Iglesia \ Mundo Hispano

Iglesia latinoamericana y caribeña: Nuevo humanismo para desarrollo integral y bien común

RV | 22/08/2017


 

El Mensaje Final del encuentro dedicado al 50 aniversario de la Encíclica Populorum Progressio, del Beato Pablo VI, celebrado en San Salvador, en el centenario del natalicio del Beato Óscar Romero, culminó tres días de actividades formativas y de reflexión conjunta, con miras a construir una pastoral social comprometida con la causa de los pobres.

La información del Consejo Episcopal Latinoamericano destaca la importante cita que reunió al Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM, a representantes de los 22 países de Pastorales Sociales Cáritas de la Región, a la Escuela Social del Cebitepal, a integrantes del equipo directivo de Caritas Internationalis, y a invitados especiales de Europa y Estados Unidos.

El documento suscrito por Cardenales, Obispos, Presbíteros, Consagrados y Consagradas, Laicas y Laicos servidores en las distintas Pastorales Sociales-Cáritas que integran la Región, titulado “Un nuevo humanismo para el desarrollo integral”, subraya los “diversos desafíos que hoy nos interpelan y nos duelen: La pobreza, y la tendencia regresiva a ella de millones de personas en nuestros países, producto de sistemas económicos y políticos que valoran más el tener que el ser, el beneficio económico más que la vida, las ideologías por encima de las personas, y que asumen el poder como dominación y no como servicio liberador”.

Con el compromiso asumido “desde la fe en Jesucristo que ilumina, desde dentro de nosotros mismos, la naturaleza y la exigencia del desarrollo integral y solidario” la Declaración final presenta un llamado:

“A los Gobiernos, a las empresas y el sector de la economía, a los políticos, a las instituciones democráticas que tienen la responsabilidad de generar políticas públicas para nuestros pueblos, a las comunidades eclesiales y a todos los discípulos y discípulas misioneras, a trabajar solidariamente por el Bien común, por un desarrollo integral y solidario; promoviendo la vida, respetando la naturaleza y nuestros ecosistemas como obra del Creador asumiendo las propuestas de la Encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco, sabiendo que no podrá haber desarrollo sin el respeto de la creación, sin una mayor valoración de las culturas indígenas y las creencias ancestrales de nuestros pueblos; en fin, debemos trabajar para que toda persona logre “pasar de condiciones menos humanas a condiciones más humanas” (PP 20-21), siendo conscientes que sin el desarrollo de nuestros pueblos es muy difícil lograr la paz”.

(CdM – RV)