Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 478

22 de feb. 2017

 

1. ¿Por qué las sectas tuvieron éxito en España en los años 80?

2. Obispo mexicano exhorta a no dar culto a la Santa Muerte.

3. Ex mormona da consejos sobre cómo recibir a los misioneros de la secta.

4. Los testigos de Jehová recuerdan por las calles que “se acerca el fin del sistema”.

5. México: parroquia católica organiza conferencias sobre “el engaño de la Nueva Era”.

6. México: reivindican la tradición prehispánica con una ofrenda al “Gran Espíritu”.

7. Una novela analiza a las jóvenes adeptas del líder sectario asesino Charles Manson.

8. España: creen ver un fantasma... y llaman a una maestra de reiki para hacer una “limpia de energía”.

9. Colombia: la policía rescata a unos niños de una fiesta con alcohol, drogas y satanismo.

10. El mercado de productos esotéricos y mágicos, muy popular en México.

 

 

1. ¿Por qué las sectas tuvieron éxito en España en los años 80?

FUENTE: Aleteia

 

 

Los años 80 fueron una época de cambios, y se dio el uso de técnicas de manipulación... como hoy. Lo explica en un artículo que ha sido publicado en el portal Aleteia Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).

Recientemente, Televisión Española emitió un interesante documental en su serie semanal Ochéntame otra vez –que recuerda temas que fueron importantes en la década de los 80 del pasado siglo– dedicado a las sectas. Merece la pena recoger algunas de sus declaraciones más interesantes para poder comparar la situación de un momento en el que las sectas constituían un problema percibido socialmente con la situación actual, de nueva religiosidad difusa que, de otras maneras, sigue captando y manipulando.

Un documental que empieza con una afirmación del periodista Pepe Rodríguez, muy popular en aquellos años por sus libros y artículos sobre el tema: “El estudio de las sectas no es ni más ni menos que la mejor vía posible para entender la fragilidad humana”. Una opinión subrayada por otro colaborador: “Cuando hay inseguridad personal, se buscan seguridades artificiales”, palabras en labios de Joan Manuel del Pozo, que fue presidente de la Comisión de Estudio sobre las sectas del Congreso de los Diputados (que realizó sus trabajos entre 1988 y 1989).

Los casos más significativos de la década

El reportaje partió del caso que marcó un antes y un después en la percepción social del fenómeno de las sectas: la masacre del Templo del Pueblo en la Guyana en 1978, que acabó con más de 900 muertos. Al llevar allí el reverendo Jim Jones a sus adeptos desde los Estados Unidos, “en un entorno más aislado, su capacidad de influir –era un líder carismático– fue mayor”, según explica Álvaro Rodríguez Carballeira, catedrático de Psicología Social y Jurídica en la Universidad de Barcelona. “Si ganas la voluntad de la otra persona, la tienes para todo”, afirma, explicando así el trágico desenlace.

Otro fenómeno más autóctono analizado en el documental es el del Palmar de Troya (los “Carmelitas de la Santa Faz”), cisma de la Iglesia católica que surgió a raíz de unas supuestas apariciones de la Virgen María. Pepe Rodríguez lo considera “un monumento a la Psiquiatría” y “algo muy castizo” que se configuró en torno a Clemente, autoproclamado Papa de su secta a la muerte de Pablo VI. Un grupo que fue legalizado como entidad religiosa, y así continúa hoy.

También se repasó el caso de los Niños de Dios, secta de origen cristiano fundada por David Berg, con varias imágenes de sus publicaciones que demuestran la legitimación de la prostitución de sus adeptas con objetivo de captación y financiación del grupo, que se convirtió en “una máquina de abusar y de manipular”, en palabras del periodista, y que llegó a practicar el sexo con menores de edad (incluidos niños muy pequeños). Finalmente, en 1990 hubo una operación policial contra los Niños de Dios. El reportaje incluyó el testimonio de la madrileña Mercedes Montenegro, cuya hija se fue con esta secta y no ha vuelto a casa a día de hoy.

Otro grupo que aparece en el documental es el de la secta CEIS (Centro Esotérico de Investigaciones), secta pseudoterapéutica que fue intervenida por la policía autonómica catalana (tras la infiltración de un “topo” durante varios meses) en 1984, acusada de promiscuidad sexual interna y de prostitución externa de sus adeptos como “prácticas de amor universal” y que, tras la condena judicial a sus líderes, desapareció.

No podía faltar la Iglesia de la Cienciología (Dianética y Narconón), que fue una de las protagonistas de la década, acusada entre otras cosas de estafa y explotación económica y laboral de sus adeptos en la segunda mitad de los 80. Un grupo en el que había entonces una “situación interna muy coaccionante”, según Pepe Rodríguez. Por su parte, Álvaro Rodríguez Carballeira explica cómo el fundador, Ronald Hubbard, creó “un negocio en torno a ciertas estrategias de mejora personal que dicen que les funcionan… y a partir de ahí nace un negocio internacional fabuloso, divinizando a esta persona y haciéndole altares”.

Hubo un juicio importante contra la Cienciología, después de una redada en la que se detuvo a decenas de sus miembros que participaban en un congreso. Incluso uno de sus líderes extranjeros, entre otras personas, ingresó en prisión. Pero las presuntas víctimas se retiraron del caso, según explica Pepe Rodríguez, porque la secta les pagó, las indemnizó. El juicio no se celebró hasta el año 2000, y todos los acusados fueron absueltos.

Según Juan Rada, que fue subdirector del semanario de sucesos El Caso, “el caso más mediático que ha habido de sectas en los 80 fue, sin lugar a dudas, Edelweiss”, un grupo cuyo líder, Eddie, tenía la pretensión de “proteger” a los menores de edad en una dinámica que promovía las relaciones homosexuales entre los adeptos, a los que captaba con el señuelo del montañismo y convencía de un cercano apocalipsis extraterrestre. Llegaron a practicar la prostitución infantil. En 1984 se desarticuló la secta y su líder fue condenado a prisión.

El contexto personal y social

“Los líderes suelen ser hombres en su mayoría, personas con cierto carisma y con cierta capacidad para convencer, persuadir, seducir… con características a menudo narcisistas y megalómanas”, señala el catedrático Rodríguez Carballeira. Y Pepe Rodríguez añade: con “una visión delirante de la realidad pero muy estructurada, de forma que parecen muy coherentes”.

En cuanto a los adeptos, explica el psicólogo Rodríguez Carballeira, “suelen ser personas muy idealistas, que quieren lograr transformarse ellas y transformar su entorno y mejorarlo”. Quien ha entrado en una secta, cuando está dentro piensa así: “es el proyecto de tu vida… tú eres eso, te identificas. Cuando abandonas eso, todo se te cae, todo se rompe. Y tienes que reconstruir tu vida”.

Los diversos colaboradores en el documental explicaron el contexto de los años 80 como de crisis y transformación tras la época franquista, un período de búsqueda, de apertura a Oriente, de libertad religiosa y de conciencia… Y en este marco, la irrupción de las sectas supuso “una delincuencia nueva que se estaba implantando en España”, en palabras de Juan Rada.

También participa en el reportaje Mª Rosa Boladeras, que fue presidenta de la Asociación Pro-Juventud, pionera en este tema en España, y que delimita así el fenómeno: “secta destructiva es aquel grupo totalitario, piramidal, cuyo fin es el poder y el dinero, que tiene la verdad absoluta y que exige a la persona toda su dedicación de tiempo y cuerpo”. Rodríguez Carballeira detalla que un movimiento así “utiliza estrategias de manipulación, coacción, control… abusivas, en definitiva, para dominar a otra persona con el objetivo de captarla para el grupo y someterla al grupo”.

El Estado, la justicia y la policía

Boladeras recuerda que en aquella época, cuando empezaron a asociarse las familias afectadas por las sectas, “te encontrabas impotente, no había ningún juez que te apoyara ni ninguna policía que te apoyara… hasta que, al cabo de mucho tiempo, empezamos a organizarnos” con las fuerzas de seguridad. En el documental también se valora la figura de Pilar Salarrullana, diputada que sensibilizó a las instituciones del Estado y a la población española en general sobre este problema. “Le cambió la vida”, reconoce su hija. De hecho, fue amenazada en muchas ocasiones.

Otro elemento destacado por Pepe Rodríguez en este sentido es la dificultad de la acción legal contra las sectas en el caso de que haya delitos, ya que muchas veces las víctimas no cuentan con evidencias que presentar, y la investigación es muy compleja, como sucede en los casos de terrorismo. La policía en España no ha sabido investigar estos temas de sectarismo y por eso “sus trabajos no llegaban a ninguna parte. Las denuncias de los familiares y afectados no tenían ningún tipo de evidencia y acababan archivadas”.

En lo referente al papel del Estado en torno al fenómeno de las sectas, en el reportaje se puede escuchar lo que decía Joan Manuel del Pozo, el diputado que presidió la Comisión de estudio correspondiente, después de finalizar sus trabajos: “en un régimen de libertades democráticas es imposible establecer ningún tipo de ‘catálogo’ de sectas, y mucho menos una ley de sectas. Las sectas se sitúan dentro del amplio campo de las libertades, muchas veces en su límite, y algunas veces traspasan ese límite”.

¿Qué ha cambiado treinta años después? Según Mª Rosa Boladeras, “su medio de comunicación es Internet, hacen una propaganda tremenda, pero enganchan exactamente igual”. ¿Y cómo se puede luchar contra este problema? “Con afecto y con seguridad”, afirma Joan Manuel del Pozo. Pepe Rodríguez, por su parte, aclara que “no tiene sentido prohibir las sectas. Si prohibimos los bares, no vamos a evitar el alcoholismo. No se trata de perseguir sectas, se trata de educarnos de otra manera para que no necesitemos reducir nuestra ansiedad consumiendo exceso de grupos (sectas), exceso de alcohol ni de nada”.

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2. Obispo mexicano exhorta a no dar culto a la Santa Muerte.

FUENTE: Varios medios

 

 

Ante el aumento de templos dedicados a la Santa Muerte en la frontera de México con los Estados Unidos, la Iglesia Católica insiste a la población en no integrarse en este culto anticristiano, ya que la adoración y la veneración a esta “religión” tiene sus orígenes en el satanismo, según informa Ever Chávez en el medio mexicano Net Noticias

Así lo afirmó el Obispo de Ciudad Juarez (estado de Chihuahua), monseñor José Guadalupe Torres, quien consideró que los dirigentes de esta doctrina ocultista sólo se aprovechan de la necesidad de la gente en todos los sentidos. “Por dicha razón nosotros como Iglesia exhortamos a todas estas personas que mejor se reúnan en una congregación donde se resalte el cristianismo”, afirmó. Torres comentó que la clase de enseñanza que tienen estos grupos que adoran a la Santa Muerte no tiene principios bíblicos verdaderos.

Así es su “catedral” en Pachuca

Una luz tenue ilumina la efigie de Jesús Malverde, “patrono” de los pobres y los necesitados, objeto de culto en el narcotráfico de cuna sinaloense, como el de Joaquín Guzmán (“El Chapo”). Supuesto artífice de curas, limpias y amarres, este personaje es tan sólo uno de los tantos que alberga la controvertida Catedral de la Muerte en Pachuca (Estado de Hidalgo). Lo cuenta Axel Chávez en el medio mexicano La Silla Rota.

Por el pasillo donde se encuentra el altar a Jesús Juárez Mazo, nombre real de este “santo”, que la Iglesia Católica no reconoce, se ubican dos esculturas de dos metros de altura, de la Santa Muerte –o Niña blanca, como también se le conoce– una lo escoltan en la oscuridad eterna, sobre estos cuartos en los que la luz nunca se posa.

Latas de cerveza y licor, rosas marchitas, hojas negras con vestigios de color rojo-sangre que caen del racimo al que pertenecieron, completan el retablo donde Malverde, con la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo al fondo, casi imperceptibles, “se erige como deidad misericorde”, según asegura el brujo segundo, Guillermo Pelcastre González, hijo del fundador de esta catedral.

El patrón de los narcotraficantes

“Es el santo patrón de los narcotraficantes, pero nosotros lo ocupamos más para que te rinda el dinero, para protección. Todo el dinero del narco, (Malverde) lo ocupaba para ayudar a gente pobre, a los necesitados. Nosotros, entonces, lo ocupamos para abrir caminos a la abundancia”, expuso el chamán, segundo en la estructura jerárquica de este santuario. Aquí han llegado políticos, doctores, comerciantes, de todos los ámbitos, dice, para pedir salud, trabajo, una cura, bienestar o quitar un amarre o embrujo. Al santo de los narcos, acota, no sabe si algún capo le reza, porque jamás se pregunta el oficio de los devotos.

Señala que para revertir embrujos como “salación” o accidentes a los que, por la magia negra, se está expuesto, se hacen limpias espirituales: es un ritual con agua de flores de panteón, lociones, manzanas y, si el agravio es mayor, con cabezas de puerco, que después se ofrendan a los santos con los que curan. Sangre de toro y licores como tequila o mezcal, cuando se utilizan en este prolegómeno, también se le dedican a la Muerte.

La fruta e insumos no perecederos que ofrendan aquí, se obsequian, después, en los barrios altos de Pachuca, a donde acuden cada semana. “Lo hacemos porque son la gente que más lo necesita. Puede ser que no crean en la Santa Muerte, pero nosotros lo regalamos porque son los que más lo necesitan”, insiste el brujo.

A la entrada a este recinto, marcado con el número 333, la mitad de la cifra de “la bestia” que refiere el Apocalipsis, una pintura de la Muerte con guadaña, y bajo ella bultos de yeso y cemento donado para continuar con la edificación de este templo, en la colonia Nueva Hidalgo, a metros del panteón municipal, de donde se obtiene el agua de ritual. En el altar principal, una figura de la niña, de cinco metros, aproximadamente, que en el centro, en lo que sería su pecho, tiene dentro otra escultura de Jesucristo. Hay un olor a incienso y ajadas flores que perecen en ramos secos.

Respondió a una promesa

La catedral, que inició como un santuario, la construyó una familia que pidió intervención de la muerte para salvar a uno de sus integrantes: “Teníamos problemas con una de mis hermanas e hicimos la promesa de que, si nos la salvaba, haríamos un santuario. Salimos de ese problema y pusimos un local de cuatro por cuatro, pero poco a poco hemos ido creciendo. Por cada aportación que hacen las personas, nosotros ponemos otro peso”.

A la entrada hay un busto de Blue Demon, el luchador mexicano con 42 años de trayectoria sobre el cuadrilátero, a quien no se venera, pero del que se reconoce su donativo para erigir este centro de culto. El hijo de la leyenda del pancracio, destaca, acudió a la inauguración.

Entre 400 y 500 personas visitan diariamente este lugar. Los martes y domingo, que hacen rituales y misas –que aseguran que oficia un sacerdote católico–, llegan mil personas: “casi de toda la República tenemos creyentes, pueden venir desde Tijuana o Chiapas”, destaca el brujo segundo. “Hay mucha gente que cree que por pedirle algo a la Santa Muerte su cobro va a ser llevarse un familiar suyo. Como hay gente que no la conoce puede decir eso, pero, en sí, le haces siempre la promesa que tú puedes cumplirle”.

Ofrendas a la Santa Muerte

A la niña blanca le llevan puros, hay restos de cabello en el suelo, junto a las veladoras; le han llevado ropa de recién nacido, para que curen un mal. Las ofrendas, entre el cúmulo de esculturas que convergen en este recinto, otrora nave de la Conasupo, incluyen rosas, manzanas y mezcal, bebida que más le dedican. “Hay quienes dicen: ‘yo te pongo todo lo que falta o un millón de pesos para terminar la construcción’, pero nosotros no podemos aceptar ese tipo de donaciones porque estamos en Hacienda y tenemos que registrar de dónde vienen los recursos”.

“Hay gente que ha llegado y dice: ‘yo le pongo la cara de oro’, ‘yo le pongo la corona’, pero no lo podemos aceptar porque, aparte de Hacienda, luego quieren sentirse dueños de aquí y se creen con derecho de hacer algo”, replica. Lo que aceptaron, reconoce Pelcastre, fue una corona de oro “porque al creyente lo conocíamos desde hace tiempo”, la cual, sin embargo, no se exhibe en las sienes de las efigies.

Sincretismo con otros ritos de ocultismo

Además de culto dominical, en este predio se hacen “limpias espirituales y rituales para abrir caminos”; entonces, “no sólo ocupamos un santo: tenemos a Cristo, el ángel negro, a la Virgen de Guadalupe, a San Chárbel, la santería cubana y a la Santísima Muerte”. El santoral de esta catedral, además, lo integran 12 deidades que son objeto de veneración. El Cristo negro, Jesús Malverde y Eleggua, que sincretiza con el Santo Niño de Atocha o con San Antonio de Padua, también son parte del canon. Entre ellos, asegura el chamán, no hay contraposición.

“Hay mucha gente que a veces llega trabajada con cosas negras, les hicieron brujería, entonces no podemos curarlos con Cristo o la Virgen de Guadalupe, tiene que ser con material negro, por eso tenemos al ángel negro o la santería cubana”. El último aposento, entre paredes grises, piso sin pavimento, corresponde al que aquí llaman “el patrón”: el demonio, con cuernos, rostro de toro y alas, negras como todo su cuerpo. Tiene una veladora encendida y rezos acumulados de sus devotos.

Obispos, procesiones…

Para ser obispo, comenta Pelcastre González, “se requieren más de 20 años”, con la “niña” de fondo, en un recinto en el segundo nivel, junto a otro de santería cubana y uno más en el que, como sacrificio, hay animales disecados. Cada 2 de noviembre, en el aniversario de este santuario, la feligresía realiza una procesión, con la efigie de la muerte, entronizada, frente al convoy, que con rezos y cánticos aletarga el camino hasta el centro histórico de Pachuca, para culminar con un ritual en el Reloj Monumental.

En la “Catedral de la Muerte”, la cera se derrite: el fuego escurre sobre las paredes del vaso y la mecha se acorta mientras la llama tenue ilumina, como un destello entre penumbra, la imagen de niña blanca. Malverde y el Cristo negro tienen su propia llama, en veladoras encendidas que resguardan, también, clamor y rezos.

Un altar improvisado al aire libre

La aparición de este tema en los medios de comunicación mexicanos es frecuente. Una de las últimas noticias viene de Guasave (Estado de Sinaloa), donde arropada con una tela brillante de color morada se ve a una estatua de la Santa Muerte, justo en el puente que une a la carretera 11 con la 300, a la altura de la comunidad Las Parritas, según leemos en Debate. De acuerdo con automovilistas que transitaban por la vía estatal y se detienen al pasar por la zona donde se ha improvisado el altar, dicen que desde diciembre colocaron la imagen de la Santa Muerte en el puente.

Con el paso de los días las velas, vasos con agua, flores, botes de cerveza y otro tipo de ofrendas llegan durante el día y la noche. Primero la estatua de menos de un metro de altura lucía sola, después la cubrieron con una túnica, que deja ver sólo la parte superior, y a sus pies hay restos de tablas y otros objetos envueltos en hule negro amarrados con mecates.

El rumor entre algunos habitantes de la zona es que hombres que pertenecen a grupos de gavilleros son quienes acostumbran a poner el altar, pero nadie se atreve a asegurar quiénes y por qué la Santa Muerte aparece por la zona. Aun cuando hay vecinos que preferirían que no existiera el altar comentan que no se atreven a tirarlo por temor a que les pueda pasar algo y mejor esperan a que pronto lo quiten antes de que las ofrendas a la Muerte sigan llegando.

“La Santa Muerte es un demonio”

En 2015, Religión en Libertad publicó el testimonio de Eduardo Hayen Cuarón, párroco de la Catedral de Ciudad Juárez, que explicaba que los temas de brujería o satanismo son cotidianos allí: “cada día que llego y me siento en el escritorio de esta oficina no falta una persona, dos, tres o más que venga a presentar este tipo de situaciones que está viviendo; algunas se solucionan con una bendición y una oración, pero otras necesitan oraciones más fuertes, de liberación, de exorcismo, porque están verdaderamente asediadas por espíritus malignos”.

En el caso concreto de Ciudad Juárez se da la confluencia de crimen, violencia, miseria y el culto supersticioso a la Santa Muerte. Sus devotos buscan poder y seguridad en una ciudad llena de asesinatos y suicidios: intuyen que la Muerte tiene el poder, controla las vidas y los acontecimientos, y piensan que se puede pactar con ella, servirla, consagrarse a ella, tomarla por Señora… todo tipo de pactos pensando que así los protegerá, que no los castigará.

Desde la Iglesia, por supuesto, se considera que es una mezcla de superstición y de pacto con lo demoníaco. Respecto a los que pactan con la Santa Muerte, el padre Hayen es claro: “No están protegidos y están abiertos a que les sucedan cosas que son obra del diablo, porque la Santa Muerte es un demonio, se ha vuelto muy popular por ignorancia religiosa, sobre todo cuando uno no tiene al Dios verdadero presente, se abre a cualquier tipo de creencias, incluso estas demoniacas, que son peligrosísimas”.

Como quien pacta con una mafia esperando cierta protección, muchos que se involucran en rituales o relaciones con la Santa Muerte terminan viendo que el precio es alto. “Estos espíritus, bajo este mundo tenebroso empiezan a influir en las vidas. Empiezan a surgir más enfermos mentales, personas trastornadas, efectos en las casas y en lo material; llaves que se abren solas, casas donde se ven sombras y todo ese tipo de fenómenos que ocurren por prácticas esotéricas y brujería”, afirma Hayen.

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3. Ex mormona da consejos sobre cómo recibir a los misioneros de la secta.

FUENTE: Religión en Libertad

 

 

Durante años Yasmín Oré fue mormona e incluso llegó a ser misionera intentando captar nuevos adeptos, según leemos en Religión en Libertad. Sin embargo, logró salir de este grupo para volver a la fe católica, siendo ahora una ferviente creyente. Una de sus principales misiones es ayudar a gente que como ella ha caído o puede caer en las garras de algunos de estos grupos y sectas. Para ello, ha publicado el libro Por qué dejé el mormonismo, que puede comprar en Amazon. Ahora, en un artículo en su blog, da algunos consejos a la hora de recibir en casa y enfrentarse a mormones o testigos de Jehová que pueden llamar a la puerta de tu casa.

Me decidí a realizar este artículo pues es una pregunta que se hacen muchos católicos que a menudo son visitados por testigos de Jehová o Mormones y no saben qué actitud tomar frente a ellos. Algunos deciden no hacerles caso para evitar ser confundidos, mientras otros los reciben en casa por curiosidad de saber en qué creen o qué mensaje les quieren dar.

El sacerdote español Manuel Guerra, experto en sectas y autor del libro Las sectas o nuevos movimientos religiosos y del Diccionario enciclopédico de las sectas, nos presenta un par de consejos cuando esto sucede, los cuales yo comentaré y ampliaré con mi punto de vista y experiencia en el tema pues muchos de los que me leen saben que serví como misionera mormona en Ecuador y sé cómo funciona este tipo de proselitismo.

1) Si los recibes tienes que tomar en cuenta estas indicaciones...

Manuel Guerra: "Cuando una pareja de testigos de Jehová o mormones aprieta el timbre de la puerta de mi vivienda parece aconsejable saludarles con educación y naturalidad pero no invitarles a que entren en casa con las lógicas excepciones. Un ex testigo de Jehová confiesa: ‘Aun cuando siempre creí haber vencido (en los debates o diálogos con sacerdotes católicos, con religiosos, con personas de Acción Católica, etc.) y concluía que mis antagonistas estaban equivocados, debo reconocer que en cada batalla dialéctica quedaba marcado. Oía argumentos, cosas, que no sabía y que como espinas quedaban clavadas en mi ánimo... Sin duda las heridas se agravaron pues abandonó a los jehovistas cuando cayó en la cuenta de las contradicciones existentes entre las obras publicadas hace una década y las actuales... Por tanto, quien posea buena formación teológica o bíblica puede conversar con ellos."

Estoy en total acuerdo de opinión con el padre Guerra; en efecto, si eres un católico que estudia Teología, Ciencias Religiosas o tienes formación pastoral en Apologética Bíblica es una buena oportunidad para ayudar a abrir los ojos a nuestros hermanos desviados en la fe. Es también una buena forma de evangelizar a los que están alejados por culpa de las sectas.

En mi caso yo entré también en razón gracias a católicos que me mostraron sus fuertes convicciones en la Virgen María o los santos. No tuve la oportunidad de dialogar con católicos que defendieran su fe a través de la Biblia, sino que esa primera luz me la dieron algunos protestantes a los cuales también debo agradecer porque me hicieron ver que el mormonismo carecía de fundamento bíblico. Pero seguramente si un católico bien formado recibe a una de estas parejas, puede darles una luz más directa y ayudar en su conversión o retorno a nuestra Iglesia.

Eso sí, no debemos olvidar que en todo este trabajo evangelizador actúa Dios a través del Espíritu Santo por ello es importante rezar por esas personas y aunque al final no consigamos nuestro propósito, quizá podamos haber sembrado una semilla que le ayudará en su conversión futura.

2) Si no tienes formación adecuada es mejor no recibirles...

Manuel Guerra: "Pero de ordinario, procede no invitarles a entrar en el ámbito de la familia y de los amigos a no ser que real y conscientemente te interese su mensaje."

Si no tienes una formación teológica o bíblica adecuada es mejor evitarles ya que el demonio a través de ellos puede aprovechar tu debilidad para confundirte y que empieces a dudar sobre la doctrina católica. Ellos aprovecharan cualquier forma de apertura para buscar inyectar sus doctrinas o manipularte a través de otras motivaciones como consolación ante un problema o pena, ayudas humanitarias, invitaciones sociales, etc.

Algunos católicos en Latinoamérica por ejemplo buscan la manera más diplomática y sencilla de colocar un cartelito en la puerta de su casa que dice "Este hogar es católico, no aceptamos propaganda de otras creencias o religiones". Aunque también es cierto que muchas veces este método no les detiene y a pesar de leerlo igual te tocan el timbre.

En lo posible, intentar no recibir su material de enseñanza y mucho menos leerlo. Este material consiste en revistas, libros o folletos. Una estrategia de los testigos de Jehová es regalar sus revistas La Atalaya o ¡Despertad! con el fin de volver una siguiente vez. Los mormones también tienen por entendido que si recibes su Libro de Mormón lo estás aceptando y eso te puede comprometer a seguir escuchando sus charlas.

Tampoco este rechazo tiene que mostrar actitudes soberbias, burlescas, ofensivas o mal educadas. A pesar que sabemos que es lo que buscan realmente en sus visitas, siempre debemos mostrar caridad cristiana pues ellos siguen los mandatos fanáticos de su secta y la gran mayoría no es consciente de lo que cree y hace. Debemos por ello mostrar amor y darles a entender que sólo buscamos respeto por nuestras creencias y por eso nos negamos a escucharles.

Entonces espero que estos consejos les ayuden a discernir y actuar de la manera correcta con estas personas. Mantenernos firmes en la verdadera fe requiere sacrificios y estamos llamados a aplicarlos para dar un buen testimonio cristiano. Recuerden que la mejor defensa de la fe es el ejemplo y eso deslumbra hasta al más desviado.

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4. Los testigos de Jehová recuerdan por las calles que “se acerca el fin del sistema”.

FUENTE: El Informante

 

 

A partir de 2016, los testigos de Jehová iniciaron las pláticas bíblicas y la distribución de folletos en la calle, debido a que, según ellos, cada día está más cerca “el fin del sistema”. Lo cuenta Rodrigo Aguiar en el medio mexicano El Informante.

“Buenas tardes”, dice un señor de edad avanzada a dos mujeres, que con sus vestidos largos ahora realizan proselitismo en el centro y afuera de hospitales de La Paz (Baja California Sur, México). “Adelante, tome uno, es gratis”, responde la mujer, invitando a tomar folletos sobre cómo leer la Biblia u otros que informan cuáles son las ‘Buenas Noticias por parte de Dios’. Ellas explican, tras insistir en no ser identificadas por no estar autorizadas a hablar con la prensa, que esta nueva modalidad de evangelización ya había iniciado en otras partes del mundo desde hace tiempo.

Permanecen frente al hospital general de zona del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y en las cercanías del hospital general Juan María de Salvatierra hasta por dos horas, por las mañanas y por las tardes. No obedece, como algunos medios publicaron el año pasado, a que se haya aprobado una ley que obligue a los testigos de Jehová a no visitar las casas. Inclusive, El Informante fue testigo, recientemente, de que las visitas domiciliarias continúan, sobre todo por las mañanas, y que el mensaje es el mismo: “Se acerca el fin del sistema”.

Ellos afirman que este fin no es el apocalipsis, sino el fin del sistema de gobierno. “Tras seis mil años de historia, ya no queda ninguna duda: los líderes humanos no han sido capaces de eliminar las injusticias, los delitos, las guerras ni las enfermedades”, indican. “Pero si dejamos que Dios nos gobierne, obtendremos beneficios, Pronto, Jehová eliminará los gobiernos humanos”, auguran. Según ellos, Dios ha tolerado el sufrimiento “para demostrar que ningún gobierno que no tenga su apoyo puede beneficiar a la humanidad”, sostienen, mientras citan pasajes de la Biblia.

Este tipo de evangelización suele sorprender a ciudadanos, afirman. “Si nos han llegado a tomar fotos” y les han preguntado sobre qué están haciendo, dicen a este reportero. Se les invita a tomar un folleto, que es gratuito, y se les invita a las reuniones semanales, agregan. El Informante buscó conocer mayores detalles sobre dicha forma de evangelizar, pero las llamadas a su oficina de prensa en la Ciudad de México no fueron respondidas.

A la par de la noticia sobre la supuesta ley que les prohibiría visitar domicilios, los testigos de Jehová también fueron blanco de más de las llamadas “noticias falsas”: fueron acusados de haber destruido un templo otomí en Hidalgo, lo cual fue desmentido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

En México hay 1,5 millones de testigos de Jehová, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi). A nivel mundial, el grupo tiene 8,6 millones de miembros activos en 119.000 congregaciones, aunque a sus reuniones asistieron el año pasado unos 20 millones de personas, según el sitio de prensa de la organización.

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5. México: parroquia católica organiza conferencias sobre “el engaño de la Nueva Era”.

FUENTE: Milenio

 

 

La Nueva Era es una corriente surgida hace unos 30 años que atrae a mucha gente, pues se oferta como algo que ofrece sentirse bien con uno mismo en el aspecto mental, salud y religioso cuando en la práctica dista mucho de ello, de ahí la importancia de mantener a la gente enterada de este movimiento, dijo el Pbro. Rodrigo Santos Sánchez, párroco de la iglesia Señor de la Divina Misericordia (Mérida, Yucatán, México), que en coordinación con la escuela de Biblia “Camino, verdad y vida”, organizará un par de conferencias al respecto, dirigidas por José González Martínez, experto en el tema.

Las conferencias, que llevan el título “El engaño de la Nueva Era”, serán en la parroquia del Señor de la Divina Misericordia el viernes 24 de febrero a las 19:00 horas y el sábado 25 a las 16:00 horas, según informa Milenio en una nota de William Sierra. En la reunión informativa, realizada el pasado 14 de febrero en uno de los salones de esa parroquia, el sacerdote explicó que este movimiento va dirigido como a crear una sensación de sentirse bien con uno mismo.

El gancho del bienestar

“¿Quién no quiere estar bien con uno mismo?, y de ahí su gancho. Tienen una peculiaridad de que es un fenómeno que se va modificando al paso del tiempo, cobra auge, muy fuerte y disminuye”, indicó. Santos Sánchez indicó que el objetivo de estas conferencias es crear consciencia e ir detectando cuáles son los fenómenos de este tiempo que se están manifestando para que no se dejen engañar por ejemplo, ofrecen que si bebiendo tal agua que él vende, y diciendo una oración que te da se acabarán los males.

“El problema de la Nueva Era es que se presenta como algo que no pasa nada, que te va hacer sentir bien, pero conforme se va investigando y profundizando comienzan a surgir algunos valores e ideas que no son compatibles con nuestra fe católica. Cuando hablan de la reencarnación, de que uno puede volver cierto tiempo a nacer. También abarca temas interesantes, del hombre de Dios, de la salud, mental, algo muy atractivo”, añadió.

A su vez, Liliana Sierra Sánchez, coordinadora de la escuela de Biblia “Camino, verdad y vida”, declaró que esta corriente no es ni secta, ni iglesia y mucho menos una religión, simplemente es una manera de pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado, mediante lo cual pretenden cambiar al mundo.

Las ideas que promueven provienen de elementos de religiones orientales, junto con el espiritismo, uso de terapias alternativas, la psicología transpersonal, astrología, gnosticismo y otras corrientes. “Todo esto lo mezclan y comercializan de muchas maneras. Algo que igual la caracteriza es que sólo incita a ver por el bien común de uno mismo y no del prójimo. También se atribuyen poderes que no se posee al engañar a gente a que compre determinados productos milagrosos”, añadió.

Cuidado con el uso de los ángeles

Por su parte, el Pbro. Rodrigo Santos Sánchez exhortó a no caer en engaños o falsas idolatrías en las que charlatanes buscan obtener provecho utilizando figuras de ángeles. En la actualidad se puede encontrar en revistas y diversas publicaciones en las que se ofrece que mediante un ángel se pueden resolver los problemas que le pidan y llegan al grado de ponerlo a la par con Dios, cuando son seres espirituales creados por Nuestro Señor.

“Hay personas que buscan adorar ángeles, lo cual es un error, pues la verdadera devoción hacia estos seres consiste en imitarlos con una vida enfocada aceptar y hacer la voluntad de Dios”, indicó, y mencionó que lo que sí aconseja la iglesia es pedir y auxilio y protección de nuestro ángel de la guarda. Mencionó que una parte del auge que se tiene hacia los ángeles se debe un poco a las películas que los describen como seres como nosotros, de carne y hueso.

“Ahí comenzó un poco el interés por los ángeles y luego fue derivando de una escuela de estudio, pero lamentablemente se ha desviado hasta caer en la ‘angeología’, tan de moda con la nueva era, que aseguran cómo contactar a estos seres por medio de técnicas de espiritismo, juego de cartas y libros de esoterismo”, subraya.

Precisó que los ángeles son criaturas celestiales cercanas a Dios, a nosotros, como el ángel de la guarda, el custodio, que forman parte de nuestras devociones. Sin embargo, hay ciertos grupos que se refieren a los ángeles como deidades de energía, de acuerdo con su color, e incluso, mencionan a que hay más de los que se mencionan en las escrituras.

“El hecho de darle un tratamiento excesivo poniéndolos a la par de Jesús es el problema. Ya casi se le considera como un dios”, insistió. En ese sentido reiteró que muchas de las literaturas que abundan tienen un poco a caer en eso, pues “al ángel en vez de verlo como una criatura creada por Dios llegan a darle tal importancia que hasta lo consideran como un Dios.

“Si no hace algo va a llegar el momento en que estarán más adentrados en los ángeles que en Dios o la Virgen”, enfatizó y recordó que los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. También recordó que la Iglesia celebra a los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael el 29 de septiembre, y a los custodios el 2 de octubre. En un tiempo se habló de otras categorías como serafines, tronos...

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6. México: reivindican la tradición prehispánica con una ofrenda al “Gran Espíritu”.

FUENTE: El Sol de Cuernavaca

 

 

El Calpulli Tezmolline Nauhcuauhtli celebró danzando en el Zócalo de Cuernavaca (capital del Estado de Morelos, México) nueve años de practicar y preservar las costumbres y tradiciones mexicas prehispánicas. Fue el pasado 12 de febrero. Según escribe Aurelia Torres en El Sol de Cuernavaca, con el sonido del huéhuetl o el teponaxtli, decenas de danzantes de diferentes municipios de Morelos se dieron cita en Plaza de Armas de la capital morelense con su indumentaria azteca: Copilli, mejor conocido como penacho; Maxtla los hombres y enaguas las mujeres, así como sahumerio para hacer una ofrenda al Gran Espíritu.

María Elena Díaz, integrante y fundadora de este grupo, explicó que durante nueve años mujeres y hombres de todas las edades se han sumado a practicar y preservar la tradición mexica, la cual, dijo, “no es sólo danza, es medicina, oración en la montaña, gastronomía, lengua náhuatl, cantos, temazcal, entre otras cosas, es una forma de vivir”.

Relató que son un conjunto abierto que conjura las diferentes formas de las danzas: la conchera, mexica, del sol, de la luna y la guerrera, con el objetivo de aprender más y conservar la cultura que les heredaron sus ancestros, en su caso sus abuelos, y que actualmente enseña a hijos y nietos. Explicó que su epicentro es el Zócalo de Cuernavaca donde todos los jueves se reúnen para danzarle al ser supremo y estar “en comunión con él”. El 12 de febrero participaron integrantes de varios municipios, como Yautepec, Tetela del Volcán, Temixco, Tepoztlán, entre otros, por ser un día especial, agregó.

Respecto a la actividad que realizan, refirieron: “El llamado es que abramos la conciencia para estar en armonía con todo lo que nos rodea, con todo lo que está vivo, porque vivimos en circunstancias difíciles y de desesperación que nos hacen actuar de forma agresiva ante los demás; entonces, independientemente de todas las religiones y creencias nosotros tratamos de abrir la conciencia para estar en comunión con el Gran Espíritu al que pueden llamar Jehová, Yavéh, Cristo, un ser supremo al que le ofrendamos de diferentes formas que el objetivo es estar algún día con él”.

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7. Una novela analiza a las jóvenes adeptas del líder sectario asesino Charles Manson.

FUENTE: Protestante Digital

 

 

Una de las novelas más populares del año pasado gira en torno a la historia criminal de la secta de Charles Manson: Las chicas, de Emma Cline, donde la autora expone el complejo mundo de la adolescencia, frágil y vulnerable. Recogemos aquí la reseña que ha hecho el crítico evangélico español José de Segovia en el medio Protestante Digital.

¿Qué puede atraer a una chica a una secta tan destructiva como la de Manson? Esta es la pregunta nos hacemos cuando pensamos en las chicas de La Familia Manson que asesinaron tan cruelmente a siete personas, incluida la esposa de Polanski –la actriz Sharon Tate, cuando estaba embarazada de ocho meses y medio– en el verano de 1969. Mientras Manson agoniza en un hospital, dos de sus seguidoras siguen en prisión y una nueva serie de televisión ha retomado el caso, una de las novelas más populares del año pasado gira en torno a esta historia, Las chicas, de Emma Cline.

La autora de la obra tiene sólo 27 años, pero está obsesionada por el terror que sucedió a la eclosión del movimiento hippy, al año siguiente del “verano del amor” de San Francisco en 1967. Ha buscado en hemerotecas, libros y foros de Internet, para hacer este relato iniciático, que constituye su debut literario. Nacida en la localidad californiana de Sonoma en 1989, trabajaba en una revista tan reconocida como New Yorker, cuando empezó a publicar en medios tan prestigiosos como el Paris Review.

La importante editorial Faber & Faber le dio un adelanto de dos millones de dólares por la novela que ha publicado en Barcelona, Anagrama. Su impresionante éxito ha sobrepasado todas las expectativas. La novela de esta veinteañera es uno de los libros más populares del año pasado. “Cuando se analiza el fenómeno Manson, se tiende a ensalzar a Charles como si fuese el único fascinante de la historia”, critica Cline. Ella dice: “como escritora, su figura no me interesa nada”.

Son las chicas que fueron capaces de matar literalmente por él, las que le interesan: la fallecida en prisión, Susan Atkins; la arrepentida Leslie van Houten, a la que han vuelto a negar la libertad condicional, el año pasado; así como Patricia Krenwinkel, la presa con más años de edad que hay en California. La otra chica Manson, Linda Kassabian, fue exculpada, ya que no llegó a entrar a la casa en que fue asesinada Tate, sino que se quedó en el jardín en estado de “shock”, siendo su testimonio fundamental en todo el proceso.

Atracción fatal

El verdadero “verano del amor” fue en realidad en 1966 –antes de la publicidad que vino el año siguiente, cuando se había prohibido ya el LSD en octubre–. Manson sale entonces de la prisión donde estaba por robar un coche, y en la universidad de Berkeley conoce a una bibliotecaria llamada Mary Brunner. Vivió con ella en Haight-Ashbury, junto a Lynnette Fromme, una actriz infantil que conoció en la playa angelina de Venice, cuando intentaba ya dedicarse a la música.

No era ese su único interés. En sus delirios, Manson mezclaba las enseñanzas de la Cienciología con la Biblia y los Beatles, creyéndose el quinto ángel del Apocalipsis. La viuda del fallecido predicador de la Gente de Jesús, Lonnie Frisbee, vivió en una comunidad con hippies convertidos al cristianismo en San Francisco. Recuerda hablar allí durante cuatro días con Manson.

El fundador de La Familia tenía esa increíble capacidad camaleónica, por la que se asimilaba a cualquier interlocutor: para el Beach Boy Dennis Wilson, o el productor Terry Melcher, era un rockero más; para sus seguidores, era como Cristo; y para los moteros racistas que venían al rancho donde se establece la familia –Spahn, un recóndito lugar del cañón Topanga, donde se hacían películas del Oeste–, Manson podía ser un ferviente creyente en la supremacía blanca.

La secta de Manson se establece en un recóndito lugar del cañón californiano de Topanga, donde se hacían películas del Oeste. Según un joven productor de la Universal, Stromberg, que le conoció cuando estaba haciendo una adaptación de la vida de Jesús a la América contemporánea con un actor negro y paletos sureños haciendo de romanos, Manson hacía un discurso contra el materialismo, cuando alguien le criticó el buen autobús que tenía La Familia. Para la sorpresa de sus oyentes, el predicador no dudó en darle las llaves, mientras observaba con indiferencia cómo se llevaba el autocar.

Era impredecible. Sabía cómo ganarse a la gente. A un corpulento motero, le decía que él era impotente, sexualmente, para que pensara que hacía falta en las orgías que celebraba continuamente en su rancho. Y a un enfurecido padre de una chica que se había ido a la comuna, le invitaba a entrar, como si no viera la pistola con la que le apuntaba.

El sueño se convirtió en pesadilla

El 9 de agosto de 1969 Manson manda a cuatro de sus chicas al 10050 de Cielo Drive en el cañón Benedict de Los Ángeles, la casa donde vivió el productor de discos Melcher, que era ahora la residencia de Polanski. Como frustrado músico de rock, Charlie había conocido a Melcher por medio del Beach Boy Dennis Wilson, que creía que “Manson tenía algo cósmico, profundo, que escuchaba las canciones de los Beatles y encontraba mensajes sobre lo que había que hacer a continuación”.

Wilson pagó la grabación de las canciones de Charlie, pero Melcher no quiso hacerle un contrato. Tal vez por venganza, es que manda a “las chicas” para asustarle, pero él se queda en el rancho. Las jóvenes mataron a cinco personas, una de ellas Tate suplicando por la vida del bebé que esperaba desde hace ocho meses y medio, mientras la apuñalaban sin piedad, 16 veces. Las alegres chicas de La Familia Manson asesinaron cruelmente a siete personas, incluida la esposa de Polanski.

No contento con ello, la noche siguiente van las cuatro con Manson y dos chicas más, a la casa del matrimonio LaBianca en el 3301 de Waverly Drive, en la zona Los Feliz de Los Ángeles. La Familia había estado una vez en una fiesta en la casa de al lado. Esta vez el propio Manson atravesó 12 veces a este ejecutivo de una cadena de supermercados con una bayoneta. Su esposa fue acuchillada 41 veces, muchas de ellas cuando estaba ya muerta. Hicieron pintadas por las paredes, para que pareciera que era un crimen de las Panteras Negras. Ya que según la interpretación de Manson de la canción “Helter Skelter” del Álbum Blanco de los Beatles, esto comenzaría los disturbios raciales que profetizaba Apocalipsis 9, según él.

El sueño de paz y amor de los años 60 se convirtió en una pesadilla. Tras el idílico festival de Woodstock viene el horror de Altamont, donde los Rolling Stones quieren organizar un concierto gratuito en una pista de carreras. Como servicio de seguridad, no tienen mejor idea que recurrir a los Ángeles del Infierno, un gesto simbólico por el que pretendían que esos “nobles salvajes” de la subcultura americana de postguerra, que estaban “fuera de la ley”, mantuvieran la ley. Y en vez de dinero, les pagarían con cerveza. Al comenzar a tocar su declaración de “Simpatía por el diablo”, los Ángeles apuñalaron a un joven afro-americano. Se denunciaron violaciones y hubo cientos de intoxicaciones por LSD adulterado.

Fascinación por el mal

La historia de Manson ha dejado una profunda huella en la cultura popular. Son tantos los libros, documentales y artículos sobre la secta, que es difícil saber por dónde empezar. Mucho mejor que la actual serie de la NBC, Aquarius (2015), donde David Duchovny es un policía buscando a una chica que ha entrado en la comuna, es el telefilm dirigido Tom Gries en 1976, Helter Skelter, que sigue la investigación del fiscal Vince Bugliosi, autor de la obra de referencia sobre el tema, hace cuarenta años.

La nueva biografía de Jeff Guins ha aportado el testimonio de la hermana adoptiva de Manson, Nancy, así como el de su prima Jo Ann, que vivía con Charlie desde niña. Manson ha sido trasladado de la prisión a un hospital, donde parece que está agonizando. El músico que ahora lleva su nombre, Marilyn Manson –nacido en una familia cristiana en 1965–, ha logrado su fama por las provocaciones que incluyen su identificación con el satanismo de Crowley y LaVey, pero no ha tenido más relación con el asesino que una incoherente carta desde la prisión.

Quien sí vivió en la casa donde fue asesinada la esposa de Polanski es Trent Reznor, de Nine Inch Nails, que montó un estudio a principios de los 90, conocido como Le Pig –en referencia a la pintada con la sangre de Tate que apareció en la puerta de su casa–, donde Marilyn pretende tocar la guitarra en un vídeo. Hay otra nueva novela sobre las chicas Manson, pero es en tiempo actual, American Girls, de Alison Umminger, así como un podcast de la popular serie “You Must Remember This”, pero el libro que ha captado la atención en todo el mundo –se ha publicado ya en 35 países– es Las Chicas de Emma Cline.

Alabada por el escritor Richard Ford, está en trámites para ser llevada al cine, pero ha despertado ya una enorme curiosidad por las seguidoras de La Familia. Por cuestiones legales, en la novela Manson lleva el nombre de Russel Hadrick, pero no hay duda a quién sigue el personaje de la adolescente llamada Evie Boyd.

La adolescencia perdida

Cuanto esta escritora veinteañera vio las fotos de las asesinas, dice: “reconocí en el anhelo de sus ojos algo de mí misma”. Su voz se reconoce en la narración de esta chica de catorce años, hija de padres acomodados que tramitan su divorcio en el San Francisco de los años 60. Se sitúa en los orígenes de la secta en un parque de Haight-Ashbury, donde Evie encuentra una madre, hermana y amante en la figura protectora de Suzanne. La autora de la obra tiene sólo 27 años, pero está obsesionada con el terror que acabó con el movimiento hippy.

A Cline no le interesan tanto las ideas de Manson como el complejo mundo de la adolescencia, frágil y vulnerable. En el libro aparece primero su personaje como una mujer madura que no tiene trabajo y está pasando unos días en casa de un amigo, cuando su hijo adolescente la reconoce como la que “estaba en la secta esa”. Recuerda así sus días en el rancho, mientras su padre vive con una secretaria veinteañera y su madre sigue a un gurú que lo mismo le incita a comer algas, que a practicar yoga o a pintarse los ojos con kohl.

La novela tiene ese ambiente de hastío veraniego de la adolescencia, los vagabundeos con su mejor amiga Connie y la indolencia de un tiempo de espera, ya que está a punto de ir al internado donde estudió su madre, cuando lo único que quiere es ser mayor y gustar al hermano de Connie. Recuerda que “estaba siempre pendiente de la atención de los demás”. Como tanto de nosotros: “esperaba que alguien me dijese que había de bueno en mí”.

Esa extraña Providencia

Estos relatos de adolescencia confusa siempre me conmueven. ¿Quién no se ha sentido a veces como el personaje de Evie, perdido en un mundo que no conoces? Todos como ella, estamos necesitados de amor. La distancia de tus padres y la necesidad de hacerse notar, te lleva a buscar la atención de otros, desesperadamente. Buscamos esa figura protectora, maternal y amorosa que es para ella Suzanne. Y aunque no logramos ver su atractivo en el libro, podemos entender que por ella, encuentra una nueva familia, ¡aunque sea tan terrible como la de Manson!

La perspectiva que te dé la providencia en la vida, te permite darte cuenta de nuestra natural atracción por el mal, pero también la incomprensible gracia de Dios. Lo que nos lleva al tema de la Providencia. Si analizamos el termino, se trata de ver (vide) algo de antemano (pro). Por providencia divina entendemos que Dios sabe lo que todavía ha de ocurrir. Aunque no es tanto una referencia al tiempo, que el Autor de la vida ve de principio a fin (Isaías 46:8-10), sino a algo que va más allá de su mirada a través de “los pasillos del Tiempo”.

Conoce el futuro, porque lo ha ordenado. Él sabe incluso el número exacto de nuestros días (Salmo 39:4). La providencia divina tiene que ver también con su extensión. Todo está ante sus ojos. Nada se escapa a su visión (Salmo 139:7-12). Esta verdad puede resultar incómoda, cuando se ve como una amenaza, pero es también un consuelo, cuando descubrimos el valor que tenemos a sus ojos (Mateo 10:28-31).

La providencia nos muestra que no sólo hay un Dios que conoce nuestra maldad, sino que sabe y le importan nuestras alegrías, lágrimas, dolores y temores. Incluso aquellos que creemos que hay un Dios, somos a veces culpables de vivir nuestra vida como si Él no existiera. Debemos siempre recordar que hay Alguien que nos conoce mejor que nuestros padres y nos ama más que Suzanne a Evie. Hace su propósito en nuestras vidas, incluso a la sombra de una cruz. Y detrás de la tumba vacía, está la esperanza de una nueva vida, cuando al quitar las lágrimas de nuestros ojos, descubramos su maravillosa Providencia.

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8. España: creen ver un fantasma... y llaman a una maestra de reiki para hacer una “limpia de energía”.

FUENTE: Varios medios

 

 

Era viernes. Nadie quedaba ya en el Ayuntamiento de la localidad de Vegas del Genil (Granada, España). Nadie, excepto un concejal del equipo de gobierno que apuraba las últimas horas de la tarde para rematar un informe. Lo que allí pasó en torno a las 19:30 del pasado 3 de febrero poco tuvo que ver con la normal actividad municipal. Por alguna razón inexplicable, el miedo se apoderó del edil, que ha relatado su caso al diario Ideal de Granada. Se hace eco el diario ABC.

A pesar de las estufas, hacía un frío insoportable, «anormal». Entonces el concejal se puso su abrigo y fue al baño. Entonces comenzó a escuchar unos extraños ruidos que procedían del pasillo, «como si alguien estuviera arrastrando una caja de folios». En un primer momento, atribuyó los sonidos a un funcionario del Ayuntamiento, «pero el ordenanza hacía rato que no estaba». «¿¡José Miguel!?», gritó por si acaso el concejal, esperando la respuesta que no llegó.

Si todos se habían marchado, si no quedaba nadie, ¿a qué se debían los ruidos? El concejal empezó a sospechar que se trataba de un robo. Agarró su móvil para llamar a la Policía y se adentró en el pasillo del miedo. A falta de una aplicación que hiciera de su teléfono una linterna, activó el disparador de la cámara para que saltara el flash. Se hizo la luz: «Me quedé tranquilo porque no había nadie, no vi nada».

El concejal regresó a su despacho. Ya sereno, un arrebato de curiosidad le hizo revisar la fotografía que había tomado. El corazón se le aceleró, su vello quedó erizado: «Entré en estado de pánico». La imagen recogió lo que a todas luces parece el espectro de una niña. El miedo le caló más que el atípico frío y quedó paralizado. Sólo atinó a escribir en el grupo de Whatsapp que comparte con sus compañeros del equipo de gobierno de Vegas del Genil. El resto de ediles pensaron que se trataba de una broma; salvo uno de ellos, que fue hasta el edificio y se encontró al concejal «blanco como el papel».

Juntos se marcharon del consistorio restándole importancia a lo que acababa de ocurrir. Al día siguiente lo comentaron con una trabajadora que les aseguró que también había experimentado sensaciones extrañas. Rápidamente el rumor se hizo noticia en el municipio y el protagonista de esta historia optó por contactar con una vidente, una experta en reiki. Y el miércoles 8 de febrero concertaron una sesión de espiritismo para intentar sacar de allí al espectro.

La medida surtió efecto. Parece que la «sanadora», con la cual también habló el diario Ideal, consiguió «abrir una puerta para que salieran esas presencias que están atrapadas y no saben cómo volver». Al término de la sesión, la temperatura de la sala cambió de forma «brutal».

En el diario La Vanguardia leemos más detalles: al día siguiente, el concejal, consternado, comentó a otras compañeras lo sucedido y éstas corroboraron la sensación de extremo frío en la zona del Salón de Plenos del Ayuntamiento donde se ha corroborado que existen dos bombas de calor a 30 grados, así que, como precaución, se le pidió a la monitora de Reiki del ayuntamiento que hiciera una limpieza de energía.

El testimonio de la monitora aclara que no se trató de una sesión de espiritismo, sino de una “limpia de energía” para “abrir una puerta para que salieran estas presencias que están atrapadas y no saben cómo volver”, recoge varias publicaciones locales. A partir de entonces, la temperatura según varias fuentes del consistorio de Vegas del Genil es mucho más agradable.

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9. Colombia: la policía rescata a unos niños de una fiesta con alcohol, drogas y satanismo.

FUENTE: Varios medios

 

 

Vecinos de una vivienda en el sector de Quebradaseca, en Bucaramanga (Santander, Colombia), alertaron el pasado 12 de febrero a las autoridades de una fiesta que se salía de control y en la cual había presencia de niños muy pequeños. Bomberos de la ciudad llegaron a atender el caso pero se encontraron con un hombre agresivo que, de acuerdo con la versión de testigos, comenzó a golpear con un objeto fuerte las paredes lo que asustó aún más a los vecinos quienes temían por la integridad de los niños.

“El señor al parecer es extranjero, estaba en una actitud agresiva y se negó a abrir la puerta. Tomó un objeto de hierro y comenzó a golpear las paredes y esto generó el pánico en la gente porque al interior estaban los niños muy pequeños de 3 meses hasta los 6 años”, afirmó el comandante del cuerpo de Bomberos, teniente Jorge Peña, tal como leemos en El Espectador.

Al ingresar, los bomberos encontraron una escena escalofriante. Unos niños muy pequeños en medio de una fiesta en la que había marihuana, licor y cuadros con alusión a santos y a la vez elementos satánicos acompañado de frases en la pared con el número 666. Los niños quedaron bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, mientras que los padres fueron detenidos.

Vanguardia informa de que, de acuerdo con información de testigos, ruidos, llantos, quema de enseres, ritos satánicos, consumo de estupefacientes y quiebra de vidrios eran algunas de las actividades anormales que venían ocurriendo en este inmueble durante los últimos días.

“Yo vivo en el cuarto piso. Escuché los ruidos, pero pensé que estaban arreglando algo. La situación siguió, hasta que llamaron a la Policía. Ellos llegaron justo en el momento en que el tipo se encontraba quemando una puerta delante de los niños. Según me informaron, la pareja, en el pasado, estuvo recluida en un centro siquiátrico”, informó Luz Rangel, vecina del lugar.

Las autoridades explicaron que los menores, de 6, 5, 3 y 2 años, así como un bebé de tres meses, fueron encontrados en condiciones precarias en compañía de sus padres, quienes, al parecer, estaban bajo los efectos de sustancias psicoactivas. Los niños fueron dejados a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, y remitidos al Hospital Universitario de Santander, HUS, donde, según el personal médico, no se encontró ninguna anomalía en la salud, ni señales de maltrato.

Entre tanto, el padre, quien es un ciudadano norteamericano, y la madre de los menores fueron llevados al Hospital Siquiátrico San Camilo, para un proceso de desintoxicación. Según el abuelo materno de los afectados, sus nietos nunca fueron abandonados, y todo obedecería a una pelea de pareja. “Hubo una discusión entre los esposos, se alteraron los nervios y los vecinos llamaron a la Policía. Pero los niños no estaban abandonados. En cuestiones de alimentación, de cuidado, ellos estaban atendidos por los papás, y nosotros nos reunimos frecuentemente con ellos”, afirmó el adulto mayor.

Por su parte, el coronel Diego López Guarín, subcomandante de la Policía Metropolitana, informó de que la pareja tendrá que comparecer ante la justicia por estos actos. “Ellos deberán responder por qué los niños se encontraban en ese estado, y en el restablecimiento de derechos ante Fiscalía e ICBF, se decidirá en qué delito incurrieron”, dijo el uniformado.

El Regio Deporte ofrece más detalles sobre el caso: la bebé de tres meses fue hallada con dermatitis en la piel y conjuntivitis, mientras los demás menores fueron encontrados con signos de desnutrición y conviviendo en medio de heces fecales de animales. Una de las oficiales que atendió el caso y que es madre lactante amamantó a la menor de tres meses para alimentarla.

Dentro de la vivienda los uniformados hallaron varios enseres quemados, ropa tirada en el suelo, vidrios rotos, excremento de canino, símbolos satánicos en las paredes y ventanas y además un cultivo hidropónico de marihuana. Ante esta situación y con el fin de proteger la integridad y salud de los menores, estos fueron trasladados por la Policía al Hospital Universitario de Santander, donde reciben atención médica.

"Este lugar se encontraba en muy mal estado para cinco menores de edad, era un ambiente bien complejo para los niños", indicó el coronel López. De acuerdo con el parte preliminar entregado por la pediatra de turno, los niños presentan un cuadro de maltrato infantil por negligencia en el cuidado por parte de sus padres. Los padres de los niños, absolutamente drogados, fueron llevados al Hospital Psiquiátrico San Camilo de Bucaramanga.

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10. El mercado de productos esotéricos y mágicos, muy popular en México.

FUENTE: NSS Oaxaca

 

 

Con el título “Las pociones para el amor del Mercado Sonora son realmente tenebrosas”, el medio NSS Oaxaca ha publicado un reportaje en torno al 14 de febrero, festividad de San Valentín, para recoger la versión más esotérica del “día de los enamorados” en este mercado situado en México. Lo reproducimos a continuación.

“Si quieres enamorarte profundamente busca canela, pero de la más picosa, de la que cuesta como 500 pesos el kilo en La Merced”, me dice la autollamada bruja Lukcero Aghakán. “La árabe es la mejorcita, como el hachís, que el mejor es el de la India. Así se bañaban nuestros ancestros: con hongo, peyote y mota, para recorrer de norte a sur. Ésas son las plantas que curan, aunque también pueden llegar a matarte”. Estoy en el Mercado Sonora, uno de los más importantes y antiguos de México, famoso por ofrecer curaciones alternativas para el cuerpo y el alma en sus pletóricos pasillos: el de plantas medicinales y el de “la magia”, ambos bien diferenciados.

Entrar al mercado en estas fechas ha sido todo un revuelo. Había globos en forma de corazón por doquier, golpeando mi cara mientras caminaba; vendedores de dulces que iban tirando chocolates a su paso; osos de peluche colgando inquietantemente de los techos en los puestos —creo sinceramente que deberían venderse el 31 de octubre y no el 14 de febrero—; rosas, y todo tipo de obsequios cursis que enamorarían a cualquier quinceañera.

Pasando la ola del amor conseguí llegar a la sección de la magia, y siguiendo el consejo de los locatarios encontré el puesto de Lukcero, la dama que, según un letrero promocional que cuelga en su local, “domina los secretos de la ciencia oscura”. Ya había clientes esperándola. Le dije que no quería una consulta, sino una receta para el amor, no tardaríamos mucho. Me dio la bienvenida con música cubana y con mucha calma despejó su espacio para que pudiera apreciar todos los amuletos que la acompañan en su día a día.

Lukcero dice ser sufí, es decir, que practica el llamado sufismo, una especie de esoterismo inspirado en la espiritualidad islámica pero desvinculado del islam. “Esta misma receta se la doy a todos mis ahijados (así llama ella a sus clientes), cualquier la puede hacer en su casa”, me cuenta mientras anota en una libreta todos los ingredientes que necesito para hacer una “pócima de amor para hacer que alguien se enamore de mí”. La lista está llena de especias como la nuez moscada y la canela, y de hierbas, algunas que no esperaba, como las verdolagas, el epazote morado y dos tipos de perejil —uno representa a la hembra y otro al macho, según Lukcero, y necesito ambos para crear un equilibrio perfecto—.

“La verdad es que no siempre se necesita esta receta”, continúa contándome la bruja. “La magia está en lo que comes, en la leche, en un chocolate… La magia es una energía que emanamos por acá atrás —la mujer se señala el trasero—. La brujería te entra por todos los hoyos, y el primerito es el de atrás”. No entendí por qué y honestamente no me animé a preguntar, ella es intimidante. Ahora me arrepiento.

Lukcero me explica que es hija de Oshun, diosa del amor (según la santería), y eso le impide comer ciertos alimentos como el huevo. Se le hace agua la boca mientras me cuenta lo mucho que le gustan “los huevos de las gallinas gordas”, pero como son alimentos muy respetados en su religión —significan abundancia—, tiene que abstenerse de su consumo. También tiene prohibidas la sandía y la calabaza. “Sólo puedo comer la calabaza en tacha”, dice. “No con tachas, sino en tacha. Soy una bruja seria”.

“Tienes que tener cuidado con la receta que te di, eh”, me dice mirándome fijamente a los ojos. Esta poción lleva toloache, una especie de planta herbácea mexicana que posee propiedades narcóticas, espasmódicas y psicoactivas. Ha sido empleado en la medicina tradicional en México, pero en dosis altas puede provocar alucinaciones y alterar el sistema nervioso incluso a grados en los que peligra la vida. En el “mercado del amor”, como ahora lo llamo, el toloache se vende en todos los puestos, pero siempre bajo advertencia de sus efectos.

“A mí me visitan mucha gente, me vienen a buscar de todo México y de otros países”, me dice Lukcero cuando le digo que debo seguir mi camino. “Ven cuando quieras, conmigo encuentras lo mejor y lo peor”. Seguro que sí. Le agradezco y nos despedimos con un choque de puños.

Sigo visitando puestos, preguntando por amuletos y pociones distintas; pero todos continúan diciéndome: “Si no compras, no preguntes”. Supongo que leyeron el escepticismo en mis ojos. O eso quiero pensar. Lo intentaré de otra forma. Me sumergí en los pasillos, todos los puestos ofrecen los mismos productos: botellas con líquidos fosforescentes —quién sabe de qué están hechos— para conseguir belleza, polvos de hierbas para “ser un semental”, jabones con feromonas, velas aromáticas para “atraer pareja”, etc. Lo mejor es que cada santero da una explicación distinta.

“No te puedo platicar mucho”, me dice uno. “Pero te recomiendo estos aceites de “amarre total”, el de mayor demanda; o esta miel preparada para evitar que peleen”. “El aceite se consume en gotas”, me dice otro. “No hay nada mejor para un conquistador que el aceite “quita calzón”. Es para las mujeres que no quieren aflojar. Le das unas cuantas gotas y listo”. Qué finos. “Estas mieles son para el amarre”, cuenta un tercero en un puesto distinto. “Lo que viene siendo el matrimonio. Cuando no se quiera casar contigo y ande de rejega o rejego, dale unas gotitas y caerá”. En este puesto también se venden polvos “pa’ cuando ya no la quieres y busques desterrarla de tu vida porque ya te aburrió”.

Todo es muy interesante, podría quedarme aquí conversando durante horas, mi curiosidad me abastece de preguntas infinitas. Sin embargo, algo rompe mi corazón: se llama “chupamiento” y es un amuleto hecho con un colibrí muerto. “Lo cuelgas y ahí lo dejas hasta que un pretendiente toque la puerta”, me dicen en todos los puestos. Hay diferentes “diseños” y pienso que la escena que me pareció en un principio graciosa se ha vuelto tenebrosa.

Una llamada a mi móvil me saca de mi ensimismamiento. Es Lizbeth, una bruja con la que había agendado una visita para un amarre —un acto de brujería para asegurar que se cumpla un deseo particular— de amor. ¡Por fin! Quedamos de encontrarnos entre los locales de animales exóticos —otra de las razones por las que el Mercado Sonora es conocido es su venta ilegal de animales vivos, lo mismo perros que monos, iguanas, pericos, etc.—; Nos reconoceremos por la ropa que traemos puesta.

Minutos después de presentarnos y caminar entre las jaulas de animales llegamos a un pequeño cuarto acogedor cubierto con cortinas brillantes y doradas. Me pide que me siente y ponga atención. “Hacer amarres —como le llaman al acto de magia— es un don que traigo desde que soy niña”, me cuenta. “Los he hecho toda la vida, es algo que no se aprende, lo traes o no”. Lizbeth cubre la mesa con pétalos de rosas, frascos con líquidos extraños, jaleas, jabones y velas hechas con unos polvos llamados “ven a mí”. Al final coloca un “chupamiento” —ay, mi corazón—, al que le pone unas gotitas de feromonas. Me lo regala. Debo llevarlo siempre conmigo.

También me recomienda beber un té “cundeamor” con un poco de manteca de cacao. “Tómatelo durante un baño de tina, será más efectivo”. Y para mantener la fidelidad, una vela en forma de pene. “No te asustes”, me dice Lizbeth. “Cuando creas que tu novio se está acostando con alguien más, prende esta vela y tendrás control sobre su miembro”. Qué romántico. “Pero antes debes prender la vela de la unión y, cuando consumen su acto de amor entierra la base de la vela bajo un árbol. Así tu amor crecerá tan fuerte como el árbol”.

“La bruja del amor” me regalo un kit completo de velas, polvos, y jabones para hacer un amarre amoroso a quien yo quiera, cuando quiera. “Una nunca sabe cuándo lo va a necesitar”, dice ella. “Ah, pero antes debes hacerte inmune al mal de amores o a los amarres que alguien más pueda hacer contra ti”, me advierte y me aconseja que compre una hierba llamada rompe saraguey, una raíz medicinal muy popular en la santería, y me beba una infusión bien cargada hecha con ella.

Me fui con una bolsa cargada de objetos tétricos y con una sensación extraña. No sé si estoy sorprendida por la alta demanda de estas bebidas esotéricas para conseguir el amor—el mercado estaba lleno de gente husmeando y comprando amuletos y brebajes— o si sigo asustada por el colibrí muerto que cargo conmigo.

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