Tribunas

El Patriarca habla claro

Ernesto Juliá

 

Dejo aparte todas las cuestiones que quedan pendientes para que la Iglesia Ortodoxa Rusa llegue a una cierta unión, co-munión, con la Iglesia Católica. No voy a entrar, por tanto, en ninguna cuestión de carácter ecuménico ni de diálogo religioso.

Me quedo sencillamente con algunas afirmaciones que el Patriarca de Moscú ha hecho en una entrevista a Russia Today, un canal en inglés que nos trae noticias desde Rusia y sobre todo el planeta.

“Mucha gente guarda rencor a la civilización occidental, entre otras razones por la actual secularización radical, que yo llamaría incluso agresiva. Un creyente se siente incómodo en una sociedad agresivamente secular, igual que no nos sentimos cómodos en una sociedad agresivamente atea”.

Los asaltos a las iglesias, los robos sacrílegos, el intento de imposición legal de la ideología de género, la persistencia de la propaganda abortista, etc., son un buen respaldo a las palabras del Patriarca.

“Yo no creo en el desapego de los jóvenes por los valores cristianos sea un proceso natural. En las películas, la televisión, la literatura se está formando un paradigma ideológico perfectamente claro dirigido a la destrucción de estos valores morales y religiosos. Crean una imagen de vida feliz sin Dios, sin revisar las acciones a la luz de la conciencia. Se excluye a Dios premeditadamente de la vida del ser humano, no es una tendencia accidental”.

No hay que hurgar mucho en los programas de televisión, en los panfletos que se distribuyen por la calle, en los anuncios y carteles que se cuelgan aquí y allá, en los que abunda la pornografía tal cual, en los que se banaliza la realidad del matrimonio y apenas se toma en serio la realidad de la familia, etc., para estar de acuerdo con las palabras del Patriarca.

El Patriarca se plantea la necesidad de defender la virtud de la ley, e invita a pensar en serio. “Pueden fijarse en cualquier `personaje bueno de la literatura inglesa, francesa o rusa y verán que tiene los mismos rasgos de carácter. Son culturas distintas y regímenes políticos distintos, pero la bondad es la bondad y la maldad es la maldad. Cualquiera entiende quién es el bueno, quién es el malo. Lo siente en su corazón según la naturaleza moral del ser humano. Según esa naturaleza que creemos que nos dio Dios, se creó la legislación que describía la naturaleza humana en términos jurídicos. Entendemos que robar es malo, y ayudar a la gente es bueno. La ley explica qué es el robo y que pena le espera al que roba. Ahora, `por primera vez, las leyes empiezan a justificar lo que no se corresponde con la naturaleza moral del hombre”.

El Patriarca habla claro. Y reverdece la “ley natural”, de la que griegos y latinos, Platón, Aristóteles, Sócrates, Cicerón, hablaron con toda libertad y amplitud de mente; y que el hombre occidental de hoy parece haber olvidado por completo. Y así se entiende lo que sigue diciendo el Patriarca.

A propósito del así llamado “matrimonio homosexual”, que nada tiene de matrimonio, el Patriarca, después de señalar “que no se puede discriminar a esas personas (homosexuales) y menos castigarlas como hacen en algunos países, añade: “Sin embargo, su modelo de conducta bajo ninguna condición se puede establecer como norma ni ponerse al mismo nivel que el procedente de la naturaleza moral del ser humano. Se trata (el matrimonio, se entiende) de las relaciones naturales entre hombre y mujer, de formar una familia y traer hijos al mundo, por eso vemos muchos riesgos de evolución para la existencia de la humanidad. La Iglesia debe decir que eso está mal”.

El Patriarca se encuentra con una sociedad que ha sufrido la acción más devastadora del hombre “creado por sí mismo”, “por el partido comunista”, contra el hombre creado por Dios que se ha dado jamás en la historia, hasta ahora. Y con toda la razón pone a Europa delante de su traición a sus raíces cristianas.

“Europa se desarrolló con fuentes cristianas (…) Cuando Europa rechaza estas raíces por lo políticamente correcto, surge la pregunta: ¿es corrección política o es otra cosa? Nos lo preguntamos sobre todo nosotros, los que sufrimos persecución por parte de los ateos en tiempos de la URSS. Entonces también decían que era por la libertad y los derechos del hombre y un futuro mejor, pero solo los creyentes estuvieron bajo la opresión del Estado hasta la llegada de la Perestroika. Ya llevaban mucho tiempo sin luchar contra burgueses, capitalistas o terratenientes, la economía de la URSS casi era ya de mercado…pero siguieron luchando contra la Iglesia hasta el final”.

El Patriarca Kiril invita a pensar. Y es suficiente ver las reacciones de quienes quieren acallar la voz de la Iglesia cuando habla del Bien y del Mal; de la Verdad y de la mentira, del Cielo y del infierno; del Matrimonio, hombre y mujer, y de la Familia; de la Vida eterna; del derecho a la vida del concebido, ya nacido, que no ha salido todavía del vientre materno; para aceptar la invitación; y pensar un poco.

 

Ernesto Juliá Díaz

ernesto.julia@gmail.com