Servicio diario - 19 de julio de 2016


 

El Papa sobre la JMJ: “Todo va a estar marcado por el signo de la misericordia”
Posted by Rocío Lancho García on 19 July, 2016



(ZENIT-Ciudad del Vaticano).- Quedan tan solo unos días para que dé comienzo la trigésima primera Jornada Mundial de la Juventud. Mientras miles de jóvenes de todo el mundo se preparan y ponen rumbo a Cracovia, el papa Francisco ha querido ya enviar un vídeo mensaje en el que reflexiona brevemente sobre la experiencia que vivirán en Polonia la próxima semana y da las gracias a todos los que están preparando este gran evento.
Deseo mucho encontrarme con vosotros –indica Francisco– para ofrecer al mundo un nuevo signo de armonía, “un mosaico de rostros diferentes, de tantas razas, lenguas, pueblos y culturas, pero todos unidos en el nombre de Jesús, que es el Rostro de la Misericordia”.
En el vídeo mensaje, el Santo Padre subraya que “todo va a estar marcado por el signo de la misericordia, en este Año jubilar, y por la memoria agradecida y devota de san Juan Pablo II, que fue el artífice de la Jornada Mundial de la Juventud, y fue el guía del pueblo polaco en su reciente camino histórico hacia libertad”.
A los jóvenes polacos les asegura que sabe que desde hace tiempo están preparando “sobre todo con la oración, el gran encuentro de Cracovia”. Por eso, les agradece de corazón todo lo que están haciendo y el amor con el que lo hacen. Desde ahora –dice Francisco– os abrazo y os bendigo.
Se dirige también a los jóvenes de toda Europa, África, América, Asia y Oceanía, bendiciendo sus países, sus deseos y sus pasos hacia Cracovia, “para que sean una peregrinación de fe y de fraternidad”. Al respecto, el Pontífice manifiesta su deseo de que el Señor Jesús les conceda la gracia de experimentar sus palabras: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”, lema de esta JMJ.
Finalmente se dirige a los “queridos hijos e hijas de la nación polaca”. En esta línea, el Santo Padre asegura sentir que es “un gran don del Señor el estar entre vosotros”. Porque, explica Francisco, son un pueblo que en su historia ha atravesado tantas pruebas, algunas muy duras, y ha salido adelante con la fuerza de la fe, sostenido por la mano materna de la Virgen María.
Al respecto, el Pontífice se muestra convencido de que la peregrinación al Santuario de Częstochowa será para él “una inmersión en esta fe probada, que me hará mucho bien”.
Para concluir este mensaje, que sirve con anticipo a la llegada del Santo Padre a Cracovia el próximo 27 de junio, Francisco da las gracias por las oraciones con las que están preparando su visita. También agradece a los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, fieles laicos y especialmente a las familias, “a las que llevo en espíritu la Exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia”. De este modo, quiere recordar que la “salud” moral y espiritual de una nación se ve por sus familias. Por eso, “san Juan Pablo II se interesaba especialmente por los novios, los jóvenes esposos y por las familias”. Y así, Francisco les invita a continuar por este camino.
“Permanezcamos unidos en la oración. ¡Y nos vemos en Polonia!”, exclama el Papa.



Francisco a los dominicos: “La misericordia es el pilar que sostiene la vida de la Iglesia”
Posted by Redaccion on 19 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El capítulo general de la Orden de los Dominicos que se está realizando en la ciudad de Bolonia, cuenta con la participación de 75 priores de la Orden que han llegado desde todo el mundo.
El papa Francisco les impartió su bendición apostólica y la hizo extensiva a toda la Orden, como lo indica el texto el telegrama que les envió el 15 de julio el secretario de Estado Pietro Parolin y que reproducimos a continuación.
«En ocasión del Capítulo general de los priores provinciales de la Orden de los Predicadores, que se realizará en Bolonia, en el contexto del Jubileo del Año extraordinario de la misericordia y del octavo centenario de la confirmación de la Orden por Honorio III, su santidad el papa Francisco les ha enviado sus cordiales y mejores deseos, invocando los dones del Espíritu Santo, recordando que la misericordia es el pilar que sostiene la vida de la Iglesia.
Toda su acción pastoral tiene que ser abrazada por la ternura, y nada de su anuncio y testimonio delante del mundo puede dejar de tener piedad. La credibilidad de la Iglesia pasa a través de la vía del amor misericordioso y lleno de compasión que da nueva vida y el coraje de mirar al futuro con esperanza.
El Santo Padre desea a todos los que siguen el carisma de Santo Domingo –incansable apóstol de gracia y de perdón, lleno de compasión por los pobres y ardiente defensor de la vida– que den testimonio de la misericordia, profesada y encarnada en la vida, para que sean signo de la cercanía y ternura de Dios, de manera que la sociedad hoy pueda descubrir nuevamente la urgencia de solidaridad, amor y perdón.
Además de pedirles oraciones para que sostengan su ministerio petrino, por intercesión de Nuestra Señora del Rosario y de todos los santos de la Familia dominicana, les confiere a ustedes como a todos los frailes capitulares, la pedida bendición apostólica, que extiende con agrado a toda la Orden».
En el marco del capítulo, el viernes por la noche se realizó una peregrinación a la luz de antorchas y velas, desde el Colle dell’Osservanza al Convento de Santo Domingo, en la que participaron también más de cien frailes jóvenes y monjas, provenientes de 50 países.
El capítulo general este año tiene particular importancia porque se celebran 800 años de la fundación de la Orden, lo que coincide con el Jubileo de la Misericordia.
A propósito de los ocho siglos de la orden, se realizó además una peregrinación “sobre las huellas del santo”, realizada por jóvenes frailes y monjas que salieron el 1 de julio y cruzaron los lugares en los que Domingo de Guzmán nació, vivió y creció, partiendo desde España, cruzando Francia hasta Italia.
El domingo 17 de julio, el ministro general de los frailes menores franciscanos, Michael A. Perry, presidió la misa en la basílica de Santo Domingo, a la cual siguió una jornada de retiro de los frailes capitulares.


El Papa vestirá en Cracovia una casulla cosida por jóvenes refugiadas iraquíes
Posted by Redaccion on 19 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El drama de los miles de cristianos que han tenido que huir por la amenaza del Estado Islámico estará presente en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia a través de un ornamento litúrgico muy especial. Un grupo de refugiadas iraquíes en Jordania han enviado al papa Francisco una casulla para la JMJ de Cracovia. “Hemos hecho esta vestidura reciclando retazos de tela. Pero las cosas bellas y útiles para dar gloria al Señor a menudo pueden surgir de lo que se rechaza”, escribieron en una carta dirigida al Papa Francisco. Así lo indican desde la página web de la organización de la JMJ. “Tuvimos que salvar nuestras vidas, fue la única opción, ya que el Daesh (Estado Islámico) ofrecía a los cristianos las siguientes tres opciones: negar nuestra fe y convertirnos al Islam, pagar el impuesto, o morir”, afirman Farah, Maryam, Dalida y otras jóvenes que firmaron como “tus hijas” en la misiva enviada al Santo Padre.
Asimismo, cuentan que al llegar a Amán, capital de Jordania, las jóvenes fueron recibidas por el padre Corniole y un grupo de monjas que las ayudaron a ganarse nuevamente el sustento. “Fueron capacitadas en un taller de costura, debido a que Jordania no reconoce los diplomas expedidos en su país de origen”, precisan.
Estas jóvenes han creado una colección de ropa bajo el nombre de Made by Iraqi girls, que se promociona a través de las redes sociales y que ha logrado cierto éxito gracias a la combinación de elementos de la tradición oriental y occidental.
Jordania es uno de los países con mayor número de refugiados que huyeron del conflicto en Oriente Medio, recibiendo a unos 130 mil iraquíes, y 1,3 millones de sirios aproximadamente.
La jóvenes cuentan en la carta que encontraron “innumerables dificultades” en su huida y tuvieron que “dejarlo todo por poder conservar nuestra fe en Cristo”. Y así aseguran que eligieron “seguir a Cristo en quien creemos, Cristo, quien nunca nos ha abandonado y nos ha salvado dándonos la fuerza para aguantar las dificultades hasta que pudimos llegar a Jordania”. Asimismo, aseguran que “la vida aquí es más segura, aunque no tenemos derechos porque somos refugiados”. Pero –precisan– la Misericordia del Señor se ha mostrado aún más grande que las dificultades porque tuvimos la oportunidad de trabajar en el proyecto RAFEDÌN que el padre Mario Corniole fundó en colaboración con la Nunciatura Apostólica en Jordania, la Iglesia Caldea Iraquí, el párroco Padre Zaid Habbabi, el Sr. Anton Nameer, las hermanas salesianas de Amman y con la ayuda algunos voluntarios italianos.
La iniciativa que han lanzado, tras los cursos de corte y costura para ropa de mujer, les ha dado “una gran alegría porque él nos ha ayudado espiritual y materialmente
Las jóvenes manifiestan su sueño en la carta dirigida al Papa. “Soñamos con instalarnos en un país seguro donde se nos respeten nuestros derechos humanos, en donde poder trabajar para vivir en paz y serenidad con la oportunidad de seguir estudiando”, indican.
Por otro lado piden al Santo Padre que las recuerde en la oración y que rece por Irak, “para que Dios nos conceda la paz y para cada país que lo necesita. Que quienes causan las malas acciones que sean tocados con la caridad y la misericordia”.
Finalmente, las jóvenes explican que por eso le regalan la casulla, “con la esperanza de que un día pudiese usarla para la celebración de la Santa Misa y rece así por nosotros”. Además, indican que es “un signo de nuestro amor hacia usted y agradecimiento por su testimonio y sus palabras”. Al respecto, las jóvenes refugiadas reconocen que cosieron la casulla “con los restos de nuestro trabajo”. Un símbolo del “descarte” que ellas también sufrieron por “los hombres malvados que nos han expulsado de nuestra tierra”.
Y recuerdan que “de los residuos puede nacer muchas veces algo bueno y útil para dar gloria al Señor”, precisando que esperaban conocerle en Cracovia durante la JMJ para tener su bendición, “pero hay algunas cosas que impidieron nuestro sueño de participar en este encuentro de los jóvenes, porque somos refugiados en Jordania y no hemos podido conseguir una visa”.


Mons. Auza en la ONU: “El tráfico de menores es una infamia y un cáncer social”
Posted by Redaccion on 19 July, 2016



(ZENIT – Roma).- Es necesario luchar con todos los medios “contra la infamia del tráfico de los seres humanos y la cultura difundida hedonista y mercantil, que animan la explotación sistemática de la dignidad y de los derechos humanos”. Es el llamamiento, renovado en nombre del Papa, del jefe de la misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Nueva York, monseñor Bernardito Auza, que ha promovido una conferencia en el Palacio de Cristal pidiendo medidas concretas para eliminar la trata de niños y jóvenes.
Así, el arzobispo denunció una vez más “este cáncer social”. Tal y como recuerda una noticia de Radio Vaticano, monseñor Auza señaló que es una batalla que la Iglesia a través de las palabras del Papa, del compromiso de las instituciones católicas y de las iniciativas de los fieles, lleva adelante incesantemente desde los años del Concilio Vaticano II, para contrarrestar “la trata de las personas, el trabajo forzado y todas las formas de esclavitud moderna”.
Entre las iniciativas concretas surgidas por voluntad del Francisco está el “Grupo Santa Marta” que une a obispos y responsables de la policía de todo el mundo para cancelar esta infamia, que afecta a unos 2 millones de menores.
Esta conferencia organizada en la ONU –explicó monseñor Auza– tiene el fin de valorar “qué se está haciendo y qué está faltando, y qué se debe hacer para liberar a estos niños y jóvenes así como para prevenir que otros sufran como ellos”.
Finalmente el observador permanente indicó que trabajando juntos con perseverancia “podemos eliminar el tráfico de los niños y jóvenes” y alcanzar el objetivo fijado en la Agenda ONU del Milenio 2030, que obliga a la comunidad internacional antes de esa fecha a “poner fin al abuso, a la explotación y al tráfico y a todas las formas de violencia y tortura contra los niños”.


Atentado en Niza: El ISIS es una ‘franquicia’ que recluta a violentos ya existentes
Posted by Sergio Mora on 19 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El reciente atentado en Niza realizado por una persona ‘común’, con un camión reclutado por el ‘franchising’ del ISIS, que asume a grupos o violentos ya existentes. La polarización que quieren los fanáticos islámicos que lleve a la lógica del choque de civilizaciones. Pero también el desafío del mundo islámico de lograr separar el ámbito religioso del político. Sin olvidar las responsabilidades de Occidente y la necesidad de financiar universidades y centros estudios en estos países como antídoto al fanatismo, así como la responsabilidad de la Iglesia y sus comunidades en cuanto agencias educativas, capaces de mover las conciencias.
El padre Giulio Albanese, misionero comboniano, periodistas que dirigió diversos medios de comunicación y revistas de las Pontificias Obras Misioneras, además de profesor en la Universidad Gregoriana explicó todo esto a ZENIT en la entrevista que publicamos a continuación.
¿Cómo podría explicarnos estos últimos atentados?
— Padre Albanese: El escenario es extremamente complejo y por lo tanto no hay que generalizar. Cada contexto nacional tiene sus trazos fisionómicos. Una cosa es hablar del atentado en el restaurante de Dacca, hecho por jóvenes ‘bien’ que habían estudiado en buenas universidades de Bangladesh. Otra cosa es hablar de un terrorista como el del camión de Niza, que pertenecía a un estrato social bajo, además de ser extranjero porque nació en Túnez.
¿Cuál es entonces el denominador común que mueve a estos violentos?
–Padre Albanese: En las motivaciones se registra un malestar como común denominador, un odio evidente hacia la cultura occidental. Por otro lado hay que tener presente que el ISIS ha creado un sistema de ‘franquicias’ que da visibilidad a formaciones que existían antes del ISIS o de Al-Qaeda, y que un modo u otro hacen referencia a un esquema político que les da notoriedad.
¿Qué es necesario evitar entonces?
–Padre Albanese: Tenemos que evitar entrar en la lógica del choque de civilizaciones. Considerar a estos personajes hombres de Dios es una blasfemia. En el libro que he publicado hace dos meses, “Víctimas y verdugos en el nombre de dios”, dios está con minúscula porque no se puede asesinar en nombre de Dios.
Lo importante es evitar que haya este cortocircuito que sería devastador para Oriente y Occidente, porque ellos quieren justamente el choque de civilizaciones. Es curioso que Occidente descubra las propias raíces cristianas porque está el ISIS que se lo recuerda. Es increíble, en una Europa laicista que rechazó el concepto de raíces cristianas como un axioma propuesto por Juan Pablo II.
¿Cuál es el desafío del mundo islámico?
–Padre Albanese: La gran mayoría de estos países son teocráticos y el desafío es ayudar a los intelectuales, a las personas que logran ver lejos, de que esos ámbitos van divididos. En el pasado existieron y Occidente los olvidó y son errores que se pagan. No hemos invertido para ayudar a crecer a la sociedad civil del mundo islámico, no hemos financiado ni universidades ni institutos, en cambio hemos vendido armas de aquí y de allá.
¿O sea que hay responsabilidades de Occidente?
–Padre Albanese: Debemos tener también honestidad intelectual. Y si bien tengo una gran admiración por la cultura francesa, considero que ellos deberían interrogarse sobre el odio que existe hacia los franceses en las ex colonias.
Además, la globalización de los mercados sin reglas generó desastres. Si no nos metemos en la cabeza que es necesario también afirmar la globalización de los derechos, esto se transforma en un boomerang. Y aquí entra la Laudato si’ y el magisterio de los Papas. El desafío es cultural antes que político, social o económico.
¿Qué se puede hacer, cómo salir de esto?
–Padre Albanese: Y aquí la Iglesia y nuestras comunidades tienen una responsabilidad enorme, como agencias educativas, quizás nunca como hoy tenemos el sacrosanto derecho y deber de mover las conciencias. Me gusta mucho la atención del papa Francisco a la formación de las conciencias partiendo de las familias. Occidente tiene que entender que no es solamente una crisis mercantil, sino principalmente antropológica. Hay que entender que es necesario poner en el centro a la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios.


‘No hay que subestimar el rol de los medios diocesanos en la vida de la Iglesia’
Posted by Redaccion on 19 July, 2016



(ZENIT – Roma).- Los diarios diocesanos tienen un rol muy importante en la vida de la Iglesia y es necesario mantener esa pasión que los hizo nacer. Lo indicó esta semana el secretario general de la Conferencia Episcopal italiana (CEI), en una vídeo entrevista concedida al semanario diocesano L’Ancora (El Ancla), de la diócesis de San Benedetto del Tronto.
“Yo creo que en una Iglesia en la cual Francisco nos invita a estar atentos especialmente a las periferias, los diarios diocesanos tienen un rol muy importante porque son la voz de ellas, de esas periferias que muchas veces son ignoradas”.
“Es evidente –explica Mons. Galantino– que hoy estamos llamados a hacerlo con la sensibilidad y con las tecnologías más aptas al mundo de hoy”. Por esto, prosigue el secretario general de la CEI, “debemos tener también nosotros, como las realidades diocesanas, la capacidad de tener no solamente el deseo de conservar sino también de innovar, de manera que tenga sentido hoy lo que decimos y hacemos, porque lo que ayer funcionaba no significa que funcione también hoy”.
El secretario de la CEI invitó por ello a “reflexionar y comprometernos” y deseó “que verdaderamente nuestros medios regionales o diocesanos puedan seguir teniendo aquella pasión que los hizo a nacer”.


La diócesis de Nápoles dona sus apartamentos a los pobres
Posted by Redaccion on 19 July, 2016



(ZENIT – Roma).- La curia de Nápoles donará apartamentos de su propiedad a los pobres. Así lo ha anunciado por sorpresa el sábado pasado el cardenal Crescenzio Sepe, durante la presentación de la carta pastoral sobre la tercera obra de misericordia “Vestir al desnudo”, explicando que se trata de una promesa hecha al Papa en el pasado.
De este modo, el arzobispo ha precisado que unos sesenta “ocupantes sin techo” de las casas de la archidiócesis se convertirán en propietarios del alojamiento en el que viven. Se trata de casas todas en las zonas más marginales de la ciudad.
En Nápoles, subrayó el cardenal Sepe, las primeras “desnudeces” son la casa y el trabajo, por lo que la curia donará los alojamientos de sus propiedad a aquellos que por la crisis ya no logran pagar los gastos del alquiler. La cesión –explicó el purpurado– implicará solo a las casas de la diócesis, no los alojamientos que pertenecen a las órdenes religiosas y que son gestionados de forma autónoma por cada congregación.
En seguida se procederá al reconocimiento del patrimonio inmobiliario y, mientras tanto se está estudiando un plan para hacer sostenible a los más pobres la novedad de ser propietarios de una casa, con todos los gastos y las tasas que eso implica.
“Tenemos que revestir a aquellos a los que se les han negado los derechos, privados de los vestidos de dignidad”, afirmó el arzobispo de Nápoles. Asimismo, indicó que muchos padres le escriben cada día “lamentándose del hecho de que no consiguen llevar a casa un plato para dar de comer a sus hijos”. El camino –añadió– es el de la caridad que “a través del compromiso socio-político mira e interviene en las causas del degrado y se dirige hacia el bien común, los intereses generales de la ciudad”.
Para el purpurado, otra de las mayores tragedias de la desnudez de su pueblo es la que se deriva de la falta de trabajo: “verdadera calamidad social”.
Por eso, en el próximo año pastoral –anunció– se intervendrá “sobre la carencia del trabajo y sobre sus graves consecuencias de orden moral y social”.



Comentario a la liturgia dominical
Posted by Antonio Rivero on 19 July, 2016



Ciclo C – Textos: Gn 18, 20-21.23-32; Col 2, 12-14; Lc 11, 1-13
P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor de Humanidades Clásicas en el Centro de Noviciado y Humanidades y Ciencias de la Legión de Cristo en Monterrey (México).
Idea principal: Nuestra línea telefónica y nuestro whatsapp con Dios es la oración, que debe ser confiada, perseverante, humilde e intercesora. El Wi-Fi de Dios está siempre conectado.
Síntesis del mensaje: Lucas, que nos acompaña en este ciclo C, es el evangelista que más veces hace alusión a Jesús orante, tanto en comunidad como en solitario, en momentos de alegría o de crisis. El domingo pasado nos invitaba Jesús, en la casa de Marta y María, a escuchar la Palabra y a dar prioridad a la oración antes que a la acción. Hoy nos ayuda a entender la importancia de la oración en nuestra vida, enseñándonos el Padrenuestro y también indicándonos las cualidades que debe tener nuestra oración. La oración no es una cuestión de técnicas; una oración buena es la que nos hace encontrar a Dios y poco a poco nos transforma interiormente.
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, veamos la oración de Abrahán. Es una oración porfiada de intercesión, a favor de los habitantes de Sodoma y Gomorra, a pesar de su gran pecado. Es entrañable –y típico oriental- el “regateo” de Abrahán ante Dios. Le pide con confianza “rebajas”, aunque conocía el gran pecado de aquella ciudad. Y Dios le escucha, aunque no haya encontrado ni siquiera esos diez justos que le sugería Abrahán. Aprendamos de Abrahán a pedir por nuestras naciones, por los enfermos, por los jóvenes, por los que sufren, por los pecadores, por las familias, por la paz del mundo, por los gobernantes. Oración de intercesión.
En segundo lugar, veamos la oración de Jesús. Jesús ora con frecuencia y largamente; algunas veces, como nos recuerdan los evangelistas, pasa incluso toda la noche en oración (cf. Lc 6, 12). Jesús ora antes de tomar cualquier decisión importante: por ejemplo, antes de escoger a sus apóstoles; antes de salir para Jerusalén; antes de enviar a los discípulos en misión. Jesús ora en la soledad. A veces se levanta muy pronto por la mañana, para poder orar tranquilamente, aunque el día anterior haya tenido que ocuparse durante mucho tiempo de los enfermos (cf. Mc 1, 32.35). ¿Por qué ora? Porque siente un intenso deseo de vivir en unión con su Padre del cielo. Su ejemplo suscita en los discípulos el deseo de ser instruidos en la oración. Por eso le piden: “Señor, enséñanos a orar”. Y nos enseña la más sublime oración, el Padrenuestro: la primera parte dirigida a Dios (sea alabado y santificado su Nombre, implorado su Reino, cumplida su Voluntad). La segunda es para nosotros: le pedimos el pan material y espiritual; perdón de nuestras ofensas, nos aparte de la tentación y nos libre del mal.
Finalmente, analicemos nuestra oración. Tengamos nuestro whatsapp con Dios actualizado. ¿Qué es la oración? “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como en la alegría” (Santa Teresa del Niño Jesús, Manuscrit C, 25r). “La oración es la elevación del alma a Dios o la petición a Dios de bienes convenientes” (San Juan Damasceno, Expositio fidei, 68). Y para san Agustín, la oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el hombre tenga sed de Él. Y el Catecismo dice en el número 2564: “La oración cristiana es una relación de Alianza entre Dios y el hombre en Cristo. Es acción de Dios y del hombre; brota del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con la voluntad humana del Hijo de Dios hecho hombre”. ¿A qué vamos a la oración? A alabar y adorar a Dios, a darle gracias, a pedirle perdón e implorarle por nuestras necesidades. ¿Cómo debemos rezar? Con sencillez y humildad, con atención y confianza, con perseverancia. ¿Qué obstáculos encontramos en nuestro día a día para rezar bien? El miedo al silencio, a la soledad y a encontrarnos con nosotros mismos, las distracciones, el pensar sólo en las cosas materiales, el peso de nuestros pecados, la tibieza y la mundanidad, de la que tanto habla el papa Francisco. ¿Y los frutos de la oración? Frutos tanto individuales como para la comunidad. Estos frutos son lo que nos permiten decir que la oración no es algo puramente psicológico, porque tiene consecuencias. Si permanecemos fieles a la oración, poco a poco nos volvemos más apacibles, más delicados, más atentos a los demás: comunicamos la paz de Dios. Luego están los santos, que gracias a la oración han logrado hacer grandes obras de amor impensables en un principio. Gracias a la oración uno puede llegar a sentir –a percibir sensiblemente- la presencia de Dios, su ternura y su alegría. De lo que se trata es que cada vez sea menos una oración de pensamiento, de cabeza, y cada vez más una oración de corazón, que se abra a Dios, en una apertura y abandono que hace que la oración sea profunda.
Para reflexionar: ¿Reservo unos diez o quince minutos diariamente en mi whatsapp espiritual para encontrarme con Dios y consagrar ese momento a Él? ¿Estoy conectado al Wi-Fi de Dios todo el día? ¿He reflexionado que las actitudes esenciales para orar y relacionarnos con Dios son tres: un acto de fe, de esperanza y de amor, y no tanto, la sensibilidad ni la inteligencia? ¿Todo lo espero de Dios o también pongo mi parte? ¿Grito al Señor día y noche? ¿Rezo por los demás como Abraham por Sodoma y Gomorra?
Para rezar: “Señor, estoy ante ti como un pobre, veo todos mis pecados y mi fragilidad, pero no es un problema porque Tú eres mi esperanza. Es de ti que espero mi salvación, Señor; es de ti que espero la gracia que podrá curarme, purificarme y transformarme…Señor, no siento gran cosa y me gustaría comprenderlo todo, pero creo aún así con todo mi corazón que estás aquí”.
Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: arivero@legionaries.org.


Beato Luigi Novarese – 20 de julio
Posted by Isabel Orellana Vilches on 19 July, 2016



(ZENIT – Madrid).- Luigi superó los vaticinios de los galenos que le atendieron poniendo a su vida fecha de caducidad. Es un genuino portador de esperanzas. Su vivencia del dolor hizo de él un apóstol de los enfermos. La solidaridad universal, que hermana a quienes pasan por trances de envergadura, se multiplicó a través de las acciones que impulsó pensando exclusivamente en ellos.
Nació en Casale Monferrato, Italia, el 29 de julio de 1914. No había cumplido 9 meses, cuando su padre murió a consecuencia de una neumonía que no se trató de forma adecuada. Teresa, su madre, tenía 30 años y nueve hijos que atender; Luigi era el benjamín. Los bienes que poseían poco a poco se fueron diezmando. La piedad y el espíritu mariano que presidía el hogar, alentado por Teresa, suscitaba en el pequeño un cúmulo de emociones que le instaron a recibir la primera comunión por su cuenta, haciendo creer al párroco del lugar que la había tomado mucho antes, cuando éste quiso asegurarse de que no era un neófito. La picaresca del niño, envuelta en un inocente anhelo de apresurarse a obtener esa gracia, causó gran disgusto a su madre cuando le vio en el altar. Pero el buen sacerdote, después de plantearle algunas cuestiones del catecismo, muy satisfecho de las respuestas tranquilizó a Teresa diciéndole: «Su hijo, señora, conoce mejor el catecismo que nosotros. Déjelo que de ahora en adelante comulgue».
El año 1923 una caída con funestas consecuencias dio un vuelco a su vida. Tenía 9 años, un crudo diagnóstico: coxitis tuberculosa con una larga veintena de abscesos abiertos y una pesada escayola que le mantuvo apresado en el lecho. Comenzaba a comprender una de las páginas de la vida que tarde o temprano llega a todos: el dolor. Mientras sus amigos jugaban, su escenario eran los hospitales, todos a los que su madre acudió negándose a aceptar lo que decían era irremediable. Así transcurrió su adolescencia y juventud. La oración, la Eucaristía y su devoción a María le convirtieron en un apóstol entre los hospitalizados de su edad. Siempre ejemplar, se esforzaba por enderezarles en la vía del bien y les enseñaba el catecismo. Los médicos no fueron capaces de cortar la infección que generaba casi un litro diario de emponzoñado líquido. Aconsejaban a Teresa que se rindiera; para qué proseguir con tanto gasto si Luigi iba a morir. Éste la ayudaba a costear tratamiento y hospitales cosiendo botones y ojales. Pero fue más lejos. Escribió al salesiano padre Rinaldi y se encomendó a sus oraciones. Solicitaba una cadena engarzada con la fe de los muchos que suplicarían su curación a la Virgen. Y en mayo de 1931, cuando tenía 17 años, se produjo el milagro, aunque la pierna afectada quedó 15 cm. más corta que la sana. Él supo que se obraría la gracia que solicitó porque vio en sueños a María Auxiliadora. Ella le aseguró, siempre en ese estado de vigilia, que se restablecería en el mes dedicado a su celebración y que sería sacerdote, dando respuesta a estas dos preguntas que Luigi formuló. También quiso saber si iría al cielo, pero la Madre simplemente sonrió. Le prometió que dedicaría su vida entera a socorrer a las personas que sufrían y a evitar que los enfermos recibieran el trato deficiente que él mismo padeció. Don Bosco, Luís María Grignion de Monfort y José Cottolengo tuvieron gran peso en su vida.
En 1938 fue ordenado sacerdote. Pasó por varias parroquias y en 1942 dio el salto al ámbito diplomático de manos del futuro Pablo VI, que le introdujo en la Secretaria de Estado del Vaticano. Tenía tantas virtudes y cualidades que lo eligieron Camarero secreto supernumerario en 1952, y prelado doméstico de Pío XII en 1957. Antes, en 1943 creó la Liga Sacerdotal Mariana (LSM), y a partir de ese año inició el apostolado de los voluntarios del sufrimiento, impulsó la publicación «El áncora», emitió semanalmente a través de la radio Vaticana un programa infundiendo esperanza a los enfermos, y en 1950 creó los Silenciosos Operarios de la Cruz. Encabezó peregrinaciones con discapacitados y enfermos, congregó a varios miles recibidos en audiencia por Pío XII, abrió talleres, etc.
En 1964 se ocupó de la oficina para asistencia espiritual hospitalaria de la Conferencia Episcopal Italiana. Ello le permitió conocer de primera mano la situación y necesidades de enfermos, sanatorios y hospitales que solía visitar. Su experiencia e implicación en la subsanación de las deficiencias influyó en la legislación italiana que tomó conciencia de los problemas. Paralelamente, impulsó acciones de gran calado dentro de la pastoral del sufrimiento.
Atendiendo al carácter integral de la persona ponía el acento no solo en el aspecto físico, sino en el espiritual. Sabía que sin este ámbito, que enseña a encontrar un sentido al sinsentido del dolor, no cabía esperar óptimos resultados. Fue consciente del potencial que tienen en su mano los enfermos que pueden poner a los pies de Cristo su sufrimiento. Luchó para que se restableciera su dignidad y logró que no se abandonara a los discapacitados. Quiso llevar a todos a Cristo y a María. Hacía notar: «Conocer, amar y servir a Jesús: conociendo bien a Jesús se ama más; amándolo más se sirve mejor; sirviendo mejor se lleva con mas impulso hacia los demás hermanos enfermos». Amaba la cruz y se propuso implicar a enfermos y discapacitados en un apostolado que sabía sería fecundísimo si se abrazaban a ella. Murió el 20 de julio de 1984 en Rocca Priora. El cardenal Bertone, como Delegado de Benedicto XVI, lo beatificó el 11 de mayo de 2013.