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El Año de la Misericordia, un regalo del Papa Francisco a la Iglesia. Card. Daniel Fernando Sturla

RV | 21/11/2016


 

La misericordia que no termina sino que se derrama sobre los fieles, gracias a un Año de la Misericordia que nos ha invitado a redescubrir el centro, a volver a lo esencial. En la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo y clausura del Año Jubilar Extraordinario, muchos cardenales estuvieron presentes para rezar y dar gracias a Dios junto al Papa Francisco, por el Año de Gracia que acaba de finalizar. Entre ellos, el Cardenal Daniel Fernando Sturla, Arzobispo de Montevideo, quien fue entrevistado en la Plaza de San Pedro por nuestro compañero, Alberto Goroni:

¿Cómo ha vivido la conclusión del Año de la Misericordia, un gran evento para la Iglesia Universal?

R. Con mucha alegría porque ha sido un gran regalo que el Papa Francisco ha hecho a la Iglesia, a través del cual han llovido gracias para toda la gente, especialmente para aquellos que estaban alejandos en la fe o de la práctica de la fe, y también, pensando en los más pobres, en los presos, en los que sufren. Ha sido un gran regalo para la Iglesia y para la gente más pobre. 

¿Cómo han vivido en su país el cierre de la Puerta Santa y cuál ha sido el compromiso del pueblo de Dios en este Año Extraordinario?

R. En la Iglesia en el Uruguay el domingo 13 de noviembre hicimos todos los obispos juntos la clausura del año en la fiesta de la patrona del Uruguay, la Virgen de los 33. En cuanto a la vivencia del Año de la Misericordia se desarrollaron muchas actividades, tanto en el servicio a los más pobres, como celebraciones penitenciales para que el pueblo de Dios tuviera la oportunidad de reconciliarse y ganar así el gran perdón, la indulgencia plenaria. 

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)