IGLESIA EN ESPAÑA

Encuentro de la Comisión Teológica Asesora sobre “Conciencia moral: cuestiones actuales”


 

La Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe convoca el encuentro de la Comisión Teológica Asesora que tendrá lugar en Madrid, los días 22 y 23 de febrero. Se han programado varias ponencias con las que abordará el tema central del encuentro, “Conciencia moral: cuestiones actuales“.

 

Programa

Miércoles, 22 de febrero

16:15 h La conciencia como criterio de moralidad. Un planteamiento filosófico abierto a la fe D. Antonio Prieto Lucena • Profesor de Teología Moral en el Estudio Teológico de Córdoba

17:00 h Descanso

17:45 h Gradualidad de la conciencia moral en el contexto actual de una sociedad plural. Contrapunto filosófico-teológico a partir del cap. VIII de la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia D. Santiago García Acuña • Profesor de Filosofía en la Universidad Eclesiástica San Dámaso (Madrid)

18:00 h Descanso

18:15 h Diálogo

19:30 h Eucaristía

Jueves, 23 de febrero

10:00 h Eclesialidad de la fe y conciencia moral culturalmente vigente D. Santiago Madrigal Terrazas, SJ • Profesor de Eclesiología. Universidad Pontificia Comillas (Madrid)

10:45 h Conciencia moral y práctica sacramental D. José Ramón Villar • Director del Departamento de Teología Sistemática. Universidad de Navarra

11:00 h Descanso

11:30 h Diálogo

13:00 h Eucaristía

14:00 h Comida y fin del Encuentro

“La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella. Por la conciencia, se conoce de un modo admirable aquella ley cuyo cumplimiento consiste en el amor a Dios y al prójimo. La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los demás hombres, para buscar la verdad y resolver en la verdad tantos problemas morales como surgen, sea en la vida individual, sea en las relaciones sociales. Cuanto mayor es el predominio de la conciencia recta, tanto más las personas y los grupos se apartan del arbitrio ciego y se esfuerzan por adaptarse a las normas objetivas de moralidad. Sin embargo, muchas veces ocurre que la conciencia yerra por ignorancia invencible, sin que por ello pierda su dignidad. Pero no se puede decir esto cuando el hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega.”

Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, n. 16