Profundización \ Diálogos

La indiferencia religiosa, el mal del siglo

RV | 07/08/2017


 

Desde el punto de vista religioso, el agnosticismo que se ha ido difundiendo por los cauces tortuosos de la fragmentación existencial y ética, de la ironía y del desencanto, no es la única consecuencia de la sensibilidad posmoderna, ni siquiera la opción más numerosa, aunque resulta imprescindible tenerlo presente, en cuanto marca una tendencia muy significativa: se trata de una agnosticismo difuso, pero más totalizante y radical que el agnosticismo clásico, que se considera a sí mismo producto natural de la modernidad, guiado por los ideales del progreso, del poder de la razón, de la emancipación del hombre. Este agnosticismo, que hemos llamado clásico, confía en el proyecto ilustrado de una sociedad más justa y solidaria.

Pero si queremos ofrecer una visión dinámica de la realidad que nos rodea, no tenemos más remedio que concluir que la tendencia determinante, la que va en aumento hoy en Occidente parece ser la indiferencia religiosa:

“La indiferencia religiosa como fenómeno masivo es un hecho de las sociedades modernas”.

Estamos desembocando en una indiferencia religiosa de masas, que quizá haya que interpretar como el “mal del siglo” o, al menos, como una característica de la sociedad europea y, tal vez, de todo el mundo contemporáneo.

9 de agosto