Conferencia Episcopal
Invitan a los presbíteros a que reciban con obediencia las nuevas modificaciones

Los obispos piden a los sacerdotes que celebren la misa según las normas litúrgicas y no por gustos personales

La Conferencia Episcopal presenta la tercera edición del Misal Romano en castellano que recoge una mayor fidelidad literal a los textos originales

La Conferencia Episcopal Española ha presentado la 3ª edición del Misal Romano en castellano. Se trata de uno de los libros litúrgicos más importantes de la celebración de la Iglesia, texto indispensable para la celebración de la santa Misa. En él, la parte fundamental está compuesta por las oraciones que se necesitan para la celebración de la Eucaristía, pero, además, se describen los ritos que se desarrollan durante la misma (gestos, movimientos, posturas, etc…) y quiénes intervienen en cada ocasión.


Por esta razón, para los obispos españoles celebrar la Eucaristía con el Misal Romano es dar testimonio de la Tradición de la Iglesia. En este sentido, en un mensaje de la Comisión Episcopal de la Liturgia, los obispos indican en el punto quinto “la actitud” que deben guardar los sacerdotes como ministros de la Eucaristía.

“Esta actitud nos ayudará a observar las normas litúrgicas con especial amor y respeto, en la certeza de que esta fidelidad redundará en bien de los fieles, los cuales tienen derecho a participar en las celebraciones tal como las quiere la Iglesia, y no según los gustos personales de cada ministro, como tampoco según particularismos rituales no aprobados o expresiones de grupos, que tienden a cerrarse a la universalidad del pueblo de Dios”, expresan los obispos en dicho mensaje.

Con esta nueva edición, los obispos invitan a los presbíteros “a examinar y mejorar nuestras celebraciones de la Eucaristía. No se trata, simplemente, de sustituir una edición por otra más moderna o actualizada sino de hacer un ejercicio de recepción consciente y responsable del libro que nos ofrece la Iglesia, depositaria y transmisora del `Sacramento de nuestra fe´, para que cumplamos el mandato del Señor al instituirlo”

 

Que los fieles no asistan como extraños

Según explica la Conferencia Episcopal, esta tercera edición del Misal Romano es la continuadora de las otras dos publicadas después del Concilio Vaticano II (en el año 1970 y 1988 respectivamente). No obstante, la nueva edición significa un notable enriquecimiento en relación a las precedentes ya que ofrece una traducción al castellano con abundantes cambios de expresión, retoques, precisiones, todo ello para preservar la fidelidad al texto latino original del año 2008.

Esta edición del Misal entrará en vigor a partir de las misas vespertinas del domingo I de Cuaresma próximo (el sábado 4 de marzo de 2017).

La CEE explica que este Misal, “muestra el interés pastoral de la Iglesia para que los fieles de todos los tiempos accedan a la celebración con las mejores disposiciones personales, participando en los ritos sagrados y comprendiendo los textos de modo que no asistan a este misterio de fe como extraños y mudos espectadores, sino que, comprendiéndolo bien a través de los ritos y oraciones, participen conscientes, piadosa y activamente en la acción sagrada”.

Asimismo, los obispos aclaran que “la edición del Misal que ahora ve la luz ofrece una mayor fidelidad a los textos latinos de acuerdo con lo establecido por la Instrucción “Liturgiam Authenticam”. Pero, evidentemente, para que los fieles puedan comprender y asimilar el contenido de las oraciones del Misal es preciso que quienes las pronuncien o canten lo hagan de manera clara, atentos a las cadencias y a la puntuación del texto, observando también la breve pausa que sigue a la invitación a orar”.

De hecho, el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia, Luis García, ha explicado durante la presentación de esta nueva edición que el texto ha sido corregido por un profesor y miembro de número de la RAE.

 

Principales cambios

Uno de los cambios es que el nombre de san José se incluirá en varias plegarias eucarísticas. La otra variación afecta a la traducción de las palabras pro multis (“por muchos”) y que ha de sustituir a la expresión por todos los hombres” a la que estábamos acostumbrados.

Esta última modificación pretende una mayor fidelidad a los textos originales del Nuevo Testamento y a la tradición litúrgica de la Iglesia latina. En este sentido, la expresión en uso no era realmente una traducción del texto sino una interpretación, explicable en el clima de los primeros años de la reforma litúrgica y sujeta, por otra parte, a la variabilidad del texto en las diferentes lenguas modernas”, explica la CEE.

Así, los obispos españoles invitan “a todos los sacerdotes a que reciban con espíritu de generosa obediencia esta variación y la expliquen a los fieles mediante una oportuna catequesis que señale, en primer lugar, el motivo por el que la palabra `muchos´ sustituye a ´todos los hombres`; y, en segundo lugar, la razón por la que se vuelve al sentido original bíblico. Recuérdese, por ejemplo, que las palabras del Señor hacen referencia también a ´vosotros`, es decir, a los presentes, ampliándose después el alcance de la salvación al que aluden las palabras del Señor. El `por vosotros ´ se proyecta sobre el `muchos´ de manera inmediata y, ciertamente, está abierto a `por todos los hombres´.

Por su parte, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, la sustitución de “por muchos” en lugar de “por todos los hombres, no se reduce solo a los buenos. Al contrario, es para todos. El sentido permanece y es más profundo”, recoge Alfa y Omega.