Servicio diario - 27 de julio de 2016


 

Francisco se reúne con los obispos polacos en la histórica catedral de Cracovia
Posted by Sergio Mora on 27 July, 2016



(ZENIT – Roma).- En su primer día en Polonia, después de haber llegado al aeropuerto internacional Juan Pablo II en Cracovia, el santo padre Francisco se reunió en el patio de honor del castillo de Wawel, lugar simbólico de la historia del país, con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático. A ellos invitó a “mirar con esperanza el futuro y a las cuestiones que es necesario afrontar”.

En la catedral de Cracovia el Papa reza ante las reliquias de san Estanislao y san Juan Pablo II
A continuación se reunió a pocos pasos de allí con los obispos de Polonia, también en la colina de Wawel, donde está la catedral de Cracovia, dedicada a los santos Estanislao y Venceslao. La Basílica fue construida poco después del nacimiento de la diócesis en el año 1000 y su aspecto actual se remonta al 1364.
Así hacia las 18:30 horas, el Santo Padre fue recibido por el arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanisław Dziwisz, ex secretario personal del papa Juan Pablo II, que le presentó al Capítulo la catedral, sede de la arquidiócesis.
El Santo Padre, antes de conversar con ellos, quiso rezar algunos instantes en silencio en el oratorio de san Estanislao, donde se encuentran también las reliquias de san Juan Pablo II, quien fue arzobispo de esta ciudad. Minutos después se dirigió a la capilla para venerar el Santísimo Sacramento.
A continuación el Papa se reunió con los aproximadamente 130 obispos polacos, muchos de los cuales ya conocía. El encuentro comenzó con el saludo del cardenal Dziwisz.
En el encuentro, el Santo Padre tomó la palabra e inició un diálogo informal y como en otras ocasiones similares, quiso que se hablara libremente. Al tratarse de una reunión en privado, no se disponen de imágenes, ni de un discurso escrito del Papa o las preguntas de los obispos. El Santo Padre hablará en español y un intérprete traducirá en polaco.
Finalmente, el Santo Padre sale en coche hasta el arzobispado de Cracovia, donde pasa la noche. Está previsto que después de la cena se asome a la ventana del arzobispado para saludar a los fieles allí reunidos, donde habrá un espacio reservado a un grupo de jóvenes con discapacidad y huérfanos.


El Papa pide disponibilidad para recibir a los que huyen de las guerras y del hambre
Posted by Rocío Lancho García on 27 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El papa Francisco ha dado hoy inicio al 15º viaje apostólico de su Pontificado. El destino es Cracovia, Polonia, con motivo de la XXXI Jornada Mundial de la Juventud. Tras un vuelo de dos horas desde Roma, el Santo Padre ha llegado a la tierra natal del papa Juan Pablo II. En el aeropuerto de Cracovia ha sido recibido, a las 16.00 hora local, por el presidente de Polonia, Andrzej Duda, y por el arzobispo de la ciudad, cardenal Stanisław Dziwisz. Estaban también presentes otras autoridades civiles y eclesiástica y una representación de fieles.
Directamente desde el aeropuerto, el Santo Padre se ha dirigido a Wawel (complejo arquitectónico donde se encuentra el Castillo Real, la catedral y el vicariato) para el encuentro con las autoridades, sociedad civil y el cuerpo diplomático.
En su discurso, el Santo Padre ha reflexionado sobre la historia de la nación polaca, sobre migración, familia y vida. Así, ha comenzado indicando que es la primera vez que visita la Europa centro-oriental y que se “alegra comenzar por Polonia, que ha tenido entre sus hijos al inolvidable san Juan Pablo II, creador y promotor de las Jornadas Mundiales de la Juventud”. De este modo, ha recordado que a su predecesor le gustaba hablar de una Europa que respira con dos pulmones. Por eso ha precisado que “el sueño de un nuevo humanismo europeo está animado por el aliento creativo y armonioso de estos dos pulmones y por la civilización común que tiene sus raíces más sólidas en el cristianismo”.
El pueblo polaco –ha observado– se caracteriza por la memoria. Asimismo ha asegurado que la conciencia de identidad, libre de complejos de superioridad, “es esencial para organizar una comunidad nacional basada en su patrimonio humano, social, político, económico y religioso, para inspirar a la sociedad y la cultura, manteniéndolas fiel a la tradición y, al mismo tiempo, abiertas a la renovación y al futuro”.
Por otro lado, el Pontífice ha explicado que “en la vida cotidiana de cada persona, como en la de cada sociedad, hay, sin embargo, dos tipos de memoria”: la buena y la mala, la positiva y la negativa. La memoria buena –ha indicado– es la que nos muestra la Biblia en el Magnificat, el cántico de María que alaba al Señor y su obra de salvación. En cambio, la memoria negativa “es la que fija obsesivamente la atención de la mente y del corazón en el mal, sobre todo el cometido por otros”, ha aseverado el Santo Padre.
Así, ha asegurado que Polonia es un país que ha sabido hacer prevalecer la memoria buena. Para hacer esto “se requiere una firme esperanza y confianza en Aquel que guía los destinos de los pueblos, abre las puertas cerradas, convierte las dificultades en oportunidades y crea nuevos escenarios allí donde parecía imposible”, ha afirmado el papa Francisco.
En esta misma línea ha indicado que “el ser conscientes del camino recorrido”, y la “alegría por las metas logradas”, “dan fuerza y serenidad para afrontar los retos del momento, que requieren el valor de la verdad y un constante compromiso ético, para que los procesos decisionales y operativos, así como las relaciones humanas, sean siempre respetuosos de la dignidad de la persona”.
Reflexionando sobre el fenómeno de la migración ha precisado que esto requiere “un suplemento de sabiduría y misericordia para superar los temores y hacer el mayor bien posible”. Por un lado el Papa ha observado que se deben identificar las causas de la emigración en Polonia, dando facilidades a los que desean regresar. Y al mismo tiempo, hace falta disponibilidad para acoger a los que huyen de las guerras y del hambre; solidaridad con los que están privados de sus derechos fundamentales, incluido el de profesar libremente y con seguridad la propia fe.
El Santo Padre ha subrayado que se deben solicitar colaboraciones y sinergias internacionales “para encontrar soluciones a los conflictos y las guerras, que obligan a muchas personas a abandonar sus hogares y su patria”. Se trata, ha reconocido el Papa, de hacer todo lo posible por “aliviar sus sufrimientos”, “sin cansarse de trabajar con inteligencia y continuidad por la justicia y la paz, dando testimonio con los hechos de los valores humanos y cristianos”.
Finalmente, el Pontífice ha invitado a la nación polaca “a mirar con esperanza hacia el futuro y a las cuestiones que ha de afrontar”. Esta actitud –ha asegurado– favorece un clima de respeto y un diálogo constructivo. Si se infunde esperanza a las nuevas generaciones, ha indicado el Papa, serán más eficaces de las políticas sociales en favor de la familia, el primer y fundamental núcleo de la sociedad, para apoyar a las más débiles y las más pobres, y ayudarlas en la acogida responsable de la vida.
La vida “siempre ha de ser acogida y protegida desde la concepción hasta la muerte natural, y todos estamos llamados a respetarla y cuidarla”, ha recordado. En esta misma línea ha precisado que es responsabilidad del Estado, de la Iglesia y de la sociedad “acompañar y ayudar concretamente” a las personas en dificultad, “para que nunca sienta a un hijo como una carga, sino como un don”.


El Santo Padre llega a Cracovia. ‘El mundo está en guerra pero no de religión’
Posted by Redaccion on 27 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El vuelo Alitalia A321 que lleva al papa Francisco a Polonia para la Jornada Mundial de la Juventud, partió a las 14:05 del aeropuerto Fiumicino/Leonardo da Vinci y ha llegado en dos horas a Cracovia en un el viaje de 1.100 kilómetros en el cual cruzó los espacios aéreos de Italia, Croacia, Eslovenia, Austria, Eslovaquia y Polonia.

El vuelo llega a Polonia, al aeropuerto internacional Juan Pablo II
Durante el vuelo, el Santo Padre saludó a los periodistas, cámaras y fotógrafos que le acompañan e hizo una reflexión sobre el asesinato del sacerdote francés, ocurrido ayer, a manos de terroristas relacionados con el Estado Islámico.
El Papa señalo que “desde hace tiempo el mundo está en una guerra a trozos, pero es una guerra”. Y explicó que no es una guerra comparable a la Primera o la Segunda Mundial, “esta no es una guerra declarada, pero sí organizada. Es una guerra”.
Recordó así a “este sacerdote santo que murió justo cuando ofrecía una plegaria por toda la Iglesia”. Pero invitó a pensar también en países como Nigeria, aunque mucha gente diga “¡Ah, pero eso es en África!” e hizo referencia a “tantos cristianos, tantos inocentes, tantos niños” que sufren las consecuencias de la guerra. Finalmente aseguró que “no es una guerra de religiones, es una guerra de intereses, por dinero, por los recursos de la naturaleza, por el dominio de los pueblos. Pero no es una guerra de religiones, porque todas las religiones quieren paz”.
El Papa agradeció entonces el trabajo de los periodistas en esta jornada de la juventud, “la juventud nos dice esperanza, esperemos que los jóvenes nos digan algo y nos dé esperanza en este momento” dijo.
Como es habitual cada vez que el Santo Padre viaja fuera de Italia, envió un telegrama para saludar al presidente del país, Sergio Mattarella, en el que califica la Jornada Mundial de la Juventud como “una significativa manifestación en el signo de la fe y la fraternidad”.
Por su parte el presidente italiano respondió expresando que “en un período marcado por grandes incertidumbres y eventos dramáticos, el último de los cuales ha golpeado trágicamente a la Iglesia católica en Francia, su mensaje de esperanza y confianza es particularmente esperado”. En su mensaje considera que Francisco logrará inspirar en los jóvenes del mundo “valores de solidaridad y de paz, oponiéndose a todas las expresiones de intolerancia, prepotencia y violencia”.
A su llegada a Polonia, en el aeropuerto internacional Juan Pablo II de Cracovia a las 15:50 hora local, recibió a bordo del avión el saludo del nuncio apostólico. Al bajar la escalera del avión, le esperaban el presidente de la República Andrzej Duda y su esposa, junto al cardenal Stanislaw Dziwisz y a dos niños vestidos con trajes regionales.
Allí, la banda militar interpretó el himno del Vaticano y el de Polonia. Después de los honores militares, el Papa se dirige en coche hasta el Wawel, complejo arquitectónico donde se encuentran el Castillo Real, la catedral y el vicariato.


Francisco reza en la tumba de Juan Pablo II antes de su viaje a Polonia
Posted by Rocío Lancho García on 27 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, antes de poner rumbo a Polonia, ha querido rezar esta mañana en la tumba de su predecesor, el papa Juan Pablo II.
De este modo, a las 10 de la mañana se ha dirigido a la Basílica de San Pedro, donde está situada la tumba del Pontífice polaco, y allí ha tenido ocasión de saludar a un grupo de niños y adolescentes que estaban celebrando la misa. Son niños que luchan contra el cáncer, de una asociación con sede en Roma llamada Peter Pan.
Más tarde, justo antes de salir hacia el aeropuerto, Francisco ha recibido en la Casa Santa Marta, a un grupo de quince jóvenes refugiados. Nueva chicos y seis chicas, de distintas nacionalidades, que han llegado a Italia hace poco y que todavía no tienen los documentos que les permiten salir al extranjero.
Los jóvenes, que son atendidos por la Limosnería Apostólica, han deseado al Papa “un buen viaje y una feliz participación en a la JMJ, en la que no pueden participar, pero a la que se unen espiritualmente”, indica el comunicado de la oficina de prensa de la Santa Sede.
Un gesto que no es la primera vez que realiza, también antes del viaje a Cuba y Estados Unidos, el pasado 19 de septiembre de 2015, saludó, antes de irse al aeropuerto, a la familia de refugiados sirios hospedada por la parroquia vaticana de San Ana.


El Papa hoy parte hacia la JMJ de Cracovia
Posted by Redaccion on 27 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco parte hoy miércoles 27 de julio a Polonia, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud que inició ayer martes en Cracovia y durará hasta el próximo domingo 31 y en la que se espera la participación de más de un millón de personas. Ayer por la tarde fue a rezar a la basílica de Santa María La Mayor, para encomendar el viaje a María y hoy por la tarde sale desde el aeropuerto romano Leonardo da Vinci, en Fiumicino.
Programa del miércoles 27 de julio:
14:00 – El Papa parte del aeropuerto de Roma Fiumicino para aterrizar dos horas después en Cracovia en el aeropuerto Juan Pablo II.
17:00 – Está previsto un encuentro con autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático en el patio de honor de Wawel el lugar simbólico de la historia del país. Sucesivamente es la visita de cortesía al presidente de la República en la Sala de los pájaros del Castillo de Wawel y el discurso del Papa.
18:00 – La jornada terminará con un encuentro con los obispos polacos en la catedral, ubicada a pocos pasos de allí. Por la noche saludará a los jóvenes desde el Palacio arzobispal, como en las dos próximas noches.
(Ver el programa completo)


Francisco a los pies de María reza por su viaje a la JMJ de Cracovia
Posted by Redaccion on 27 July, 2016



(ZENIT – Roma).- En la vigila de su viaje a la Jornada Mundial de la Juventud, el papa Francisco fue, como ya es tradición antes de los viajes apostólicos, por 38° vez, a la basílica romana de Santa María la Mayor.
El Santo Padre llegó a las 19 horas y se quedó unos treinta minutos en la capilla donde se encuentra el cuadro de la Virgen María, con la advocación de Salus Populi Romani, para pedirle a la Madre de Jesús, que bendiga su próximo viaje.
Santa María Maggiore, es el santuario mariano más antiguo del cristianismo y allí en una capilla está el lugar en donde san Ignacio de Loyola celebró la primera misa.


El cardenal Dziwisz abre la JMJ: ‘La misericordia vence el egoismo y la violencia’
Posted by Salvatore Cernuzio on 27 July, 2016



(ZENIT – Cracovia).- Ni la fuerte lluvia que cayó este martes en Cracovia, ni el temor de posibles atentados después de la tragedia del ataque y asesinato de un sacerdote en Francia, pudieron desanimar a los jóvenes reunidos en Polonia para la apertura de la 31° Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Eran unos 400 mil, todos llenos de alegría, provenían de 187 países y estaban reunidos en el parque Blonia, a pocos pasos del centro de la ciudad.
Allí, el cardenal Stanislaw Dziwisz, histórico secretario de san Juan Pablo II, celebró la misa de apertura del evento del cual el papa polaco fue el creador y del cual ahora es el patrono.
De pie, bajo los paraguas o sentados en el suelo en pequeñas alfombras de colores –que no faltan en cada bolsa del peregrino– los jóvenes cantaron y aplaudieron durante las presentaciones musicales que se realizaron por la tarde, rezaron a la llegada del palco de las reliquias de santa Faustina Kowalska y de Karol Wojtyla, y lloraron cuando el purpurado antes de iniciar la función dijo: “Recemos por todas las víctimas del terrorismo y en particular por el sacerdote que hoy en Francia ha sido asesinado durante la celebración eucarística”.
Asimismo, exclamó “¡Ha sonado la hora esperada desde hace tres años. Bienvenidos a Cracovia!”. Y recordó que san Juan Pablo II “en esta ciudad maduró su servicio a la Iglesia y desde aquí se encaminó por los senderos del mundo para anunciar el Evangelio de Jesús”.
Añadió que los jóvenes han venido para dar un testimonio del amor cristiano y de unidad. Que ellos traen “siglos y siglos de anuncio del Evangelio” y entre sus manos “la riqueza de las propias culturas, tradiciones e idiomas”.
Pero entre los presentes –observó– hay quien proviene “de países en los cuales la gente sufre por los conflictos y guerras, donde los niños mueren por hambre, en los cuales los cristianos son cruelmente perseguidos”. Zonas del mundo donde “se registra la violencia ciega del terrorismo, o los gobernantes se arrogan derechos sobre los hombres y las naciones dejándose guiar por ideologías absurdas”.
Así, el cardenal invitó a confiar estas experiencias negativas a Jesús, en una nación en la que “hace 1050 años llegó la luz de la fe”.
“Encontrándonos con Jesús, sintamos que todos juntos formamos una gran comunidad, o sea la Iglesia, que supera los confines trazados por los hombres o que dividen las personas”.
Exhortó también a escuchar la voz del papa Francisco, a participar con emoción en las liturgias y a sentir el amor misericordioso del Señor en el sacramento de la reconciliación.
Especialmente les pidió que “lleven a los otros la llama de la fe y enciendan con ella otras llamas, para que los corazones humanos latan al ritmo del corazón de Jesús, que es fuente de ardiente caridad”.
(De nuestro enviado a Cracovia)


Cracovia: Viaje a Łagiewniki “capital de la Divina Misericordia”
Posted by Salvatore Cernuzio on 27 July, 2016



(ZENIT – Cracovia).- Es un aire diferente el que se respira en Łagiewniki, la colina donde se encuentra en Santuario de la Divina Misericordia, dentro de la ciudad de Cracovia, a pocos kilómetro al sur respecto al sugerente centro histórico. Un aire de espiritualidad densa, recuerdos fuertes y oración incesante: la de las hermanas que reflejan el carisma de la fundadora y de los cientos de miles de peregrinos que cada día, se dirigen a este lugar reconocido por unanimidad como “capital mundial de la Misericordia”.
Fue aquí donde Cristo se apareció a la sencilla monja polaca Faustina bajo la apariencia de un mendigo, tocando una campana buscando comida mientras ella llevaba a cabo su trabajo de portera, para encomendarle un mensaje que debía difundir a la humanidad.
Es aquí donde nació el culto a la Divina Misericordia tan querido a Juan Pablo II como para dedicarle una encíclica, la Dives in Misericordia, la segunda de su pontificado, y establecer que cada año en el primer domingo después de Pascua, se celebrara esta fiesta. Es aquí que ahora el papa Francisco, el Papa que ha querido dar a la Iglesia un Año Santo dedicado a la Misericordia, vendrá a rezar el próximo sábado en el penúltimo día de su visita a Polonia.
Una visita que “enfatiza el mensaje contenido en estos lugares, poniéndolo en el centro de la atención de la Iglesia universal y del mundo”, como explica a ZENIT sor Miviana Krzak, de 32 años, originaria de Varsovia, una de las monjas más joven del convento. Ojos azules, rostro límpido enmarcado en el típico velo blanco y negro cuadrado: “Ese ‘look’ fue lo primero que me atrajo de santa Faustina”, recuerda la monja, que explica con gran seriedad la preparación “espiritual y material” que ha precedido en estos meses a la llegada del obispo de Roma, pero sonríe tímidamente cuando le preguntamos por la historia de su vocación. Una historia de “amor”, el infinito de Dios que la joven sintió a los 14 años cuando iba a recibir el sacramento de la confirmación y le regalaron el Diario de santa Faustina.
“Desde ese momento empecé a rezar a Dios todos los días”, recuerda. “A los 18 años, durante una confesión general, sentí después el deseo de encomendar mi vida a Dios, pero todavía no pensaba que me haría monja. Me parecía una cosa muy elevada, un privilegio que no merecía”. “Pero me sentía atraída por Dios. Quería ser misionera pero me encontré obstáculos, así que me acerqué a la Congregación de Nuestra Señora de la Misericordia a través de los retiros que las monjas organizan para jóvenes que quieren discernir la vocación. La clausura es la clausura pero al final sentí un amor tan grande que decidí donarme totalmente a Él”.
Sor Miviana dice que no ha leído todavía la nueva Constitución apostólica del Papa Vultum Dei quaerere, dedicada precisamente a las contemplativas: “Estaba muy ocupada con la organización del evento”. Pero con sus hermanas ya encarna las indicaciones principales, o, la invitación al silencio orante, a la oración y al trabajo a favor de los pobres y de los débiles.
Un trabajo que las hermanas de santa Faustina realizan desde hace un siglo y que se sintetiza en el “mostrar la Misericordia con actos, palabras y oraciones”. “Este es nuestro carisma”, subraya la religiosa. En particular la actividad de las monjas se dirige a las mujeres con problemas familiares, de droga, alcohol, prostitución. Actualmente el monasterio aloja a 18 de estas chicas desfavorecidas que asisten a un colegio cercano donde las hermanas trabajas con algunos laicos para rehabilitarlas e introducirlas en la sociedad.
“Nuestra Congregación empezó con esta obra en 1862”, explica Miviana, “madre Teresa Potozska fundó la primera casa de la Misericordia para jóvenes prostitutas”; después durante la II Guerra Mundial y en los años oscuros del comunismo, el servicio se amplió también a los refugiados de guerra, especialmente mujeres viudas, madres con niños y chicas adolescentes. “Hubo conversiones, pero ninguna vocación”, cuenta la monja.
Explica también que un grupo de estas jóvenes estará presente en la capilla del Convento para saludar al Papa. Con ella estarán también 200 monjas de las 400 repartidas por todo el mundo: la mayor parte polacas y otras procedentes de Brasil, Filipinas, Eslovaquia, Ucrania. Todas se reunirán en la capilla — ‘corazón del Santuario’, pintada y redecorada para la ocasión– ya desde las 7 de la mañana, una hora y media antes de la llegada del Pontífice, “para cantar y rezar”.
Permanecerán en silencio mientras que Francisco, de rodillas, rezará durante algunos minutos delante de la urna de mármol blanco que guarda los huesos de santa Kowalska, bajo el cuadro de Jesús Misericordioso que la religiosa mandó pintar según las indicaciones de Cristo mismo.
El Santo Padre irá después a la habitación de Faustina, cuya ventana está adornada con rosas blancas, donde –explica la monja– se conservan actualmente los restos del cuerpo de la santa, recogidos durante la exhumación para la beatificación de 1992, querida por Juan Pablo II. Sus restos, antes, estaban custodiados en un cementerio a los pies de la Basílica que la misma Faustina mandó construir para las hermanas difuntas. Tras esto, en el prado, se ha preparado una zona con 50 confesionales de madera donde el Papa confesará a cinco jóvenes en tres lenguas: español, italiano y francés.
Francisco –cuenta sor Miviana– llegará en papamóvil, saludando a 850 peregrinos hasta la Basílica donde está el enorme campanario con la estatua de Juan Pablo II en bronce que bendice Cracovia. Aquí el Papa atraviesa la Puerta Santa construida para la ocasión, sobre cuyas columnas están representadas las siete obras de misericordia corporales y las siete espirituales, para después dar inicio a la ceremonia penitencial.
Antes de que el Pontífice se traslade para la misa en el Santuario adyacente dedicado a Wojtyla, mandado construir hace algunos años por su secretario particular el cardenal Dziwisz, está prevista una etapa en una pequeña capilla donde cada día, 24 horas al día, tiene lugar adoración eucarística. Esta fue abierta después de la muerte del Papa polaco y cada día y cada noche recoge grupos de fieles de distintas parroquias de la archidiócesis que rezan delante del Santísimo.
Ahora también lo hacen numerosos jóvenes que están llegando a Cracovia para la JMJ y que se detienen en oración en estos lugares llenos de misericordia. Algunos se confiesan con sacerdotes disponibles, o se sacan fotos delante del cartel gigante de santa Faustina o las imágenes de las visitas de Juan Pablo II. Muchas chicas se dirigen a sor Miviana y a las otras monjas que, con gentileza, las acompañan para hacer una visita u ofrecen indicaciones.
“También esto es cumplir una obra de misericordia: ofrecer el propio tiempo a los otros”, explica la religiosa. Y es una forma “para hacer sentir a los jóvenes acogidos y amados, para hacerles volver a casa colmados de caridad y de misericordia”. Exactamente como era el deseo de santa Faustina.


Vademécum del peregrino, para seguir los pasos de S. Juan Pablo II en Polonia
Posted by Sergio Mora on 27 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “Con san Juan Pablo Magno en Polonia. Vademécum del Peregrino” es el título de un libro que acaba de ser publicado por la Familia del Verbo Encarnado, en italiano, español e inglés.
El libro propone un itinerario de visitas siguiendo un orden cronológico que sigue la vida del Papa polaco. Así el peregrino puede adaptar el vademécum de acuerdo al recorrido que considere más oportuno. Un manual que adquiere gran importancia debido a la Jornada Mundial de la Juventud 2016 que se realiza esta semana en Cracovia.

Con San Juan Pablo Magno en Polonia. Vademécum del Peregrino
La hermana María del Pilar, del Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, de la familia religiosa del Verbo Encarnado, explicó a ZENIT el sentido de este vademécum.
“Es un libro que hemos preparado los dos institutos de nuestra Familia religiosa, porque yendo a Polonia nos dimos cuenta que era muy importante unir los lugares con lo que vivió san Juan Pablo II en su tierra natal, desde su infancia hasta su elección a la Sede de Pedro e inclusive se hace referencia a las numerosas visitas que realizó a Polonia, siendo ya Pontífice de la Iglesia”.
Señaló que un grupo de hermanas, peregrinando a Polonia, comenzaron a leer en cada lugar que visitaban alguna memoria referida a la vida del Papa polaco y así fueron relacionando cada lugar con lo que Karol Wojtyła había vivido allí.
Reconoce entretanto que “ninguna era polaca y hasta ese momento no teníamos vocaciones allí”. Un trabajo que “inició al menos hace cuatro años, antes de que se supiera que la Jornada Mundial de la Juventud sería en Polonia”.
“No lo escribimos pensando en la JMJ sino porque la figura de Juan Pablo II para nosotros es muy importante y lo queremos dar a conocer”. Y añadió que “este trabajo lo habíamos presentado entre nosotros y como nos pareció que podía ser útil para otras personas y especialmente ahora con motivo de la JMJ, decidimos publicarlo”.
Así, la finalidad principal del libro es “ayudar al peregrino a encontrar en cada lugar la herencia espiritual del Papa Magno, relacionándola con las numerosas citaciones de sus obras”.
Los fondos que se obtengan de la venta de los libros son para favorecer a nuestras misiones, esparcidas por distintos lugares del mundo.
En nuestra página web, servidoras.org, e ive.org, hay un enlace a la editorial donde se pueden encargar los libros para ser enviados por correo, y en Roma también se pueden conseguir en la Librería Vaticana y en las librerías San Pablo y Leoniana. Durante las JMJ también estarán disponibles en el Tauron Arena.


El Papa recuerda a los jóvenes texanos que Dios les llama a “ser fecundos”
Posted by Redaccion on 27 July, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “Miren siempre hacia adelante, miren siempre a los horizontes, no dejen que la vida le ponga muros delante, siempre mirar al horizonte. Siempre tener el coraje de querer más, más, más.., con valentía pero, a la vez sin olvidarse de mirar atrás, a la herencia que han recibido de sus mayores, de sus abuelos, de sus padres; a la herencia de la fe, esa fe que ahora ustedes tienen en sus manos para mirar hacia adelante”.
Este fue el consejo que el papa Francisco dio, a través de un vídeo mensaje a los jóvenes de la diócesis de Brownsville reunidos en este día de Santa Ana, la abuela de Jesús. Los jóvenes estaban reunidos en Texas, muy cerca de México, para “unirse espiritualmente a la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia”.
Dice el Santo Padre en su mensaje: “Yo sé que algunos de ustedes me preguntará: ‘Padre, sí, usted nos habla de mirar horizontes y de recordar cosas, pero hoy, ¿qué hago?’” ¡Juégate la vida!, exclama el Pontífice. Por eso les pide que asuman la vida como está y hagan el bien a los demás. “Hoy se está jugando en el mundo una partida en la que no hay sitio para los suplentes”, advierte.
De este modo les indica que o se juega de titular, o “estás afuera”. El Santo Padre prosigue con los consejos: toma la memoria recibida, mira el horizonte, asume la realidad y llévala adelante, hazla fructificar, hazla fecunda.
Asimismo, el Papa recuerda a los jóvenes que Dios les llama a ser fecundo. “Dios te llama a transmitir esa vida. Dios te llama a crear esperanza. Dios te llama a recibir misericordia y a dar misericordia. Dios te llama a ser feliz”.
Por eso les piden también que no tengan miedo, que se la jueguen toda porque “la vida es así”.
Finalmente el Pontífice les desea “un lindo encuentro de jóvenes unidos a las Jornadas de la Juventud, unidos a los jóvenes que están en Cracovia”.


Los obispos de Perú piden seguridad, combate a la corrupción, defensa de la vida y de la familia
Posted by Redaccion on 27 July, 2016



(ZENIT – Roma).- Los obispos de Perú, con motivo de las fiestas patrias que se celebran cada 28 de julio, han enviado un mensaje a los los ciudadanos del país con el título: “Los peruanos podemos construir la unidad”. Señalan que desde esta fecha se inicia con un nuevo gobierno democrático y Congreso de la República que conducirá al país en los próximos cinco años.
En el mensaje publicado en la web de la Conferencia Episcopal señalan que “el pueblo peruano, que participó democráticamente en las elecciones generales de este año, tiene grandes esperanzas en el nuevo mandatario del país y en el nuevo Congreso de la República”, de quienes esperan respondan a los grandes males: la inseguridad, la pobreza y la corrupción.
Señalan también la importancia del bien común, del respeto y de la solidaridad, que a través de la debida legislación cambia a los pueblos. Recuerdan la importancia del respeto a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural; el respeto a la familia, como base de la sociedad, al matrimonio entre hombre y mujer; la justicia y el respeto a los derechos de los más vulnerables, la honestidad y el cuidado de la creación, “de nuestra casa común”.
Los obispos piden, por lo tanto, a los líderes políticos que “trabajen unidos y en armonía por el bien del Perú”, y recuerdan la invitación del papa Francisco “a construir y reconstruir, sin desfallecer, caminos de comunión; a construir puentes de unión y superar las barreras que separan”.
Finalmente invitan así a todos los peruanos “a elevar nuestras oraciones a Dios, el Señor de la historia, por todos los que han de dirigir los destinos del Perú”.


La filosofía tomista y el Chile contemporáneo
Posted by Redaccion on 27 July, 2016



(ZENIT – Roma).- El III Congreso Internacional de Filosofía Tomista, organizado por la Universidad Santo Tomás, se realizó del 19 al 21 de julio en la ciudad de Santiago de Chile. Se reunieron en él algunos de los tomistas más conocidos de Iberoamérica, España, Polonia y Estados Unidos. El tema general que los convocó fue la naturaleza, los tipos y los grados de conocimiento.
Lo indicó en un artículo enviado a ZENIT el profesor Carlos A. Casanova, profesor titular de la Universidad Santo Tomás, precisando que fueron nueve conferencistas, dieciocho mesas-redondas, más de cuarenta autores de comunicaciones, tres presentaciones de libros y unos doscientos participantes.
Los conferencistas fueron Enrique Martínez, Thomas Joseph White (op), Dominic Legge (op), Matthew Levering, P. Juan José Sanguineti, Félix Lamas, Steve Jensen, Juan Antonio Widow y Antonio Amado y se contó además con traducción simultánea inglés-español y español-inglés, para hacer posible la discusión entre todos.
Se trataron muchos temas relacionados con la teología católica (el conocimiento de Cristo, el conocimiento de fe), la teología natural (el conocimiento de la existencia de Dios y de los atributos divinos), antropología filosófica (que el conocimiento humano no se puede explicar excepto por medio de la teoría hilemórfica), metafísica (que las neurociencias, la psicología y la biología pueden alcanzar la verdad, precisamente porque el hombre no es pura materia; o que lo conocido se halla en el cognoscente de una manera espiritual), filosofía, política, ética, etc.
Debe destacarse de manera especial la solución que los padres Thomas Joseph White y Juan Andrés García Reyes dieron al problema de cómo se compaginan los diversos niveles del conocimiento de que gozaba Jesucristo en su vida terrena y con su naturaleza humana: la ciencia de visión, la ciencia infusa y la ciencia adquirida.
Fue notable, además, la manera en la que Matthew Levering, con gran dominio del método histórico crítico de interpretación bíblica, mostró la confluencia de sus conclusiones con las de la teología cristológica de santo Tomás de Aquino. El punto concreto que exploró fue el sentido del sufrimiento del Mesías y del Pueblo que iba a seguir al Mesías.
Merece mención especial cómo el padre Juan José Sanguineti trascendió las concepciones de antropología filosófica más difundidas hoy en el mundo anglosajón, mostrando que ni el materialismo ni el dualismo pueden dar cuenta de la armoniosa colaboración de las potencias sensitivas humanas (radicadas en el cerebro) y la potencia intelectiva (enteramente incorpórea). Sólo el hilemorfismo aristotélico-tomista puede explicar todos los datos proporcionados por las neurociencias, la reflexión filosófica, la ética y las demás disciplinas humanas.
Había acuerdo unánime en que el conocimiento es un bien por sí mismo, y uno de los bienes más altos que podemos alcanzar los hombres. Es, además, un bien que da lugar a otros muchos bienes.
Por último, debe destacarse que para algunos de los presentes el Congreso Internacional de Filosofía Tomista constituyó una verdadera sorpresa: se dieron cuenta de que, contrariamente a sus prejuicios, los tomistas son gente que realmente discute todos los temas.
El profesor Casanova concluye su artículo indicando que espera se editen lo antes posible las actas para que el público pueda recibir todo el provecho que se contiene virtualmente en las enseñanzas de los maestros reunidos por tres días en Santiago de Chile.


San Agustín – 28 de agosto
Posted by Isabel Orellana Vilches on 27 July, 2016



(ZENIT – Madrid).- Le guió siempre una sed insaciable por la verdad, y no admitió cualquiera. Es uno de los grandes Padres de la Iglesia; ha dejado tal estela en ella con su vida y con su ingente obra, que continúa siendo inigualado. Es un referente que hallan Oriente y Occidente en la intersección de un mismo camino. Nació en Tagaste el 13 de noviembre del año 354. Tenía un hermano y una hermana. Educado en la fe por su madre santa Mónica, hasta sus 32 años no se convirtió. Antes de cumplir los 17 había emprendido un sendero peligroso que marcó varias décadas de su vida. Engendró un hijo en una relación irregular, defendió las herejías maniqueas, y se aferró a las glorias de este mundo. Su madre jamás claudicó, y, al final, con sus insistentes plegarias obtuvo para él la gracia de la santidad. En las emblemáticas y profundas Confesiones de Agustín se detecta la grandeza de alma y la pureza de corazón que tenía, así como el alcance de su conversión que le confirió una extraordinaria sensibilidad para reflexionar en su pasado confrontándolo con la nueva visión de la vida y del mundo que le dio la fe. Veía el equívoco de ciertos castigos o tácticas pedagógicas recibidas en sus años de formación que luego se tornaron sombríos para su acontecer porque, al menos en su caso, surtieron un efecto contrario al perseguido.
Cuando partió a Cartago a finales del año 370 ya era un experto conocedor del latín. En su nuevo destino, la ambición y la vanidad estimularon más si cabe sus afanes por el estudio, y destacó en la retórica y en otras disciplinas. Allí se apasionó por el Hortensius de Cicerón que comenzó a abrir un sendero de luz en su búsqueda de la verdad. Fue también una época en la que cedió las puertas de su corazón a otras pasiones. Al tiempo que leía y estudiaba con denuedo formándose en la filosofía, las perniciosas compañías le iban conduciendo al abismo. Una de las preocupaciones que le acuciaban es el conocido «problema del mal», y entre la influencia maniquea y la oscuridad en la que malvivía no pudo hallar la respuesta óptima a esta antigua cuestión. No obstante le convenía mantenerse vinculado a esta corriente errónea por distintos motivos en parte relacionados con su futuro profesional, y también le permitía justificar la vida irregular que llevaba siguiendo las reglas del placer.
Tras la muerte de su padre contrajo una enfermedad. Ante el temor de seguir sus pasos determinó hacerse católico siendo instruido convenientemente. Al recobrar la salud, se vinculó a los maniqueos y no enderezó su camino. Durante nueve años rigió la Escuela de Gramática y retórica que abrió en Tagaste y después retornó a Cartago. El año 383 se estableció en Roma temporalmente; el maniqueísmo, que no colmó sus aspiraciones y le dejó insatisfecho, había quedado atrás. De allí se trasladó a Milán para ocuparse de la cátedra de retórica que había obtenido. Era el lugar elegido por la Providencia para dar respuesta a la insistente súplica de su madre por su conversión. Agustín fue fiel a la mujer con la que convivía hasta el año 385. Luego se desembarazó de ella. Al no querer desposarse con él, antes de marcharse a África su compañera dejó bajo su custodia al hijo común, Adeodato, nacido el año 372.
Cuando conoció a san Ambrosio se suscitó en su corazón una profunda admiración por la sabiduría y rigor del obispo, y poco a poco fue adentrándose en el misterio del amor de Dios. Pese a todo, la virtud de la castidad se le resistía, y no terminaba de dar el paso hacia su conversión. Trataba de dilatarlo, diciendo: «Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo». Al conocer la vida de san Antonio vio que no tenía sentido demorar su respuesta a Cristo: «¿Qué estamos haciendo? –le decía a su estimado Alipio–. Los ignorantes arrebatan el Reino de los Cielos y nosotros, con toda nuestra ciencia, nos quedamos atrás cobardemente, revolcándonos en el pecado. Tenemos vergüenza de seguir el camino por el que los ignorantes nos han precedido, cuando por el contrario, deberíamos avergonzarnos de no avanzar por él».
Releyó con otra óptica el Nuevo Testamento, particularmente las cartas paulinas, y en doloroso e intenso debate interior rogaba la gracia de la conversión y su perdón. Un día oyó la voz de un niño que desde una casa contigua repetía: «toma y lee, toma y lee». Interpretando que debía acudir al evangelio, lo abrió y leyó el pasaje de Rom 13, 13-14. Instantáneamente se disiparon todas las tinieblas y se dio de bruces con esa verdad tan ansiada que había perseguido; comprendió que era Cristo. Después, henchido de amor, diría a ese Dios al que ya había entrañado: «Demasiado tarde, demasiado tarde empecé a amarte […]. Me llamaste a gritos y acabaste por vencer mi sordera». El año 387 fueron bautizados Alipio, Agustín y su hijo Adeodato, que falleció más tarde.
Tras la muerte de Mónica, que supuso un duro golpe para él, el santo pasó en África tres intensos años de oración, ayuno y penitencia, manteniendo tales pautas hasta el final de sus días. Fue ordenado sacerdote el año 391, y en el 395 lo designaron obispo de Hipona. Fundó un monasterio dedicado a los varones y otro a las mujeres. Predicaba y escribía defendiendo con bravura la fe católica. Humilde y desprendido, con toda sencillez reconocía que no era fácil la misión: «Continuamente predicar, discutir, reprender, edificar, estar a disposición de todos, es una gran carga y un gran peso, una enorme fatiga». Fue azote de herejes y dio una inmensa gloria a la Iglesia en sus treinta y cuatro años como prelado. Ha dejado un legado excepcional e insuperable con obras como Sobre la Ciudad de Dios y las Retractationes, entre otras. Poco antes de morir, estalló la guerra en el norte de África y atravesó momentos difíciles. Llegado el fin, escribió: «Quien ama a Cristo, no puede tener miedo de encontrarse con Él». Falleció el 28 de agosto del año 430. El 20 de septiembre de 1295 Bonifacio XIII lo proclamó doctor de la Iglesia.