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Mensaje del cardenal Marc Ouellet por el Día de Hispanoamérica

RV | 06/03/2017


 

Anunciar a Cristo hasta los confines de la tierra, venciendo los grandes enemigos de la acción evangelizadora: miedo y egoísmo. Es ésta en síntesis la invitación del Mensaje para el Día de Hispanoamérica 2017, celebrado el 5 de marzo en España, que como cada año da a conocer el Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL), el cardenal Marc Ouellet. El lema que acompañó la celebración de este año fue “Vayan, sin miedo, para servir", tomado de las palabras del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud 2013 de Río de Janeiro.

En el Mensaje el presidente de la PCAL afirma que “desde la gracia que es nuestra fortaleza, estamos invitados a superar el miedo que nos suscita la incertidumbre y la consciencia de nuestras limitaciones humanas”, recordando además que “el temor se disuelve ante la presencia de Cristo resucitado”.

El otro gran enemigo de la acción evangelizadora – señala el cardenal Ouellet –  es  “el egoísmo, que lleva a encerrarse en un horizonte diminuto y a excluir el bien del prójimo, sustituyéndolo con los propios intereses individuales”.

“Nuestro mundo necesita, hoy especialmente, de discípulos misioneros que se atrevan a ‘salir’ para llegar a todas aquellas periferias existenciales que esperan la luz del Evangelio – continúa el presidente de la PCAL – de discípulos de Cristo que sepan ‘adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos’ (EG 24). Y esta Iglesia en salida es una que sabe acoger, que no levanta la voz para ahuyentar al pecador, sino para invitarlo, y no tiene miedo de mostrar el rostro tierno del Padre, y de abrir sus brazos a todo aquel que esté herido y necesitado de su amor y de su misericordia”.

Refiriéndose al reto actual de la Iglesia, el purpurado afirma que “estos más de dos mil años de cristianismo la misión esencial de la Iglesia no ha cambiado”,  pero sí han cambiado los tiempos, “especialmente en las últimas décadas”, por ello señala “la necesidad de anunciar a Jesucristo desde una visión renovada y creativa, adecuada a nuestra época y a los nuevos contextos sociales y culturales” y a “tomar el pulso a la realidad que nos rodea, para responder a ella desde la Buena Nueva de Cristo”.

El cardenal Ouellet constata asimismo que la Iglesia vive hoy en un mundo marcado por graves carencias humanas y problemas de gran magnitud que la interpelan y “los discípulos de Cristo son enviados hoy a un mundo lacerado por el sufrimiento y por la indiferencia ante Dios, y cada vez más también por una activa y explícita hostilidad hacia el Mensaje de Cristo y hacia el estilo de vida cristiana. Y ante ello existe el riesgo de dejarse paralizar por el temor.”

Y ante la tentación del miedo y también del egoísmo que amenaza hoy a los discípulos de Jesús, “se debe responder con un servicio alegre y generoso, que no teme al desprendimiento personal sino que encuentra en la donación de la propia existencia la vida plena”, señala el prelado canadiense.

Porque “no hay servicio humano más hermoso y que dé mayor fruto que el anuncio gozoso del Cristo resucitado. ¿No es acaso ésta la condición que define al cristiano, la de ser servidor del Evangelio?”  Y es en este servicio misionero – asegura el presidente de la PCAL  – que está la clave de la mayor renovación que la Iglesia requiere en vista de su misión evangelizadora.

(MCM-RV)

Texto completo del Mensaje por el Día de Hispanoamérica