Servicio diario - 10 de junio de 2016


 

Chile: una iglesia de la capital es atacada por un grupo de encapuchados
Posted by Redaccion on 10 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Un grupo de encapuchados perpetró un ataque a una iglesia de Santiago, en medio de una manifestación estudiantil. Se trata de uno de los episodios más violentos que dejó este jueves la protesta, que reunió a unas 150 mil personas, según sus organizadores.
El templo saqueado fue la iglesia de la Gratitud Nacional, ubicada en la Alameda, la principal avenida de la capital chilena. Los asaltantes entraron por la fuerza en la iglesia y destruyeron varios objetos, además de robar artículos religiosos, entre ellos un gran crucifijo, destrozado después en la calle.
El vicario de la zona centro del arzobispado de Santiago, Marek Burzawa, anunció que solicitó una reunión de emergencia con el intendente Claudio Orrego: “No es primera vez que atacan una iglesia en el centro de Santiago. La violencia no conduce a ninguna parte, nos duele muchísimo que ataquen los símbolos de nuestra creencia, los símbolos de nuestra fe”. Asimismo aseguró que “como Iglesia estamos de acuerdo con las manifestaciones pacíficas, pero la violencia no es el camino adecuado”, indica una nota publicada por la Conferencia Episcopal.
El padre Galvarino Jofré, director de Salesianos Alameda, acentuó la poca protección de la iglesia frente a este tipo de hechos: “Esperamos que haya mayor resguardo y ojalá que estas manifestaciones no tengan el mismo punto de llegada. Estamos estudiando acciones legales”.
Horas después del ataque, el ministro del Interior, Mario Fernández, llegó a la iglesia para supervisar los destrozos y expresar su solidaridad. De este modo, afirmó que “acá se han tomado las medidas, la Intendencia va a interponer una querella, porque estos son indicios muy preocupantes y el Gobierno no va a eludirlos”.
Por su parte, monseñor Fernando Ramos, obispo auxiliar de Santiago, agradeció el gesto de la visita de la autoridad y subrayó que la “convivencia democrática se basa en el respeto mutuo. Nuestras iglesias están abiertas, son lugares de culto para venir a alabar a Dios y no queremos encerrarnos, para que aquellos que quieren con la violencia atemorizar a los chilenos, tengan un éxito que no merecen”.
Los salesianos realizarán como acto de desagravio a la profanación del templo de la Gratitud Nacional, una eucaristía presidida por el presidente de la Conferencia Episcopal, arzobispo de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, el sábado 11 de junio a las 18:00 hrs., en el mismo templo.


El Papa en Sta. Marta: El cristiano debe estar ‘de pie’, ‘en silencio’ y ‘en salida
Posted by Redaccion on 10 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha asegurado que la vida del cristiano se puede resumir en tres actitudes: estar “de pie” para acoger a Dios, en paciente “silencio” para escuchar la voz, “en salida” para anunciarlo a otros. Así lo ha indicado en la homilía de este viernes en la misa celebrada en Santa Marta.
Además, ha advertido de que puedes ser un pecador arrepentido que ha decidido comenzar de nuevo con Dios o también un pre elegido que ha consagrado la vida a Él. En cualquier caso “te puede asaltar el miedo de no conseguirlo, puedes entrar en un estado de depresión cuando la fe se vuelve borrosa”. Así, el Papa ha evocado la situación del hijo pródigo, deprimido mientras mira hambriento a los cerdos, pero sobre todo se ha concentrado en el personaje de la liturgia del día, el profeta Elías.
Un “vencedor” que “ha luchado mucho por la fe”, ha derrotado a cientos de idólatras en el Monte Carmelo, ha recordado el Santo Padre. Y cuando está bajo un árbol esperando morir, Dios no le deja en ese estado de postración, sino que le envía un ángel con un imperativo: levántate, come, sal.
Al respecto, el papa Francisco ha indicado que “para encontrar a Dios es necesario volver a la situación en la cual el hombre estaba en el momento de la creación: de pie y en camino”. Así es como nos ha creado Dios: a su altura, a su imagen y semejanza y en camino.
Salir, escuchar a Dios. “¿Cómo puedo encontrar al Señor para estar seguro de que es Él?”, se ha preguntado el Pontífice. El pasaje del Libro de los Reyes es elocuente. Así, el Santo Padre ha recordado que Elías es enviado por el ángel a salir de la cueva del Monte Horeb donde ha encontrado refugio para estar en la “presencia” de Dios.
Sin embargo, para inducirle a salir no sirve ni el viento “poderoso y fuerte” que divide las rocas, ni el terremoto que le sigue, y tampoco el fuego sucesivo, ha precisado Francisco. Al respecto ha observado que tanto alboroto, tanta majestuosidad, tanto movimiento y el Señor no estaba allí. Y después del fuego, llega el susurro de una brisa ligera, “el hilo de un silencio sonoro”. Allí estaba el Señor, ha asegurado Francisco. “Para encontrar al Señor, es necesario entrar en nosotros mismos y escuchar ese ‘hilo de un silencio sonoro’ y Él que nos habla allí”, ha añadido.
A continuación, el Santo Padre ha observado que la tercera petición del ángel a Elías es: “sal”. En esta línea, ha especificado que el profeta es enviado a volver sobre sus pasos, hacia el desierto, porque le es confiado un encargo para cumplir. Así, ha subrayado el Papa, se toma el estímulo para “estar en camino, no cerrado, no dentro de nuestro egoísmo de nuestra comodidad” sino “valientes” en el “llevar a los otros el mensaje del Señor”, es decir de ir en “misión”.
El Santo Padre ha asegurado que “debemos siempre buscar al Señor” porque todos sabemos “cómo son los momentos difíciles”. Y aquí es el Señor el que “viene, nos restaura con el pan y con su fuerza y nos dice: ‘levántate y ve adelante’”.
Finalmente, el papa Francisco ha asegurado que para encontrar al Señor debemos estar así: en pie y en camino. Después, “esperar a que Él nos hable: corazón abierto”. Y Él nos dirá: ‘soy yo’ y allí la fe se hará fuerte. La fe –ha concluido– no es para mí, es para ir y darla a los otros, para ungir a los otros, para la misión.


Francisco pide un ecumenismo que promueva una misión común de evangelización y servicio
Posted by Rocío Lancho García on 10 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco considera que se necesita urgentemente un ecumenismo que, junto con el esfuerzo teológico que busca recomponer las disputas doctrinales entre los cristianos, promueva una misión común de evangelización y de servicio. Así lo ha manifestado esta mañana en el encuentro que ha tenido con una delegación de la dirección de la Comunión Mundial de las Iglesias Reformadas.
Del mismo modo ha observado que hay muchas iniciativas y buena colaboración en diferentes lugares. Pero “todos podemos hacer mucho más juntos para dar un testimonio vivo a todo el que pida razón de nuestra esperanza”: transmitir el amor misericordioso de nuestro Padre, que hemos recibido gratuitamente y estamos llamados a dar generosamente.
El encuentro de hoy –ha asegurado el Papa en su discurso– es un paso más en el camino que caracteriza el movimiento ecuménico. Tal y como ha recordado, han pasado diez años desde que una delegación de la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas visitó al papa Benedicto XVI. En este tiempo, la histórica unificación del Consejo Ecuménico Reformado y de la Alianza Mundial de las Iglesias Reformadas, que tuvo lugar en 2010, “ha sido un ejemplo tangible de progreso hacia la meta de la unidad de los cristianos” y, para muchos, “un estímulo en el camino ecuménico”, ha observado el Pontífice.
Asimismo, ha asegurado a los presentes que “debemos dar gracias a Dios” ante todo por el redescubrimiento de nuestra fraternidad que “tiene su raíz en el reconocimiento del único Bautismo y en la consiguiente exigencia de que Dios sea glorificado en su obra”.
Por eso, ha asegurado que “católicos y reformados pueden promover un crecimiento mutuo en esta comunión espiritual, para servir mejor al Señor”. En esta misma línea, el Pontífice ha subrayado que la reciente conclusión de la cuarta fase del diálogo teológico entre la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas y el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, con el tema ‘La justificación y la sacramentalidad: la comunidad cristiana como artesana de justicia’, representa “un motivo especial de agradecimiento”. Y ha manifestado su alegría al ver que el informe final destaca con claridad “el vínculo inseparable entre la justificación y la justicia”. Al respecto, Francisco ha recordado que nuestra fe en Jesús “nos impulsa a vivir la caridad mediante gestos concretos”, capaces de incidir “en nuestro estilo de vida”, “en las relaciones” y “en la realidad que nos rodea”. Sobre la base del acuerdo acerca de la doctrina de la justificación, el Papa ha asegurado que hay muchos campos en que reformados y católicos pueden trabajar juntos para testimoniar el amor misericordioso de Dios, “verdadero antídoto frente al sentido de desorientación y a la indiferencia que nos circundan”.
Reconociendo que hoy se experimenta a menudo una ‘desertificación espiritual’, el Santo Padre ha indicado que, especialmente allí donde se vive como si Dios no existiera, nuestras comunidades cristianas “están llamadas a ser cántaros que apagan la sed con la esperanza, presencias capaces de inspirar fraternidad, encuentro, solidaridad, amor genuino y desinteresado”, “han de acoger y avivar la gracia de Dios, para no encerrarse en sí mismos y abrirse a la misión”.
En esta línea, el Santo Padre ha reconocido que no se puede comunicar la fe viviéndola “de manera aislada” o “en grupos cerrados y separados”, en una especie de falsa autonomía y de inmanentismo comunitario. Así no se da respuesta –ha añadido– a la sed de Dios que nos interroga y que está presente también en tantas formas nuevas de religiosidad.
Para concluir el encuentro, ha deseado que este “encontrarnos” sirva de ánimo a todas las comunidades reformadas y católicas para seguir trabajando juntos en la transmisión de la alegría del Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo.


El Papa eleva a fiesta la celebración de María Magdalena
Posted by Redaccion on 10 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La celebración de María Magdalena, hoy de memoria obligatoria el 22 de julio, ha sido elevada en el Calendario Romano General al grado de fiesta. Por deseo expreso del papa Francisco, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado un nuevo decreto para establecerlo.
La decisión –explica monseñor Arthur Roche, secretario del Dicasterio– se enmarca en el actual contexto eclesial, que pide reflexionar más profundamente sobre la dignidad de la mujer, la nueva evangelización y la grandeza del misterio de la misericordia divina.
También señala que santa María Magdalena, primer testigo que vio al Resucitado y primera mensajera que anunció a los apóstoles la resurrección del Señor, es un ejemplo de verdadera y auténtica evangelizadora, es decir, una evangelizadora que anuncia el alegre mensaje central de la Pascua.
Por otro lado, especifica que el santo padre Francisco ha tomado esta decisión precisamente en el contexto del Jubileo de la Misericordia para demostrar la relevancia de esta mujer que mostró un gran amor a Cristo y fue tan amada por Él.


Circenses de todo el mundo se reúnen en Roma para su Jubileo
Posted by Redaccion on 10 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Profesionales del espectáculo ambulante y popular, circenses, feriantes, bandas de música, artistas y pintores callejeros de todo el mundo llegarán a Roma la semana que viene para celebrar su jubileo. Se espera la presencia de unos 6 mil participantes procedentes de Europa (Francia, Alemania, Italia, Holanda, Rumanía, España, Suiza, Ucrania y Hungría), América (Argentina, Canadá, Chile, Perú y Estados Unidos de América) y de África (Kenia).
La organización del evento está promovida por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, en colaboración con la Fundación “Migrantes” de la Conferencia Episcopal Italiana; la Oficina “Migrantes” de la diócesis de Roma y otras asociaciones.
Las celebraciones comenzarán el miércoles 15 de junio, por la tarde, con la llegada de peregrinos y artistas a la plaza de Santa María en Trastevere. Y en la basílica celebrarán la misa presidida por el cardenal Antonio Maria Vegliò, presidente del Pontificio Consejo para Migrantes e Itinerantes. Después de la celebración eucarística se celebrará fiesta con espectáculos y música en la plaza hasta las 23.00.
El jueves por la mañana, los peregrinos partirán en procesión por Vía de la Conciliación hasta llegar a la plaza de San Pedro, y desde allí entrarán al Aula Pablo VI. Hasta la llegada del papa Francisco, prevista a las 11.45, tendrán un tiempo de entretenimiento artístico llamado “Esperando al Santo Padre”. Tras el encuentro con el Pontífice, pasarán por la Puerta Santa para la celebración del Jubileo de la Misericordia.
Hasta las 16.00 están previstas exhibiciones en la plaza de San Pedro



La Santa Sede retoma el acuerdo con la auditoría PwC
Posted by Rocío Lancho García on 10 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La Santa Sede y la sociedad PricewaterhouseCoopers (PwC) han retomado el acuerdo que habían suspendido para continuar colaborando juntos. Lo ha anunciado hoy el padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, indicando que la relación con la auditoría es un conjunto de servicios, no solamente un control de los balances. El acuerdo incluye también servicios de formación, asesoramiento y consulta.
El pasado 26 de abril, el Vaticano suspendió el contrato con la auditoría financiera, a la vez que aclaraba que la decisión no tenía nada que ver con un intento de bloquear las reformas en curso. De este modo, se explicó que la medida se adoptaba porque en el curso de su trabajo, “han surgido elementos que afectan al significado y al alcance de algunas cláusulas del contrato y su modalidad de ejecución”. Por ello, se indicaba que “dichos elementos serán sometidos a las necesarias profundizaciones”.
Ahora indican que tales elementos han sido sometidos a las necesarias profundizaciones “en una atmósfera de serena colaboración”, resolviendo las cuestiones que habían surgido. En particular –ha explicado el padre Lombardi– se ha reconocido que por ley la tarea de la revisión contable es encomendada a la Oficina del Revisor General (URG por sus siglas en italiano), como sucede por regla en cualquier estado soberano.
Dado que en conformidad a la normativa vigente esta responsabilidad institucional es competencia del URG, PwC “desarrollará un rol de asistencia y estará a disposición de los dicasterios que quieren servirse de su ayuda o asesoramiento”.
Por otro lado, el portavoz vaticano ha indicado que el camino hacia una correcta y apropiada implementación de los International Public Sector Accounting Standards (IPSAS) es normalmente complejo y largo. Para ello se requiere una serie de elecciones legislativas y la adopción de procedimiento contable-administrativo, actualmente en vía de elaboración.
Asimismo se ha anunciado que la Santa Sede, “teniendo en cuenta el aprecio por la actividad ya realizada por PwC”, han suscrito un nuevo acuerdo que, en coherencia con el cuadro institucional, prevé “una colaboración más amplia” de la auditoría y susceptible de ser adaptada a las exigencias de la Santa Sede.
Finalmente, el comunicado publicado hoy indica que con este acuerdo se pretende “consentir a todos los entes de la Santa Sede participar más activamente en el recorrido de las reformas”. Con esta iniciativa la Santa Sede se servirá también en el futuro próximo de la colaboración de PwC. “El compromiso para una revisión económica-financiera de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano ha sido, y permanece prioritario”, asegura el padre Lombardi.
La Santa Sede anunció el pasado 5 de diciembre que había encargado a esta auditoría internacional actuar como revisor externo en sus cuentas financieras y trabajar en estrecha colaboración con la Secretaría para la Economía del Vaticano.
“El Consejo de Economía, continuando con la implementación de nuevos criterios y prácticas de gestión financiera en línea con las normas internacionales, ha dado un nuevo paso importante durante esta semana, otorgando un nuevo encargo a una empresa auditora, que se encuentra entre las más importantes a nivel internacional”, explicó la Santa Sede en ese momento.
El papa Francisco creó el Consejo de Economía el 24 de febrero de 2014 para “evaluar las directivas y gestiones concretas y analizar los informes sobre las actividades económico-administrativas de la Santa Sede”. El Consejo está formado por 15 miembros, de los cuales ocho son cardenales u obispos.


El Consejo Ecuménico de México: ‘Debilitar a la familia no favorece a la sociedad’
Posted by Redaccion on 10 June, 2016



(ZENIT – Roma).- Las Iglesias congregadas en el Consejo Ecuménico de México han manifestado su convicción de que “no es lo mismo un matrimonio que se establece entre un hombre y una mujer, que la unión entre dos personas del mismo sexo”. Asimismo precisan que “la convivencia como pareja entre personas del mismo sexo basada en el afecto, es objeto de reconocimiento y aceptación social creciente, y se deben encontrar formas legales para proteger sus derechos sin vulnerar la naturaleza de la familia”.
De este modo dan respuesta en el comunicado publicado esta semana, a las iniciativas de ley enviadas por el Presidente de la República al Congreso para permitir que las uniones maritales entre personas del mismo sexo sean reconocidas como “matrimonios igualitarios”.
El Consejo Ecuménico de México reitera su respeto a todas las personas sin distinción de creencia religiosa o identidad sexual, defendiendo al matrimonio y a la familia como base de la sociedad. Del mismo modo no creen que “debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio, sea algo que favorezca a la sociedad”. A este punto, precisan que “la diferencia y la reciprocidad natural entre el hombre y la mujer es el fundamento antropológico de la familia, es una verdad de la naturaleza humana de todos los tiempos y de todas las culturas”.
Por otro lado, en el comunicado señalan la inconveniencia de “llamar matrimonio a las uniones homosexuales y precisan que “la remoción de toda discriminación por razón de la orientación sexual no requiere la inserción del nuevo modelo de pareja en la institución matrimonial”. Además, observan que “las discriminaciones que se puedan dar en el tejido social no se evitan mediante la configuración legal de un matrimonio que dé cabida a dos realidades diferentes”.
Por ello, advierten de que la reforma “trasciende al cambio normativo para incidir en uno de los pilares de nuestra cultura jurídica y en la mentalidad social, términos como “marido” y “mujer” van a ir perdiendo su sentido”.
El Consejo Ecuménico recuerda que todos tenemos derechos y obligaciones, y debemos ser respetados en nuestra forma de ser y actuar, siempre y cuando “no perjudiquemos el bienestar de nuestros semejantes”. Sabemos que –concluye el comunicado– debemos anunciar lo que es propio de nuestra fe, procurando que la dignidad de la persona y de la familia sean siempre aseguradas, y al mismo tiempo denunciar todo aquello que perjudique a las personas, a las instituciones del matrimonio y de la familia, y finalmente a la sociedad.
El Consejo Ecuménico está formado por la Arquidiócesis Primada de México, Diócesis en México de la Iglesia Ortodoxa en América OCA, Eparquía Greco Melquita de Nuestra Señora del Paraíso en México, Eparquía Maronita de Nuestra Señora de los Mártires del Líbano, Iglesia Católica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquia en México, Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Iglesia Evangélica Misionera del Pacto Misión DF, Iglesia Ortodoxa Griega en México, Sínodo Luterano de México.


Médicos de Venezuela piden a la Iglesia intervenir ante la crisis de medicamentos
Posted by Redaccion on 10 June, 2016



(ZENIT – Roma).- La crisis que afecta en Venezuela al Hospital Central de Maracay por la falta de suministros médicos y material quirúrgico, ha obligado a los especialistas de este centro médico, el principal del estado de Aragua, a solicitar expresamente la intervención de la Iglesia católica. Por esta razón, los médicos han preparado una petición para al papa Francisco y para el obispo de la diócesis de Maracay, monseñor Rafael Ramón Conde Alfonzo, solicitando su intervención. La misiva ha sido entregada al obispo durante una reunión en la sede de la diócesis que se celebró este miércoles.
Según la información publicada por la agencia Fides, el Dr. Martín Graterol, traumatólogo, ha hecho de portavoz explicando que a través de sus cartas quieren “expresar sus sentimientos y deseos de ver que el Santo Padre y monseñor Conde intercedan en favor de los pacientes”, para “permitir lo más rápidamente posible y con la ayuda de Dios, que se solucione el grave problema de la falta de suministros médicos que tenemos en los hospitales”.
Por su parte, monseñor Conde, al recibir las cartas, destacó que existe una “iniciativa de los venezolanos en el mundo dispuestos a iniciar una campaña de recogida de medicamentos para hacerlos llegar a la patria”. Sin embargo advirtió de que el problema se resolvería pronto si el gobierno nacional permitiese que estos fármacos entrasen en el país, “ya que hasta ahora el obstáculo ha sido la prohibición del gobierno a aceptar la ayuda exterior”.
Asimismo definió la situación como “muy desagradable”, y recordó que la organización internacional de Cáritas “quiere actuar como un instrumento de mediación, para que los recursos necesarios lleguen al país y sean distribuidos de manera uniforme en función de las necesidades y bajo un control efectivo”.
Confiamos en que el corazón de los gobernantes –concluyó el obispo de Maracay– no sea tan duro como para mantener la prohibición de la entrada de las ayudas que nos ofrecen.


Santa María Rosa Molas y Vallvé – 11 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 10 June, 2016



(ZENIT – Madrid).- Pablo VI sintetizó lo que dio de sí la vida de esta santa mujer para tantos desvalidos, reconociendo en ella la sabiduría divina que latía en su excelsa acción caritativa. Fue, según sus palabras, «maestra de humanidad, que vivió el desafío humanizante de la civilización del amor». A su vez, Juan Pablo II concretó su labor diciendo que: «consolaba sosteniendo la esperanza de los pobres, defendiendo su vida y sus derechos, curando heridas del cuerpo y del alma; consolaba luchando por la justicia, construyendo la paz, promoviendo a la mujer; consolaba con humildad, con mansedumbre, con bondad y misericordia; consolaba con la libertad de los hijos de Dios que nada temen».
Nació en Reus, Tarragona, España, el 24 de marzo de 1815 en la transición del Jueves al Viernes Santo, un hecho destacado por su biógrafo que vio en ello un signo anticipatorio de lo que sería su devenir. Sus padres eran catalanes, aunque el cabeza de familia tenía ascendencia andaluza; se ganaban la vida como artesanos. A su lado forjó su carácter enérgico, tenaz, sensible, intuitivo y generoso; no le pasaba desapercibido el sufrimiento de quienes le rodeaban. La primera comunión marcó el inicio de una vida espiritual que iría madurando progresivamente al punto de exclamar: «Quien llega a probar cuán dulce es Dios no puede dejar de caminar en su presencia».
A los 16 años decidió ser religiosa. Su padre, creyente comprometido, no supo ver el alcance de su petición y le negó el permiso. La santa esperó una década. Transcurrido ese tiempo dio el paso definitivo, aunque tuvo que dejar su hogar a escondidas. Llegó al hospital de Reus dirigido por la «Corporación de Caridad» y se integró en ella. Y caridad ofreció a raudales, dando inequívoco testimonio de fe, poniéndose de parte de los débiles. Esta mujer valerosa, casi emulando a la heroína Agustina de Aragón, cuando en junio de 1844 cayeron las bombas sobre Reus no dudó en atravesar la línea de fuego junto a otras hermanas y presentarse ante el general Zurbano pidiéndole clemencia para la población, demanda que le fue concedida. Cinco años más tarde el ayuntamiento de Tortosa pensó en la idoneidad de las religiosas para gestionar la Casa de Misericordia que atravesaba un momento delicado. La atendieron cuatro, encabezadas por María Teresa. Ésta nuevamente brilló por su admirable labor y celo hacia los desvalidos, almas fragmentadas sin cobijo y con numerosas carencias.
Antes de hallarse en posesión de la titulación de magisterio, que obtuvo en 1852, dirigió una escuela pública de niñas. Siguiendo la indicación de sus superiores, cursó estudios en secreto. Cuando el hecho se hizo público, recayeron sobre ella las sanciones pertinentes que culminaron con su separación del centro escolar. Paciente y generosa, no se quejó, no albergó resentimiento alguno, ni quedó afectada por las numerosas críticas y ataques que recibió. Puso su experiencia al servicio de los demás dando lugar a la apertura de un lazareto. En 1852, siendo ya profesional acreditada, dirigió el hospital de la Santa Cruz. Caridad y justicia fueron parejas en su vida. Se negó a jurar ante la máxima autoridad local presupuestos atentatorios contra la Iglesia. Con bravura defendió a las madres lactantes y a los discriminados en sus trabajos. No se arredró cuando tuvo que enfrentarse a un médico que pretendía utilizar monstruosamente la ciencia para experimentos quirúrgicos con niños abandonados por sus padres; se expresó con tanta contundencia que logró impedir este grave e inmoral desatino.
Desde ese año de 1852 fue madurando una idea que ponía a los pies de Cristo. La corporación a la que pertenecía no estaba bajo autoridad eclesial; era un asunto que había tratado con la superiora sin hallar eco. El hecho le inquietaba porque quería vivir al abrigo de la Iglesia, y no veía que estuviera haciéndolo. Entonces comenzó una etapa de discernimiento que llevó a su oración. Después de realizar diversas consultas, y aunque le costó mucho la decisión, se separó de las hermanas de Reus. El 14 de marzo de 1857 surgía la fundación de la nueva congregación. En esa fecha pidió la admisión de las trece hermanas integrantes «bajo la obediencia y dirección de la autoridad eclesiástica diocesana». En noviembre del año siguiente, una vez que fueron autorizadas, tomaron el nombre de Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación. Y así culminaba otro paso más de la vida de esta santa mujer enamorada de Dios.
Ese «Esposo dulce», a quien tiernamente denominaba también «dulzura mía», en numerosas ocasiones se «ocultó», y caminaba envuelta en la bruma de la aridez, como le ha sucedido a tantos seguidores de Cristo. La oscuridad y «silencio de Dios» fue un acicate para vivir la humildad, el olvido de sí y la abnegación heroica por amor a Él y al prójimo, sentimientos que sintetizó diciendo a sus hermanas: «Todo sea para gloria de Dios. Todo para bien de los hermanos. Nada para nosotras». Tenía claro que aquello que se ofrece generosamente revierte en bendiciones sobre uno mismo. Es decir, que el sujeto de cualquier acción caritativa es el primero que percibe su riqueza. Esta convicción la transmitía a sus hijas: «El misericordioso se hace bien a sí mismo». Experimentaba la fortaleza y el poder que Dios otorga a quienes le siguen con sincero corazón.
La conciencia de pequeñez estaba viva dentro de sí, pero sabía que por encima de ella predomina la voluntad de Dios que ha elegido actuar a través de sus débiles hijos. Por eso decía a sus hijas, con la certeza que proviene de la fe, que pese a ser insignificantes todas podían ser «instrumentos de su misericordia». Murió el 11 de junio de 1876 después de solicitar permiso de su confesor, diciéndole: «¡Déjeme marchar!». Pablo VI la beatificó el 8 de mayo de 1977. Juan Pablo II la canonizó el 11 de diciembre de 1988.