Servicio diario - 19 de octubre de 2016


 

El Papa: “Cuando damos al necesitado se hace presente la misericordia de Dios”
Posted by Rocío Lancho García on 19 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, como cada semana, ha celebrado la audiencia general en la plaza de San Pedro acompañado por miles de fieles de todas las partes del mundo, que le han recibido con alegría y entusiasmo. Este miércoles por la mañana, la meditación del Papa –continuando las catequesis sobre la misericordia– se ha centrado en “dar de comer a los hambrientos. Dar de beber a los sedientos”.
Así, el Pontífice ha explicado hoy que la pobreza en abstracto no nos interpela, pero nos hace pensar. Pero cuando uno ve la pobreza en la carne un hombre, de una mujer, de un niño, ¡esto sí nos interpela! Y por eso, se ha creado para huir de los necesitados, para maquillar un poco esta realidad de los necesitados, una cierta moda que permite evitar esta realidad y evitar la distancia cuando uno lo encuentra.
En el resumen hecho en español, el Santo Padre, haciendo referencia al Evangelio leído al inicio de la audiencia, ha explicado que “como hemos escuchado en la Carta de Santiago” hay situaciones de necesidad entre nosotros “que requieren una respuesta inmediata y urgente”. En concreto ha indicado “dar de comer al hambriento”, y “dar de beber al sediento” ambas son “obras de misericordia corporales”.
Asimismo, el Pontífice ha observado que “es muy dura la experiencia del hambre y la sed”, y desgraciadamente “es una realidad actual y cercana a nosotros”. Cada día –ha aseverado– encontramos personas que sufren estos males y necesitan nuestra ayuda.
Por otro lado, el Santo Padre ha indicado que “Jesús nos enseña a responder a estas necesidades con su ejemplo”, y nos recuerda que “Él es el pan de vida” y “quien tenga sed venga mí”. Él –ha precisado– mandó a sus discípulos que dieran de comer a la multitud, pero ellos sólo tenían cinco panes y dos peces. Tal y como ha recordado “Jesús pronunció sobre estos la bendición y los partió, y al distribuirlos, todos quedaron saciados”. Por eso, el Papa ha subrayado que “su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando damos nuestro poco al hermano necesitado se hace presente la ternura y la misericordia de Dios”.
A continuación, el Santo Padre ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Así, les ha invitado a “salir al encuentro de las necesidades más básicas de los que encuentren a su camino, dando lo poco que tienen”. Dios, a su vez, “les corresponderá con su gracia y los colmará de una auténtica alegría”, ha asegurado.
Después de los saludos en las distintas lenguas, el Santo Padre ha dirigido unas palabras a los jóvenes, los enfermos y los recién casados. En este punto, ha recordado que hoy la liturgia hace memoria de san Pablo de la Cruz, sacerdote fundador de los pasionistas. Por eso, ha deseado para los jóvenes que “la meditación de la Pasión de Jesús” les enseñe la grandeza de su amor por nosotros. A los enfermos les ha invitado a llevar su cruz en unión con Cristo “para tener alivio” en el momento de la prueba. Y finalmente, a los recién casados, les ha exhortado a dedicar tiempo a la oración, para que la vida conyugal sea un camino de perfección cristiana.
(Texto completo de la catequesis)


Francisco bendice una imagen del Cura Brochero a lomo de mula
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Roma).- El papa Francisco bendijo hoy por la mañana en la Plaza de SanPedro, a una estatua de tamaño real del santo Cura Brochero en su mula malacara. Fue al concluir la catequesis que realiza los miércoles en la audiencia general.
La imagen que recuerda el apostolado realizado en el noroeste de la provincia argentina de Córdoba, entonces particularmente pobre, ha sido presentada coincidiendo con el día de la catequesis en la que el Papa recordó: “Cuando damos al necesitado se hace presente la misericordia de Dios”.
La estatua que fue realizada por el artista argentino Fernando Pugliese, está realizada con fibra de vidrio y resina y por ahora permanecerá en el Vaticano.
San José Gabriel del Rosario Brochero llamado también el ‘Cura Gaucho’, es el primer santo argentino y fue canonizado este domingo pasado por el papa Francisco junto a otros seis santos y a la ceremonia participó el presidente Mauricio Macri y diversos obispos del país.
La estatua es anticipación de un parque temático de 12 hectáreas dedicado al Cura Brochero, que se está preparando en su provincia, con 190 esculturas que contarán la vida de este sacerdote.
Leer también: ¿Qué es lo que no se sabe sobre el cura Brochero?


Texto completo de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del miércoles 19 de octubre de 2016
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la audiencia general, ha recordado cuántas veces los medios de comunicación nos informan de poblaciones que sufren la falta de comida y de agua, con graves consecuencias. Y frente a estas noticias e imágenes, “la opinión pública se siente tocada” y “surgen de vez en cuando campañas de ayuda para estimular la solidaridad”. Esta forma de caridad “es importante”, ha precisado, “pero quizá no nos implica directamente”. Por eso ha recordado que, sin embargo cuando caminando por la calle, nos cruzamos con una persona necesitada, o un pobre llama a la puerta de nuestra casa, “es muy diferente” porque “no estoy ya delante de una imagen, sino que nos afecta en primera persona”.

Publicamos a continuación la catequesis completa del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
Una de las consecuencias del llamado “bienestar” es la de conducir a las personas a cerrarse en sí mismas, haciéndoles insensibles a las exigencias de los otros. Se hace de todo para eludir presentando modelos de vida efímeros, que desaparecen después de algunos años, como si nuestra vida fuera una moda a seguir o para cambiar cada temporada. No es así. La realidad va acogida y afrontada por lo que es, y a menudo nos hace encontrar situaciones de necesidad urgente.
Es por esto que, entre las obras de misericordia, se encuentra el llamamiento al hambre y a la sed: dar de comer a los hambrientos y de beber a los sedientos. Cuántas veces los medios de comunicación nos informan de poblaciones que sufren la falta de comida y de agua, con graves consecuencias especialmente para los niños.
Frente a ciertas noticias y especialmente a ciertas imágenes, la opinión pública se siente tocada y surgen de vez en cuando campañas de ayuda para estimular la solidaridad. Las donaciones se hacen generosas y de esta forma se puede contribuir a aliviar el sufrimiento de tantos. Esta forma de caridad es importante, pero quizá no nos implica directamente. Sin embargo cuando, caminando por la calle, nos cruzamos con una persona necesitada, o un pobre llama a la puerta de nuestra casa, es muy diferente, porque ya no estoy delante de una imagen, sino que nos afecta en primera persona. Ya no hay distancia entre él o ella y yo, y me siento interpelado. La pobreza en abstracto no nos interpela, pero nos hace pensar, nos hace quejarnos; pero cuando ves la pobreza en la carne un hombre, de una mujer, de un niño, ¡esto nos interpela! Y por eso esta costumbre que tenemos de huir de los necesitados, de no hacernos o maquillar un poco esta realidad de los necesitados con las costumbres de moda. Así nos alejamos de esta realidad. Ya no hay distancia entre el pobre y yo cuando me lo cruzo.
En estos casos, ¿cuál es mi reacción? ¿Aparto la mirada y paso de largo? ¿O me paro a hablar y me intereso por su estado? ¿Veo si puedo acoger de alguna manera a esa persona o trato de liberarme lo antes posible? Pero quizá pide solo lo necesario: algo de comer y de beber. Pensemos un momento: cuántas veces recitamos el “Padre Nuestro”, y no prestamos realmente atención a estas palabras: “Danos hoy nuestro pan de cada día”.
En la Biblia, un Salmo dice que Dios es aquel que da “el alimento a todos los vivientes” (136,25). La experiencia del hambre es dura. Lo sabe quien ha vivido periodos de guerra o de carestía. Y también esta experiencia se repite cada día y convive junto a la abundancia y al derroche. Son actuales las palabras del apóstol Santiago: “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso esa fe puede salvarlo? ¿De qué sirve si uno de ustedes, al ver a un hermano o una hermana desnudos o sin el alimento necesario, les dice: «Vayan en paz, caliéntense y coman», y no les da lo que necesitan para su cuerpo? Lo mismo pasa con la fe: si no va acompañada de las obras, está completamente muerta” (2,14-17). Siempre hay alguno que tiene hambre y sed y necesita de mí. No puedo delegar en nadie. Este pobre necesita de mí, mi ayuda, mi palabra, mi compromiso.
Es también la enseñanza de esa página del Evangelio en la que Jesús, viendo tanta gente que lo seguía desde hace horas, pide a sus discípulos: “¿Dónde compraremos pan para darles de comer?”.(Jn 6,5). Y los discípulos responden: “Es imposible, es mejor que los despidas…”. En cambio Jesús les dice: “No. Denles de comer ustedes mismos” (Cfr. Mt 14,16). Recoge los panes y los peces que tenían consigo, los bendice, los parte y los hace distribuir a todos. Es una lección muy importante para nosotros. Nos dice que el poco que tenemos, si lo confiamos a las manos de Jesús y lo compartimos con fe, se convierte en una riqueza superabundante.
El papa Benedicto XVI, en la encíclica Caritas in veritate, afirma: “Dar de comer a los hambrientos es un imperativo ético para la Iglesia universal […] El derecho a la alimentación y al agua tiene un papel importante para conseguir otros derechos. […] Por tanto, es necesario que madure una conciencia solidaria que considere la alimentación y el acceso al agua como derechos universales de todos los seres humanos, sin distinciones ni discriminaciones (n. 27). No olvidemos las palabras de Jesús: “Yo soy el pan de vida” (Jn 6,35) y «quien tenga sed venga a mí» (Jn 7,37). Son para todos nosotros creyentes una provocación a reconocer que, a través del dar de comer a los hambrientos y dar de beber a los sedientos, pasa nuestra relación con Dios, un Dios que ha revelado en Jesús su rostro de misericordia.



El presidente de Colombia pone plazo a una nueva propuesta de paz
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Roma).- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en un mensaje transmitido ayer martes por la noche a todo el país, aseguró que hasta el próximo jueves el Gobierno seguirá recibiendo todas las propuestas avanzadas por los diferentes sectores, para buscar mejorar el acuerdo de paz y llevarlas a la mesa de negociación con el grupo guerrillero FARC.
El 26 de septiembre pasado el Gobierno de Colombia y la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, firmaron en Cartagena un acuerdo de paz. Sometido el 2 de octubre a plebiscito fue rechazado al ganar el “no” al acuerdo con el 50,2 por ciento de las preferencias, mientras que el 49,7 por ciento se decantó a favor. La abstención fue superior al 60 por ciento.
Anoche en la alocución televisada, el jefe del Estado señaló que “un nuevo acuerdo ya es el clamor ciudadano, es la voluntad del Gobierno y debe ser también la de las FARC” y añadió que se trata de “un imperativo para que no se vaya al traste el enorme esfuerzo de estos últimos seis años”.
“Cada día que pasa juega en contra de la esperanza nacional por alcanzar la paz”, señaló el mandatario. Y reiteró que se trata de alcanzar una paz que permita devolver la tranquilidad al campo y que “garantice que no haya más víctimas” para que al país se le abra la puerta a oportunidades nuevas de crecimiento, inversión y empleo.
Dijo que el diálogo sostenido estos días con iglesias, víctimas, partidos, y diversos sectores de la vida nacional, ha servido para “aclarar muchos de esos temas y dar tranquilidad a los colombianos sobre el Acuerdo”.
En ese orden de ideas desvirtuó afirmaciones sobre el Acuerdo que habrían confundido a los electores. “También algunos pensionados me dicen que votaron no, que porque les dijeron que les iban a quitar una parte de sus pensiones para pagarle a los guerrilleros. Eso es totalmente falso. Nada en el acuerdo, ni en el plan que tenemos para su implementación, incluye tal cosa. Sería absurdo”, subrayó.
El jefe del Estado también aseveró que los recursos necesarios para que los exguerrilleros se reincorporen a la vida civil ya existen. “Ya hemos logrado con éxito la reintegración de más de 50 mil ex combatientes, de los paras y de la guerrilla”, concluyó el presidente de la República.


Kiko Argüello presenta su libro sobre reflexiones, pensamientos y apuntes personales
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Roma).- Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, presentará este jueves 20 de octubre, en Madrid “Anotaciones, 1988-2014”. Se trata de su segundo libro tras la publicación en 2012 de “El Kerigma, en las chabolas con los pobres” (Editorial Buenas Letras), que ha sido traducido a 30 idiomas y se ha convertido en un best-seller católico.
La nueva obra de Kiko es publicada en España por la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) y recoge reflexiones, pensamientos, poesías y sufrimientos del autor. Los beneficios del libro serán destinados para ayudar a la evangelización de las familias en misión, uno de los frutos del Camino.
El libro –indica el comunicado de prensa– consta de 276 páginas y cuenta con un prólogo del cardenal Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid. “Aunque el autor dudó sobre la oportunidad de publicarlo por miedo a la vanidad, estoy convencido de que ha acertado al superar esa inquietud y difundir también por esta vía el carisma recibido del Espíritu de Dios y destinado al servicio de todos”, escribe el purpurado.
El cardenal también explica que se trata “de una historia llena de gozos y de sufrimiento” en la que “se transparenta la lucha del autor por llevar adelante con fidelidad el encargo recibido por Dios”.
Además, da algunas “pinceladas” sobre este carisma que surgió entre los pobres de las barracas del barrio de Palomeras Altas (Madrid) alrededor de los años 60 y que se ha extendido a los cinco continentes.
“El Camino Neocatecumenal es inmensamente fecundo en vocaciones sacerdotales y religiosas, sin tenerlas como finalidad específica. ¡Cuántos matrimonios y familias se han reconstruido por el Evangelio escuchado en comunidad! ¡Qué eficaz es la transmisión de la fe cristiana a los hijos en las familias!”, dice en el prólogo el cardenal Blázquez. Además, asegura que “es digno de ser subrayada la dimensión apostólica de la fe y el celo misionero de los participantes en la comunidad”.
Por su parte, Kiko Argüello explica que decidió publicarlo finalmente para “proclamar la gloria de Dios, dando testimonio de su amor gratuito y su fidelidad incondicional hacia mí que, como se podrá comprobar, soy inadecuado, indigno, inútil, infiel…”. “Si estas anotaciones ayudan a alguien, bendito sea Dios”, concluye.
En la presentación este jueves intervendrán el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid; el autor de la obra, Kiko Argüello; Enrique Bonete Perales, catedrático de Filosofía Moral de la Universidad de Salamanca y el padre Carlos Granados, director de la BAC.
El Camino Neocatecumenal está difundido hoy por todo el mundo con cerca de un millón y medio de participantes en 125 naciones en los cinco continentes con más de 30.000 comunidades. Hay más de 100 seminarios diocesanos y misioneros Redemptoris Mater en todo el mundo y más de 1.000 familias en misión repartidas en 93 países, así como más de 100 missio ad gentes.



Un tabernáculo hecho con láminas metálicas de las chabolas de Nairobi, un regalo para el Papa
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recibido el “Pastoral de la Misericordia”, realizado con láminas metálicas de las chabolas de Kibera, en Nairobi, Kenia, el barrio marginal más grande del África subsahariana.
Tal pastoral –que culmina con un ostensorio– ha viajado por las diócesis de Italia y del mundo, manifestando así la presencia viva y auténtica de Cristo, que se hace “legible” precisamente a través del material con el que es construido: chatarra pobre, descartada, que simboliza el amor de Jesús entre los pobres y para los pobres.
También han entregado al Papa un tabernáculo, construido con las mismas láminas metálicas. La iniciativa es de la Fundación Casa del Espíritu y de las Artes que ya presentó al Papa en los meses pasados dos proyectos: la Cruz de Lampedusa, construida con la maderas de las barcas de los migrantes; las hostias de la Misericordia, producidas en las cárceles.

Pastoral de la Misericordia y tabernáculo (Foto © Osservatore Romano)
Al día de hoy, más de mil millones de personas en todo el mundo vive en chabolas –un tercio precisamente en el África subsahariana– y se prevé que en el 2020, el número de habitantes será de cerca de mil millones y medio. Solamente en los barrios marginales de Nairobi, habitan dos millones de personas que no tienen energía eléctrica, ni alcantarillados o agua potable, apenas el 5% de los niños va al colegio.
“Si Jesús naciera hoy” comenta Arnoldo Mosca Mondadori, que ha ideado el proyecto junto al artista Giovanni Manfredini, “quizá hubiera nacido en una chabola. Quisiéramos que este pastoral diera la vuelta al mundo, como testimonio sobre este drama de nuestra contemporaneidad”.
En cada “etapa” del viaje del pastoral, la Fundación Casa del Espíritu y de las Artes donará un tabernáculo, realizado con las láminas de metal de las chabolas de todo el mundo. El significado del pastoral ha sido explicado por monseñor Pierangelo Sequeri, teólogo y actual presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II. “Es humilde, este pastoral del Cristo pobre, nómada y migrante desde su tierna infancia. De hecho, se realizó con las modestas láminas de los lugares de la acogida y del abandono que se repiten infinitamente, también ahora. Ya que lleva el Pan del cielo se ha convertido en puro y resplandeciente como ni siquiera la mejor plata podría hacerlo. (…) Cuando llevemos este pastoral, tenemos que recordarlo: no estaremos nunca a la altura de esta pureza y de esta belleza. Este pastoral es para quién es capaz de conmoverse por el pueblo que debe ser guiado y consolado, perdonado y sanado”.


Peregrinación de Polonia a Roma en la fiesta de san Juan Pablo II
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Roma).- La Peregrinación Nacional de la Polonia a la ciudad de Roma que inicia este jueves 20 de octubre, durará hasta el domingo 23 y contará con la participación de unos 50 obispos, 260 sacerdotes y 7 mil peregrinos de dicho país
Lo informó hoy el portavoz de la Conferencia Episcopal Polaca, padre Pawel Rytel-Andrianik , precisando que el programa de la peregrinación incluye misas en las cuatro basílicas pontificias, una audiencia con el Santo Padre y la oración del Ángelus.
El programa tendrá su momento más importante el sábado 22 de octubre cuando será la audiencia con el Papa Francisco, en la fiesta litúrgica de San Juan Pablo II.
La Peregrinación Nacional se inscribe perfectamente en el programa de las celebraciones del Año de la Misericordia y del 1050° aniversario del bautismo de la Polonia, con el cual los polacos vinieron a unirse al círculo de la fe y la cultura de Europa Occidental.
La más reciente peregrinación nacional tuvo lugar en el 2003, en acción de gracias por los 25 años del pontificado de San Juan Pablo II. Esta vez, los polacos llegarán para dar las gracias al Santo Padre Francisco por su visita a Polonia y la Jornada mundial de la juventud, y en el contexto de las celebraciones del 1050° aniversario de Bautismo de la Polonia y el Año de la Misericordia.
“Hay que dar gracias a Dios y la Santa Sede por todos los eventos realizados recientemente en Polonia que trajeron tanta alegría a los polacos”, dijo el Arzobispo Stanislaw Gądecki, Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia y Vice-Presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE).
En la audiencia de hoy el papa Francisco ha recordado la fiesta del beato Jerzy Popieluszko, el sacerdote asesinado por tres oficiales de los servicios secretos polacos en 1984 y beatificado como mártir por Benedicto XVI.


España: manifestación en Valencia con el tema ‘pobreza cero’
Posted by Redaccion on 19 October, 2016



(ZENIT – Roma).- En unión con más de tres mil personas, las dos presencias salesianas de Valencia participaron el pasado sábado 15 de octubre con una nutrida representación en la manifestación que recorrió las calles del centro de Valencia con el tema: “Pobreza cero”.
Lo informó la agencia de noticias ANS, señalando que se corearon eslóganes como “Eo, eo, eo, pobreza cero”.
Participaron jóvenes, padres, profesores, salesianos y otros miembros de la Familia Salesiana de las casas San Antonio Abad y San Juan Bosco, y formaron un grupo entre la gente portando carteles y pancartas que expresaban el clamor por la erradicación de la pobreza.
Pobreza Cero es la mayor movilización de la historia contra la pobreza. Se trata de una campaña nacida en el año 2005, para dar el seguimiento al cumplimiento los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), firmados en el año 2000 por 189 jefes de Estado y de Gobierno en la ONU. Desde entonces se desarrolla en más de 100 países.
En Valencia. Pobreza Cero, se impulsa desde la Coordinadora Valenciana de ONGD, donde la ONGD salesiana Jóvenes y Desarrollo participa activamente.


Santa María Bertilla Boscardín – 20 de octubre
Posted by Isabel Orellana Vilches on 19 October, 2016



(ZENIT – Madrid).- Por fortuna, la eficacia ni es requisito ni influye en la santidad; tampoco el juicio humano tiene que ver con el divino, algo que se ha recordado ya en este santoral en otras ocasiones. La vida de esta joven italiana, Anna Francesca, fue esa luz fulgurante que brilló en medio de quienes se apresuraron a negarle la gloria, tildándola de «tontita» dentro y fuera de la Iglesia. Relevando misteriosamente al fundador de la Orden en la que se santificaría, Giovanni Antoni Farina, nació el 6 de octubre de 1888, justamente el año en el que este virtuoso prelado entró en el cielo. Anna vio la luz en Bréndola, Italia. Y tal vez si hubiese venido al mundo en un hogar amable y atento, hubiera tenido una infancia y juventud distintas, aunque quién sabe si de ese modo habría conquistado la gloria de los altares.
Lo de menos fue la pobreza de su familia campesina. Pero a su frágil salud y cortedad de miras, se unieron los malos modales de un padre ebrio, apresado por los celos y violento, carácter seguramente agriado por las carencias económicas, que la maltrató cotidianamente. No es de extrañar que a sus 16 años, con este panorama y un desajuste que afectaba también a sus estudios, soñara con otra clase de vida y dejara atrás su empleo doméstico en casa de unos vecinos. Se comprende que mirase con esperanza un futuro mejor junto a las Hermanas Maestras de Santa Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones, máxime cuando ya a sus 12 años había consagrado a Dios su virginidad.
Pero le precedía la apreciación de quienes la rodeaban o la conocían someramente, no tanto por su talante trabajador y su fuerza de voluntad, velada para la mayoría, como por el juicio que les merecía su escasa inteligencia. Y hasta el arcipreste Gresele tomó con cierta chanza la vocación de Anna cuando se la notificó el párroco Capovilla que la había acogido como integrante de las Hijas de María. Él también dudó inicialmente de su valía, pero se aseguró de que al menos serviría para realizar tareas domésticas. Así lo transmitió al arcipreste que habló con otras religiosas; ellas se negaron a admitirla. El caso es que Anna ingresó en el Instituto al que aspiraba, en la ciudad de Vicenza, y en 1905 tomó el hábito y nombre de María Bertilla en honor de la abadesa de Chelles, de origen francés, santa Bertilla. A fuerza de ser descalificada en su entorno, ella misma se creía incapaz; se minusvaloraba. Pero su virtud era una potente luminaria.
Con admirable humildad, teniendo claro que no elegía el convento como refugio para sus males sino como un trampolín para su perfecta consagración, fue directa al grano y dijo a la maestra de novicias: «Yo no sé hacer nada. Soy una inútil, una ‘tontita’. Enséñeme a ser santa». Quizá no impresionara demasiado a la formadora con esta insólita y edificante presentación que hizo de sí misma, aunque era para conmoverse, pero la cuestión es que la destinaron a la cocina, a la panadería y a la lavandería, oficios que desempeñó durante un año. Solamente quería cumplir la voluntad de Dios. Mostraba su gratitud cuando era reconvenida por algo. Dócil, con gran inocencia evangélica, estaba a merced de su maestra: «me corrija siempre; me hará un gran favor». Ya estaba trazado su camino, que fue calificado por Pío XII como «‘Camino de los coches’, el más común. Nada de éxtasis, nada de milagros en vida, sino una unión con Dios cada vez más profunda en el silencio, en el trabajo, en la oración, en la obediencia. De esa unión venía la exquisita caridad que ella demostraba a los pobres, a los enfermos, a los médicos, a los superiores, a todos». Y así fue. Las palabras de su fundador: «vívase en la obediencia y en la obediencia se muera» cincelaron también su vida consagrada.
Alguien se percataría de que podía tener cualidades para la asistencia a los enfermos, y la enviaron a estudiar enfermería en el hospital regentado por las religiosas en Treviso. Pero la superiora general la devolvió a la cocina hasta que profesó en 1907. Entonces se reveló como un ángel de bondad para los niños afectados de difteria y del resto de enfermos de las diversas salas por las que pasó, algunos con lesiones nauseabundas. En 1909, no sin dificultad, mientras convalecía de una operación se preparó y obtuvo el título de enfermera.
En 1915 asistió a los heridos de guerra en Viggiù, zona cercana a Como. Era más que evidente que poseía unas excepcionales cualidades para ello. La superiora no apreciaba su labor –que, sin embargo, conmovía a los oficiales y al capellán–, y la corregía severamente por su atención a los enfermos y su celo en el trabajo, enviándola a la lavandería. Del interior de la santa brotaba esta ardiente súplica: «Jesús mío, os pido por vuestras santas llagas, hacedme morir mil veces, antes que yo haga alguna acción solo para que me alaben». Así que las disposiciones que se tomaban en relación a ella, como ésta, las acogía con inmensa gratitud; era explícita a la hora de mostrarla. De hecho, cuando le notificaron su misión en el lavadero, manifestó gozosa: «muchas gracias, madre».
Una nueva superiora general la destinó al hospital de Treviso poniéndola al frente del pabellón infantil de infecciosos. Asumió la tarea con obediencia, en silencio, llena de caridad, haciendo vida su lema: «A Dios toda la gloria, para el prójimo toda la alegría y para mí todo el sacrificio». Al final fue hospitalizada. Años atrás había contraído una enfermedad de la que fue operada sin éxito. Un médico que la asistía, y que se declaraba no creyente, comentó después de hacerle una visita: «allá arriba está muriendo una santa». Su tránsito se produjo el 20 de octubre de 1922. Tenía 34 años. Antes de expirar dejó este mensaje a la superiora general: «Diga a las hermanas que trabajen solamente por el Señor, que todo es nada, todo es nada». Le acompañaron fama de santidad y prodigios. Pío XII la beatificó el 8 de junio de 1952. Juan XXIII la canonizó el 11 de mayo de 1961.