Tribunas

Toledo, su arzobispo y la sinagoga

José Francisco Serrano Oceja

 

En los últimos días se han publicado varias informaciones referidas a la titularidad eclesial de la antigua sinagoga toledana de Santa María la Blanca. Bueno, y de paso, hubo quien apuntó también al arzobispo de Toledo y Primado de España, monseñor Braulio Rodríguez Plaza.

La clave de las pasiones que levanta este arzobispo radica en que nunca ha hecho política, ni intra ni extra. Parece, por tanto, que como no hacer política no parece que se lleve ahora, el tsunami es profundo y arrastra. Y don Braulio dedicado a pastorear a su Iglesia, con ejemplar criterio, es un muro de contención.

Y con su arzobispo en el punto de mira está esa Iglesia que, ciertamente, no da problemas. Una Iglesia muy viva que sigue siendo un ejemplo de fecundidad pastoral.

Después de un amplio estado de la cuestión aparecido en “El País”, siempre tan permeable a los poderes establecidos y organizados, la archidiócesis de Toledo ha hecho pública una de las más certeras, claras y productivas notas informativas sobre un asunto complejo.

Un escrito que aborda desde los aspectos históricos hasta los personales. Por ejemplo, se decía en el texto de “El País” que el arzobispo de Toledo no había querido recibir al Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, don Isaac Querub, ni había contestado a su cartas.

Pues bien. Leemos en la nota del arzobispado de Toledo lo siguiente:

“Se ha publicado que don Isaac Querub, Presidente de la Federación de Comunidades Judías españolas, ha pedido una reunión oficial por carta al Sr. Arzobispo de Toledo, de la que no ha recibido respuesta. En este sentido, la Oficina de Información del Arzobispado de Toledo desea precisar que el Sr. Arzobispo de Toledo ha coincidido en dos ocasiones con el Sr. Querub. La primera, en un encuentro del Diálogo Cristiano-Judío celebrado en Madrid, acto durante el cual él se refirió a la “devolución de la sinagoga” por parte de la Iglesia; y, posteriormente, en un acto de apertura de curso en el Centro Diocesano madrileño de Estudios Judeo-Cristianos, en noviembre de 2016. Ese día convinieron en verse después de Navidad, pero ni el Sr. Querub ni nadie en su nombre ha pedido una reunión oficial por escrito, por lo cual el Sr. Arzobispo no ha podido responder a su petición.

Parece oportuno recordar también que el Estado es propietario de la cercana sinagoga del Tránsito”.

Sorprende el hecho de que los encuentros entre el arzobispo de Toledo y el Presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, una persona dialogante y buen conocedor de la vida de la Iglesia incluso, hayan ocurrido siempre en Madrid. Madrid, de nuevo, rompeolas de todas las Españas, que diría el poeta.

 

José Francisco Serrano Oceja