Servicio diario - 09 de abril de 2017


JMJ: los jóvenes de Cracovia entregan la cruz a los jóvenes de Panamá
Raquel Anillo

Sínodo 2018: “Ningún joven debe sentirse excluido”, afirma papa Francisco
Anne Kurian

Domingo de Ramos: “No tenemos otro Señor fuera de él”
Redacción

Atentado en Egipto: “Que el Señor convierta los corazones”
Anne Kurian

Ataque en Estocolmo: oración del papa Francisco en el ángelus
Anne Kurian


 

9 abril 2017
Raquel Anillo

JMJ: los jóvenes de Cracovia entregan la cruz a los jóvenes de Panamá

Palabras del papa en el ángelus (traducción íntegra)

(ZENIT-Vaticano 9 de abril de 2017). – Con motivo de la XXXII Jornada mundial de la juventud celebrada a nivel diocesano el 9 de abril del 2017, los jóvenes de la JMJ de Cracovia 2016 han entregado la cruz del acontecimiento a los jóvenes de Panamá, país donde tendrá lugar el próximo encuentro internacional 2019.

Al final de la misa de Ramos presidida por el papa Francisco en la plaza San Pedro, una delegación de jóvenes polacos ha transportado solemnemente la imponente cruz de madera delante del altar, donde la han recibido los jóvenes panameños, pasando de mano en mano, aplaudidos por la gente: 50 000 personas.

“Pidamos al Señor que la Cruz, unida al icono de María Salus Populi Romani, haz crecer la fe y la esperanza, revelando el amor invencible de Cristo allá por donde pase” ha declarado el papa Francisco antes del ángelus.

He aquí nuestra traducción completa de las palabras que el papa ha pronunciado al introducir la oración mariana.

AK/RA

Palabras del papa Francisco en el ángelus

Al término de esta celebración, saludo cordialmente a todos los aquí presentes, especialmente a aquellos que han participado en el Encuentro internacional para la asamblea sinodal sobre los jóvenes, promovida por el Dicasterio por los laicos, la Familia y la Vida, en colaboración con el Secretariado general del sínodo de los obispos. Este saludo se extiende a todos los jóvenes que hoy, entorno a sus obispos, celebran la Jornada de la juventud en cada diócesis del mundo. Es otra etapa de la gran peregrinación, iniciada por San Juan Pablo II que el año pasado nos ha reunido en Cracovia y que nos convoca a Panamá en enero de 2019.

Por eso, en unos instantes, los jóvenes polacos entregarán la cruz de las jornadas mundiales de la juventud a los jóvenes panameños, acompañados los unos y los otros, de sus Pastores y de las autoridades civiles.

Pidamos al Señor que la Cruz, unida al icono de María Salus Populi Romani, haga crecer la fe y la esperance, revelando el amor invencible de Cristo allá por donde ella pase.

A Cristo, que hoy entra en la Pasión, y a la Santa Virgen, confiamos a las víctimas del atentado terrorista ocurrido el pasado viernes en Estocolmo, lo mismo que todos aquellos que han sido duramente probados por la guerra, desgracia de la humanidad.

Y oramos por las víctimas del atentado perpetrado desgraciadamente hoy, esta mañana, en el Cairo en una iglesia copta. A mi querido hermano, Su Santidad Teodoro II, a la Iglesia Copta y a toda la quería nación egipcia, expreso mis profundas condolencias, oro por los difuntos y los heridos y estoy cerca de las familias y de toda la comunidad.

Que el Señor convierta el corazón de las personas que siembran el terror, violencia y muerte y también a los que fabrican las armas y trafican con ellas.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

09/04/2017-15:22
Anne Kurian

Sínodo 2018: “Ningún joven debe sentirse excluido”, afirma papa Francisco

(ZENIT-Roma, 8 de abril 2017). – “Ningún joven debe sentirse excluido” del sínodo de los obispos en octubre del 2018, ha dicho el papa Francisco: “el sínodo es “para” y “de” todos los jóvenes” incluso los jóvenes de fe tibia, jóvenes ateos, ha insistido en la vigilia de oración en Santa María la Mayor en Roma, el 8 de abril del 2017.
“Cada joven tiene algo que decir... a los obispos, al papa!”, ha subrayado el papa Francisco ante los jóvenes de Roma y de la región del Lacio, en la vigilia de la 32º Jmundial de la juventud, celebrada a nivel diocesano.
Este encuentro ha tenido lugar en el marco de la preparación de la asamblea sinodal sobre “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, y de las Jornadas mundiales de la juventud previstas en Panamá en el 2019.
El futuro está en vuestras manos, toda la Iglesia quiere escuchar a los jóvenes” ha declarado el papa a sus interlocutores después del testimonio de una religiosa y de un joven. Como hace a menudo, el papa ha abandonado su discurso preparado de antemano para hablar de la abundancia de corazón.
“Queridos jóvenes, ha comenzado bajo los aplausos, gracias por estar aquí”. Y de lanzar: “Ningún joven debe sentirse excluido del sínodo”. “Hagamos el sínodo para los católicos... los jóvenes pertenecientes a asociaciones católicas... no! El sínodo es el sínodo “para” y “de” todos los jóvenes”.
“Los jóvenes son los protagonistas. Los jóvenes que se sienten agnósticos también? Si! Los jóvenes que tienen una fe tibia también? Si! Los jóvenes alejados de la Iglesia también? Si! (...) Los jóvenes que se sienten ateos también? Si! Es el sínodo de los jóvenes!” Y el papa insiste: “Queremos escucharos, cada joven tiene algo que decir a los otros, algo que decir a los adultos, algo que decir a los sacerdotes, religiosos, a los obispos y al papa! Todos tenemos necesidad de escucharos!”
El sínodo “toda la Iglesia quiere escuchar a los jóvenes, lo que piensan, lo que sienten lo que quieren, lo que critican”. ”Sed valientes”, les ha invitado el papa asegurando: “lo importante no es el no caer sino el de levantarse”.
“Quién soy?” o “Por qué yo?”
En la JMJ de Cracovia (2016), ha recordado el papa Francisco, “dije dos cosas: que feo es ver partir un joven al retiro hace 20 años y (...) para ver una vida joven en el sofá “. Ha deseado “los jóvenes en marcha, los jóvenes en el camino, los jóvenes que van hacia delante, uno al lado del otro mirando hacia el futuro”.
El ejemplo de María que se da prisa en ir a visitar a su prima Isabel, “el mundo de hoy Necesita jóvenes que van a toda prisa, que no se cansan de ir a toda prisa (...). Necesitamos gente joven en camino, el mundo solo puede cambiar si los jóvenes están en camino”.
“A menudo en la vida perdemos el tiempo preguntándonos “Quién soy?” ha constatado el papa. (...) Pero pregúntate “para quien yo? (...) para que personas soy yo en este momento?” “Hay que ser valiente y descubrir la belleza en las pequeñas cosas de cada día y dar gracias por lo que eres: “Soy así, gracias”.
La misión que el papa confía a los jóvenes
El “drama de este mundo” ha lamentado el papa argentino, es que “los jóvenes a menudo están excluidos. No tienen trabajo, no tienen ideales, la educación es deficiente, la integración es deficiente, muchos jóvenes tienen que huir, emigrar ... los jóvenes suelen ser descartados, y esto no lo podemos tolerar”.
El camino a veces es “arriesgado” pero “si un joven no se arriesga, está “envejecido”, ha advertido el papa: “Vosotros jóvenes debéis arriesgaros en la vida... debéis prepararos para el futuro, el futuro está en vuestras manos”.
El papa Francisco ha confiado una misión a los jóvenes del mundo: hablar con los abuelos. “Hoy más que nunca tenemos (...) necesidad de este punto, de este diálogo entre viejos y jóvenes. (...) Es el trabajo que os doy en nombre de la Iglesia”. ”Pero, los viejos son molestos, siempre dicen lo mismo... No! Escucha a las personas mayores, habla, hazles preguntas”.
Ha concluido así: A las JMJ de Panamá, “no sé si seré yo, pero estará el papa... y os preguntará si habéis hablado con las personas mayores” y profetizado con los sueños de los ancianos (Joel 2, 28)”.

Traducción de Raquel Anillo

 

09/04/2017-09:17
Redacción

Domingo de Ramos: “No tenemos otro Señor fuera de él”

“No tenemos otro Señor fuera de él: Jesús, humilde Rey de justicia, de misericordia y de paz”: el papa Francisco termina así su homilía en el domingo de Ramos que abre la celebración de la Semana Santa.
El papa ha presidido la procesión de los Ramos y de las Palmas con los jóvenes de la Jornada Mundial de la juventud – de Panamá y de Cracovia -, hasta el obelisco de la Plaza San Pedro este 9 de abril del 2017, en presencia de 50 000 personas.
Después de la lectura del Evangelio de la entrada de Jesús en Jerusalén, ha presidido la celebración en la explanada de la Basílica de San Pedro en presencia de decenas de miles de persona.
“No nos pide que lo contemplemos sólo en los cuadros o en las fotografías, o incluso en los vídeos que circulan por la red, añadía el Papa. No. Él está presente en muchos de nuestros hermanos y hermanas que hoy, hoy sufren como él, sufren a causa de un trabajo esclavo, sufren por los dramas familiares, por las enfermedades... Sufren a causa de la guerra y el terrorismo, por culpa de los intereses que mueven las armas y dañan con ellas. Hombres y mujeres engañados, pisoteados en su dignidad, descartados.... Jesús está en ellos, en cada uno de ellos, y con ese rostro desfigurado, con esa voz rota pide que se le mire, que se le reconozca, que se le ame.”

AB/RA

Homilía de Papa Francisco

Esta celebración tiene como un doble sabor, dulce y amargo, es alegre y dolorosa, porque en ella celebramos la entrada del Señor en Jerusalén, aclamado por sus discípulos como rey, al mismo tiempo que se proclama solemnemente el relato del evangelio sobre su pasión. Por eso nuestro corazón siente ese doloroso contraste y experimenta en cierta medida lo que Jesús sintió en su corazón en ese día, el día en que se regocijó con sus amigos y lloró sobre Jerusalén.
Desde hace 32 años la dimensión gozosa de este domingo se ha enriquecido con la fiesta de los jóvenes: La Jornada Mundial de la Juventud, que este año se celebra en ámbito diocesano, pero que en esta plaza vivirá dentro de poco un momento intenso, de horizontes abiertos, cuando los jóvenes de Cracovia entreguen la Cruz a los jóvenes de Panamá.
El Evangelio que se ha proclamado antes de la procesión (cf. Mt 21,1-11) describe a Jesús bajando del monte de los Olivos montado en una borrica, que nadie había montado nunca; se hace hincapié en el entusiasmo de los discípulos, que acompañan al Maestro con aclamaciones festivas; y podemos imaginarnos con razón cómo los muchachos y jóvenes de la ciudad se dejaron contagiar de este ambiente, uniéndose al cortejo con sus gritos. Jesús mismo ve en esta alegre bienvenida una fuerza irresistible querida por Dios, y a los fariseos escandalizados les responde: «Os digo que, si estos callan, gritarán las piedras» (Lc 19,40).
Pero este Jesús, que justamente según las Escrituras entra de esa manera en la Ciudad Santa, no es un iluso que siembra falsas ilusiones, un profeta «new age», un vendedor de humo, todo lo contrario: es un Mesías bien definido, con la fisonomía concreta del siervo, el siervo de Dios y del hombre que va a la pasión; es el gran Paciente del dolor humano.
Así, al mismo tiempo que también nosotros festejamos a nuestro Rey, pensamos en el sufrimiento que él tendrá que sufrir en esta Semana. Pensamos en las calumnias, los ultrajes, los engaños, las traiciones, el abandono, el juicio inicuo, los golpes, los azotes, la corona de espinas... y en definitiva al via crucis, hasta la crucifixión.
Él lo dijo claramente a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga» (Mt 16,24). Él nunca prometió honores y triunfos. Los Evangelios son muy claros. Siempre advirtió a sus amigos que el camino era ese, y que la victoria final pasaría a través de la pasión y de la cruz. Y lo mismo vale para nosotros. Para seguir fielmente a Jesús, pedimos la gracia de hacerlo no de palabra sino con los hechos, y de llevar nuestra cruz con paciencia, de no rechazarla, ni deshacerse de ella, sino que, mirándolo a él, aceptémosla y llevémosla día a día.
Y este Jesús, que acepta que lo aclamen aun sabiendo que le espera el «crucifige», no nos pide que lo contemplemos sólo en los cuadros o en las fotografías, o incluso en los vídeos que circulan por la red. No. Él está presente en muchos de nuestros hermanos y hermanas que hoy, hoy sufren como él, sufren a causa de un trabajo esclavo, sufren por los dramas familiares, por las enfermedades... Sufren a causa de la guerra y el terrorismo, por culpa de los intereses que mueven las armas y dañan con ellas. Hombres y mujeres engañados, pisoteados en su dignidad, descartados.... Jesús está en ellos, en cada uno de ellos, y con ese rostro desfigurado, con esa voz rota pide que se le mire, que se le reconozca, que se le ame.
No es otro Jesús: es el mismo que entró en Jerusalén en medio de un ondear de ramos de palmas y de olivos. Es el mismo que fue clavado en la cruz y murió entre dos malhechores. No tenemos otro Señor fuera de él: Jesús, humilde Rey de justicia, de misericordia y de paz.

© Libreria Editrice Vaticana

 

09/04/2017-15:21
Anne Kurian

Atentado en Egipto: “Que el Señor convierta los corazones”

(ZENIT-Roma 9 de abril del 2017). – El papa Francisco ha expresado su cercanía a la nación de Egipto, algunas horas después del atentado contra una iglesia copta ortodoxa en la ciudad de Tanta, a una centena de kilómetros al norte del Cairo el 9 de abril del 2017, en presencia de 50 000 personas. Ha deseado la conversión de los terroristas, lo mismo que la de los traficantes de armas.
En la explosión perpetrada durante la misa del Domingo de Ramos ha habido más de 20 muertos y decenas de heridos, según los últimos balances.
Al término de la misa de Ramos en la plaza San Pedro en el Vaticano, en la introducción del ángelus, el papa ha evocado este drama, expresando sus ”más profundas condolencias” a (su) “querido hermano Su Santidad el Papa Teodoro II, a la Iglesia copta y a toda la querida nación egipcia”.
“Oro por los difuntos y por los heridos. Estoy cerca de las familias y de toda la comunidad”, ha añadido el papa Francisco que va a ir al país a finales de mes, los 28 y 29 de abril.
“Que el Señor convierta los corazones de las personas que siembran terror, violencia y muerte, ha añadido el papa con firmeza, e igualmente los corazones de aquellos que fabrican las armas y hacen tráfico de armas”.

Traducción de Raquel Anillo

 

09/04/2017-15:21
Anne Kurian

Ataque en Estocolmo: oración del papa Francisco en el ángelus

(ZENIT- Vaticano). – Después del ángelus del 9 de abril del 2017, en la plaza San Pedro, el papa Francisco ha orado por las víctimas del ataque del camión en el que ha habido 4 muertos y 15 heridos en Estocolmo (Suecia) hace dos días.
“A Cristo, que hoy entra en la Pasión y a la Virgen Santa, confiamos a las víctimas del atentado terrorista sucedido este pasado viernes en Estocolmo”, ha declarado el papa Francisco en la introducción del ángelus del Domingo de Ramos, al finalizar la misa que acababa de celebrar en la plaza San Pedro, en presencia de 50 000 personas.
El papa también ha confiado a “todos aquellos que todavía viven en guerra, desgracia de la humanidad”.
El 7 de abril, un hombre se precipitó sobre la gente al volante de un camión robado, en una calle frecuentada en la capital sueca.

Traducción de Raquel Anillo