Servicio diario - 28 de marzo de 2017


El Papa en Sta. Marta: la amargura paraliza, recordar la alegría del primer encuentro
Redacción

Calendario de celebraciones de la Semana Santa de 2017 presididas por el Santo Padre Francisco
Redacción

El Santo Padre alienta una producción agrícola que llegue a todos
Redacción

Francisco a la ONU: el desarme nuclear es un imperativo moral y humanitario
Sergio Mora

Presentan este jueves la carta del Papa para la Jornada Mundial de las Familias 2018
Redacción

Comentario a la liturgia dominical – Quinto domingo de Cuaresma
Antonio Rivero

Beato Bertoldo del Monte Carmelo (Bartolomé Avogadro) – 29 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

28 marzo 2017
Redacción

El Papa en Sta. Marta: la amargura paraliza, recordar la alegría del primer encuentro

El Santo Padre explica el milagro de Jesús con el paralítico

(ZENIT – Ciudad del Vaticano – 28 Mar. 2017).- Echarle la culpa al otro y vivir amargado porque uno se ha olvidado de la alegría del primer encuentro. Este fue el centro de la homilía del papa Francisco en la misa de este martes en la residencia Santa Marta en el Vaticano.

El Santo Padre parte del Evangelio del día, que narra la curación del paralítico por Jesús. Un hombre enfermo desde hacía 38 años en el borde de una pileta en Jerusalén, llamada en hebreo Betzatá y donde se decía que un ángel agitaba las aguas y los primeros que se sumergían en ellas quedaban curados.

Jesús le pregunta ¿Quieres curarte? Una palabra ante la cual los enfermos, ciegos, cojos, paralíticos habrían dicho: sí, Señor, sí.

“Pero este es un hombre extraño que le responde a Jesús: ‘Señor no tengo a nadie que me sumerja en la pileta cuando el agua se agita y mientras estoy por ir otro baja antes que yo. Una respuesta que contiene una queja.

Un hombre, observa el Papa, que es como un árbol plantado a lo largo de los cursos de agua del que habla el primer salmo: “pero tenía las raíces secas” y “a esas raíces no llegaba el agua”. O sea, una actitud de lamentarse, de hecharle la culpa a los otros. “Este es un pecado feo, el de la amargura”.

Este hombre, explica el Papa, está enfermo no tanto por la parálisis pero porque está amargado, que es peor que tener el corazón tibio. Está vivo porque vive, pero no tiene la alegría de ir hacia adelante, no tener ganas de hacer nada en la vida, haber perdido la memoria de la alegría”. Se ve el “resentimiento y la amargura en el corazón”.

Pero Jesús no lo reprende, sino que le dice: “Levántate, toma tu camilla y camina”. El paralítico se cura, pero los doctores de la Ley le dicen que no es lícito cargar la camilla porque era sábado y le preguntan quién lo ha curado en este día: ‘Va contra el código, ese hombre no es de Dios’.

El Papa señala que el paralítico ni siquiera le dio las gracias a Jesús, ni siquiera le preguntó el nombre. La amargura, explica el Papa, es un pecado que paraliza, nos vuelve paralíticos. No nos deja caminar.

Hoy el Señor nos dice a cada uno: “Levántate, toma tu vida como viene, sea linda, fea o como sea, tomarla e ve hacia adelante. No tengas miedo, ve hacia adelante con tu camilla”. – Pero Señor, no es el último modelo…’ ¡Pero ve adelante!, con aquella camilla quizás fea, pero anda.

“¿Quieres curarte?, es la primera pregunta que hoy el Señor nos hace? ‘¡Sí Señor!’. ‘¡Levántate!’ Y si nosotros le decimos al Señor, ‘sí’, quiero sanarme. Sí Señor quiero levantarme, sabremos lo que es la alegría de la salvación”.

 

28/03/2017-14:08
Redacción

Calendario de celebraciones de la Semana Santa de 2017 presididas por el Santo Padre Francisco

(ZENIT . – Ciudad del Vaticano, 28 Mar. 2017).- La oficina de prensa de la Santa Sede ha dado hoy a conocer el calendario con las celebraciones de Semana Santa y Pascua a las que participará el santo padre Francisco
DOMINGO DE RAMOS – 9 de abril de 2017 – Y DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR
10:00 horas, Plaza de San Pedro: El Santo Padre bendecirá las palmas y ramos de olivo y, al final de la procesión, celebrará la santa misa de la Pasión del Señor.
(XXXII Jornada Mundial de la Juventud sobre el tema: “El Todopoderoso ha hecho cosas grandes en mí”)..
JUEVES SANTO – 13 de abril de 2017 -SANTA MISA DEL CRISMA
9:30 horas, Basílica del Vaticano:
El Santo Padre presidirá la concelebración de la santa misa crismal con los cardenales,
patriarcas, arzobispos, obispos y sacerdotes (diocesanos y religiosos) presentes en
Roma.
VIERNES SANTO – 14 de abril de 2017 – CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL
SEÑOR
17 horas, Basílica del Vaticano:
El Santo Padre presidirá la liturgia de la Palabra, la adoración de la Cruz y el rito de la
comunión.
21.15 – VIA CRUCIS – Coliseo
El Santo Padre presidirá el “Vía Crucis”, después del cual hablará a los fieles e impartirá
la bendición apostólica.
VIGILIA PASCUAL – 15 abril 2017 –
– 20.30. Basílica Vaticana:
El Santo Padre bendecirá el fuego nuevo en el atrio de la basílica de San Pedro; después de la procesión de entrada en la basílica con el cirio pascual y el canto del Exsultet, presidirá la liturgia de la Palabra, la liturgia bautismal y la eucaristía, que será concelebrada con los cardenales, obispos y sacerdotes que lo deseen, hasta que haya lugares disponibles.
DOMINGO DE PASCUA 16 abril 2017 – EN LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR – – 10 horas, Plaza de San Pedro: SANTA MISA
Al final de la celebración desde el balcón central de la basílica, impartirá la bendición “Urbi et Orbi”.

 

28/03/2017-17:51
Redacción

El Santo Padre alienta una producción agrícola que llegue a todos

(ZENIT – Roma, 28 Mar. 2017).- El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, ha enviado una carta en nombre del papa Francisco, al X Foro para el Futuro de la Agricultura, que se realiza hoy martes en Bruselas, indicando que “es cada vez más evidente la necesidad de situar en el centro de cada acción a la persona, sea ésta sujeto del trabajo agrícola que comerciante o consumidor”.
El purpurado añade que no se puede pensar en el futuro de la agricultura “imponiendo un modelo de producción del que se aventajen pequeños grupos o una exigua porción de la población mundial”, sino que por el contrario “todos los esfuerzos deben orientarse a que cada país aumente sus propios recursos para alcanzar la autosuficiencia alimentaria”.
En la carta dirigida al presidente del evento, Janez Potocnik, señala que “los trabajos del X Foro para el Futuro de la Agricultura brindan al Santo Padre la ocasión de animar con fuerza a todos aquellos que, con diferentes tareas y responsabilidades, están llamados a dar respuestas y soluciones a las necesidades de la actividad agrícola en sus distintas fases”.
Añade que es necesario “un mayor compromiso en favor del sector agrícola no sólo para mejorar los sistemas de producción y comercialización, sino también y sobre todo, para acentuar el derecho de todo ser humano a tener acceso a alimentos sanos y suficientes y a ser alimentado en la medida de sus necesidades, participando en las decisiones y estrategias que se actúen”.
“Las expectativas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, definidos por toda la comunidad internacional, requieren, de hecho, hacer frente a la situación de ciertos países y zonas donde la agricultura sigue siendo débil, porque no está lo suficientemente diversificada y, por lo tanto, es inadecuada para responder al contexto ambiental o al cambio climático”, señala.
Advierte entretanto que “no se trata de pensar en el futuro de la agricultura imponiendo un modelo de producción del que se aventajen pequeños grupos o una exigua porción de la población mundial, ni de plantearse el trabajo agrícola partiendo de los resultados obtenidos con la investigación de laboratorio. Ese enfoque puede ser una fuente de beneficio inmediato para algunos, pero ¿hemos evaluado cuánto perjudicará a los demás? Todos los esfuerzos deben orientarse, en primer lugar, a que cada país aumente sus propios recursos para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, pensando en nuevos modelos de desarrollo y de consumo, facilitando formas de organización comunitaria que valoricen a los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales y biodiversidad, así como adoptando políticas de cooperación que no agraven la situación de los pueblos menos avanzados, o su dependencia externa”.

 

28/03/2017-15:40
Sergio Mora

Francisco a la ONU: el desarme nuclear es un imperativo moral y humanitario

(ZENIT – Roma – 28 Mar. 2017).- Un tratado internacional para prohibir las armas nucleares comenzó a ser negociado este lunes por unos 120 países, aunque sin la participación de las potencias atómicas, que consideraron la iniciativa poco realista.
Se trata de crear un “instrumento jurídicamente vinculante para prohibir las armas nucleares, llevando hacia su total eliminación”, inspirándose en los recientes acuerdos internacionales sobre armas químicas, bombas de racimo o minas antipersonal.
El papa Franciscoenvió un mensaje a la Cumbre internacional que inició este lunes y proseguirá hasta el viernes, en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
El Mensaje pontificio fue leído por el ‘ministro de exteriores’ del Vaticano, el subsecretario para las Relaciones con los Estados y jefe de la delegación de la Santa Sede, Mons. Antoine Camilleri.
El santo Padre recuerda subrayó que «el Preámbulo y el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas indican los cimientos de la construcción jurídica internacional: la paz, la solución pacífica de las controversias y el desarrollo de relaciones de amistad entre las naciones».
Y que «una ética y un derecho basados sobre la amenaza de la destrucción recíproca -y potencialmente de toda la humanidad- contradicen el espíritu mismo de las Naciones Unidas».
Así el Pontífice señala que «debemos comprometernos por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu».
Tomando en consideración las principales amenazas contra la paz y la seguridad con sus múltiples dimensiones, como por ejemplo el terrorismo, los conflictos asimétricos, la seguridad informática, los problemas ambientales, la pobreza, el Papa señala que «emergen no pocas dudas sobre la insuficiencia de la disuasión nuclear para responder eficazmente a dichos desafíos».
El Santo Padre destaca su preocupación de «las catastróficas consecuencias humanitarias y ambientales que se producen con el empleo de cualquier tipo de arma nuclear, con devastadores efectos indiscriminados e incontrolables en el tiempo y en el espacio».
Además del «despilfarro de recursos» recursos «que, sin embargo, se podrían utilizar para prioridades más significativas, como la promoción de la paz y del desarrollo humano integral, así como la lucha contra la pobreza y la actuación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible».
La comunidad internacional está llamada a adoptar estrategias de largo alcance para promover la paz para toda la humanidad, indica ya que la paz y la estabilidad internacional no se pueden fundar sobre un «falso sentido de seguridad, sobre la amenaza de un destrucción recíproca». Sino «sobre la justicia, el desarrollo humano integral, el respeto de los derechos humanos fundamentales, la custodia de la creación, la participación de todos en la vida pública, la confianza entre los pueblos, la promoción de instituciones pacíficas, el acceso a la educación y a la salud, el diálogo y la solidaridad».
«El objetivo final de la eliminación total de las armas nucleares –escribe el Papa– se vuelve un desafío y también un imperativo moral y humanitario».
«Los estados que poseen armas, los países que no las poseen, los sectores militares y privados, comunidades religiosas, sociedad civil, Organizaciones internacionales. En este esfuerzo debemos evitar aquellas formas de recriminación recíproca y de polarización que impiden el diálogo, en lugar de alentarlo».
El Mensaje concluye deseando que los trabajos de la Conferencia de la ONU, «puedan ser proficuos y puedan dar una contribución eficaz para avanzar en aquella ética de la paz y de la seguridad cooperativa multilateral, que tanto necesita hoy la humanidad».

(Leer el texto completo del mensaje)

 

28/03/2017-16:10
Redacción

Presentan este jueves la carta del Papa para la Jornada Mundial de las Familias 2018

(ZENIT – Roma).- La Carta que el Santo Padre Francisco envía para el IX Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar del 21 al 26 de agosto de 2018 en Dublín, Irlanda, dedicado al tema: El Evangelio de la Familia: alegría para el mundo, será presentada este jueves 30 de marzo en la Sala de prensa de la Santa Sede.
Intervendrán el cardenal Kevin Joseph Farrell, prefecto del Dicastero para los Laicos, la Familia y la Vida; y Mons. Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín (Irlanda).
El encuentro mundial fue anunciado el 24 de mayo de 2016 en la Sala de Prensa del Vaticano. Entonces Mons. Vincenzo Paglia señaló que “El evangelio de la Familia, alegría para el mundo” será una invitación a Europa y al mundo para que encuentre la fuerza y la energía misionera “al descubrir la vocación y la misión de la familia”.
Y que será también “una invitación a elegir el ‘nosotros’ de la familia, como respuesta a la necesidad de amor que necesita cada hombre y mujer”. Asimismo, para que “las Iglesias cristianas, las grandes religiones mundiales, la sociedad política y civil, puedan encontrar ese ‘espíritu familiar’” que permite enfrentar “la dimensión individualista que lamentablemente está afectando cada vez más las realidades religiosas y civiles en todo el mundo”.

 

28/03/2017-05:40
Antonio Rivero

Comentario a la liturgia dominical – Quinto domingo de Cuaresma

Ciclo A – Textos: Ezequiel 37, 12-14; Romanos 8, 8-11; Juan 11, 1-45

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor de Humanidades Clásicas en el Centro de Noviciado y Humanidades y Ciencias de la Legión de Cristo en Monterrey (México).
Idea principal: ¡Sal del sepulcro del pecado!
Resumen del mensaje: Cristo, además de ser Agua viva (tercer
domingo) y Luz (cuarto domingo), también es Vida y Resurrección (quinto domingo). El Cristo Pascual ha venido para sacarnos y resucitarnos de nuestro sepulcro del pecado (primera lectura y
evangelio), y darnos una vida nueva de resucitados, para no vivir ya según la carne sino según el Espíritu (segunda lectura). Cristo no quiere
que nuestra vida yazca en el sepulcro de nuestro pecado y se pudra. Quiere que muramos a nuestro hombre viejo para después resucitarnos y hacernos hombres nuevos, según el Espíritu.
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, la resurrección de Lázaro del sepulcro signa el punto culminante de la actividad de Jesús. Es el más grande de sus milagros. Mediante este extraordinario milagro, el Señor trata de vencer la incredulidad de los judíos. En la batalla entre la fe y la incredulidad, Jesús ofrece el don de un testimonio mayor. Pero el corazón de los judíos se cierra, y ello los lleva a tomar la decisión oficial de matar al Cordero inocente, y también a Lázaro, que era testimonio vivo del poder divino de Cristo. El camino de la cruz está ya trazado, pero en el plan de Dios la cruz será el umbral de la exaltación y glorificación del Padre en su Hijo. El complot de los hombres, en el plan de la Providencia, sirve a los designios de Dios.
En segundo lugar, si Lázaro es amigo íntimo de Jesús y el Señor de la
vida, ¿por qué éste permite que muera y lo pongan en el sepulcro ? Jesús permite un mal para que se manifieste la gloria de Dios. Jesús no utiliza su poder divino para evitar la muerte ignominiosa de la cruz. Por eso, irá al encuentro de su propia muerte por decisión personal. Irá en busca de su “Hora”, esa hora que tanto lo angustiaba pero que al mismo tiempo anhelaba con ardor, porque sería la hora de la glorificación de su Padre y de nuestra salvación mediante el Misterio de su muerte y resurrección. Tal es la razón por la que no impidió la muerte de su amigo Lázaro, para que resplandeciese la gloria de su Padre, así como no evitaría su propia muerte, para que el Padre fuese plenamente glorificado en el Hijo. Sólo así nos sacaría del sepulcro y nos daría una vida nueva. La muerte y resurrección de Lázaro constituyen un preludio de su propia muerte y resurrección. Viendo esta resurrección, los apóstoles consolidarán su fe y se prepararán para la gran prueba de la Pasión.
Finalmente, Jesús también quiere hoy gritar a cada uno de nosotros,
como entonces a Lázaro: “Lázaro, sal fuera”. Sal fuera del pecado. Sal fuera de la incredulidad. Sal fuera de la pereza. Sal fuera del desaliento.
Sal fuera del egoísmo. Cristo no quiere que nos pudramos en el sepulcro
del pecado, pues “la gloria de Dios es el hombre que vive”, decía san Ireneo. Salgamos y veremos la luz, la vida y la resurrección de Cristo. En el sepulcro sólo hay gusanos, oscuridad, descomposición y muerte. Y Cristo es el Señor de la vida, y quiere hacernos partícipes de su vida divina e inmortal.
Para reflexionar: ¿estoy en el sepulcro del pecado o ya experimenté durante la Cuaresma la vida nueva en Cristo Jesús? Cada vez que peco, ¿escucho la voz de Cristo: “Sal fuera”? ¿Creo que Cristo es Vida y Resurrección para todos los que le siguen?
Para rezar: Señor, quiero en esta Cuaresma escuchar fuerte tu voz a salir del sepulcro
de mi pecado, para poder encontrarme contigo que eres la Vida auténtica y recomenzar una nueva vida de resucitado. Amén.
Cualquier sugerencia o duda pueden comunicarse con el padre Antonio a este email: [email protected]

 

28/03/2017-04:05
Isabel Orellana Vilches

Beato Bertoldo del Monte Carmelo (Bartolomé Avogadro) – 29 de marzo

(ZENIT – Madrid).- No es fácil reconstruir los hechos de instituciones religiosas tan vetustas como la del Carmelo, identificando los pilares que sostuvieron su primera andadura. Sin embargo, siempre hay alguna pista que merece la pena rastrear, indicios que esta insigne orden primitiva, que tanta gloria viene dando a la Iglesia, consigna en sus anales puntualizando aspectos que han de tenerse en cuenta. El beato Bertoldo, cuya su vida aparece envuelta en cierta neblina, fue uno de los artífices de la misma.
Se sabe que era francés, que pudo venir al mundo en el seno de una noble familia, y que su existencia discurrió a lo largo del siglo XII, ya que habría nacido a finales del siglo XI. Mientras que algunos le han atribuido la fundación de la orden carmelita, la voz autorizada de estos religiosos solo reconocen en él a su primer maestro general. Cuando Bertoldo –de nombre de pila Bartolomé– llegó a Monte Carmelo, los primeros integrantes hacía un tiempo que gozaban de la vida eremítica. Un flujo incesante de cruzados dispuestos a dar su vida para defender la fe fue una de las características de la época. Muchos jóvenes aguerridos se sumaban a la contienda con este único fin. Era un alto honor que no quisieron eludir. Bertoldo, que se había formado teológicamente en la universidad de París y había sido ordenado sacerdote, se sintió llamado a empuñar las armas contra los infieles. Jerusalén era el objetivo. Allí se dirigía junto a su tío Aimerico, luego primer patriarca de Antioquia, cuando esta ciudad fue tomada por aquéllos. Posiblemente en el fragor de la batalla, es un hecho que no está comprobado, se le pudo dar a entender por revelación que la enconada lucha que se libraba había sido desencadenada por la impenitencia de los soldados cristianos. Bertoldo hizo entonces solemne promesa de consagrarse a la vida religiosa, dedicándola a la Virgen María, si salían sanos y salvos. Obtuvieron el triunfo y emitió los votos.
La cuestión es que pudo llegar a Monte Carmelo, y seducido por la vida eremítica se estableció allí junto a un nutrido grupo de compañeros configurando en 1154 una comunidad cenobítica. Gozaban del favor eclesiástico ya que en 1141 el patriarca de Jerusalén había reformado las órdenes monásticas. Era un momento propicio para ellas. Abrió una veda fértil que dio incontables vocaciones. La capilla que erigieron en las proximidades de la «fuente de Elías», poblada por anacoretas, fue dedicada inicialmente a Nuestra Señora del Monte Carmelo. Su presencia revitalizó el espíritu de oración, meditación y ayuno característico de los primeros integrantes de la orden carmelita que tenían su origen en el profeta Elías. Por esa razón, también se le ha considerado «restaurador» de la misma. El grupo tomó el nombre de Hermanos de Santa María del Monte Carmelo. Siendo Aimerico patriarca de Antioquia visitó el lugar. Iba como legado ad latere de la Santa Sede para Tierra Santa, y designó a Bertoldo de Malefaida primer prior general de los carmelitas. Éste impulsó la creación y reconstrucción de monasterios. De hecho, se le atribuye la expansión de la Orden por otros rincones de Palestina, que luego se extendería por Europa. Es lo que se desprende de la información que Pedro Emiliano proporcionó al monarca Eduardo I de Inglaterra en una carta que le remitió en 1281.
Dios pudo querer consolar el afligido corazón de Bertoldo por las feroces luchas que no tenían tregua y que iban diezmando la comunidad. Le permitió ver cómo entraban en la gloria escoltados por ángeles un importante número de hermanos que habían derramado su sangre en defensa de la fe cristiana sucumbiendo a manos de los sarracenos. De este favor dio cuenta el historiador de la Orden, Paleonidoro. Bertoldo murió el 29 de marzo de 1195. Durante cuarenta y cinco años había dirigido sabiamente a las comunidades manteniendo vivo el amor a la Virgen. Y las huellas del carisma carmelitano se hallaban presentes en las obras que habían emprendido: monasterios en Acre, Tiro y el de Beaulieu en Líbano, una capilla en Sarepta, un hospicio en Jerusalén, etc., además de haber sembrado de comunidades el entorno del Jordán. Tras el deceso de Bertoldo, Alberto, patriarca de Jerusalén, entregó la regla a sus seguidores basada en la contemplación, la meditación sobre las Sagradas Escrituras y el trabajo. Tomando el testigo, Brocardo sustituyó al beato como segundo prior general. Era uno de los carmelitas que había sido formado por aquél gozando de su confianza. El culto dedicado a Bertoldo se fijó en 1564 por el capítulo general de la Orden. Y tras el periodo comprendido entre 1585, fecha en la que su nombre se extrajo del breviario que había sido reformado, en 1609 volvió a consignarse en él.