Servicio diario - 02 de abril de 2017


Colombia: dolor y cercanía del Papa por la catástrofe de Mocoa
Raquel Anillo

El cardenal Caffarra al lado del papa Francisco en Carpi
Raquel Anillo

Venezuela y Paraguay: el Papa pide buscar soluciones políticas evitando la violencia
Raquel Anillo

Una piedra de Karakosh (Irak) para reconstruir Carpi
Raquel Anillo

República democrática del Congo: rezar por la paz en Kasai y la conversión de los violentos
Raquel Anillo

“En la misericordia de Dios, el mundo encontrará la paz”: la herencia de Juan Pablo II
Raquel Anillo

San Luigi Scrosoppi – 3 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

02/04/2017-14:41
Raquel Anillo

Colombia: dolor y cercanía del Papa por la catástrofe de Mocoa

(ZENIT, 2 Abr. 2017).- El papa Francisco ha expresado su dolor y cercanía por las víctimas del alud que ha provocado más de 200 muertos y otros tantos heridos y un número de al menos 220 desaparecidos.
Violentas lluvias han provocado en la noche del 31 de marzo pasado, un deslizamiento de tierra y barro que ha arrollado Mocoa, una población de unos 40.000 habitantes, al sur de Colombia. El balance provisional es de unos doscientos muertos y otros tanto heridos y desaparecidos, lo mismo que miles de personas se han quedado sin hogar. El gobierno ha movilizado al Ejército y el presidente Juan Manuel Santos se ha acercado al lugar de los acontecimientos.
El Papa ha evocado la tragedia al final de la misa que ha celebrado este domingo 2 de abril en Carpi, en la región italiana de Emilia-Romagna devastada por el seísmo del 2012.
“Estoy profundamente apenado por la tragedia que ha afectado a Colombia donde una gigantesca avalancha de barro, causada por lluvias torrenciales, ha golpeado a la ciudad de Mocoa, dejando numerosos muertos y heridos. Ruego por las víctimas y aseguro mi cercanía y la de aquellos que lloran la desaparición de sus seres más queridos y doy gracias a todos aquellos que les han socorrido”, ha dicho el papa Francisco, antes de rezar el ángelus

 

02/04/2017-19:23
Raquel Anillo

El cardenal Caffarra al lado del papa Francisco en Carpi

(ZENIT-2 abril 2017).- El Cardenal Carlo Cafarra, arzobispo emérito de Bolonia, quien había expresado desacuerdo sobre el documento post-sinodal Amoris Laetitia y el obispo de Carpi, Francesco Cavina han concelebrado la santa misa junto con el papa Francisco este 2 de abril, en la plaza de los Mártires, y han intercambiado calurosamente el signo de la paz de Cristo durante la misa de Carpi.
Antes de la misa, el papa se había encontrado con los obispos de la región y con el Cardenal Cafarra en la catedral: fue la ocasión de un “largo abrazo” entre el Papa y el cardenal italiano, indica Greg Burke a ZENIT. Después de la misa, el Papa ha almorzado con los obispos de la región y el cardenal, los sacerdotes y los seminaristas de Carpi.
La visita de Carpi ha permitido así el acercamiento entre el Papa y el cardenal, después de las incomprensiones y las dudas.
El cardenal había participado en la reapertura de la catedral dañada por el terremoto del 2012, y que ha sido restaurada e inaugurada la semana pasada, después de la misa presidida por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin.
Otros cardenales y arzobispos han manifestar su solidaridad con Carpi: el cardenal Angelo Bagnasco (Genes), presidente de la Conferencia episcopal, el cardenal Giuseppe Betori (Florencia), Mons. Matteo Maria Zuppi (Bolonia), Mons. Douglas Regattieri (Cesena-Sarsina), Mons. Massimo Camisasca (Reggio Emilia – Guastalla) y los obispos eméritos de Carpi,Elio Tinti y Bassano Staffieri.

 

02/04/2017-14:37
Raquel Anillo

Venezuela y Paraguay: el Papa pide buscar soluciones políticas evitando la violencia

(ZENIT- 2 abril 2017) El papa Francisco ha expresado su preocupación y su cercanía por la situación de Venezuela y de Paraguay, al final de la misa celebrada este domingo 2 de abril en la ciudad de Carpi, en la región italiana de Emilia-Romagna (noreste), durante su visita pastoral a la región devastada por el terremoto del 2012.
“Estoy al tanto de lo que pasa en Venezuela y en Paraguay. Rezo por estos pueblos que me son muy queridos y los invito a todos a perseverar sin descanso en buscar soluciones políticas evitando la violencia”, ha dicho el papa Francisco antes de rezar la oración del ángelus.
La crisis económica, social y política que afecta a Venezuela acaba de atravesar una nueva etapa: en la noche del miércoles 29 al jueves 30 de marzo, la Corte suprema Venezolana se ha otorgado los poderes del parlamento, la de dictar las leyes. El régimen presidencial concentra así los poderes: ejecutivo, legislativo y justicia.
Por su parte la oposición política al gobierno de Nicolás Maduro, ha obtenido la mayoría del legislativo, desde el 2015, por primera vez en 17 años y ha llamado a un referendo para anticipar las elecciones presidenciales previstas en diciembre de 2018.
También Paraguay se encuentra en una situación política difícil, en la que se han registrado actos de violencia durante los cuales 211 personas que han sido arrestadas. Los manifestantes protestaban contra la voluntad de 25 senadores que llegaron a un acuerdo que permitiría al presidente Horacio Cartes volver a presentarse a las próximas elecciones, reelección prohibida por la Constitución. Los enfrentamientos dejaron el saldo de un muerto, numerosos heridos y un incendio en el Parlamento.
Los obispos del país se han pronunciado contra la reelección del presidente. ”Es urgente reflexionar, con calma y de manera responsable, sobre lo que está pasando, y de guiar los esfuerzos para restablecer la confianza en una institución de alto valor para la República”, indicó la Radio Vaticano.

 

02/04/2017-16:21
Raquel Anillo

Una piedra de Karakosh (Irak) para reconstruir Carpi

(ZENIT-2 Abr. 2017) “En María, ofrecemos nuestras alegrías, dolores y esperanzas”. Le pedimos que ponga su mirada misericordiosa sobre aquellos que entre nosotros se encuentran sufriendo, en particular los enfermos, los pobres, y los que no tienen un trabajo digno”: es la invitación del papa Francisco al pueblo italiano golpeado por el terremoto del 2012.
Después de pedir por Colombia, la República democrática del Congo y Venezuela y Paraguay, el Papa se ha dirigido a los habitantes de toda la región, unas 70.000 personas-presentes en la explanada de la Catedral de Carpi restaurada, para la misa y el ángelus, este domingo 2 de abril del 2017.
El Papa ha nombrado expresamente a dos figuras de la Iglesia local: el bienaventurado Odoardo Focherini (1907-1944) , empresario e intelectual, justo entre las Naciones por haber salvado a muchos judíos durante la II Guerra Mundial, asesinado en el campo de concentración de Hersbruck (Alemania), beatificado en el 2013 en Carpi; y la venerable Madre Marianna Saltini (1889-1957), la llamaban ‘Mamma Nina’. Ella ha salvado de la calle más de mil chicas, dándoles la posibilidad de estudiar, de aprender un oficio y fundar una familia.
Después del ángelus, el Papa ha bendecido las primeras piedras de cuatro estructuras de la diócesis que serán reconstruidas: de la nueva iglesia Santa Agata (Cibeno, en Carpi), de la ‘Cittadella della caritá’ (ciudad de la caridad) en Carpi, del Centro de espiritualidad San Antonio (Mercadello di Novi, Modena), y de una estructura polivalente de San Martino de Carano (Mirandola). Una de las piedras ha sido ofrecida por los católicos de Irak: proveniente de una iglesia de la Inmaculada destruida en Karakosh, en la plana de Nínive.
El Papa ha saludado especialmente a los numerosos enfermos que han particiapado en la misa a pesar del mal tiempo. A continuación ha almorzado con los obispos, sacerdotes y seminaristas. Hacia las 16:30 fue a encontrarse con el pueblo destruido por el terremoto de 2012, Mirandola, a unos 26 km de Carpi, y se recogió en el monumento erigido en recuerdo de las víctimas.
Palabras del papa Francisco a la región de la diócesis de Carpi
Queridos hermanos y hermanas,
Al término de esta celebración, nuestro pensamiento se vuelve hacía la Virgen Santa, que veneran en esta iglesia catedral a quien le está dedicada. A María, ofrezcamos nuestras alegrías, nuestros dolores, y nuestras esperanzas. Le pedimos que ponga su mirada misericordiosa sobre los que entre nosotros se encuentran en el sufrimiento, en particular los enfermos, los pobres y los que son privados de un trabajo digno.
Recordando el ardor apostólico de dos figuras laicas de vuestra tierra, el bienaventurado Odoardo Focherini y la venerable Marianna Saltini, testigos de la caridad de Cristo, saludo con gratitud a ustedes los laicos. Les animo a ser los actores de la vida de nuestras comunidades, en comunión con vuestros sacerdotes: apóyense siempre en lo que es esencial, en el anuncio y el testimonio dado al Evangelio.
Quisiera darles las gracias por vuestra presencia, a los obispos de la región de Emilia-
Romagna, y sobre todo al pastor de esta diócesis. Mons. Francesco Cavina: les exhorto a estar cerca de vuestros sacerdotes escuchándolos y con una cercanía solícita.
Quisiera daros las gracias a todos y a cada uno de ustedes , queridos fieles, sacerdotes, religiosos y religiosas, a las autoridades y de una manera especial a los que han colaborado para organizar esta visita, con un pensamiento particular para la AGESCI y para el coro, compuesto por todas las corales de la diócesis, que han animado esta liturgia.
Confiemos nuestra vida y la suerte de la Iglesia y del mundo a María, nuestra madre, recitando juntos la oración del ángelus.

 

02/04/2017-14:46
Raquel Anillo

República democrática del Congo: rezar por la paz en Kasai y la conversión de los violentos

(ZENIT, Carpi – 2 abril 2017).- El papa Francisco hecho un llamado para que todos recen por la paz en Kasai (República Democrática del Congo), al concluir la misa que ha celebrado este domingo 2 de abril en la ciudad de Carpi, al noreste de Italia, devastada por el terremoto del 2012.
“Siguen llegando noticias de sangrientos enfrentamientos armados en la región de Kasai, en la Repubblica Democratica del Congo. enfrentamientos que están provocando víctimas y desplazamientos que afectan también a personas y propiedades de la Iglesia: iglesias, hospitales, escuelas”, dijo el Papa.
El Santo Padre añadió: “Aseguro mi cercanía a esta nación y exhorto a todos a rezar por la paz, para que los corazones de los responsables de tales crímenes no permanezcan esclavos del odio y de la violencia, por que siempre el odio y la violencia destruyen.

 

02/04/2017-20:42
Raquel Anillo

“En la misericordia de Dios, el mundo encontrará la paz”: la herencia de Juan Pablo II

(ZENIT- 2 abril 2017) Acordaos siempre de su enseñanza: es en resumen el mensaje del del papa Francisco hace dos años, en el 10º aniversario de la muerte de san Juan Pablo II (18 de mayo de 1920-2 de abril del 2005). Un mensaje siempre válido en este 12º aniversario del nacimiento al cielo de este santo papa polaco.
El papa Juan Pablo II se extinge en la tarde del sábado 2 de abril del 2005, en el tiempo litúrgico del domingo de la Misericordia Divina que él había instituido en respuesta a la demanda expresada por Cristo a santa Faustina Kowalska (1905-1938) que el papa polaco canonizó el mismo día de esta institución, el 30 de abril del 2000. La fecha de su muerte sella así de alguna manera su testamento espiritual.
” El Señor resucitado se ofrece como don a la humanidad, que a veces parece extraviada y dominada por el poder del mal, por el egoísmo y por el miedo, su amor que perdona, que reconcilia y abre de nuevo el alma a la esperanza. Este amor que convierte los corazones y que da la paz. El mundo tiene una gran necesidad de comprensión y de acoger la Divina Misericordia!”.
“Con los ojos del alma, deseamos contemplar la mirada de Jesús misericordioso, para encontrar en la profundidad de esta mirada el reflejo de su vida , lo mismo que la luz de la gracia, que tantas veces hemos recibido y que Dios nos reserva para todos los días y para el último día.”
“Es el Espíritu Santo, Consolador y el Espíritu de Verdad, quien nos conduce en el camino de la Divina Misericordia “

 

02/04/2017-04:37
Isabel Orellana Vilches

San Luigi Scrosoppi – 3 de abril

(ZENIT – Madrid).- Juan Pablo II puso a este santo como antorcha para los integrantes de la Iglesia: sacerdotes, religiosos y laicos. Dijo de él que era un «ejemplo luminoso y eficaz». Su mérito: haber ensamblado armónicamente vida contemplativa y activa. Tuvo estos grandes amores: Cristo, la Iglesia, el papa y los débiles.
Nació en Udine, Italia, el 4 de agosto de 1804 en una familia que gozaba de buena posición económica. Sus padres Domenico Scrosoppi, que regentaba una joyería, y Antonia Lazzarini, inculcaron a sus tres hijos tal amor a Cristo y a su Iglesia que todos, Carlo, Giovanni Battista y Luigi, fueron sacerdotes. Al ser éste el benjamín, cuando ofició su primera misa en 1827 concelebraron con él sus hermanos mayores. Su lema fue «hacer todo para todos». Lejos de un activismo estéril, como el eje vertebral de su existencia era Cristo al que ardientemente deseaba asemejarse, y lo que hacía estaba revestido de fe y confianza en Él, cosechó abundantes frutos. «Quiero ser fiel a Cristo, estar dedicado plenamente a él en mi caminar hacia el cielo, y conseguir hacer de mi vida copia de la suya». Oraba sin descanso y se postraba ante el Santísimo; era su alimento junto a la Eucaristía. Fue un hombre devoto. El rezo del rosario, la celebración del via crucis y otras prácticas de piedad formaban parte de su quehacer.
Creció siendo testigo de diversas penalidades que recayeron sobre su país. El tifus, la viruela y una pertinaz sequía regaron las calles de huérfanos. Por tanto, el hambre y la miseria eran bien conocidas por él. A la vista de tantas calamidades su preferencia por los pobres, enfermos y abandonados se acrecentó. Y antes de ser ordenado sacerdote se implicó en acciones encaminadas a socorrerlos. Además, había colaborado con el Oratorio de san Felipe Neri, al que admiraba profundamente. Como otros santos veía a Cristo en los desfavorecidos y afectados por el drama humano: «Los pobres y los enfermos son nuestros patronos y hacen presente la persona misma de Jesús». Con visible espíritu evangélico luchó por ellos en esos tiempos de crisis, al frente del orfanato para niñas impulsado por su hermano Carlo del que era director auxiliar desde 1829.
Su respuesta ante la penuria económica fue lanzarse a la calle; él mismo se había despojado antes de sus bienes para asistir a los que sufrían carencias. Lleno de fe reclamó asistencia y obtuvo los medios precisos para adquirir un edificio. Pero la repercusión de esta admirable labor entre los necesitados fue tan exitosa que enseguida requirieron mayor espacio para albergar a los que no tenían cobijo. Eso suponía que debían hacer acopio de nuevos recursos para costear la obra, de modo que, mientras coordinaba y trabajaba en la construcción de la casa, continuó pidiendo ayuda. En 1836 quedó culminado el edificio denominado Casa para los Desposeídos. Coincidió que ese mismo año la región sufrió la epidemia de cólera y el centro fue el único que pudo acoger a los damnificados.
Un grupo de maestras compartían con él la misma vocación de favorecer a los pobres y abandonados. Su caritativo testimonio movió los corazones de estas nueve profesionales de la enseñanza y fueron el pilar de la congregación de Hermanas de la Divina Providencia que fundó en 1837. Tenía como objetivo la atención espiritual y humana de niñas, a las que proporcionaron, junto a la formación cristiana, recursos prácticos para su devenir enseñándoles el oficio de costurera. Sobre todo, quería que las trataran con amor, ese que la vida les había hurtado. Puesta bajo el amparo de san Cayetano, la obra bebía de la espiritualidad del oratorio fundado por san Felipe Neri. Precisamente en 1846 Luigi pasó a formar parte del mismo, movido por una serie de circunstancias y de la historia misma, ya que su ideal de pobreza había sido el de san Francisco de Asís.
En 1854 fundó la Casa de Rescate para jóvenes abandonadas y en 1856 fue nombrado preboste de la comunidad. Las autoridades cerraron el oratorio, pero él siguió siendo fiel a san Felipe. En 1857 impulsó la escuela y centro de alojamiento para sordomudas que se mantuvo activo quince años. También abrió una Casa de Providencia destinada a las jóvenes que habiendo terminado sus estudios estaban desempleadas. Esta intensa actividad la compaginaba trabajando en los hospitales donde atendía a los enfermos y a los pobres. No se olvidó de los seminaristas y sacerdotes que vivían en la pobreza, a quienes proporcionó ayuda espiritual y material. Todo lo hizo con ejemplar sencillez, humildad y caridad, sintiéndose en manos de la Providencia bajo cuyo amparo puso la fundación. Conocía el valor del esfuerzo, de la perseverancia en la lucha, especialmente en medio de los contratiempos. Nada ni nadie podía inducirles al desaliento si tenían presente, como él, que hacían todo por Jesús. Denostó la vanidad, la prepotencia, la hipocresía y lo superficial.
El anticlericalismo recalcitrante llevó consigo el cierre de casas y el cese de actividades de muchos grupos. Clausuraron su oratorio y con él desaparecieron los recursos parroquiales. Sin embargo, este hombre humilde, generoso, diligente, dócil y caritativo que vivía a expensas de la voluntad divina, siempre presto a cumplirla, consiguió mantener a resguardo el resto de sus fundaciones. En todas las penalidades que se le presentaron actuó con heroica paciencia. Profetizó: «Voy a abrir doce casas antes de morir», y así fue. A punto de entregar su alma a Dios vaticinó: «Después de mi muerte, vuestra congregación sufrirá muchas tribulaciones, pero después renacerá a una vida nueva. ¡Caridad! ¡caridad! Este es el espíritu de vuestra familia religiosa: salvar las almas y salvarlas con la caridad». Falleció después de pronunciar estas palabras en Udine el 3 de abril de 1884. Conoció en vida el auge de sus fundaciones y la aprobación de su congregación efectuada por Pío IX en 1871. Juan Pablo II lo beatificó el 4 de octubre de 1981, y lo canonizó el 10 de junio de 2001.