Editorial \ Reflexiones en frontera

Si Cristo está vivo y habita en nuestro corazón debemos dejar que se haga visible con el testimonio, dijo el Papa en la Catequesis

RV | 06/04/2017 | REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz


 

Después de afirmar que el secreto de la carga extraordinaria de paz y de consuelo de la carta del Apóstol San Pedro, es que Cristo ha resucitado y está vivo, Francisco explicó, en la catequesis del 5 de abril, que “entonces, comprendemos que de esta esperanza no se debe dar tantas razones a nivel teórico, con palabras, sino sobre todo con el testimonio de vida, y esto sea dentro de la comunidad cristiana, sea fuera de ella. Si Cristo está vivo y habita en nosotros, en nuestro corazón, entonces debemos también dejar que se haga visible, no esconderlo, y que actúe en nosotros. Esto significa que el Señor Jesús debe ser cada vez más nuestro modelo: modelo de vida y que nosotros debemos aprender a comportarnos como Él se ha comportado. Hacer lo mismo que hacia Jesús”.

El Obispo de Roma especificó algunas características de esta esperanza, “debe necesariamente difundirse fuera, tomando la forma exquisita e inconfundible de la dulzura, del respeto, de la benevolencia hacia el prójimo, llegando incluso a perdonar a quien nos hace el mal. Una persona que no tiene esperanza no logra perdonar, no logra dar la consolación del perdón y tener la consolación de perdonar. Sí, porque así ha hecho Jesús, y así continúa haciendo por medio de quienes le hacen espacio en sus corazones y en sus vidas, con la conciencia de que el mal no se vence con el mal, sino con la humildad, la misericordia y la mansedumbre.

@jesuitaGuillo