Por segundo año consecutivo, los jesuitas comienzan su programa Peregrinus de acogida de peregrinos en Santiago de Compostela. Este año insertos en ACC (Acogida Cristiana en los Caminos) y en estrecha y cariñosa colaboración con la Oficina del Peregrino, donde los voluntarios colaboran por turnos atendiendo a lo que se necesite y al mismo tiempo ofreciendo la posibilidad de acompañamiento espiritual a la llegada del camino.

El proyecto Peregrinus es un programa de acogida de la Compañía de Jesús ubicado en Santiago de Compostela. Esta iniciativa pretende dar una acogida a los peregrinos que llegan desde todas partes realizando el Camino de Santiago. Los que participan de este programa no solo reciben un lugar donde dormir y un plato de comida, sino un acompañamiento espiritual para reposar todas las emociones del camino: ratos de oración, acompañamiento de un jesuita y otras muchas actividades lúdicas y culturales que ayuden al que llega a Santiago a que su experiencia sea completa.

A Peregrinus acuden personas de todo tipo, especialmente grupos afines a la Compañía de Jesús: colegios, universidades… de toda España y de fuera. Pero también grupos y personas sin vinculación con la espiritualidad de San Ignacio. El año pasado durante el mes de julio se acogió a casi 1000 peregrinos de distintos grupos de colegios jesuitas de España, Italia y Malta, así como universitarios, y alumnos y jóvenes de colegios de religiosas de Espiritualidad Ignaciana. Este año hay ya casi otras 1000 solicitudes, aunque se espera que el número ascienda sensiblemente a lo largo del verano.

Voluntariado y acompañamiento

Sergio García Soto SJ, responsable del proyecto, afirma que “la espiritualidad ignaciana es una espiritualidad no tanto de hospitalidad –hay otras congregaciones que lo hacen mejor que nosotros, como los franciscanos- pero sí de acogida de aquel que viene con una pregunta o con un deseo de encontrarse con Dios”. Y continúa: “Hay dos facetas que son claves en las espiritualidad ignaciana: buscar y hallar a Dios en todas las cosas, – en lo que pasa en la vida y también en el camino- y el discernimiento”.

Este verano se intensifica la colaboración con la oficina del Peregrino donde por las mañanas y por las tardes algún jesuita está disponible para poder acompañar a los peregrinos. Del mismo modo comenzaron a acoger peregrinos desde el 27 de junio y ya van por 200.

Como el año pasado, el programa Peregrinus ofrece dos momentos de oración cada día: a las 17h (en la Capilla de la Oficina del Peregrino) y a las 22h en la Iglesia de San Agustín. Momentos que sirven para reposar la experiencia y compartir un tiempo de oración, cantos y silencio.

Los peregrinos están siempre atendidos por un equipo de voluntarios. Su perfil suele ser de universitarios que quieren regalar una parte de su verano a acompañar a los que llegan y hacerles la estancia más sencilla. A los voluntarios se les facilita una mínima preparación para que puedan realizar su labor de la mejor manera.

A estos peregrinos les atenderán más de 30 voluntarios repartidos en tres quincenas, hasta el 15 de agosto.