Servicio diario - 09 de agosto de 2017


Papa Francisco: “Perdón, motor de nuestra esperanza”
Rosa Die Alcolea

Siria, Tierra Santa, Oriente Medio: mensaje del Papa en lengua árabe
Rosa Die Alcolea

“Oramos por las víctimas de Nigeria y Centroafrica”
Rosa Die Alcolea

Papa a los enfermos: “Llevar con fe la cruz”
Rosa Die Alcolea

Salvador: Enviado del Papa al centenario de Óscar Romero
Rosa Die Alcolea

Beato Francisco Drzewiecki, 10 de agosto
Isabel Orellana Vilches


 

9 agosto 2017
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: “Perdón, motor de nuestra esperanza”

30ª Audiencia general sobre la esperanza

El Papa Francisco ha reflexionado esta mañana “sobre el perdón como motor de nuestra esperanza” y ha explicado que “el Hijo de Dios murió en la cruz para perdonar nuestras faltas y para que podamos ser auténticamente libres”.

Esta mañana, 9 de agosto de 2017, se ha celebrado la 30ª Audiencia general sobre la esperanza, siguiendo con el tema que el Papa Francisco indicó para las catequesis que ofrece en diversos idiomas todos los miércoles.

El Santo Padre ha hablado del “perdón como motor de nuestra esperanza” y ha afirmado que “Jesús en el Evangelio, con corazón misericordioso, se conmueve ante el dolor de los que sufren y sale al encuentro de los pecadores”.

Del mismo modo, el Pontífice ha recordado en la sala Pablo VI, donde se ha celebrado esta mañana la audiencia, que “la cercanía del Señor hacia los descartados, especialmente hacia los pecadores, recibió las críticas de sus coetáneos, que lo tacharon de blasfemo por arrogarse el poder de perdonar pecados. Ante esta incomprensión, el Hijo de Dios murió en la cruz para perdonar nuestras faltas y para que podamos ser auténticamente libres”.

 

Experimentar el perdón de Dios

Francisco ha explicado que “la Iglesia no se formó por hombres intachables, sino por personas que pudieron experimentar el perdón de Dios”, y ha puesto varios ejemplos: “Pedro aprendió más de sí mismo cuando cayó en la cuenta, al cantar el gallo, de que había renegado a su maestro, que cuando se mostraba superior a los demás con sus ímpetus y formas espontáneas. También Mateo, Zaqueo y la Samaritana, pese a sus fallos, recibieron del Señor la esperanza de una nueva vida al servicio del prójimo”.

Al terminar de exponer la catequesis, el Papa ha exhortado a los fieles de lengua española a ser “testigos de ese amor en medio de los hermanos y anunciadores de la misericordia que el Señor no niega a nadie”.

Francisco ha saludado a los fieles de lengua hispana, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica, y con alegría ha dicho: “¡Veo que hay españoles, panameños, mexicanos, chilenos, colombianos. ¡Cuántos latinoamericanos hay hoy!”.

 

Nuevo tweet

El Papa Francisco, desde su cuenta oficial de Twitter (@Pontifex), ha expresado que “en el testimonio de la fe no cuentan los éxitos, sino la fidelidad a Cristo”.

 

 

09/08/2017-12:14
Rosa Die Alcolea

Siria, Tierra Santa, Oriente Medio: mensaje del Papa en lengua árabe

El Papa Francisco se ha dirigido a los peregrinos de lengua árabe a través de Mons. Yoannis Lahzi Gaid, sacerdote corto de Egipto y secretario personal del Papa, y ha saludado cordialmente a los fieles procedentes de Egipto, de Tierra Santa y de Oriente Medio, presentes hoy en la Audiencia.
El Papa ha asegurado en la Audiencia general que “la misión primaria y fundamental de la Iglesia es ser un hospital de campaña, un lugar de curación, de misericordia y de perdón, siendo fuente de esperanza para todos los que sufren, los desesperados, los pobres, los pecadores, y los desechados”.
“Jesús no fundó una Iglesia compuesta por personas buenas y justas, sino por pecadores y débiles que han experimentado la misericordia de Dios y han tratado de vivir su voluntad, a través de los caminos de su vida cotidiana”, ha afirmado Francisco en la sala Pablo VI.
El Obispo de Roma ha terminado sus palabras, como es habitual, con la bendición a este grupo de peregrinos: “¡El Señor os bendiga siempre y os proteja del mal!”.

 

 

09/08/2017-11:50
Rosa Die Alcolea

“Oramos por las víctimas de Nigeria y Centroafrica”

“Pensamos en nuestros hermanos y hermanas en Nigeria y en la República Centroafricana y oramos por ellos”, ha señalado el Papa Francisco. “Estoy profundamente entristecido por la matanza que tuvo lugar el pasado domingo (6 de agosto de 2017) en Nigeria, dentro de una iglesia, en el que murieron personas inocentes”, ha afirmado el Santo Padre.
El Santo Padre ha recordado a nuestros hermanos de Nigeria y de la República Centroafricana esta mañana, 9 de agosto de 2017, en la Audiencia General, celebrada en la Sala Pablo VI.
El Papa ha recordado a las víctimas del ataque a Nigeria, donde “han muerto personas inocentes”, por lo que se muestra “profundamente entristecido”. El Pontífice nos llama a orar por ellos: “Pensamos en nuestros hermanos y hermanas en Nigeria y en la República Centroafricana y oramos por ellos”, y a continuación todos juntos han rezado el Ave María.
Han sido dos ataques: Por un lado, en Nigeria, se produjo un ataque en la iglesia de San Felipe en Ozubulu, donde murieron más de 12 personas y al menos 20 personas fueron heridas (según Agencia Fides); y por otro lado ayer hubo un conflicto entre varias comunidades religiosas en República Centroafricana, causando la muerte en Gambo (Diócesis de Bangassou), y ha pedido a los fieles oraciones por todos ellos y por sus familias.
“Espero que se ponga fin a todas las formas de odio y violencia, y no se repitan crímenes tan vergonzosos, perpetrados en los lugares de culto, donde los fieles se reúnen para orar”, ha indicado el Papa.

 

 

09/08/2017-15:44
Rosa Die Alcolea

Papa a los enfermos: “Llevar con fe la cruz”

“Os animo, queridos enfermos, a uniros constantemente a Jesús en el sufrimiento de llevar con fe la cruz para la redención del mundo”, estas han sido las palabras del Papa Francisco a los enfermos.
Su Santidad ha dirigido, como cada miércoles, unas palabras de afecto a los enfermos, jóvenes y recién casados, en la Audiencia general celebrada esta mañana, 9 de agosto de 2017, en el Vaticano.
El Papa ha animado a los enfermos a que se unan “constantemente a Jesús en el sufrimiento de llevar con fe la cruz para la redención del mundo”. Asimismo, ha deseado a los matrimonios recién casados que construyan una nueva familia “en la base sólida de la fidelidad al Evangelio del Amor”.
Del mismo, se ha dirigido a los jóvenes presentes en Roma: “Espero, queridos jóvenes, que el encuentro con tantos lugares llenos de cultura, el arte y la fe sea una ocasión propicia para conocer e imitar el ejemplo que nos dejaron tantos testigos del Evangelio aquí, como San Lorenzo, cuya fiesta celebramos mañana”.

 

 

09/08/2017-17:28
Rosa Die Alcolea

Salvador: Enviado del Papa al centenario de Óscar Romero

El Papa Francisco ha nombrado al Cardenal Mons. Ricardo Ezzati Andrello, Arzobispo de Santiago de Chile, como su enviado extraordinario para la celebración del centenario del nacimiento del beato Mons. Óscar Arnulfo Romero, que será el próximo 15 de agosto en San Salvador (El Salvador).
El 5 de agosto de 2017 se publicó el nombramiento (firmado el 17 de junio de 2017) del Card. Ricardo Ezzati Andrello, Arzobispo de Santiago de Chile, como enviado extraordinario del Santo Padre para la celebración de los 100 años del nacimiento de Mons. Oscar Arnulfo Romero, en el viaje a San Salvador (El Salvador).
Asimismo, el Papa ha nombrado una Misión Pontificia que acompañará al Cardenal Mons. Ezzati en la ceremonia: Mons. Rafael Edgardo Urrutia, canciller de la Archidiócesis de San Salvador y vicario episcopal por el movimiento y la asociación de fieles laicos, y D. Reinaldo Sorto Martínez, párroco de San José de la Montaña, vicario episcopal de la Pastoral y director de Radio San José.
Su Santidad escribe en la carta del nombramiento su gratitud por este acontecimiento y describe a Mons. Óscar Romero como un “defensor de la Iglesia y la dignidad humana”, que mostró “su amor por todos, especialmente por los pobres, los marginados y aislados de la sociedad”.

 

 

09/08/2017-17:36
Isabel Orellana Vilches

Beato Francisco Drzewiecki, 10 de agosto

«Sacerdote orionita, mártir del genocidio nazi. El hombre que edificaba con su cortesía y premura a los internos del campo de exterminio en Dachau, donde en crueles condiciones siguió desplegando su gran labor apostólica»

Este sacerdote orionita fue uno de los gloriosos mártires que entregaron su vida por Cristo en el campo de exterminio de Dachau. Casi un millar engrosaron las filas, entre otros, y por mencionar algunos: Edith Stein, Maximiliano Kolbe y Tito Brandsma. Su muerte, humanamente una liberación que rescató a todos de la barbarie, espiritualmente les condujo directamente al cielo. En las causas abiertas se ha constatado que más de un centenar ya recorría el camino de la santidad antes de incrementar los terroríficos y nauseabundos barracones. Francisco era uno de ellos.
Nació el 26 de febrero de 1908 en la localidad polaca de Zduny, un entorno en el que la actividad común para sus habitantes era el campo. Tenía cuatro hermanos y seis hermanas, con lo cual los escasos ingresos de su humilde familia apenas cubrían los gastos esenciales. Fue pastor como otros muchachos de su edad. Así, de forma natural, aprendían desde niños el valor del esfuerzo, la disciplina y la generosidad. Fue creciendo en un ambiente afín a la fe y a las prácticas de piedad, acostumbrado al rezo diario de las oraciones que compartía con sus hermanos. Se distinguía por su finura de trato; era dador de paz. Al hecho de que los padres no pudieran costear los estudios que hubieran soñado a su numerosa prole, se unió la muerte del cabeza de familia, obligando a Francisco a dejar las clases en 1923, aunque era aplicado, inteligente y responsable.
Rosalía, su madre, conocía su vocación sacerdotal, y viendo con pesar que su situación económica podía interferir en ella, con toda sencillez y espontaneidad algunas veces comentaba su inquietud con personas cercanas. Fue en una de estas conversaciones cuando le informaron de la existencia de un colegio que no discriminaba a las personas que carecían de recursos económicos. Apuntaron que se hallaba cerca de Zdunska Wola; podía ser la solución. Rosalía, que fervorosamente rogaba la mediación de la Virgen, se puso manos a la obra de inmediato. Y Francisco ingresó en septiembre de 1924 en el seminario de la Pequeña Obra de la Divina Providencia fundada por el beato Luís Orione. Alentada por su director, el padre Aleksander Chwilowiez, estaba asentándose entonces en la ciudad y ofrecía a las clases menos pudientes la oportunidad de formarse con rigor. Rosalía interpretó el hecho viendo en ello la respuesta de María a sus súplicas.
En 1930 Francisco se integró en la fundación. El virtuoso joven, del que ya había oído hablar Don Orione, tenía ante sí un prometedor futuro apostólico. En Zdunska Wola y en lugares aledaños estaban abiertos diversos campos. Además de la parroquia: instituto para niños, cottolengo, cocina para los pobres, tipografía, y otras obras caritativas y acciones pastorales. Era importante que el beato estuviese bien preparado. Con ese fin le enviaron a Italia. Hizo el noviciado en Tortona y en 1936 fue ordenado sacerdote; comenzó su labor en el Pequeño Cottolengo de Génova-Castagna. Todos le estimaban por sus cualidades, su cercanía, y la entrega que percibían en las atenciones que les dispensaba. Él no ocultaba su felicidad. Así lo hizo saber a un amigo: «Tengo trabajo de sobra porque este año la familia del cottolengo aumentó y hay nuevas necesidades. Somos 150 personas. Estoy muy contento de encontrarme aquí, donde se hace la voluntad de Dios». Al año siguiente regresó a Zdunska Wola y ejerció la docencia en la facultad.
En el estío de 1939, cuando la tormenta de la guerra planeaba sobre Europa, y su país ignoraba que sería una de sus grandes víctimas, fue destinado al servicio de la parroquia del Sagrado Corazón y del Pequeño Cottolengo de Wloclawek. En septiembre se produjo la primera invasión alemana. Una vez más, la Iglesia estaba en el punto de mira y el engranaje contra los que la integraban se puso en marcha sin dilación. Todo católico, y especialmente los presbíteros y religiosos, fueron objeto de virulenta persecución.
A primeros de noviembre de ese año Francisco y la casi totalidad del clero de Wloclawek, con su prelado a la cabeza, fueron detenidos y encarcelados. Él sufrió su particular calvario en Lad, Szczyglin, Sachsenhausen y Dachau, donde llegó tras un viaje extenuante y espantoso, sometido a heladoras temperaturas. El número con el que le marcaron ignominiosamente en este último destino fue el 22.666. Esta cifra que le impusieron como un signo más de humillación encerraba las llaves del cielo. No le ocultaron que de allí no volvería a salir. Fue maltratado y obligado a trabajar 15 horas diarias en condiciones inhumanas, apenas sin alimento y descanso. Compartía este cruel e injusto destino con otros obispos, religiosos y sacerdotes; todos con la esperanza dibujada en sus demacrados rostros, haciendo verdaderos esfuerzos para sostener los cuerpos esqueléticos, agotados por continuas vejaciones. A Francisco se le recordaría como «el hombre que edificaba con su cortesía y premura», asumiendo la durísima tarea sin proferir queja alguna, sostenido por la fe y la oración que no cesaba de realizar y que efectuaba explícitamente, a pesar de la prohibición, cuando trabajaba en cuclillas.
Aunque estaba en plena juventud, el esfuerzo extenuante y la continuada violencia en el trato destruyó sus reservas y enfermó de gravedad. De nada le servía a sus verdugos, quienes lo trasladaron al barracón de los «inválidos», los incapaces para trabajar. Su destino era la cámara de gas. Poco antes de ser conducido a la muerte, se arriesgó a ir a otro barracón para despedirse de un compañero, a quien animó, diciéndole: –« ¡Josefino, no te apenes. Hoy nosotros y tú mañana! [...]. Nosotros vamos..., pero ofreceremos nuestra vida por Dios, por la Iglesia y por la patria». Y el 13 de septiembre de 1942 entregó su alma a Dios. Tenía 34 años y había pasado en aquél infierno tres de ellos. Fue beatificado por Juan Pablo II el 13 de junio de 1999 en Varsovia.