Editorial \ Reflexiones en frontera

La alegría más bella de la Navidad es aquella alegría interior de la paz porque el Señor ha cancelado mis pecados, explicó el Papa

RV | 17/12/2016 | REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz


 

La primera afirmación de Francisco en la catequesis del 14 de diciembre, fue que Dios no ha abandonado a su pueblo y no se ha dejado derrotar por el mal, porque Él es fiel, y su gracia es más grande que el pecado. Y si Dios vence el pecado quiere decir que “Dios reina”, explicó. “Son estas las palabras de la fe en un Señor cuya potencia se inclina hacia la humanidad, se abaja, para ofrecer misericordia y liberar al hombre de lo que desfigura en él la imagen bella de Dios, porque cuando estamos en el pecado la imagen de Dios se desfigura”.

Pregunto yo ahora ¿cómo andamos vos y yo frente al espejo espiritual?, ¿nos parecemos más a Jesús o al maligno?

Mientras tanto el Papa argumentaba: “El cumplimiento de tanto amor será justamente el Reino instaurado por Jesús, aquel Reino de perdón y de paz que nosotros celebramos con la Navidad y que se realiza definitivamente en la Pascua. Y la alegría más bella de la Navidad es aquella alegría interior de la paz: el Señor ha cancelado mis pecados, el Señor me ha perdonado, el Señor ha tenido misericordia de mí, ha venido a salvarme. Esta es la alegría de la Navidad”.