peor, asegura el profesor, es que una vez que se implante el sistema, el gobierno de turno podrá imponer la ideología que quiera.
La solución, indica el entrevistado, es trabajar para obtener no una Bncc detallada, sino con orientaciones generales que garanticen la gradual autonomía de los sistemas de enseñanza y que se respete la autonomía de estos.


San Francisco Caracciolo – 4 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 3 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- La rúbrica de sus cartas era: «Francisco, el pecador», un gesto que revela su humildad y sentimiento de indigencia. La vida le puso contra las cuerdas en el alborear de una juventud que traía consigo esa multitud de sueños que pueblan una mente desnuda de compromisos, y donde lo insospechado, en particular lo que causa sufrimiento, se presupone lejos de uno mismo. Determinadas vivencias instintivamente se atribuyen a personas que tienen cierta edad, una frontera que en esos años se antoja remota. Caracciolo supo responder a Dios; aprovechó su dolorosa experiencia para unirse a Él.
Nació en Villa Santa María, Italia, el 13 de octubre de 1563. Era el segundo de los cinco hijos de un prócer y creyente matrimonio. Le pusieron el nombre de Ascanio. Recibió una esmerada educación, como procedía a su alcurnia, que junto a su inteligencia dio buenos frutos. Fue alumno aventajado en letras y retórica; compuso discursos y dominó la lengua latina a los 9 años. Luego se convirtió en un joven atractivo y desenvuelto, con notable ingenio, al que le agradaban las fiestas y los deportes. No obstante, tenía gran devoción a la Eucaristía y a la Virgen; diariamente rezaba el rosario y ayunaba los sábados. Pero estos signos de piedad no estaban vinculados a una vocación que ni siquiera se planteaba. Eran prácticas frecuentes que realizaban otros muchos jóvenes coetáneos.
Hizo la milicia y orientó su formación al comercio y a la política. Pero no contaba con dos circunstancias que se le presentaron determinando el rumbo de su vida. El primer umbral fue la enfermedad. A los 20 años contrajo la lepra. Y además del drama de ver terriblemente impregnada su piel, sufrió el abandono de sus amigos que se alejaron por temor al contagio. Aislado en una habitación por elemental prudencia, tenía el consuelo de poder oír la misa a través de una ventana que daba a la capilla familiar. Cuando el ser humano yace vencido por la debilidad, contemplando su frágil condición que le hace ser tan vulnerable, la vida discurre ante sus ojos como en un segundo. ¿Qué hacer con los proyectos?, ¿qué sentido tienen tantas banalidades de la existencia? Incluso, aunque no lo fueran, ¿cómo sofocar el sentimiento de eternidad que brota de lo más hondo de uno mismo, ese afán que pugna por abrirse paso desde el recóndito lugar en el que yace? El santo tuvo ocasión de meditar en todo ello, de identificar sus hondas emociones.
Hallándose envuelto por la angustia de la soledad y el miedo a la muerte elevó sus ojos al cielo y prometió a Dios: «Si me curas de esta enfermedad, dedicaré mi vida al sacerdocio y al apostolado». Sanó de forma súbita, y se encaminó a Nápoles. Con la idea fija de ser sacerdote visitaba las iglesias menos frecuentadas en las que podía orar con mayor recogimiento. Fue ordenado en 1587 y al año siguiente se inscribió en la cofradía de los Bianchi, los Blancos, una congregación que prestaba asistencia a los presos, muchos de ellos condenados a galeras y otros que iban a ser ajusticiados.
Por esa época llegó a Nápoles un genovés, Juan Antonio Adorno, a quien san Luís Beltrán le profetizó en Valencia que sería fundador. Y este segundo hito para Ascanio fue la casualidad en forma de Providencia. Cuando el genovés se ordenó, se inscribió también en la cofradía de los Blancos entablando amistad con el abad de Santa María la Mayor, Fabricio Caracciolo, que era pariente de Ascanio. Compartiendo ambos similares ideales determinaron escribir a un tercer familiar de éste, que casualmente se llamaba también Ascanio. El emisario que llevaba la carta se la entregó a nuestro santo, quien viendo en la equivocación el dedo de Dios entendió que debía unirse a ellos. Los tres permanecieron cuarenta días en la abadía de los padres camaldulenses y redactaron los estatutos de la fundación de los «Clérigos menores».
Al profesar en 1589 Ascanio tomó el nombre de Francisco, en honor al Poverello. Añadieron un cuarto voto por el que renunciaban a admitir dignidades eclesiásticas. Pensando fundar España, Adorno y él se entrevistaron con Felipe II, que les negó su apoyo, hasta que en otro momento por intercesión del papa Clemente VIII, que aplacó al rey, Ascanio fundó en Valladolid y en Alcalá. Vuelto a Roma puso en marcha nuevas fundaciones, como luego hizo en Nápoles. En este entramado de acciones apostólicas sufrió persecución y fue objeto de murmuraciones, calumnias e incomprensiones fruto de la rivalidad y otras pasiones ajenas que se cebaron en su persona. Acogió de buen grado las contrariedades, cumpliendo la voluntad divina con perfecta humildad. Su espíritu de penitencia, los ayunos y extremas mortificaciones a las que se sometió convirtieron a muchos. Y Dios lo bendijo con éxtasis que en ocasiones le sobrevenían simplemente con mirar al Crucificado o tener pensamientos elevados sobre la Virgen. Estas experiencias llenaban sus ojos de lágrimas. Hablaba con tanta unción de la misericordia divina que la gente lo denominaba «el predicador del amor de Dios». Su fama de santidad le precedía. La gente solía postrarse ante él rogando su bendición.
A la muerte de Adorno, fue designado superior general de la Orden. Como tal mantuvo inalterable la trayectoria comunitaria que había signado su vida compartiendo con los demás las tareas domésticas, además de pedir limosna para socorrer a los desvalidos. Al final presentó su renuncia al gobierno para dedicarse a la oración, y eligió como morada el hueco de la escalera. Felipe Neri le propuso abrir una fundación en Agnone. Emprendió esta empresa gozoso porque en el itinerario se hallaba el santuario de la Virgen de Loreto donde se detuvo. Pudo orar esa noche, pero al día siguiente, 4 de junio de 1608, se le presentó un cuadro febril, y nada se pudo hacer más que administrarle los sacramentos. Le urgía tanto partir que sus últimas palabras fueron: «Vamos, vamos al cielo». Clemente XIV lo beatificó el 4 de junio de 1769. Pío VII lo canonizó el 24 de mayo de 1807.