Editorial \ Reflexiones en frontera

Es la maravilla de la Navidad a la cual nos preparamos con esperanza, expresó el Papa

RV | 20/12/2016 | REFLEXIONES EN  FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz


 

Francisco no está “curado de espanto”, sino que su fuerza es la esperanza en un Dios que no abandona a su pueblo y que es vencedor del mal y del pecado. Por eso está abierto a las sorpresas de Dios, porque Dios habla e interactúa con su pueblo hoy y nos invita a mirar y a descubrir en el pesebre “la potencia de Dios que salva”.

El 14 de diciembre el Papa explicó sobre la Navidad: “Es la sorpresa de un Dios niño, de un Dios pobre, de un Dios débil, de un Dios que abandona su grandeza para hacerse cercano a cada uno de nosotros. Y viendo al pequeño Niño de Belén, los pequeños del mundo sabrán que la promesa se ha cumplido, el mensaje se ha realizado. En un niño apenas nacido, necesitado de todo, envuelto en pañales y puesto en un pesebre, está contenida toda la potencia del Dios que salva. Se necesita abrir el corazón – la Navidad es un día para abrir el corazón – se necesita abrir el corazón a tanta pequeñez que está ahí, en aquel niño, y tanta maravilla que está ahí. Es la maravilla de la Navidad, a la cual nos estamos preparando, con esperanza, en este tiempo de Adviento. Es la sorpresa de un Dios niño, de un Dios pobre, de un Dios débil, de un Dios que abandona su grandeza para hacerse cercano a cada uno de nosotros.”