Tribunas

Curas

Daniel Tirapu


 

¿Por qué tanta gente sin haber conocido un cura en su vida, despotrican, les ponen a parir? Hoy estuve en Misa de pueblo, se inauguraba el curso: padres, madres, catequistas, niñas, niños. El cura nos dijo que llevaba 12 años en el pueblo, que al principio contó sólo con dos catequistas (mujeres), y ahora había más de doce, todas mujeres.

¿Es la mujer más religiosa que el varón? No lo sé, pero por ser mujeres seguro que entienden mejor, por ser madres, cosas que los varones no se nos alcanzan.

Un cura, un hombre entregado a su pueblo, a los más necesitados, el que casa, bautiza, entierra, consuela, alegra, asiste, perdona, que tiene que convivir con los dimes y diretes, el domingo no descansa. Se veía que su gente le quiere, le aprecia, se lo tiene bien ganado. Esos son los curas ogros, ricos, falsos. Cualquiera con dos dedos de frente y más de treinta años se da cuenta de que lo que hacen es lo más, nos traen a Cristo, en cada pueblo. La mies es mucha, mándanos curas buenos, santos, que se consumen sin llamar la atención. Gracias por los curas.