Servicio diario - 10 de noviembre de 2016


 

Francisco recuerda que la unidad de los cristianos es “una exigencia esencial de nuestra fe”
Posted by Rocío Lancho García on 10 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha asegurado que “la unidad de los cristianos” es una de sus principales preocupaciones y reza para que “sea cada vez más compartida por cada bautizado”. Lo ha indicado él mismo en su encuentro de hoy jueves con los participantes de la sesión plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. El tema que han abordado es “Unidad de los cristianos: ¿qué modelo de plena comunión?”.
Durante su discurso, el Santo Padre ha recordado que este año ha tenido oportunidad de vivir muchos encuentro ecuménicos significativos, tanto en Roma como durante los viajes. Así, ha asegurado que cada uno de estos encuentros ha sido para él fuente de “consolación” porque ha podido constatar que “el deseo de comunión es vivo e intenso”.
De este modo, ha recordado que “la unidad de los cristianos es una exigencia esencial de nuestra fe”. Una exigencia que fluye de la intimidad de nuestro ser creyentes en Jesucristo. Así, ha explicado que “invocamos la unidad porque invocamos a Cristo”. Y queremos vivir la unidad “porque queremos seguir a Cristo, vivir su amor, gozar del misterio de su ser uno con el Padre, que es la esencia del amor divino”.
No basta estar de acuerdo en la comprensión del Evangelio, sino que es necesario que todos los creyentes estén unidos a Cristo y en Cristo, ha subrayado el Papa. Asimismo, ha precisado que “es nuestra conversión personal y comunitaria” la que permite “crecer en la comunión entre nosotros”. Es “el alma” que sostiene también las sesiones de estudio y todo tipo de esfuerzo para “alcanzar puntos de vista más cercanos”.
Teniendo en cuenta esto, “es posible desenmascarar algunos falsos modelos de comunión que en realidad no llevan a la unidad sino que la contradicen en su verdadera esencia”, ha señalado.
En primer lugar, el Santo Padre ha asegurado que la “unidad no es el fruto de nuestros esfuerzos humanos” o el producto construido de diplomacias eclesiásticas, sino “un don que viene de lo Alto”. Nuestra tarea –ha añadido– es la de acoger este don y hacerlo visible a todos.
Desde este punto de vista, la unidad “ este es camino con su hoja de ruta y sus ritmos, sus frenos y sus aceleraciones, y también con sus paradas”. La unidad como camino “requiere esperas pacientes, tenacidad, cansancio y compromiso”. Del mismo modo ha precisado que la unidad “no anula los conflictos y no cancela los contrastes”, es más, “ a veces puede mostrar nuevas incomprensiones”.
La unidad –ha asegurado el Santo Padre– puede ser acogida solo por quien decide ponerse en camino hacia una meta que hoy podría aparecer más bien lejana. Asimismo, ha añadido que la unidad de amor es ya realidad cuando los que Dios ha elegido y llamado a formar su pueblo anuncian juntos las maravillas que Él ha realizado por ellos, sobre todo ofreciendo un testimonio de vida plena de caridad hacia todos.
El Pontífice ha subrayado que “la unidad se hace caminando”. Caminando juntos “nos encontramos como hermanos, rezamos juntos, colaboramos juntos en el anuncio del Evangelio y en el servicio a los últimos estamos ya unidos”. Las divergencias teológicas y eclesiológicas –ha precisado– serán superadas solo en este camino.
En segundo lugar, el Santo Padre ha afirmado que “la unidad no es uniformidad”. Por eso ha observado que “las diferentes tradiciones teológicas, litúrgicas, espirituales y canónicas” cuando están genuinamente enraizadas en la tradición apostólica, “son una riqueza y no una amenazada para la unidad de la Iglesia”. Así ha advertido de que “tratar de suprimir tal diversidad es ir contra el Espíritu Santo”. La tarea ecuménica es “respetar la diversidad legítima y llevar a superar las divergencias inconciliables con la unidad que Dios pide”.
Finalmente, el Santo Padre ha señalado que “la unidad no es absorción”. La unidad de los cristianos –ha explicado– no conlleva a una ecumenismo ‘en marcha atrás’, por lo que alguno debería renegar de la propia historia de fe; ni tampoco tolera el proselitismo, que es un veneno para el camino ecuménico. Antes de ver lo que nos separa, “es necesario percibir también de forma existencial la riqueza de lo que nos reúne, como la Sagrada Escritura y las grandes profesiones de fe de los primeros Concilios ecuménicos”.
Así, el Santo Padre ha concluido su discurso recordando que las distintas comunidades cristianas están llamadas a no “competir”, sino a colaborar.


El Papa en Sta. Marta: El Reino de Dios no es una “religión del espectáculo”
Posted by Redaccion on 10 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha pedido vencer la tentación de una religión del espectáculo que busca siempre nuevas revelaciones, como si fueran fuegos artificiales.
Lo ha hecho durante la homilía de la misa celebrada esta mañana en Santa Marta. De este modo ha recordado que el Reino de Dios “crece si cuidamos la esperanza en la vida de cada día”.
En el Evangelio del día –ha explicado el Santo Padre– Jesús responde a los fariseos que le preguntan con curiosidad cuándo “vendrá el Reino de Dios”. Ya ha venido –dice el Señor– está en medio de vosotros. “Es como una pequeña semilla que está sembrada y crece sola, con el tiempo”. Dios lo hace crecer, ha precisado, pero sin atraer la atención.
Así, el Pontífice ha recordado que el Reino de Dios no es una “religión del espectáculo” que “siempre está buscando cosas nuevas, revelaciones, mensajes”. Por eso ha subrayado que “Dios ha hablado por medio de Jesucristo: esta es la última palabra de Dios”. Lo demás son como “fuegos artificiales” que te iluminan por un momento y después ¿qué queda?, nada. “No hay crecimiento, no hay luz, no hay nada: un instante”.
Por eso, el Santo Padre ha advertido que muchas veces podemos ser tentados por esta religión del espectáculo, de buscar cosas ajenas a la Revelación, a la mansedumbre del Reino de Dios que está en medio de nosotros y crece. Y este desear cosas ajenas “no es esperanza: es el deseo de tener algo a mano”, ha indicado.
Nuestra salvación –ha aseverado el Santo Padre– se da en la esperanza, la esperanza que tiene el hombre que siembra el grano o la mujer que prepara el pan, mezclando levadura y harina: la esperanza de que crezca. Porque esa luminosidad artificial se produce toda en un momento y después se va, como los fuegos artificiales: “no sirve para iluminar una casa, es un espectáculo”, ha advertido.
Por eso, el Santo Padre se ha interrogado sobre qué debemos hacer mientras esperamos que venga la plenitud del Reino de Dios. Y respondió: tenemos que “vigilar”.
“Vigilar con paciencia. La paciencia en nuestro trabajo, en nuestros sufrimientos… Vigilar como el hombre que plantó la semilla y espera la planta y trata que no haya mala hierba cerca, para que la planta crezca”, ha precisado.
De este modo, el Santo Padre ha asegurado que lo que hay que hacer si el Reino está en medio de nosotros es “vigilar”, “crecer en la esperanza”, “vigilar la esperanza”. Porque en la esperanza “hemos sido salvados”.
Este es el hilo, ha explicado el Pontífice en su homilía. “La esperanza es el hilo de la historia de la salvación”. La esperanza de encontrar al Señor definitivamente. El Reino de Dios –ha observado el Santo Padre– se hace fuerte en la esperanza.
En esta línea, el Pontífice ha invitado a preguntarse: “¿Yo tengo esperanza o voy adelante como puedo y no sé discernir el bien del mal, el grano de la cizaña, la luz, la suave luz del Espíritu Santo de esta luminosidad artificial?”
Finalmente, el Santo Padre ha invitado a interrogarse sobre “nuestra esperanza en esta semilla que está creciendo en nosotros” y sobre cómo “vigilamos nuestra esperanza”.


Trump y el muro. Parolín: “Esperemos ver que hará. Por ahora démosle tiempo”
Posted by Salvatore Cernuzio on 10 November, 2016



(ZENIT – Roma)-. El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, interrogado sobre la elección del 45° presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señala posibles puntos de diálogo con el Vaticano: paz, libertad religiosa, empeño de los católicos y tutela de los sectores socialmente débiles.
“Esperamos ver cuáles serán las decisiones que Donald Trump hará durante su mandato. Démosle el tiempo de iniciar”. Así el cardenal Parolin responde a los periodistas que le recuedan el proyecto del nuevo presidente de construir un muro que divida la frontera con México para detene la creciente inmigración clandestina, indicada por el mandatario electo como “una lacra de la sociedad estadounidense”.
Lo indicó hoy jueves el purpurado, en la Curia general de los jesuitas, después de la presentación del libro “En tus ojos está mi palabra” que contiene las homilías y discursos del Papa entre 1999 y el 2013.
“El papa Francisco en el vuelo de regreso de México, en febrero de 2016 dijo: “Una persona que piensa construir muros, sea quien sea y no construir puentes, no es cristiano. Esto no está en el Evangelio”.
“No me intromento –declaró el Papa en esa ocasión– pero digo que este hombre no es cristiano si dice estas cosas. Es necesario saber si las dijo así o no. Sobre esto cuenta con el beneficio de la duda”.
Refiriéndose a lo que dijo el Santo Padre, señaló el purpurado, “sobre este principio estamos todos de acuerdo” y añadió “entretanto esperemos. Ahora se trata de ve cuáles serán las decisiones que hará durante su mandato. Al menos démosle algunos días… debemos darle el tiempo de iniciar”.
El secretario de Estado reiteró además lo que dijo ayer en la Lateranense sobre la victoria inesperada de Trump: “Deseamos que esta elección, sobre la cual se expresaron consideraciones positivas pero también temores, pueda ayudar a la paz. Hoy es necesario esto. Es necesario que la dirigencia estadounidense se empeñe cada vez más en buscar el diálogo y negociar para resolver tantos conflictos que están lacerando el mundo”.
Para el cardenal puede haber puntos de diálogo con el Vaticano, iniciando por el de la paz “que debería ser uno de los temas fundamentales”. Después “la libertad religiosa, el empeño de los católicos y la tutela de los sectores socialmente débiles”.
Sobre las relaciones con China el cardenal asegura: “Estamos trabajando. Esperamos que llegue aquel día, pero los tiempos no puedo preverlos”.


Lo que decía Bergoglio antes de ser Papa
Posted by Sergio Mora on 10 November, 2016



(ZENIT – Roma).- ‘Es enorme’, bromeó el padre Federico Lombardi ex-portavoz del Vaticano al moderar la presentación del libro de casi mil páginas que lleva por título: “En tus ojos está mi palabra – Homilías y discursos de Buenos Aires, 1999-20013)”.
Publicado en Italia por la Rizzoli y presentado hoy en el auditorio la Curia general de los jesuitas, es una recopilación de los pensamientos que el cardenal Bergoglio expresó públicamente durante 14 años en Buenos Aires, la ciudad en donde fue arzobispos antes de ser elegido Papa.
De esta especie de Opera omnia se ocupó el padre jesuita Antonio Spadaro, director de la revista Civiltà Cattolica, históricamente muy relacionada con la Santa Sede. Es una traducción al italiano de estos discursos y homilías, las cuales aún no han sido publicadas en otros idiomas y quieren ser un ‘regalo de cumpleaños para el actual pontífice’ que cumplirá 80 años en diciembre.
Entre las mismas está la que el cardenal argentino había preparado para la misa crismal que pensaba celebrar después de viajar a Roma para el cónclave que lo eligió Papa, y por lo tanto nunca pronunciada.
Participaron en la presentación el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, el nuevo superior general de los Jesuitas, Arturo Sosa, y el arzobispo de Chicago, Blase Jopseph Cupich, quien el próximo 19 de noviembre será elevado a cardenal. En el auditorio estaban también los cardenales Abril y Castelló; Castrillón Hoyos y Renato Martino además de un numeroso público.
El cardenal Parolín señaló que cuanto contenido en este libro “es de alguna manera el laboratorio del pontificado de Francisco”, como el “tema de la Evangelii gaudium, o sea la alegría de evangelizar” porque “en su manera de ver la realidad reconoceremos en embrión muchos trazos de su magisterio actual”.
El purpurado ha señalado que leyendo el libro “se entienden mejor las palabras y los gestos de un pontífice que puso en el centro de su ministerio el discernimiento y la misericordia” y la formación de quien es considerado uno de los más escuchados líderes a nivel global, como indicó recientemente un sondeo Gallup.
Porque “las palabras del ministerio pastoral de Bergoglio se nutren de la vida vivida, de temas abiertos, fronteras cruzadas, periferias recorridas, desafíos que tienen rostros y nombres”. O sea “no elabora conceptos abstractos, pero abraza a la humanidad que tiene delante”, de aquí el nombre del libro Nei tuoi occhi é la mia parola, porque son los ojos de los fieles, del santo pueblo de Dios, los que deben generar la palabra paterna.
Y esto lo dice el Papa en la entrevista que le dio al padre Spadaro, puesta al inicio del libro: “El Papa siente la necesidad de ver en los ojos de las personas a las que se dirige” porque “Francisco nunca ve delante de sí a una masa”.
En la entrevista recuerda episodios en el catequismo con los niños, o su predilección por los abuelos, habla de la liturgia y la sana tradición. También sobre los jóvenes inquietos, “no conformista con los cliché culturales” y que “es necesario aprender a leer y valorizarlos, porque todos los sistemas que quieren dejar quieto al hombre son perniciosos porque conducen de un modo u otro al quietismo existencial”.
Los textos están en orden cronológico si bien hay etapas que se repiten fijas, como el Te Deum del 25 de mayo, la fiesta nacional, con carácter político; las homilías por san Cayetano, fiesta de los trabajadores, con discursos de tipo social; y las homilías en las peregrinaciones al santuario de la Virgen de Luján.
“Una predicación que fue una especie de examen de conciencia sea religioso que civil de la sociedad argentina”, dijo el cardenal, invitando al sentido de la responsabilidad. Y en los que “no dudó en algunas circunstancias de lanzar claros desafíos al gobierno en nombre del pueblo y a combatir a las elites enfermas de ideología”.
Entre las encrucijadas y los dilemas entre globalización y solidaridad, Bergoglio ve “el drama de vaciamiento de las relaciones” indicó el secretario de Estado.
Y respondiendo al padre Spadaro, el papa Francisco explica que “la homilía siempre es política porque se hace en la polis”, porque “se refiere a la construcción de la civilización”. Incluso “en el confesionario cuando se da la absolución, se construye el bien común”.


Haití no pide alimentos, pide semillas para poder plantar
Posted by Rocío Lancho García on 10 November, 2016



(ZENIT – Roma).- Haití es un pueblo que se adapta a situaciones muy difíciles. Está acostumbrado. Y ahora no piden alimentación, piden semillas. Es su visión y su forma de ver “tenemos que empezar de nuevo”. Esta es su fuerza, su capacidad de renacer. Pero también hay cierta resignación porque están acostumbrados a esta vida difícil. No están gritando y protestando. Es un pueblo que vive con dignidad, sabiendo que son hijos de esclavos, pero hace más de 200 años que tienen la independencia y se sienten orgullosos de ellos.
Así lo explica a ZENIT Michel Roy, director de Caritas Internationalis, a su regreso de Haití. Hasta allí viajo después de la catástrofe sufrida el pasado mes de octubre por e paso del huracán Mathews, que dejó más de 500 fallecidos.
Es muy importante ayudar a Haití y los haitianos para que no se sientan olvidados porque es lo que ellos piensan, indica Roy. “Especialmente para restaurar su capacidad de producción alimenticia, necesitan semillas y instrumentos porque todo ha desaparecido, ahora es como un desierto”, precisa. Caritas Haití ha preparado un plan de tres meses de reconstrucción y son 5’5 millones de euros, que es necesario conseguir.
Asimismo, el director de Caritas International precisa que se trata de una catástrofe mayor, los vientos fueron muy fuertes. Los primeros días salió en televisión y luego se olvida todo. Ese es el problema. Michel Roy visitó la zona afectada por el huracán tres semanas después y se encontró una completa desolación. Los árboles que han quedado en pie han perdido todas las hojas. Todo ha sido destruido. Además por las fuertes lluvias ahora hay mucha agua, torrentes que han provocado la desaparición de las plantaciones. Las montañas verdes ahora son como una roca desnuda.
La mayoría de las casas –que debido a que la población es muy pobre son construcciones muy débiles– han desaparecido. Incluso algunas casas construidas con cemento. “Hemos escuchado historias muy trágicas”, asegura Roy.
Por otro lado, precisa que las necesidades inmediatas fueron los alimentos, agua potable y medicamentos. Los primeros kit fueron de alimentos e higiene. Pero, las personas con las que se han encontrado les han dicho que lo más importante para ellos es “cubrir las casas” porque ahora no tienen techo y llueve cada día. Y lo segundo que piden son “semillas” porque necesitan sembrar de nuevo los campos para poder tener algo que comer producido por ellos.
Una prioridad para Caritas ha sido también la gente que vive más aislada, en los pueblos de la montaña, donde hay que ir a pie o a caballo. Ayudar a esta gente porque las grandes ONG’s o las Naciones Unidas hacen su labor en las zonas más céntricas, donde el acceso es más fácil.
Finalmente, Roy explica que al principio el Gobierno no lo calificó como catástrofe mayor y no pidió ayuda de fuera. Ahora ya sí está pidiendo, pero después de varias semanas. Al respecto, asegura que hay una coordinación que funciona a nivel nacional, provincial y local. Pero no hay dinero. Es un sistema político particular porque son los propios diputados y senadores los que van al Ministerio de Interior para pedir dinero para ir ayudar a su gente.
Las Agencias Humanitarias están presentes y hay alimentos, y existen coordinación. Pero el límite es la falta de dinero para asegurar que todos puedan recibir algo.
“La opinión pública no se está moviendo porque ya no hay imágenes, no hay información sobre lo que está pasando. Y así, los Gobiernos no se sienten en la obligación de ayudar”, lamenta el director de Cáritas Internationalis.
Cuando hay una catástrofe –concluye– mayor al principio hay muchos reportajes en la televisión las donaciones llegan, luego, poco a poco desaparece. Y en esta ocasión, la Confederación de Cáritas no ha recibido mucho dinero. Por eso, asegura, “es muy necesario que las Naciones Unidas se mueva”.


Los obispos de Argentina envían una carta al Papa
Posted by Redaccion on 10 November, 2016



(ZENIT – Roma).-Los obispos de Argentina reunidos en la 112° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal escribieron, como lo hacen habitualmente en cada Asamblea, una carta al Santo Padre para saludarlo y expresarle su cercanía y afecto.
“Queremos enviarle nuestro saludo, cercanía y afecto”, indican mientras precisan que en estos días “estamos reflexionando a partir de los desafíos que nos presentan la Exhortación Amoris Laetitia, la Encíclica Laudato Si’ y la realidad de los jóvenes y las vocaciones”.
Señalan además su gratitud a Dios “por el regalo de la canonización del Cura Brochero, la Beatificación de Mama Antula, la celebración del Congreso Eucarístico Nacional y el Bicentenario de la Patria”. Y explican que “en todos estos acontecimientos hemos sentido su presencia espiritual y acompañamiento cercano que nos han animado en nuestro camino pastoral”.
En la carta firmada por los obispos José María Arancedo y Carlos H. Malfa, presidente y secretario Secretario General de la CEA respectivamente , escrita en nombre de los participantes “reiteramos nuestra filial estima y nuestro apoyo y acompañamiento a todas sus decisiones como sucesor de Pedro”. Y concluyen señalando que “nos unimos en la oración a la Santísima Virgen del Luján, encomendándole su vida y ministerio”.
La plenaria que se reúne en la Casa de Ejercicios El Cenáculo (La Montonera) de Pilar la 112° iniciaron su labor el lunes pasado y concluyen este viernes 11.
En el primer día los obispos presentaron libremente sus inquietudes y reflexiones pastorales en torno a temas diversos; el martes se reflexionó sobre la Exhortación Apostólica del papa Francisco “Amoris Laetitia”, sobre la familia y los desafíos pastorales para fortalecerlas.
El miércoles se abordó el tema de la vocaciones al sacerdocio y por la tarde se profundizó la Encíclica Laudato Si’ y medio ambiente, así como las consecuencias para el país.
Hoy jueves se tratarán varios temas: el presupuesto económico 2017; la organización del Encuentro Nacional de Jóvenes que tendrá lugar en Rosario el próximo año; se realizará una evaluación del Congreso Eucarístico Nacional de Tucumán, la Beatificación de Mama Antula y la Canonización del Cura Brochero; la realidad de la pastoral penitenciaria y habrá reuniones de la comisiones episcopales.
Finalmente el viernes por la mañana se revisará el texto de la nueva Liturgia de las Horas y otros temas propuestos por los obispos durante la Asamblea.


Rotterdam propone prohibir judicialmente tener hijos a mujeres “diagnosticadas incompetentes”
Posted by Redaccion on 10 November, 2016



(ZENIT – Valencia).- Observatorio de Bioética – Universidad Católica de Valencia
El ayuntamiento de Rotterdam ha propuesto implementar una ley por la cual, las madres que sean diagnosticadas clínicamente “incompetentes” para criar hijos, deberán emplear un método para evitar la concepción, como el uso de un DIU o someterse a un tratamiento de píldoras anticonceptivas. El responsable de bienestar de la juventud, Hugo de Jonge, ha hecho un llamamiento para que los jueces tengan la potestad de expedir órdenes judiciales para obligar a las madres que por problemas de adicción o psicológicos hayan demostrado incapacidad para la crianza, a utilizar un método de anticoncepción. De Jonge ha defendido que esta medida tiene por objetivo “proteger a los niños que nacerían en familias en las que a todos se les revuelve el estómago al pensar que van a tener un hijo”. “No nacer es otra forma de protección infantil”, ha concluido.
El programa del Ayuntamiento ha sido asignado a 400 mujeres y para llevarlo a cabo, precisarán de entre 10 y 20 órdenes judiciales de contracepción al día. Por el momento, el Consejo Holandés ha puesto en marcha un programa de anticoncepción voluntaria destinado a 160 mujeres en situación de riesgo para afrontar la maternidad. La mayoría de los partidos políticos han rechazado esta medida, entre ellos los democristianos y el actual partido gobernante de los Países Bajos, VVD. “El gobierno no puede decidir quién puede o no puede tener un hijo. La puerta a este tipo de medidas debería estar cerrada”, ha declarado la formación de centroderecha.
Como en el documento se indica, la mayoría de los partidos políticos han rechazado esta propuesta, pues atenta gravemente contra la libertad de las personas, e incluso nos parece presenta dificultades técnicas objetivas en cuanto a la necesidad de determinar qué mujeres o no son incompetentes y qué procedimiento se arbitran para ello.


La Raíz está en la familia
Posted by Felipe Arizmendi Esquivel on 10 November, 2016



VER
Hay alarma en el país porque han aumentado considerablemente los embarazos de adolescentes. ¿Por qué se extrañan? Eso es lo que se ha provocado con los libros oficiales de texto, que informan mucho sobre los métodos anticonceptivos para evitar esos embarazos, pero muy poco educan para la castidad. Con tanto que hablan de sexualidad desde Primaria y Secundaria, sin una ética sexual adecuada, lo que más provocan es curiosidad y deseos de experimentar lo que allí se expone.
Y con todas las facilidades que hoy tienen los niños, jóvenes y adolescentes, para informarse de sexo por internet, sin educación moral, los resultados están a la vista. Más con lo que todo mundo ve en las novelas en televisión, en que no pueden faltar escenas eróticas de todo color, se necesita mucha virtud para que alguien permanezca virgen hasta el matrimonio.
Agreguen a esto todas las facilidades que se dan para abortar legalmente… ¡Cómo quieren que no haya embarazos prematuros! Y sin una familia estable, sin unos padres que permanezcan fieles a su matrimonio, y si no hablan con ciencia y con madurez emocional de estos temas con los hijos, los embarazos prematuros y fuera de matrimonio, seguirán en aumento.
La solución no es dar más información sobre métodos anticonceptivos y regalar más condones por parte de la Secretaría de Salud, sino que las familias estén bien cimentadas y eduquen éticamente. Pero lo que las ideologías modernas quieren imponer, destruye la institución familiar. Eso no es moderno. Eso es antihumano y antisocial.
Hay preocupación por la inseguridad social, por la violencia, por el aumento de asaltos, robos y secuestros, por el poder de los grupos narcotraficantes, por el abuso del alcohol y de las drogas, por la inhumanidad de los criminales, por los suicidios juveniles. Los analistas y los que tienen presencia en los medios de comunicación sólo afirman que es por falta de eficacia de las autoridades, por deficiente vigilancia policiaca, por la impunidad en los tribunales, por la inequidad social, por falta de trabajo. Esto es verdad, pero la raíz más profunda está en el resquebrajamiento de las familias, en la facilidad con que se disuelven los matrimonios, en la ausencia de los padres, en la incapacidad de estos para formar a los hijos en valores humanos y cristianos. Una familia bien constituida es la que mejor educa para salir con la frente en alto y es el mejor antídoto contra la degradación social. Pero como muchos creadores de opinión no han conservado la estabilidad en su propio hogar, se defienden sólo culpando al sistema y a la autoridad. Con buenas familias, habrá mejores políticos y honestos líderes sociales.
PENSAR
El Papa Francisco, en su Exhortación sobre La alegría del amor, dice: “El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia” (31).
“Las tensiones inducidas por una cultura individualista exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las familias dinámicas de intolerancia y agresividad” (33). “La decadencia cultural no promueve el amor y la entrega. Se traslada a las relaciones afectivas lo que sucede con los objetos y el medio ambiente: todo es descartable, cada uno usa y tira, gasta y rompe, aprovecha y estruja mientras sirva. Después, ¡adiós!” (39).
“La crisis de los esposos desestabiliza la familia y, a través de las separaciones y los divorcios, puede llegar a tener serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad. Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas, nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones familiares complejas y problemáticas” (41).
“Necesitamos ayudar a los jóvenes a descubrir el valor y la riqueza del matrimonio. Deben poder percibir el atractivo de una unión plena que eleva y perfecciona la dimensión social de la existencia, otorga a la sexualidad su mayor sentido, a la vez que promueve el bien de los hijos y les ofrece el mejor contexto para su maduración y educación” (205). “Es preciso recordar la importancia de las virtudes. Entre estas, la castidad resulta condición preciosa para el crecimiento genuino del amor interpersonal” (206).

ACTUAR
Completa y corrige en tu familia la educación sexual que tus hijos reciben en la escuela. Cuida tu familia como el bien supremo, y no la destruyes por los problemas que se presenten. Educa a tus hijos en el respeto a los demás, en el servicio a la comunidad y en la fe en un Dios que nos ama y nos enseña lo que es el verdadero amor.


Beata Vincenza María (Luigia) Poloni – 11 de noviembre
Posted by Isabel Orellana Vilches on 10 November, 2016



(ZENIT – Madrid).- Nació en Verona, Italia, el 26 de enero de 1802. Pertenecía a una familia plenamente comprometida con la fe cristiana; fue heredera de esa riqueza que sus padres, Gaetano y Margherita, le legaron. Ambos habían sido puestos a prueba reiteradamente con la pérdida de gran parte de su numerosa prole. De doce hijos habidos en el matrimonio –Luigia fue la última– solo tres sobrevivieron. Inteligente y capaz, sensible ante las adversidades, supo ser motivo de descanso para su familia. De su padre, integrado en una asociación benéfica, aprendió la riqueza que esconde el desprendimiento, acogiéndolo para sí. Sin duda, las personas que frecuentaran el establecimiento de comestibles y herboristería que regían, tendrían constancia fehaciente de su virtud. Además, Gaetano pertenecía a una asociación volcada en auxiliar a los desfavorecidos.
Tras la muerte de su progenitor se pusieron de manifiesto las cualidades de la beata para conducir los negocios familiares. Discreta y servicial acertaba siempre en el trato dispensado a los clientes; supo custodiar perfectamente los bienes comunes. Fue una persona de inestimable ayuda, dadora de consuelo cuando tuvieron que afrontar los nuevos infortunios que se produjeron en su entorno. Su generosidad hizo que sus propios sobrinos acudieran a ella por considerarla como una madre. Conocía en carne propia el zarpazo del sufrimiento, su valor purificativo, el cúmulo de enseñanzas que conlleva humanas y espirituales, y había adquirido el sentimiento de solidaridad universal que aglutina a quienes han pasado por él. Sus entrañas de misericordia serían manifiestas de forma singular en la obra que le aguardaba y de la que sería artífice.
Poco a poco hechos diversos fueron conduciéndola a la entrega definitiva a Dios. La oración sostenía su intensa dedicación a paliar las necesidades ajenas y a administrar la economía familiar. En ese cuidar a los demás se incluía su labor como voluntaria en el asilo de ancianos de su ciudad natal. Fue Carlos Steeb, su director espiritual, quien se percató de la grandeza humana y virtudes de la joven, su abnegación y el desasimiento de todo lo que no fuese su prójimo, precisamente porque era una mujer orante. Él entrevió la misión a la que estaba destinada. Atento a los signos, como es propio de los grandes apóstoles, la alentaba a seguir el sendero de la perfección a la espera de que se manifestase la voluntad divina sobre ella.
Entre tanto, la entrega de Luigia a los necesitados crecía. Durante la epidemia de cólera fue evidente que la acción de la futura fundadora no era un acto solidario, sino que iba acompañada de un cariz de ternura con los damnificados en el que latía el amor divino. Era una persona apreciada por su talento, agudeza, discreción y espíritu de servicio, entre otras virtudes. Carlos Steeb la abordó un día, diciéndole: «Hija mía, el Señor la quiere fundadora de un Instituto de Hermanas de la Misericordia, ninguna dificultad la atemorice o la detenga, para Dios nada es imposible». A lo que ella replicó humildemente: «Yo soy la más incapaz de todos pero el Señor se sirve, a veces, de los instrumentos más débiles para llevar a cabo sus designios: que se cumpla su voluntad». Y el 2 de noviembre de 1840, junto a otras tres mujeres, emprendió la fundación del Instituto, animada y asistida por el padre Steeb, con el carisma de servir a Cristo dirigiéndose a ese amplio colectivo que carece de afecto y de bienes: ancianos, pobres, niños, jóvenes, personas privadas de la libertad, etc., con un extenso programa de acciones llevadas a cabo en parroquias, hospitales, escuelas, asilos, centros médicos de primeros auxilios y prisiones, entre otros.
Al profesar en 1848 Luigia tomó el nombre de Vincenza en honor de san Vicente de Paúl. Y realmente se dejó guiar por el espíritu de este santo, porque los abandonados y los enfermos afectados por lesiones contagiosas tuvieron en ella otro ángel tutelar. Fueron quince años de intensa acción, en la que incluyó la formación de jóvenes adolescentes y de niñas, siempre con el afán de que pudieran conocer y experimentar el amor misericordioso de Dios. Extendió sus caritativos brazos a través de las religiosas, y así fueron abriéndose nuevas fundaciones hasta que un cáncer de mama, que inicialmente ocultó a los miembros de su comunidad y que después de ser intervenido no se erradicó, acabó con su vida el 11 de noviembre de 1855.
En su testamento había encomendado a sus hijas que viviesen la caridad, que reinara entre ellas el respeto, que no alentasen malos entendidos ni resentimientos. Hizo notar que si algo tormentoso se cernía en el horizonte, que no caminasen ni una hora con el peso de esa amargura, sino que inmediatamente debían buscar la reconciliación. Con toda claridad les había recordado la responsabilidad que tenían: Si mantenían viva la caridad entre todas, preservarían indemne el Instituto; de lo contrario, desaparecería. Quería pensar, y así lo expresó, que eso no sucedería jamás. Una vez les hubo asegurado que las asistiría desde el cielo, finalizó diciendo: «La caridad sobrevive a la muerte; esa, no lo dudéis, nos unirá en el Señor eternamente». Después de su deceso, el beato padre Steeb no dejó abandonadas a las religiosas sino que sostuvo la obra hasta su muerte. Luigia fue beatificada por Benedicto XVI el 21 de septiembre de 2008.