Servicio diario - 19 de junio de 2016


 

En el ángelus Francisco señala: ‘Estamos de la parte de los refugiados’
Posted by Sergio Mora on 19 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano – 19 Jun, 12,50).- El santo padre padre Francisco después de rezar este domingo la oración del ángelus ante miles de fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, recordó que mañana lunes es la Jornada Mundial del Refugiado, promovida por las Naciones Unidas (ONU).
Señaló también que este año la Jornada lleva como lema: ‘Con los refugiados. Nosotros estamos de la parte de quien está obligado a huir’.
El Pontífice quiso señalar que los refugiados “son personas como todos nosotros, pero a quienes la guerra les quitó la casa, el trabajo, los parientes y amigos”. Y que “sus historias y sus rostros nos llaman a renovar el empeño para construir la paz en la justicia”. Por eso dijo Francisco “queremos estar con ellos: encontrarlos, recibirlos, escucharlos, para volvernos juntos artesanos de paz, según la voluntad de Dios”.
El continente europeo enfrenta la peor crisis de desplazados desde la II guerra mundial, quienes podrían llegar al millón al final del presente año. La Organización Mundial de las Migraciones calculó que este año han muerto unas 2.600 personas en el intento de cruzar el Mediterráneo. Baste pensar que en Siria quienes han huido de la guerra son 4,8 millones de personas además de los 6,6 millones los desplazados dentro del país.
Beatificación de María Celeste Crostarosa
De otro lado, el Santo Padre señaló también que que ayer sábado fue beatificada en la ciudad italiana de Foggia, la monja María Celeste Crostarosa, fundadora del Orden del Santísimo Redentor. Y deseó que “la nueva beata, con su ejemplo y su intercesión nos ayude a conformar toda nuestra vida a la de Jesús, nuestro Salvador”.
La misa de beatificación fue celebrada por el prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, representante del papa Francisco.
En Creta el Concilio Pan-ortodoxo
El santo padre recordó también que en la solemnidad de Pentecostés de acuerdo al calendario Juliano que sigue la Iglesia Ortodoxa, inició hoy en Creta con la Divina Liturgia, el Concilio Pan-ortodoxo. “Unámonos a la oración de nuestros hermanos ortodoxos, invocando el Espíritu Santo, para que asista con sus dones a los patriarcas, a los arzobispos y a los obispos que están reunidos en Concilio”. Y rezó junto con los presentes un Ave María por esta intención.


El Papa en el Ángelus: ‘El mundo más que nunca necesita de Cristo’
Posted by Redaccion on 19 June, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano – 19 Jun. 12,30).- El papa Francisco rezó este domingo la oración del ángelus desde la ventana de su estudio, ante miles de fieles y peregrinos que llenaban la Plaza de San Pedro en una hermosa jornada de primavera europea.
« Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
El párrafo del Evangelio de este domingo, (Lc 9,18-24) nos llama una vez más a confrontarnos por así decir, cara a cara, con Jesús. En uno de los raros momentos de tranquilidad, cuando se encontraba con sus discípulos, Él les pide a ellos: ‘¿Las multitudes, quien dicen que yo sea?’. Y ellos responden: ‘Juan Bautista; otros dicen Elías; otros, uno de los antiguos profetas que ha resucitado’.
Por lo tanto la gente tenía estima de Jesús y lo consideraba un gran profeta, pero no tenían aún la conciencia de su verdadera identidad, o sea que Él era el Mesías, el Hijo de Dios enviado por el Padre para la salvación de todos.
Jesús entonces se dirige directamente a los apóstoles –porque es esto lo que más le interesa– y les pregunta: ‘Pero ustedes quien dicen que soy?’.
Inmediatamente, en el nombre de todos, Pedro responde: ‘El Cristo de Dios’. Vale a decir: Tú eres el Mesías, el consagrado de Dios, enviado por Él a salvar a su pueblo según la Alianza y la promesa. Así Jesús se da cuenta que los doce, en particular Pedro, han recibido del Padre el don de la fe; y por ello inicia a hablarles abiertamente de lo que le espera en Jerusalén: ‘El Hijo del hombre –dice– tiene que sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y de los escribas, ser asesinado y resucitar el tercer día’.
Estas mismas preguntas se proponen nuevamente a cada uno de nosotros: “¿Quién es Jesús para la gente de nuestro tiempo? ¿Quién es Jesús para cada uno de nosotros?”. ¿Para mi, para ti, para ti, para ti…?. ¿Quién es Jesús para cada uno de nosotros?
Estamos llamados a hacer dea respuesta de Pedro nuestra respuesta, profesando con alegría que Jesús es el Hijo del Dios, la Palabra eterna del Padre que se ha hecho hombre para redimir a la humanidad, volcando sobre ella la abundancia de la misericordia divina.
El mundo más que nunca necesita de Cristo, de su salvación, de su amor misericordioso. Muchas personas advierten un vacío en torno a sí y dentro de sí, quizás algunas veces también nosotros; otras viven en la inquietud y en la inseguridad debido a la precariedad y de los conflictos. Todos necesitamos respuestas adecuadas a nuestras interrogaciones existenciales. En Cristo, solamente en Él es posible encontrar la verdadera paz y el cumplimiento de cada aspiración humana. Jesús conoce el corazón del hombre como ningún otro. Por ello lo puede sanar, dándole vida y consolación.
Después de haber concluido el diálogo con los apóstoles, Jesús se dirige a todos diciendo: ‘Si alguien quiere venir detrás de mi, renuncie a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga’.
No se trata de una cruz ornamental o ideológica, pero es la cruz del propio deber, del sacrificarse en favor de los otros con amor, de los padres, los hijos, la familia, los amigos y también los enemigos. La cruz de la disponibilidad de ser solidarios con los pobres, a empeñarse por la justicia y la paz.
Al asumir estas actitudes, no tenemos nunca que olvidarnos que ‘Quien pierde la propia vida por Cristo la salvará.
Es un perder para ganar. Y acordémonos de nuestros hermanos que aún hoy ponen en práctica estas palabras de Jesús, ofreciendo su tiempo, su trabajo, su fatiga e incluso su vida para no renegar su fe en Cristo.
Jesús mediante el Espíritu Santo, nos da la fuerza de ir adelante en el camino de la fe y del testimonio. Y en este camino siempre está cerca de nosotros la Virgen: dejemos que Ella nos tome de la mano, cuando atravesamos los momentos oscuros y difíciles».
El Papa concluyó con la oración del ángelus y a continuación dirigió otras palabras


Argentina: 220 mil participan el sábado a la misa del Congreso Eucarístico
Posted by Pilar Paz on 19 June, 2016



(ZENIT – San Miguel de Tucumán, 18 jun).- Unos 220 mil fieles participaron hoy sábado en la santa misa celebrada en el Hipódromo de Tucumán en el tercer día del Congreso Eucarístico Nacional (CEN) que se está realizando en la ciudad de San Miguel de Tucumán y que concluye el domingo 19. La misma fue presidida por el Primado de la Argentina, el Cardenal Mario Aurelio Poli.
Llegaron además al predio central del CEN diversas imágenes de la Virgen María, según las diversas advocaciones marianas, como la imagen de la Virgen del Valle de Catamarca, patrona del noroeste argentino, luego de haber permanecido en las parroquias de la localidad de Yerba Buena, donde se llevó a cabo una vigilia.
También la imagen peregrina de Nuestra Señora del Milagro, patrona de la vecina provincia de Salta se detuvo en su camino en distintas localidades donde los fieles le rindieron culto.
Llegaron así peregrinando otras imágenes de María: la Virgen Puntana de San Luis, Nuestra Señora de Rugby de Francia, Nuestra Sra. del Rosario de Río Blanco y Paypaya de Jujuy, la Virgen de la Candelaria de Salta y la Virgen de la Merced. También diversas imágenes que representan al Señor Jesús, como la Cruz de Matará, el Señor de los Milagros de Salta, y el Señor de Mailín de Santiago del Estero.
Cientos de fieles emocionados recorrieron las calles céntricas para venerar las sagradas imágenes, saludando con pañuelos y banderas, y pidiendo por la paz del mundo y la unión de la Argentina. Todas fueron en dirección a la Ciudad Eucarística.
Mientras tanto en la Ciudad Eucarística continuaron realizándose las diferentes actividades. Miles de jóvenes estuvieron presentes, algunos como congresistas inscriptos dentro del Espacio Jóven, y otros como voluntarios colaborando en distintas áreas de la organización. También estuvieron presentes muchos jóvenes de la provincia que no quisieron perderse el CEN.
Durante la mañana se realizó un encuentro con consagrados en la “casita” de Tucumán. Encargado de la disertación, el sacerdote Ángel Rossi, Presbítero de la Orden de los Frailes Menores, reflexionó sobre la importancia de asumir un compromiso con nuestra patria, con nuestros hermanos, y refiriéndose a los consagrados, el compromiso de su entrega de amor a Dios.
Por su parte el cardenal Ré, tuvo un encuentro con miles de niños de las catequesis, colegios, infancia y adolescencia misionera, movimientos católicos scouts y otros pequeños acompañados por sus padres. “Esta es la primera vez de los Congresos Eucarísticos que participan no sólo los grandes más también los niños. Ustedes son el porvenir de la Argentina, el futuro, la esperanza de la Argentina. Por eso su presencia aquí es muy importante”, exclamó el purpurado.
El cardenal también visitó la cárcel de mujeres en Banda del Río Sali, en un encuentro muy emotivo entre las reclusas y el cardenal, durante el cual algunas de ellas compartieron sus testimonios de vida y su vivencia dentro del penal.
De otro lado, en la Quinta Agronómica se llevó a cabo la Conferencia del Área de Pastoral Social y Laicos denominada: ‘La conversión ecológica – ecología integral’ haciendo foco en la encíclica Laudato si’, y tuvo como disertante a monseñor Jorge Lugones, de Lomas de Zamora.
En cambio, en la facultad de Ciencias Exactas se realizaron dos conferencias: Discernir, acompañar e integrar las fragilidades. Los divorciados y separados en nueva unión. Y presentó su pastoral el equipo Hacer crecer; y Creatividad pastoral y misericordia en el acompañamiento y preparación de los novios, a cargo del Pbro. Gustavo Artica, de la Comisión episcopal de laicos y familia (CEA).
El viernes, en cambio, durante el segundo día del CEN, los congresistas en los distintos centros temáticos abordaron los tremas de la familia, la pastoral social y laicos, misioneros, espiritualidad y pastoral de la adoración eucarística, liturgia, educación, etc.
Poco después el cardenal Re habló en la capilla del Colegio Sagrado Corazón a los 450 seminaristas que participan del CEN, luego de haber saludado a las imágenes del Señor del Milagro, que venía de Salta y el Señor de Mailín de Santiago del Estero.
En su mensaje a los seminaristas el delegado papal comenzó diciendo: “Veo que sois muchos y eso me alegra mucho”. Luego recalcó la importancia de los años de seminario e hizo referencia a los doce que él pasó en el de su diócesis. “El seminario es como los tres años que los apóstoles han pasado con Jesús. El primer seminario ha sido aquel” expresó. Al respecto añadió que los apóstoles estaban siempre con Jesús y aprendían de Él. “En el seminario tienen que aprender a ser más amigos de Dios”, agregó.
Mientras tanto en la Ciudad Eucarística los peregrinos pudieron participar de las distintas actividades tales como “El Camino de Emaús”, o la Expo Biblia donde chicos del grupo “Apóstoles de Lourdes” representaron a diferentes personajes del Antiguo y Nuevo Testamento, los santos niños, etc. Las diversas congregaciones y movimientos religiosos estuvieron también presentes, cada uno con su stand.
La santa misa del viernes fue presidida por monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe y concelebrada por el cardenal Giovanni Battista Re, delegado papal para el Congreso y por otros obispos y sacerdotes. Y el día concluyó con el Vía Crucis de la Reconciliación a cargo de los jóvenes.
Monseñor Jacinto Bergmann, arzobispo brasileño representante de Conferencia Episcopal de su país comentó: “Estoy muy impresionado con la fe del pueblo católico de Argentina, la presencia tan numerosa de tantos fieles católicos, hace percibir que la fe está viva, fe y vida deben estar muy relacionadas porque con eso le damos valor a nuestra vida”.
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El Papa pide dar testimonio con el martirio de la honestidad
Posted by Sergio Mora on 19 June, 2016



(ZENIT – Roma, 18 Jun. 19:00).- El papa Francisco visitó este sábado por la tarde Villa Nazaret, una estructura de la Iglesia que nació en 1946, gracias a Mons. Tardini, que apenas terminada la II Guerra Mundial, la destinó a los niños huérfanos o sin recursos pero con talento, capaces de aprovechar una adecuada instrucción. Hoy en día en cambio, hospeda a jóvenes que estudian en universidades y que contrariamente no lograrían seguir sus carreras.
Villa Nazaret, en Roma, a poca distancia del Policlínico Gemelli, desde 1986 está a cargo del cardenal Achille Silvestrini, hoy con 93 años y en silla de ruedas, quien le dirigió un emotivo saludo al Santo Padre.
El Pontífice fue recibido por niños y una vez en la capilla de la institución tuvo un encuentro con algunos jóvenes universitarios, y después de la lectura del Evangelio que narraba la parábola del buen samaritano, explicó la misma, relacionándola con el trabajo que se realiza allí y centrándose en la frase ‘¿Quién es mi prójimo?’. E invitó sin miedo a no tener miedo de equivocarse o de ensuciarse las manos al ayudar al prójimo.
A la salida de la capilla una multitud de personas que trabajan en Villa Nazaret le recibieron calurosamente, el vicepresidente de la casa, Mons. Claudio María Celli, le agradeció y señaló que la imagen del buen samaritano podrá ser ahora puesta como símbolo de esta obra.
A continuación varias personas de la institución le hicieron siete preguntas. Una estudiante de medicina le interrogó cómo salir de la inmovilidad, a lo que el Papa indicó que es necesario poder dar el testimonio, incluso de recibir una bofetada.
Señaló que cuando estamos en la vida relativamente tranquilos está la tentación de la parálisis, de no arriesgar, de quedarnos quietos. En cambio es necesario acercarse a los problemas y salir de si mismo. “Es muy triste ver vidas estacionadas” dijo, a “personas que parecen más momias que seres vivientes”.
Un joven estudiante de medicina le preguntó sobre el testimonio de los mártires. Francisco evocó la tragedia de muchas comunidades esparcidas por el mundo y de su testimonio. Si bien precisó: “No me gusta y quiero decirlo claramente, no me gusta cuando se habla de genocidio de los cristianos en Oriente Medio, es un reducir”. La verdad es que se trata de “una persecución que lleva a los cristianos a la fidelidad y coherencia de la propia fe y el martirio es un misterio de la Fe”.
Y recordó a aquellos “cristianos coptos, hoy santos canonizados por la Iglesia copta, degoyados en las playas de Liba, todos murieron diciendo Jesús ayúdame“. Ellos “no eran doctores de teología, pero doctores de coherencia cristiana, testimonios de la fe”.
Y si bien precisó, que el martirio es lo máximo, no es el único modo de dar testimonio de Jesús. Porque está el martirio de todos los días, de la honestidad, de la paciencia, de la educación de los hijos, de la fidelidad al amor, cuando es más fácil tomar otra calle más escondida, como “el paraíso de los sobornos”, con dinero sucio. Allí está el testimonio, el martirio.
El Papa señaló también que existe “el martirio del silencio delante de la tentación de las habladurías, que son como la bomba de un terrorista, no de un kamikaze porque este al menos tiene el coraje de morir, en cambio el otro se esconde”. Entretanto, ¿si nosotros somos hombres martirizados tenemos que tener cara larga? “No, está la alegría de la palabra Jesús, como los de la playa de Libia”, dijo.
Y añadió que “se necesita coraje y el coraje es un don del Espíritu Santo”. El cristiano es un hombre débil, pero cuando peca es capaz de reconciliarse con su propia debilidad. No como el fariseo que se pavoneaba.


Francisco: la celebración del matrimonio exige la madurez de los novios
Posted by Sergio Mora on 19 June, 2016



(ZENIT – Roma, 17 Jun).- En la apertura del Congreso diocesano de Roma, que se realizó este jueves en la basílica pontificia de San Juan de Letrán, el papa Francisco respondió a algunas preguntas, y en una señaló que la actual cultura de lo provisional afecta tanto al compromiso sacerdotal como al del matrimonio.
“Por ello –consideró el Santo Padre– una parte de nuestros matrimonios sacramentales son nulos, porque ellos, los esposos dicen: “Sí para toda la vida”, pero no saben lo que están diciendo, porque tienen otra cultura”, no tienen “conciencia”.
El Papa recordó que una vez en Buenos Aires, una señora “me reprendió: ‘ustedes los sacerdotes son listos, porque para ser sacerdote estudian ocho años. Después, si las cosas no van, el sacerdote encuentra una joven que le gusta… y al final le dan permiso para casarse y hacer una familia. En cambio a nosotros los laicos, que tenemos que mantener el sacramento para toda la vida, e indisoluble, nos dan cuatro conferencias y esto es para toda la vida’. Para mí uno de los problemas es la preparación al matrimonio” concluyó el Papa.
Otro tema, aseguró Francisco, es que el matrimonio está muy relacionado con el tema social. Y recordó que habló por teléfono en Italia con un joven que se casaba:
-‘Me ha dicho tu mamá que te casarás el próximo mes’, ‘
– sí, sí, sí,’,
-‘¿pero dónde lo harán?’;
– ‘no lo sabemos porque estamos buscando una iglesia que se adapte al vestido de mi novia y después debemos hacer tantas cosas, los regalos y un restaurante que no esté lejos”.
Y recordó que cuando era obispo de Buenos Aires, había prohibido los llamados “matrimonios de apuro”. Esto no se debe hacer porque no son libres, dijo. Y añadió que es mejor esperar, pues “he visto parejas que después de dos o tres años se han casado y yo los he visto entrar a la iglesia: papá, mamá, con el niño de la mano, pero sabían bien lo que hacían”.
“La crisis del matrimonio es porque no saben qué es el sacramento, la belleza del sacramento. No se sabe que es indisoluble, no se sabe que es para toda la vida”.
Recordó también que en los cursos matrimoniales, la primera pregunta que los párrocos hacían era: “¿Cuántos de ustedes conviven?”, y la mayoría levantaba la mano”. Y no se resuelve indicándoles que se casen enseguida en la Iglesia, sino que hay que acompañarlos y hacerles madurar, en la fidelidad.
Porque la preparación al matrimonio “muchas veces es un camino de conversión”. Hay jóvenes, aseguró el Papa, que mantienen la pureza, un amor grande y saben lo que hacen, pero son pocos. “Es necesario acompañarlos hasta que estén maduros y entonces allí se hace el sacramento”.


Beata Margarita Ebner – 20 de junio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 19 June, 2016




(ZENIT – Madrid).- Cuando la enfermedad alcanza ciertas cotas impidiendo llevar el ritmo de las personas sanas es frecuente dudar de la posibilidad de realizar algo por los demás que merezca la pena, tanto humana como espiritualmente. Si las lesiones se producen en el contexto de una vida austera, tal exigencia añadida requiere un esfuerzo suplementario. Sin embargo, cualquier santo o beato, aún en el caso de verse acechado íntimamente por estos temores, los despeja con su comportamiento cotidiano. Ellos han cosechado infinidad de frutos con la oración, ofrendando lo que poseían, con especial acento en su propia debilidad e indigencia. Nunca dejaron pasar de largo este fértil activo que la vida puso en sus manos, como hizo Margarita, primera beatificada por Juan Pablo II.
Pertenecía a una influyente familia de Donauworth, Alemania, donde nació hacia 1291. Con 15 años ingresó en el monasterio dominico de la Asunción en Medingen, y progresivamente iría trazando el itinerario que hizo de ella una de las grandes místicas renanas del siglo XIV. Con su presencia Medingen atravesó una etapa de florecimiento significativo. En el convento le había precedido un familiar directo y otros la secundaron después. En 1311, cuando llevaba en él un lustro, experimentó irrevocable afán de crecer en el amor. Se sintió llamada a ser: «Salvadora para sí misma, ejemplar para los hombres, agradable a los ángeles y grata a Dios». Se propuso imitar a santo Domingo, y nunca volvió la vista atrás.
Era de constitución débil, presa fácil de las enfermedades que arreciaron en medio de los rigores conventuales. Durante tres años, de 1312 a 1315, la dolencia mantuvo su vida en situación de gravedad permanente. Además, era incapaz de controlar emociones compulsivas que iban de la risa al llanto, un estado que le sirvió como trampolín espiritual. Siete años más tarde estuvo al borde de la muerte. No llegó a recuperarse por completo, y los restantes trece años fueron difíciles al verse obligada a pasar en cama seis meses de cada uno de ellos. Hallarse atrapada en su lecho no constituyó un veto para las penitencias que no dejó de realizar, incluyendo determinadas privaciones moderadas dado su estado de salud. Oración, paciencia, sencillez y humildad; de ese modo se inmolaba. En esos largos periodos apenas pudo hacer nada. Cuando fue dispensada de la observancia comunitaria, padeció gran aflicción. Al final, quedó irremisiblemente afectada por las secuelas. Órganos como la vista, la lengua y el corazón sufrieron pronto desgaste cuando se ofreció a Dios con espíritu victimal, suplicándole que no la sanara. Fue muy discreta en lo concerniente a sus padecimientos corporales.
Agraciada con favores místicos, se le confirmó por revelación que Dios aceptaba sus sacrificios. Después recobró en parte la salud, dio gracias por ello, y reiteró su oblación. Se tiene rigurosa constancia de sus altas experiencias porque las relató por indicación de su confesor, el padre Enrique de Nördlingen, impulsor, junto al dominico Juan Taulero, del movimiento espiritual «Amigos de Dios» nacido en 1339, que solicitaron en muchos momentos sus consejos. La beata y su confesor se habían conocido cuando el sacerdote pasó por el monasterio en octubre de 1332. Fue un gran director espiritual. Ella tuvo el consuelo de saber que Dios aprobaba al religioso por la siguiente locución divina: «A Mí me place a causa de su profunda humildad».
Margarita se caracterizó por su devoción al Sagrado Corazón de Jesús, a la Eucaristía, y a la Pasión de Cristo. Quería asemejarse a Cristo, y su ruego fue escuchado porque ese año de 1339 recibió los estigmas. Algunos de los favores se produjeron ante el crucifijo. Tenía por costumbre meditar en los misterios de la vida del Redentor que se hacía presente agraciándola con signos sobrenaturales. Éstos también se manifestaron en la oración y en la recitación del Padrenuestro, sobre el cual redactó un valioso comentario. Tuvo momentos de gran intimidad mística con el Niño Jesús, especialmente desde 1344, año en el que fue obsequiada con una imagen suya. En otra de las locuciones con las que fue bendecida, Él le reveló aspectos relativos a su concepción y Nacimiento: «Yo ocupaba todo el corazón de mi divina Madre, yo inundaba todo su ser de una alegría dulce y sobreabundante».
Había instantes extáticos en los que Margarita no lograba emitir sonido alguno. En ese estado signos de su amor y de santo temor se abrían paso entre los muros del monasterio. El horror a perder a Dios le llevaba a suplicar ardorosamente: «Señor, haz de mí lo que quieras pero no me dejes jamás»; Él le consolaba asegurándole que no la abandonaría. En 1347 se produjo su desposorio místico, y en 1348 recibió la impresión personal del Espíritu Santo. Al vaticinarle su muerte, supo que en ese instante la acompañarían María y el apóstol san Juan. Su tránsito, cuando ya tenía fama de santidad, se produjo el 20 de junio de 1351 mientras decía: «Demos gracias a Dios; Virgen María, Madre de Dios, ten misericordia de mí». El 24 de febrero de 1979 Juan Pablo II ratificó el culto que venía recibiendo desde hacía siglos.