Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 517

27 de ago. 2017

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO:
PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Optar por terapias alternativas duplica el riesgo de muerte por cáncer.

2. Vocal de los psicólogos españoles: “las pseudoterapias son un problema de salud pública”.

3. Uno de cada cinco colegios de médicos en España siguen incluyendo pseudociencias.

4. Italia aparta al médico que trató con homeopatía la otitis de un niño que al final murió.

5. Charles Darwin, víctima de la homeopatía, ya criticó el peligro que supone.

6. Los peligros de las Constelaciones Familiares y sus consecuencias.

7. El Colegio de Médicos de Zaragoza acogerá un curso sobre homeopatía en enfermos de cáncer.

8. Por una sanidad pública sin pseudoterapias.

9. México: organizadores de un congreso de homeopatía advierten sobre los “falsos homeópatas”.

10. La hidrocolonterapia del doctor Rafael Torres, una de las propuestas peligrosas.

 

 

1. Optar por terapias alternativas duplica el riesgo de muerte por cáncer.

FUENTE: N+1

 

 

“¿Sabes cómo se llama la medicina alternativa que funciona? Medicina”. Esta popular frase, del humorista inglés Tim Minchin, resume la opinión científica acerca de todas las terapias sanadoras que cobran popularidad y ante las que podría surgirte la duda de su eficacia. Pero no, dentro de la ciencia no hay debate: ni la homeopatía, ni el reiki, ni las flores de Bach son menos patraña que el horóscopo o los mentalistas. Y lo más importante: son peligrosas. Lo explica Beatriz de Vera en el medio digital N+1.

La elección de la medicina alternativa para tratar el cáncer curable en lugar de los tratamientos convencionales, no solo evita cualquier posibilidad de recuperación, sino que, según un nuevo estudio publicado en la revista del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, aumenta en más del doble el riesgo de morir. Investigadores de la Universidad de Yale (EE.UU.) analizaron 10 años de registros en la Base de Datos Nacional del Cáncer de 2004 a 2013 e identificaron 281 pacientes que habían presentado cáncer de mama, próstata, pulmón o colorrectal en etapa temprana, pero decidieron renunciar a los tratamientos convencionales y se decantaron por enfoques alternativos. Aunque constituyen solo una pequeña minoría de los pacientes de cáncer en general, la muestra es importante porque su decisión de rechazar los tratamientos convencionales se saldó con nefastas consecuencias.

En cáncer de mama, se multiplica el riesgo por seis

Cuando los investigadores compararon sus tasas de supervivencia con 560 pacientes que se enfrentaban a los mismos diagnósticos, pero que optaron por recibir quimioterapia convencional, cirugía y/o radiación, los individuos que eligieron tomar medicina alternativa tenían, por lo general, dos veces y media más probabilidades de morir en un plazo de cinco años. Y las perspectivas fueron aún más graves en tres de los subgrupos de cáncer: las personas que tomaban medicina alternativa para el cáncer de mama tenían 5,68 veces más probabilidades de estar muertas en cinco años; para el cáncer colorrectal fue de 4,57 veces, y el cáncer de pulmón, 2,17 veces.

Lo que redujo el promedio general fue el cáncer de próstata, para el cual no hubo una asociación estadísticamente significativa entre la medicina alternativa y la muerte temprana, pero, como reconocen los investigadores, eso es probable porque el cáncer de próstata es una enfermedad que progresa lentamente. “Ahora tenemos pruebas que sugieren que el uso de la medicina alternativa en lugar de las terapias de cáncer muestra peores resultados en la supervivencia”, afirma el oncólogo e investigador principal del estudio, Skyler Johnson.

Jóvenes con educación superior, pero mal informados

El equipo reconoce que la investigación no examinó qué medicinas alternativas particulares fueron tomadas por los pacientes estudiados, y no hay inferencia de que todos los enfoques alternativos sean igualmente eficaces o ineficaces. “Podrían ser hierbas, botánicos, homeopatía, dietas especiales o cristales de energía, que son básicamente piedras que la gente cree que tienen poderes curativos”, explicó Johnson a New Scientist.

Es un área complicada, porque mientras que el estudio demuestra que, en general, las medicinas alternativas no muestran nada parecido a la eficacia en reducir el riesgo a corto plazo de muerte en casos de cáncer (más bien lo contrario), ocasionalmente, algunos medicamentos tradicionales, como ciertas hierbas, podrían contener propiedades moleculares útiles para ayudar en la lucha contra la enfermedad. Pero, lamentablemente, sin pruebas científicas rigurosas, es imposible saberlo con certeza, y no siempre es fácil para la gente para diferenciar entre el asesoramiento médico confiable y la pseudociencia omnipresente que abunda en Internet.

Esto último es especialmente relevante, dado que los investigadores encontraron que quienes eligieron tomar medicina alternativa en el estudio eran en general jóvenes, con mayores ingresos y más educación, pero a pesar de estas ventajas, eligieron formas no convencionales de tratamiento. “Estos pacientes deberían estar mejor informados que el grupo de terapia estándar, pero no lo están. Son pacientes jóvenes que podrían curarse, y los practicantes de medicina alternativa sin escrúpulos le están vendiendo aceite de serpiente”, se lamentan, y esperan que, con estos nuevos datos, sea más fácil para los médicos ayudar a comunicar algunos de los riesgos que rodean a las medicinas alternativas para tratar el cáncer.

Afortunadamente, ante la abrumadora oferta de trucos de magia que solo hacen crecer el bolsillo del timador, hay algunas buenas noticias, como la resolución de la comisión de lucha contra la pseudociencia y la falsificación de los estudios científicos, presidida por la Academia Rusa de Ciencias, que publicó un memorándum en el que califica a la homeopatía como pseudociencia; o la normativa de la Comisión Federal del Comercio estadounidense, que obliga a los remedios homeopáticos tienen que someterse a las mismas normas que otros productos con fines curativos. En otras palabras, las compañías americanas deben, a partir de ahora, tener evidencia científica confiable antes emitir enunciados relacionados a la salud en los que clamen que sus productos pueden curar ciertas condiciones o enfermedades. Pasos firmes para acabar con ella.

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2. Vocal de los psicólogos españoles: “las pseudoterapias son un problema de salud pública”.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

El aumento de las llamadas pseudoterapias en los últimos años y la preocupación por el intrusismo ha provocado que los profesionales se hayan puesto manos a la obra para intentar tomar medidas y minimizar sus consecuencias. Todo ello se ha abordado recientemente en el III Congreso Nacional de Psicología organizado por el Consejo General de la Psicología de España en Oviedo. Lo cuenta Laura Díez en el medio digital Redacción Médica.

En una mesa redonda bajo el título 'Psicología, intrusismo y pseudociencias', Rosa Ramos, vocal del Consejo, decana del Colegio Oficial de Psicólogos de Navarra y miembro del grupo de trabajo del Observatorio de la profesión contra el Intrusismo, explica cuál es la situación actual en este aspecto. “El desarrollo y la presencia de la profesión de la psicología en múltiples ámbitos de nuestra sociedad ha experimentado un reconocimiento y una identificación de profesionales que prestan ayuda y mejoran la salud de las personas. Es en este contexto donde aparecen también las amenazas externas. En la actualidad se está dando una proliferación de lo que denominamos pseudoterapias; terapias que se ofrecen para curar todo tipo de problemas con base emocional o trastornos que requieren un especialización psicológica, pero que provienen de campos bien distintos”, explica en conversación con Redacción Médica.

La experta recuerda que estas pseudoterapias suelen hacer atractiva la captación de clientela, algunas ofreciendo incluso seminarios en tiempo récord para enseñar técnicas sin ninguna base científica. A veces también las 'terapias-milagro' son impartidas por “profesionales que nada o poco tienen que ver con la psicología”, aunque en ocasiones hay psicólogos que participan.

“Se trata de un buen filón económico. Por ejemplo, un coach economista que trata las depresiones, o un especialista en nutrición que anuncia tratamientos para trastornos de la alimentación como la anorexia o la bulimia. O profesionales de la psicología que ofrecen servicios combinados como psicología y tarot, psicología y reiki, incluso se ha dado el caso de algún psicólogo que, bajo el nombre de bioneuroemoción, promete curar el cáncer”, expone Ramos.

Como ella misma señala, el intrusismo está siendo un tema de preocupación desde los órganos de gobierno de la profesión, que han desarrollado un Observatorio contra el Instrusismo y la Defensa de la Profesión, que en menos de un año ha recibido más de 300 denuncias de colegiados y usuarios sobre ofertas de centros y personas que ofrecen servicios para solucionar problemas relacionados con la salud mental pero que provocan más bien todo lo contrario.

Obligaciones y recomendaciones

“Nuestro código deontológico regula de manera clara nuestra actividad profesional. Diversos artículos exponen la exclusividad de ofrecer servicios o sistemas de intervención sujetos al conocimiento científico y la obligación de actualizar de manera continuada dicho conocimiento. No debemos presentar publicidad engañosa o confusa al usuario, como tampoco podemos ofrecer ayuda con sistemas que no puedan ser replicados y recomendados por las investigaciones o publicaciones rigurosas”, comenta a este diario.

Según expone Ramos, las consecuencias de un mal ejercicio son enormemente graves, según los datos con los que cuentan de cuando les toca intervenir y reconstruir el daño. “Se entiende, por tanto, que éste es un problema de salud pública”, defiende, en que las administraciones deben proteger a la población. “Existe además la necesidad de regular los espacios de intervención y de analizar los límites en relación a otras profesiones”, ya que actualmente “los órganos de gobierno de la profesión de la psicología podemos intervenir solamente sobre personas que se anuncien como sanitarios o que ofrecen tratamientos presentándose como centro sanitario sin serlo”, declara la experta.

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3. Uno de cada cinco colegios de médicos en España siguen incluyendo pseudociencias.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

¿Qué espacio ocupan la homeopatía, las terapias alternativas y el resto de pseudociencias en los 52 colegios de médicos que hay en España? Cada vez más residual. Redacción Médica se ha puesto en contacto con cada uno de estos órganos profesionales provinciales, averiguando que ya solo el 19,2 por ciento de ellos da cobijo a estas prácticas. Lo cuentan Eduardo Ortega y Ana Arregui.

Tras las recientes decisiones de los colegios de médicos de Madrid y Las Palmas de Gran Canaria de desterrar las pseudoterapias, solo quedan 10 entidades colegiales que dediquen una sección, una comisión o un grupo a estas cuestiones: Castellón, Alicante, Valencia, Barcelona, Lérida, Tarragona, Asturias, Huesca (sólo a acupuntura), Zaragoza (sólo a medicina naturista y acupuntura), Valladolid y Santa Cruz de Tenerife.

Llama la atención la situación en la costa mediterránea: a partir de la frontera con Murcia y excluyendo a Gerona, todas estas provincias dan cobijo a la homeopatía y otras terapias alternativas. Particularmente en Comunidad Valenciana, donde todos los colegios de médicos tienen algún espacio dedicado a las pseudociencias.

Sin embargo, este esquema puede que cambie ahora que Carmen Montón, consejera de Salud Pública y Sanidad Universal, ha decidido convertir el combate contra las pseudociencias, particularmente la homeopatía, en su batalla particular. En cambio, para Vicente Baos, miembro del Observatorio contra las Pseudociencias de la Organización Médica Colegial (OMC), esta amplia representación en tierras levantinas tiene que ver con “lobbis locales. Gente que se ha movido bien y que se ha hecho notar”.

La impresión transmitida por los colegios de médicos es la de que la decisión de desterrar las pseudociencias de sus instituciones llega motivada por la postura mostrada por la OMC al respecto, “pero cada colegio es autónomo”, recuerda Baos. “Es muy positivo que se desmonten estas estructuras, que al final sirven para dar algún tipo de validez oficial a algo que no lo tiene. No son estudios de Grado académicamente reconocidos, así que generar una sección sobre cosas que existen pero que no tienen aval científica es caer en una contradicción”.

Sin embargo, en el Colegio de Santa Cruz de Tenerife, uno de los 'rebeldes' que aún alberga una sección dedicada a terapias no convencionales, no ha gustado la forma de actuar del órgano que preside Serafín Romero. “Estamos relativamente molestos con cómo está llevando este tema la OMC, en el sentido de que ha metido en el mismo saco a todo el mundo, a las terapias alternativas con el espiritismo o con el curanderismo, todo en el mismo saco”, protesta Rodrigo Martín Hernández, su presidente.

“No se puede poner en el mismo paquete a un médico con su formación sujeto a un tribunal deontológico que a un señor que está en la calle que ha hecho unos cursos, o no, y está sustituyendo tratamientos médicos. Eso es una locura”. Asimismo, asegura que “el paternalismo ha desaparecido de la medicina, y la decisión de la terapia que se emplea al final está en manos del paciente. Y puede ocurrir que a un paciente se le convenza de una cuestión u otra, y eso está mal, pero es él quien decide”. Además, considera que “nos estamos olvidando de el que debe decidir quiénes pueden practicar la homeopatía o las terapias alternativas es el poder legislativo. Y los legisladores no están legislando”.

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4. Italia aparta al médico que trató con homeopatía la otitis de un niño que al final murió.

FUENTE: Hipertextual

 

 

El Colegio Oficial de Médicos de Pesaro (Italia) ha suspendido de forma temporal al profesional sanitario que trató la otitis de un niño con homeopatía. La medida, que tiene una vigencia provisional de seis meses, no ha entrado todavía en vigor, ya que el homeópata Massimiliano Mecozzi, de 55 años, puede recurrir la decisión. Lo leemos en el medio digital Hipertextual, en un artículo firmado por Ángela Bernardo.

La entidad profesional culpa al médico de no haber garantizado la cura del pequeño de siete años mediante la administración de antibióticos, teniendo en cuenta el empeoramiento de la infección por la cual el niño terminó falleciendo quince días después, y de no haber informado correctamente a los padres sobre los riesgos que asumían. Acusan al médico de no haber garantizado la cura del menor, al tratarle solo con homeopatía y no con antibióticos, ni haber informado correctamente a los padres

El menor sufrió a mediados de mayo una otitis, un término que se refiere a la infección e inflamación del oído. La infección puede ser causada por un virus, momento en el que los antibióticos no son eficaces, o por bacterias como Streptococcus pneumoniae, Moraxella catarrhalis, Haemophilus influenzae o Alloicoccus otitidis, en cuyo caso se debe administrar antibióticos para curar la patología. Las otitis son consideradas un problema menor que mejora a los pocos días, aunque a veces puede haber complicaciones más graves, como sucedió con el menor fallecido.

Los padres del niño, según la prensa italiana, habían rechazado que recibiera antibióticos desde que tenía tres años de edad. En anteriores ocasiones en las que su hijo había sufrido otitis de menor gravedad, la familia había recurrido al mismo médico, que le había administrado homeopatía —una pseudoterapia que no ha demostrado mayores efectos que el placebo—. Sin embargo, durante dos semanas en el pasado mes de mayo, Mecozzi recetó productos homeopáticos al menor sin que la patología remitiese. La infección se fue agravando y el niño comenzó a sufrir síntomas más graves como vómitos, fiebres muy altas y pérdida de consciencia.

El médico ahora suspendido supuestamente quitó importancia a la enfermedad y, según la versión del abuelo del menor, les llegó a decir que “o recurrían a la pediatría o recurrían a él”. Mecozzi aparentemente también les comentó a los padres que en el caso de llevar al niño al hospital, le darían tachipirina (paracetamol), que le dejaría sordo y en coma hepático, dos afirmaciones falsas que recordó el abuelo a los medios de comunicación.

Ante el empeoramiento de la salud del pequeño de 7 años, la familia le trasladó al hospital de Urbino. Allí los médicos le realizaron un TAC para comprobar el alcance de la infección, que había llegado a afectar al cerebro, motivo por el cual fue llevado al hospital de Ancona para intentar operarle de urgencia. Por desgracia, cuando la familia se dio cuenta de la gravedad de su estado, ya era demasiado tarde: el niño sufría una encefalitis que le dejó en coma y, horas más tarde, le provocó la muerte.

Según el periódico La Stampa, Mecozzi estaba presente en la reunión donde se acordó la suspensión, aunque no llegó a intervenir. Quienes sí hablaron fueron sus abogados, que criticaron la medida del Colegio Oficial de Médicos de Pesaro argumentando que la decisión del colectivo profesional ha sido tomada antes de que se dictara una sentencia. La Fiscalía de Urbino investiga actualmente la actuación del homeópata por si hubiera incurrido en un delito de homicidio. La entidad se ha defendido explicando que su medida es independiente de la decisión que pueda tomar el Poder Judicial y que se basa en la infracción de los artículos 15 y 33 del Código Deontológico de los profesionales sanitarios en Italia.

La homeopatía, a pesar de sus defensores, no ha demostrado mayores efectos que los del placebo, tampoco en el caso del tratamiento de la otitis. Así lo han confirmado entidades como el Servicio Nacional de Salud y el Comité de Ciencia y Tecnología de Reino Unido, el Consejo de Investigación y Medicina de Australia, el Colegio de Estados Unidos de Toxicología Médica y de Toxicología Clínica y diversos estudios publicados por la Real Academia Nacional de Farmacia o en las revistas The Lancet, The Lancet (II), Nature, British Journal of Clinical Pharmacology, Journal of Clinical Epidemiology o Journal of Law and Medicine. En las últimas semanas, el Gobierno de Australia ha reconocido que está estudiando la posibilidad de prohibir la homeopatía en las farmacias, mientras que la Generalitat Valenciana también le ha declarado la guerra a las pseudoterapias sin base científica.

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5. Charles Darwin, víctima de la homeopatía, ya criticó el peligro que supone.

FUENTE: Hipertextual

 

 

Ya en el siglo XIX, el mismísimo Charles Darwin mostraba su escepticismo ante esta supuesta “medicina alternativa”, según explica en Hipertextual Santiago Campillo. Y eso que la probó en sus propias carnes con bastante buen resultado. ¿Entonces? Recogemos a continuación el artículo firmado por Campillo.

Bienvenidos al siglo XIX, otra vez. Estamos en el despacho de un ya famosete Charles Darwin. Es 1850 y está en su escritorio, escribiendo una carta a su primo segundo, el reverendo William Darwin Fox. También naturalista, éstos tenían costumbre de discutir sobre diversos aspectos científicos, lo que resultaba en productivas misivas. Pero no nos perdamos en la anécdota. Fijémonos en lo que está escribiendo el “padre de la evolución”. ¿Es homeopatía eso que cita en su misiva? Sí, Darwin está hablándole a su primo sobre esta supuesta terapia alternativa: “la homeopatía me produce aún más rabia que la adivinación”, comienza su frase. Porque, efectivamente, Charles Darwin también probó con esta pseudoterapia.

El misterioso mal que aquejaba a Darwin

Hasta la fecha, por mucho que algunos tengan la osadía de decir que sabían lo que le pasaba, nadie conoce a ciencia cierta qué mal afectaba a Charles Darwin. Desde joven, unos ataques al corazón, mareos, fiebre, nauseas, abscesos y otra serie de males atacaban al naturalista en periodos de estrés. En algunas ocasiones dejaron al caballero inglés postrado en la cama durante semanas. La enfermedad crónica que padecía no fue nunca diagnosticada correctamente, aunque sí practicó varias supuestas curas que le permitieron mejorar.

En su incesante búsqueda de la mejoría, Darwin probó todo lo médicamente posible. Y también todo lo que estaba en el borde de lo médicamente posible. Uno de sus mayores temores era que su condición hubiese podido transmitirse a sus hijos. Pero de eso hablaremos más tarde. Volvamos a 1850. Un año antes, Darwin decide probar con una de las terapias más novedosas de la época. Aparecida apenas cuatro décadas antes, la homeopatía comenzaba a estar de moda a mediados del siglo XIX entre los sanadores.

Aquejado durante meses de una persistente vomitera, su querido primo, el reverendo Fox, aconsejó a Darwin asistir al balneario del Dr. James Manby Gully. Este médico regentaba un conocido establecimiento de hidroterapia y acomodó a Darwin en el balneario. Tras unos meses de tratamientos consistentes en baños, frotes, dieta estricta y caminatas, Charles Darwin mejoró ostensiblemente. Entre el tratamiento predispuesto por el Dr. Gully se encontraban unas “medicinas homeopáticas” que tomaba tres veces al día. Sin duda, los descansos y la atención permitieron que el naturalista se recuperara. Aun así, su enfermedad volvió tiempo después y nunca le abandonó. Como decíamos, a la luz de la ciencia moderna, nadie sabe realmente qué le ocurría a Darwin, pero nunca fue capaz de deshacerse de su enfermedad, que todavía sigue siendo un misterio para la medicina.

Homeopatía, hidroterapia y la gran pérdida

Aun así, Charles Darwin reconoce, en esta misma carta que vemos al mirar por encima de su hombro, que la hidroterapia le hizo un gran bien. Como comprobamos, la epístola a su primo le cuenta su experiencia en el balneario. Y también su opinión sobre los tratamientos, entre otras cosas. Aunque no lo diga en la carta, en 1850 Darwin creía firmemente en la “ciencia” de la hidroterapia, el uso del agua como cura. De hecho, le había venido muy bien y, como naturalista profesional, no podía dejar de notarlo.

Sin embargo, no compartía el mismo sentimiento por la homeopatía. Darwin, conocedor de los supuestos principios de la homeopatía, se mostraba terriblemente escéptico. Recordemos: “Hablas de la homeopatía; lo que es un tema que me produce más rabia, incluso, que la adivinación. La clarividencia trasciende la creencia de manera que las facultades ordinarias están fuera de la cuestión; pero la homeopatía utiliza el sentido común y la común observación. Y ambas han de tirarse por la borda si las dosis infinitesimales tienen algún tipo de efecto. [...] Es un triste error”. En esa misma carta, Darwin expresa su tristeza de ver que su querido Dr. Gully, que en aquel momento le había dado su salud, de nuevo, creyera en casi todo, incluyendo la adivinación, el mesmerismo y, puesto al mismo nivel, la homeopatía.

Hay que decir que Darwin, a pesar de su rechazo hacia la homeopatía, continuó con el tratamiento exigido por el Dr. Gully sin rechistar. Eso sí, me gustaría remarcar que lo que probablemente ayudó a su cura, atendiendo a la manifestación clínica, fue el relax y la dieta. En cualquier caso, su temor de haber transmitido su enfermedad a sus hijos fue el primer paso para su gran tragedia personal. En 1851, con sólo diez años, Anne Darwin, la hija mayor del matrimonio, empezó a sufrir de una enfermedad que Darwin reconoció en seguida. No obstante, estaba equivocado. A día de hoy varias evidencias muestran que puede que la enfermedad de Anna fuese en realidad tuberculosis.

No obstante, Darwin envió a Anne al balneario del Dr. Gully con la esperanza de poder curarla. Algo que, por desgracia, nunca ocurrió. La muerte de Anne supuso el golpe decisivo en la forma de ver las cosas de Charles Darwin. Su cisma con la creencia y la fe estaba ya sentenciado. Probablemente si Darwin hubiera recurrido a otro tratamiento, y otro doctor, Anne habría tenido otro destino. No lo sabemos. Pero hay que admitir la amarga ironía que tiene el hecho de que un doctor practicante de las pseudoterapias pusiera su propio grano de arena, indirecto pero vital, para la consecución de uno de los hitos más importantes de la ciencia: la publicación de El Origen de las Especies. Por su parte, Darwin siguió practicando la hidroterapia. Pero no volvió a recurrir a los servicios del Dr. Gully.

Dos peniques por tu pensamiento

Pero eso todavía no ha pasado. En esta habitación de luz clara, con un afanado y feliz Darwin, todavía no se respira la pena que sobrevendrá en apenas unos meses. Charles ya está acabando su carta. Una misiva que ya hemos tenido la fortuna de leer antes, incluso, de que la termine. Ya el propio Darwin se dio cuenta de un hecho fundamental sobre la homeopatía: a diferencia de otras “ciencias” mágicas, otras pseudoterapias, la homeopatía clama jugar con las mismas reglas científicas que otras disciplinas verdaderamente... científicas, valga la redundancia. Este hecho es lo que le otorga el verdadero peligro. Esta cuestión es la que le ha permitido perdurar en el tiempo, colocándola en las estanterías de nuestras farmacias, a diferencia de otras pseudociencias que sólo se venden en tiendas de chamanes.

Entendámoslo. Hasta la fecha, aunque cientos de investigaciones se han realizado tratando de esclarecer los métodos de funcionamiento de la homeopatía, los resultados son, cuanto menos, insatisfactorios. Todavía no sabemos por qué o cómo funciona. Sencillamente, los homeópatas comienzan una perorata llena de terminología difusa, que parece científica pero no lo es, y que se emplea para embaucar a aquél que no tiene el conocimiento científico adecuado. “Disolución, tintura madre, infinitesimal, memoria cuántica, disolución 100C, oscillococcinum...”, todo jerigonza y nada de ciencia real.

La ciencia, de facto, es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la experimentación contrastada. Éstos se desmenuzan tratando de encontrar un patrón con el que experimentar. Algo que todo el mundo pueda repetir para comprobar por sí mismo que funciona, sin lugar a dudas o confusión. La homeopatía falla en todo ello. Hasta la fecha, el “amimefuncionismo” cubierto de esta perorata que parece científica (pero no lo es) es la base de su éxito. Conceptos vagos, tratamientos ligeros pero comunes y enfermedades molestas son su objetivo.

¿Y el mecanismo? La ciencia y la medicina (que no alternativa, la cual no existe) tratan de encontrar estos mecanismos para poder usarlos en nuestra ventaja, descubriendo nuevos medicamentos o tratamientos. La homeopatía es una amalgama de píldoras en las que sólo cambia el color del bote para poder tratar absolutamente cualquier enfermedad. Esto, ya lo veía Darwin, no es posible. Actualmente vivimos una guerra abierta contra la homeopatía, ya que ésta se empeña en jugar con unas reglas que no puede cumplir, imitando y ridiculizando el trabajo que hacemos los científicos. No es una cuestión de elitismo, ni cientificismo, ni siquiera de ortodoxia. Todo el mundo tiene derecho a creer en lo que quiera, incluyendo el chamanismo o el vudú. Pero éstos no están dispuestos en estanterías de establecimientos regulados, atendiendo a lucrosas pero poco éticas lagunas legales.

Si quieres consumir homeopatía, adelante. Pero cuando un científico, tras décadas de duro trabajo, mal pagado, ridiculizado por el sistema y cuya única intención es mejorar tu vida te diga, con la misma rabia que le causaba a Darwin: “la homeopatía no es medicina, ni lo será nunca”, date cuenta de que no es una cantinela de ahora, movida por intereses económicos o políticos. Ya en el siglo XIX, Darwin lo sabía.

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6. Los peligros de las Constelaciones Familiares y sus consecuencias.

FUENTE: La Red 21

 

 

Es probable que no hayas escuchado hablar de esta terapia alternativa, pero en Uruguay se practica en distintos lugares. Según informa el medio uruguayo La Red 21, sus defensores afirman que sirve para tratar distintos padecimientos psicológicos, y sus detractores denuncian que se trata de una pseudociencia y que representa un peligro latente.

Las constelaciones familiares son un método desarrollado por el teólogo, pedagogo y filósofo alemán Bert Hellinger, quien también se hacía llamar “psicoterapeuta”, pero nunca tuvo título alguno que lo avalara. El objetivo de esta pseudociencia es ayudar a las personas a “liberar” tensiones y conflictos supuestamente heredados de los antepasados y que tienen sus raíces en los acontecimientos de la historia familiar, tales como conflictos bélicos, violencia familiar o doméstica, el fallecimiento prematuro de padres o de hijos, abortos, separaciones o violaciones, entre otros.

Según el método, las consecuencias de estos hechos pueden manifestarse en el presente a forma de depresión, psicosis, miedo, migraña, cansancio crónico y problemas en las relaciones. En síntesis, los problemas emocionales intensos, dignos de una fuerte terapia psicológica profesional, vienen de nuestros antepasados y pueden ser curados con las constelaciones familiares. Los defensores de esta práctica dicen que sirve para tratar casi cualquier cosa: dificultades actuales en las relaciones familiares, problemas generacionales, de fertilidad o adopciones, afrontar enfermedades físicas, depresión, tristeza o melancolía y hasta traumas severos de infancia.

Controvertida práctica

Hellinger desarrolló un método en el que se establecen tres mecanismos: talleres grupales, consultas individuales y movimientos sistemáticos. En el primero, se trabaja en conjunto con otras personas, en el otro la persona conflictuada es atendida de forma personalizada por un “constelador”, y en el tercero se pueden realizar ejercicios grupales o individuales con herramientas o elementos que no siempre van en el mismo orden o prioridad, y que también tiene como fin tratar problemas psicológicos, energéticos o emocionales.

La terapia de Hellinger han probado muchas veces que se da de frente contra la epistemología (estudio del conocimiento) y ocasionalmente es atacada con fuertes críticas por parte de la comunidad científica internacional. Por ejemplo, en 1997 una mujer alemana de la ciudad de Leipzig cometió suicidio tras haber formado parte de un grupo de constelaciones familiares. Sufría de depresión severa y problemas relacionales y llegó a la organización del mismo Hellinger con el fin de encontrar solución a su situación. Ante una investigación posterior a los hechos, el hombre afirmó: “No se me ocurrió que ella pudiera haber sido suicida. Yo sólo la vi por tres minutos”.

Una clínica psiquiátrica de Ba Schussenried, un pueblo al sur de Alemania, tuvo que tratar a varios pacientes que presentaban cuadros de psicosis tras haber participado de una constelación familiar. Según el Forum Kritische Psychologie (FKP, o Foro de Psicología Crítica), cuatro de estos pacientes tuvieron que someterse a tratamientos para tratar obsesiones incurridas durante sesiones con el método de Hellinger llevadas a cabo en 2004.

No existe evidencia científica publicada en revista especializada o paper científico alguno que avalen la efectividad de las constelaciones familiares como método terapéutico. Sus fundamentos, directrices, utilidad y resultados carecen de respaldo científico alguno, aunque varios científicos experimentales lo han intentado, como los investigadores Christina Hunger, Jan Weinhold, Annette Bornhäuser, Leoni Link y Jochen Schweitzer, quienes concluyeron en un estudio que, aunque en una porción de sujetos observados se notaron cambios psicológicos y emocionales, las consecuencias de los resultados aún se debaten.

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7. El Colegio de Médicos de Zaragoza acogerá un curso sobre homeopatía en enfermos de cáncer.

FUENTE: Heraldo de Aragón

 

 

Un aula de formación del Colegio de Médicos de Zaragoza acogerá el próximo 28 de octubre un curso sobre el cuidado de los pacientes oncológicos con homeopatía. Se trata de una jornada de ocho horas destinada a profesionales sanitarios organizada por la Sociedad Científica de Homeopatía de Aragón. El curso, anunciado en la página web de la Sociedad Española de Medicina Homeopática, ha generado controversia dentro del colectivo profesional de Zaragoza y algunos colegiados han trasladado a la dirección su disconformidad con el mismo. Lo leemos en Heraldo de Aragón, en un artículo firmado por A. Maluenda.

El debate ha estado abierto en el seno del Colegio hace unos días. Su presidenta, Concepción Ferrer, explica a Heraldo que “tras un detenido análisis” van a “exigir a la sociedad organizadora que cambie el nombre del curso por ‘Cuidados complementarios del paciente oncológico con homeopatía’” y que su organización “no se va a hacer eco de las conclusiones que de ese congreso resulten”. Ferrer indica que “si bien un tratamiento homeopático no puede sustituir en ningún caso los métodos científicamente probados, dentro del mundo sanitario sí se admite algún tipo de tratamiento relacionado con determinados síntomas”, poniendo como ejemplo los que tratan “los vómitos derivados de tratamientos tan agresivos” como la quimioterapia. En cualquier caso, la presidenta del Colegio considera obligatorio “avisar al paciente oncológico de que no son tratamientos sustitutivos y que nunca será el tratamiento de base de una terapia”.

Fuentes de la delegación zaragozana de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) mostraban su sorpresa y rechazo hacia la organización de este acto formativo en la sede de la organización colegial: “La Medicina debe tener siempre un respaldo científico. Si no lo tiene, para nosotros el tratamiento no es válido”. Sobre la homeopatía, desde la AECC se considera que “es un asunto muy polémico que, de hecho, se va a abordar junto a otras terapias alternativas en el próximo congreso nacional que celebraremos en Zaragoza a finales de año”. Estas mismas fuentes recomiendan que “si un paciente quiere recurrir a la homeopatía o a otras terapias, debe consultar antes siempre a su oncólogo, porque puede interferir en los tratamientos que éste le haya prescrito”.

La AECC a nivel nacional es aún más tajante: “La medicina alternativa que promueve el empleo de terapias de eficacia no probada científicamente sustituyendo a los tratamientos oncológicos convencionales puede ser altamente perjudicial para los pacientes de cáncer y, por ello su uso se desaconseja con rotundidad. Todos los tratamientos incluidos en los sistemas médicos (homeopatía, acupuntura, naturopatía, medicina ayurvédica, medicina tradicional china...) no han mostrado ser efectivos como terapia en ninguna patología oncológica, ni en los síntomas derivados de los tratamientos convencionales”.

El curso del próximo mes de octubre será impartido por Jean Lionel Bagot, un ciudadano francés que según la página web de la Sociedad Española de Medicina Homeopática se trata de un “diplomado en Oncología Clínica”. Bagot es “especialista en cuidados de apoyo al paciente oncológico, precursor en ese campo y fundador en el año 2006 de la primera consulta de este tipo en el ámbito hospitalario”. Es también “presidente de la Sociedad Homeopática del este de Francia” y de otras organizaciones médicas oncológicas. Tiene una consulta particular y trabaja también en el grupo hospitalario Saint Vicent de Estrasburgo.

El simposio aborda “las principales indicaciones de la homeopatía en la oncología a lo largo de las diferentes etapas de la enfermedad: el momento del anuncio de la enfermedad, la intervención quirúrgica, quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia y postratamiento”. En la descripción del curso, la asociación impulsora asegura que “la homeopatía tiene su lugar en el acompañamiento de los efectos secundarios y en la mejora de la calidad de vida del paciente. Permite acompañar las diferentes etapas de la enfermedad, adaptándose a las reacciones y a los síntomas de cada paciente de manera global y personalizada”. La asistencia tiene un precio de 85 euros para los miembros de las distintas sociedades y asociaciones homeopáticas españolas y de 95 euros para los profesionales ajenos a éstas.

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8. Por una sanidad pública sin pseudoterapias.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

Reproducimos a continuación el artículo de opinión publicado en el diario regional español Levante-EMV y firmado por Miquel Rovira, gerente del Departamento de Salud de La Plana (Villarreal, Castellón).

El 8 de abril de 1934, el profesor Gregorio Marañón, en su discurso de entrada en la Real Academia Española afirmaba que «toda la historia del progreso humano se puede reducir a la de la lucha de la ciencia contra la superstición: esto es, a la substitución de la fe en el absurdo, típica del hombre primitivo, por la fe en las cosas demostrables mediante el raciocinio o la experimentación».

Marañón no sólo fue un prestigioso médico, era también un gran humanista, un heredero del pensamiento de la Ilustración. Esa Ilustración que en el siglo XVIII combatió el absolutismo político, el pensamiento mágico y el fanatismo religioso. Esa Ilustración que abrió el camino a las revoluciones democráticas bajo los valores de libertad, igualdad y fraternidad que son comunes a toda ideología progresista.

Las luces de la Ilustración fueron decisivas para encaminar a la medicina por la senda del pensamiento racional y el método científico, levantándola del estéril período de las prácticas empírico-creenciales en el que permanecía sumida desde la antigüedad más remota. Nombres como los de Rudolph Virchow, Claude Bernard, Luis Pasteur, Roberto Koch o Santiago Ramón y Cajal, entre otros muchos, hicieron posibles los primeros avances de la medicina científica que, desde entonces, han permitido logros cada vez más espectaculares en la lucha contra la enfermedad.

Pero tantos siglos de pensamiento mágico son difíciles de erradicar de la conciencia social. Nuestra mente no es muy diferente a la del cazador prehistórico que pintaba bisontes en las paredes de sus cuevas. Por ello no es sorprendente que, pese a los innegables avances de la medicina científica persistan prácticas pseudocurativas, que no tienen otro fundamento que las creencias irracionales o la mera especulación.

Una de las pseudoterapias más populares, aunque no la única, es la homeopatía, inventada en 1796 por Samuel Hahnemann. Sin más apoyo que sus propias especulaciones, Hahnemann proclamó el principio de que lo similar cura lo similar (o «similia similibus curantur», los homeópatas recurren constantemente al latín para procurarse un aura de respetabilidad). Así, para curar la rinitis los homeópatas prescriben alium cepa (cebolla), para curar la diarrea excrementum canium (caca de perro) y para disminuir la sensación de opresión o ahogo fragmentos diluidos del Muro de Berlín.

Además, defienden contra toda lógica que el efecto se multiplica a medida que se diluye el pretendido remedio homeopático, de forma que al final solo queden presentes cantidades infinitesimales de principio activo. Incluso el número de diluciones puede alcanzar tal grado que no quede ni una molécula de la sustancia original. Por poner un ejemplo gráfico: una dilución utilizada frecuentemente en homeopatía es la 30 CH. Esto equivale a diluir el producto original en una parte entre 100 y repetir la dilución 30 veces. La concentración final equivale a diluir una molécula en una esfera de agua de 150 millones de kilómetros (la distancia entre la Tierra y el Sol) de forma que es prácticamente imposible que se pueda encontrar una sola molécula de principio activo.

Ante esta objeción, los homeópatas recurren de nuevo al pensamiento mágico invocando una supuesta memoria del agua, carente del menor fundamento científico. Es verdaderamente sorprendente que tal cúmulo de disparates pueda ser defendido por alguien que se proclame médico.

Desde la modestia y la prudencia que exige la provisionalidad del conocimiento científico, hay que afirmar, ante los que defienden la existencia de supuestas medicinas alternativas, que no hay alternativas aceptables a la medicina basada en el método científico. La alternativa a la ciencia y al pensamiento racional tiene un nombre: superstición. A los que prescriben pseudoterapias para tratar cualquier enfermedad hay que decirles que cometen un engaño. A los que inducen a enfermos graves potencialmente curables a abandonar un tratamiento eficaz para sustituirlo por una pseudoterapia hay que denunciarlos porque cometen un acto criminal.

A los profesionales sanitarios y a las autoridades sanitarias incumbe el deber ético y profesional de defender una medicina basada en las mejores evidencias científicas, sin olvidar la dignidad del paciente y el aspecto humano de la asistencia. Por ello debemos felicitarnos del paso valiente que en este sentido ha dado la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública para desterrar las pseudoterapias de la sanidad pública valenciana.

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9. México: organizadores de un congreso de homeopatía advierten sobre los “falsos homeópatas”.

FUENTE: Varios medios

 

 

Durante la XXII Reunión de Grupos Foráneos de Homeopatía de México, decenas de especialistas visitaron a primeros de agosto el municipio de San Juan del Río (Querétaro, México), con el objetivo de actualizar los métodos de aplicación de la medicina alternativa, tal como informa Xitlali Isela Pérez Cruz en Rotativo. Rene Torres García, integrante del Consejo Nacional de médicos homeópatas, aseguró que durante las ponencias y las actividades se pretende mejorar las prácticas a nivel nacional, debido a los conflictos sociales que se presentan diariamente.

Asimismo añadió que la reunión se ha realizado de manera anual, para complementar y ampliar los conocimientos adquiridos con los pacientes, al asegurar que las principales enfermedades que se atienden son la hipertensión, diabetes y artritis reumatoide. Expresó que actualmente las ciudades con mayor concentración de especialistas son la Ciudad de México, Oaxaca, Nuevo León, Baja California y Jalisco. “Nosotros vemos la enfermedad desde otro punto de vista más amplio... El gremio de homeopáticos es poco pero bueno, el objetivo es seguir trabajando en el perfeccionamiento del médico; el médico jamás acaba de estudiar y siempre estamos perfeccionando el trabajo”, indicó.

Por su parte, Agustín Jaime Hernández López, coordinador nacional del congreso, indicó que a la par de este evento se realiza una convención con pacientes interesados en conocer más sobre la homeopatía, ya que es una alternativa viable para atender cualquier enfermedad. “Pensábamos que podían venir más de 70 médicos pero llegaron más de 100, son tres temas importantes, el primero es homeopática y vitalismo, el método de cómo curamos y se abordarán temas libre”, apuntó.

Además, Hernández López también advirtió de la presencia de falsos homeópatas en el municipio de San Juan del Río y Tequisquiapan, después de un par de casos de este tipo detectados, y por ello llamó a la ciudadanía a estar atenta al momento de solicitar servicio médico homeopático. Lo leemos en El Sol de San Juan del Río, en un artículo firmado por Rosalía Nieves.

Indicó que en ambos municipios se tienen identificados a los que denomina este gremio como “chocheros”, que ofrecen servicio médico homeópata sin documentación profesional que los avale, por ello, la importancia de que la ciudadanía al momento de acudir a solicitar consulta médica, exija el título profesional del médico tratante, con la finalidad de evitar poner en riesgo su salud, pues la falta de conocimientos profesionales y de la medicina homeopática podría poner en riesgo la salud de los usuarios.

“Tenemos un Colegio que sesionamos con regularidad en la capital queretana y San Juan del Río, estamos registrados como 30 médicos homeopáticos oficialmente, en relación a nuestra agrupación, hay gente que hace una homeopatía que nosotros no consideramos, son chocheros, por ejemplo prácticas que nosotros no estamos de acuerdo con eso, porque en primer lugar están usurpando una profesión y en segunda están poniendo en riesgo la salud de la población, mucha gente tiene la idea de que si no te curan, no te hace daño, claro que puede hacer daño, si no son médicos y no hacen un diagnóstico correcto de una apendicitis o neumonía y le dan chochitos, pues resulta que el paciente se puede morir”.

Hernández López aprovechó para solicitar el apoyo de la Secretaría de Salud del Estado de Querétaro (Seseq) y efectuar un operativo de revisión e inspección de las farmacias y negocios con este giro, a fin de evitar riesgo en la salud de la población, por personas que se ostentan como médicos homeópatas, ya que con la carencia de documento profesional continúan operando en los municipios señalados.

“No están haciendo un diagnóstico correcto, no toman las medidas adecuadas, entonces tiene que ser médico el que sea homeópata formado en cualquier escuela de medicina y tener una especialidad, cuando vayan a médico que busquen el título profesional, que avale a ese profesional, tiene que tener su título visible de una universidad, por ejemplo, hay uno que se ostenta como homeópata, era hijo de un homeópata, era taxista, murió su papá y él se quedó con el negocio y receta chochos, le decimos chochos, porque no es un médico”.

Agregó que es común detectar a las personas que se ostentan como profesionales de medicina homeopática, ya que a través de un mostrador realizan la venta de este tipo de productos, pero con la carencia de conocimientos profesionales propiciando posible riesgo en la salud de la población. “A veces en las farmacias por ejemplo recetan en mostrador, eso no es correcto, la persona por vender le revuelve medicamentos y lo receta, y eso no tiene seriedad, eso es irresponsable para la salud de los pacientes”, concluyó.

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10. La hidrocolonterapia del doctor Rafael Torres, una de las propuestas peligrosas.

FUENTE: El Español

 

 

Rafael Torres es consejero del Colegio de Médicos de Valencia. Ofrece en su clínica técnicas como la hidrocolonterapia, que consiste en introducir agua por el ano a través de una manguera. No tiene ninguna base científica. En una conversación telefónica, recomienda a un afectado por VIH inyecciones de ozono por vía anal. En junio de 2017 organizó un congreso de terapias alternativas en el que se incluyó a la ministra de Sanidad y a la consellera de Sanidad valenciana en el Comité de honor sin su consentimiento. Lo cuenta Brais Cedeira en El Español.

El caso concreto de un enfermo

En junio del pasado 2016, un hombre cuya identidad debemos preservar, y a quien acababan de diagnosticarle el VIH, llamó a la clínica del médico Rafael Torres, ubicada en el centro de Valencia. Le telefoneó pidiéndole consejo, pues necesitaba preguntar por alguno de los remedios que él oferta en su centro. Pseudoterapias como la ozonoterapia o la hidroterapia de colon, ambas sin validez científica alguna salieron a la palestra en aquella conversación. Durante la conversación telefónica, en poder de El Español, el médico insta al enfermo a que acuda a su centro, que ambas son “terapias válidas”, que pueden funcionar. En concreto, sugiere insuflar ozono en el intestino. A un paciente de VIH.

-Hola, ¿Rafael?

-Sí, soy yo.

-Hola, había estado mirando por internet. Como le comenté a su secretaria, hace poco fui diagnosticado como VIH positivo.

-Tú haces una vida muy normal, ¿no?

-Sí, sí, hago vida normal.

-Y no tienes ninguna sintomatología.

-Ninguna.

-Es mucho mejor cuando esto se sabe estando en un buen estado inmunológico porque se pueden hacer muchas cosas. Cuando vienes aquí, yo te estudio y veo cuál es tu situación actual. Y con arreglo a las cosas que vemos, vemos qué podemos hacer. El sistema inmune está en el intestino en un 80 por ciento. Lógicamente, se trata de esto. Por supuesto, cuidamos mucho, protegemos muy bien el hígado para que no haya ningún efecto secundario.

-Había leído también acerca de la ozonoterapia…

-La ozonoterapia se puede hacer, pero depende para qué la queramos hacer. Se puede encontrar que se tengan cándidas (la candidiasis intestinal es una infección fúngica que se puede hallar en la flora intestinal de personas con deficiencia inmunológica, como los pacientes de SIDA o cáncer. Las cándidas son un grupo de levaduras que tiene mucha presencia en la piel y en otras partes del cuerpo, o en el intestino, pero su presencia está limitada por el sistema inmune y otras bacterias. Su presencia es normal y no tiene por qué ser sinónimo de enfermedad). Ahí sí que daría ozono porque va fenomenal para eso. ¿Tú has visto mi página web?

-Sí, sí, le he echado un ojo.

-Bueno, pues primero haríamos un estudio linfocitario para ver si está muy afectado o no. Hago una electroacupuntura de Voll, una técnica alemana que por medio de la acupuntura… Lo básico es hacerte esa primera historia y veo cuál es tu situación. A partir de ahí puedo hacerte varias cosas a nivel de plantas, de hongos…

-Estoy un poco preocupado porque busco información por internet. No sé exactamente, he visto que este tipo de tratamientos, como la ozonoterapia o las terapias cuánticas

-Hay muchas cosas. Yo hago varias, lo que pasa que me adapto a cada persona. Todas esas terapias, bien hechas, ayudan bastante a subir el sistema inmune. El método de medicina actual ha avanzado mucho. (…) Sin ser pedante, creo que ahí soy un punto de referencia.

Rafael Torres no es un médico cualquiera. Es Consejero del Colegio de Médicos de Valencia. También presidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas. Además, lleva años promoviendo terapias sin base científica alguna como la hidroterapia de colon. Hidroterapia de colon puede sonar a algo cuya terminología resulta de lo más profesional. Sin embargo, significa, simple y llanamente, asegurar que se cura introduciendo agua por el recto. Y lo recomienda para diferentes enfermedades o dolencias.

La lucha en Valencia contra la homeopatía

La Generalitat Valenciana se puso el mes de julio en pie de guerra contra las pseudociencias. Carmen Montón, consellera de Sanidad de la comunidad, se reunió con profesionales de los distintos colegios de médicos, con la Federación de Municipios y Provincias, con la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) y los colegios de médicos de Alicante y Castellón. El objetivo, exhibir y definir sus intenciones: recordar que la homeopatía está excluida de los servicios del Sistema Nacional de Salud. Hubo, según testigos presenciales que formaron parte de esa reunión, un sonado ausente en la cita: no estuvo allí ningún representante del Colegio de Médicos de Valencia.

Anunció, además, distintas medidas en contra de prácticas pseudocientíficas. Una de ellas es la prohibición de promover o publicitar en centros sanitarios públicos prácticas como la medicina naturista, la naturopatía, la acupuntura, la aromaterapia, el yoga o el reiki. Todas ellas carecen de base científica. Montón no se queda ahí. Ha enviado, además, una carta al Ministerio de Sanidad, cartera dirigida por Dolors Montserrat, en la que exige que se le retire a la homeopatía el reconocimiento como medicamento. La revolución valenciana alcanzará también a la que será la nueva televisión de la comunidad. Àpunt no podrá, de la misma manera, defender ni apoyar estas y otras terapias sin base científica alguna.

Tres días después de esta reunión, Carmen Montón lo confirmó en conversación directa con El Español. “Queremos garantizar que todo lo que sucede en el ámbito de la sanidad pública está avalado por la ciencia. La ciudadanía no tiene por qué ser experta en farmacia. Tiene que tener la tranquilidad de que todo lo que se le va a recomendar tiene una evidencia científica detrás. La ciudadanía tiene derecho a una información objetiva sobre la eficacia y la seguridad de los tratamientos que utiliza”. Sin embargo, en Valencia, el gremio de la medicina parece tener, en parte, el problema inserto en el seno de las instituciones sanitarias. En otras palabras: el enemigo está dentro de casa. Y no parece que tenga ninguna intención de marcharse.

Infiltración de pseudoterapias

Desde la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) aseguran que, dentro de la organización colegiada, hay más de cincuenta colegiados ofreciendo esas prácticas alternativas: biomagnetismo, terapia cuántica, homeopatía, hidroterapia de colon, terapia ortomolecular… Eso sí, no todas están al mismo nivel. Esta denuncia la hicieron patente el año pasado al enviar una carta al propio Colegio de Médicos de Valencia acompañada de un listado con 56 nombres acompañados de sus respectivas páginas web en las que queda patente la defensa que cada uno de ellos hace sobre tal o cual pseudoterapia.

Algunos ejemplos son de lo más llamativo. Está, por un lado, el doctor Fernando Iturralde, quien argumenta que es capaz de tratar la Hepatitis C, el lupus o la bronquitis con imanes. O el doctor Antonio Marco Chover, quien está convencido de poder “tratar el autismo con terapia ortomolecular”. O Daniel Gabriel, “que promete estimular la fertilidad y tratar el asma con acupuntura o frenar el avance de la esclerosis múltiple con auriculoterapia”. Dice también usar la auriculoterapia para tratar la esclerosis múltiple, el ELA o el Alzhéimer. Un sinfín de posibilidades pseudocientíficas sin demostrar.

Dentro de este mundillo de homeopatía, pseudoterapias y naturópatas al margen de la medicina, uno de los más conocidos es Rafael Torres. “Hay profesionales que hacen prácticas que no están respaldadas por la evidencia científica, incluso algunas se podrían calificar de mala praxis”. Lo dice Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médica Colegial. El problema en la sanidad valenciana con las pseudoterapias y la homeopatía no es que llamen a la puerta y pidan paso. Es que llevan años instaladas dentro del propio sistema.

Quién es Rafael Torres

La clínica del doctor se encuentra en el centro de Valencia. Se trata del centro Taos, que lleva 32 años ofreciendo toda clase de remedios relacionados con las pseudoterapias. Promulgan abiertamente remedios denunciados recientemente por la Organización Médica Colegial como la acupuntura, la homeopatía o la ozonoterapia. No se esconden. “En nuestra consulta consideramos al ser humano en todas sus dimensiones: física, psíquica y espiritual, y pensamos que no hay enfermedades sino enfermos. Desde la Medicina Naturista, la Acupuntura y la Homeopatía, como una Medicina Integrativa, se puede contribuir eficazmente a que se mantenga o se recupere la salud a la vez que desarrollar una medicina preventiva”.

Una vez comprobada la llamada del paciente de VIH a quien el naturópata recomienda sus métodos, intentamos comprobarlo por nosotros mismos. La hidrocolonterapia parece valer, según el equipo del propio Torres trata de argumentar, para más cosas. Aunque, básicamente, va de lo que va: Torres asegura que 'cura' metiendo agua por el culo con una manguera.

-Hola, ¿es la consulta de Rafael Torres? Te cuento un poco mi caso. Llevo unos meses con dolor abdominal. El médico me ha recomendado que modere el consumo de carne porque tengo problemas estomacales. Él me ha dicho que puede que me esté intoxicando. He estado buscando y se ve que vosotros ofrecéis algún servicio para esto.

-Ofrecemos medicina naturista y tenemos técnicas personalizadas. Lo único que no tengo disponibilidad para verte en una primera visita. No te podemos ver ya hasta septiembre porque has llamado justo en un momento malo. Atendemos lunes y ya cerramos la consulta hasta septiembre.

- Es que ahí igual ustedes me podían ayudar con el tema de la hidro…

-Sí, la hidrocolonterapia. Sí, él igual no lo realiza aquí, lo hace en otra clínica y lo hace él pero ahora cerramos de vacaciones.

-Una cosa, para que me haga una idea. ¿Cuánto puede valerme? ¿Qué riesgo tiene?

-Te recomendaría que vinieras primero aquí. Donde él tiene la consulta. Las primeras valen 80 euros. A partir de ahí, baja a la mitad, 40. ‘Hidrocolon’ son 80 cada sesión. Pero eso no se hace aquí, te valora él si es necesario y cuántas veces es necesario hacerlo. Igual dos o tres sesiones es lo normal.

-¿Y cuánto duran?

-Unos 45 minutos cada sesión de ‘hidrocolon’. Él lleva la clínica y el único doctor que atiende aquí. Te daríamos una primera cita, él te valora y ya veríamos a partir de ahí.

Los riesgos de la hidrocolonterapia

Según la página web de Torres, la hidrocolonterapia que él publicita se justifica porque “ya hace más de 3500 años los terapeutas egipcios describieron con todo detalle en sus papiros la terapia del colon en forma de enemas”.

Torres y sus adláteres aseguran que sirve para paliar: “Diarreas (asociadas a antibióticos, rotavirus y clostridium difficile) síndrome de intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal, estreñimiento, infección vaginal, prevención de enfermedades atópicas y eccemas, obesidad”. Fernando Cervera es biólogo y miembro de la Junta Directiva de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas. Con ellos se reunió la consellera de sanidad valenciana la semana pasada para comentar la erradicación de la homeopatía y las pseudociencias en la región. Él explica en qué consiste esta técnica. “Se inserta una manguera a través del ano mientras una aspiradora recoge el agua sucia procedente del recto. Ten en cuenta que en cada sesión se suelen movilizar dentro del recto del paciente en torno a unos 70 litros de agua. Es importante decir que no hay ningún ensayo clínico que respalde algún uso terapéutico de esta práctica”.

También la Organización Médica Colegial se ha pronunciado ante El Español al mencionar la pseudoterapia. Tanto ésta como Rafael Torres están incluidos en el listado de páginas webs que promueven terapias sin base científica que remitirán a Fiscalía y al Ministerio de Sanidad al comienzo del curso próximo.

Alertan, además, del riesgo de esta pseudoterapia promovida por Torres, cuya voz es de las más importantes en el Colegio de Médicos de Valencia: “La hidroterapia del colon puede ser muy peligrosa, especialmente si se tienen antecedentes de enfermedad gastrointestinal (diverticulitis, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa) o antecedentes de cirugía de colon, hemorroides severas, enfermedad renal o enfermedad cardíaca. No es inocua y también se acompaña de efectos secundarios como vómitos, diarrea, mareos, deshidratación, anomalías electrolíticas, insuficiencia renal aguda, pancreatitis, perforación intestinal, insuficiencia cardiaca e infección. No existen estudios que demuestren ningún efecto beneficioso para el organismo. La comunidad científica y los especialistas de gastroenterología no lo admiten como método terapéutico”, advierten desde el alto organismo.

Naturismo, homeopatía...

Torres atesora en su poder distintos títulos médicos, buena parte de ellos relacionados con la homeopatía que ahora va a ser prohibida en Valencia por carecer de base científica. Es doctor por la Universidad de Valencia en 2001. Se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Valencia en 1982. En 2005, el Colegio Oficial de Médicos de Valencia le acreditó en Medicina Naturista, Acupuntura, Homeopatía y Medicina Estética.

Hasta el año pasado, Torres, uno de los ejemplos de los homeópatas incrustados en la sanidad valenciana, era director del Máster de Postgrado en Medicina Naturista, Acupuntura y Homeopatía de la Universidad de Valencia. El Colegio de Médicos de Valencia llevaba una década organizándolo. La matrícula costaba 3.000 euros a cada alumno; unos 20 lo elegían cada año. Pero en este nuevo curso, el máster se anuló en el que iba a ser su décimo aniversario. Rafael Torres y otros defensores de las pseudoterapias se encuentran en la hora más baja, y uno de los puntos clave tiene que ver con los congresos que organizan desde la Asociación Española de Medicina Naturista, que él mismo preside.

Este mismo año, los días 2 y 3 de junio, el Colegio de Médicos de Valencia celebró en su sede el ciclo de conferencias “La Medicina Integrativa en las enfermedades crónicas”. En la parte superior del folleto figuran, en la presidencia de honor del evento, la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y la consellera de sanidad de Valencia, Carmen Montón. Están ahí sin su consentimiento. Fue, digamos, la gota que colmó el vaso. Desde el equipo de Montón se envió una carta interna a los organizadores del evento para que, en sucesivas ocasiones, no vuelva a aparecer el nombre de la consellera sin su consentimiento en eventos relacionados con la difusión de la homeopatía. La ministra de Sanidad no se ha pronunciado todavía al respecto.

¿Qué dice la ley sobre la homeopatía?

Ahora Valencia se pone en marcha, con la ley en la mano, contra quienes promueven la homeopatía y sus derivados. “Con el Código Penal en la mano, el 282, de publicidad falsa”, explica Fernando Frías, abogado especializado en temas de biología, salud y pseudoterapias. La ley en la mano porque, en concreto, hay otro artículo que respalda esta lucha. Es el 361, que dice lo siguiente:

“El que fabrique, importe, exporte, suministre, intermedie, comercialice, ofrezca o ponga en el mercado, o almacene con estas finalidades, medicamentos, incluidos los de uso humano y veterinario, así como los medicamentos en investigación, que carezcan de la necesaria autorización exigida por la ley, o productos sanitarios que no dispongan de los documentos de conformidad exigidos por las disposiciones de carácter general, o que estuvieran deteriorados, caducados o incumplieran las exigencias técnicas relativas a su composición, estabilidad y eficacia, y con ello se genere un riesgo para la vida o la salud de las personas, será castigado con una pena de prisión de seis meses a tres años, multa de seis a doce meses e inhabilitación especial para profesión u oficio de seis meses a tres años”.

No queda ahí la cosa. El Real Decreto 1907/1996 del 2 de agosto, sobre publicidad y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria, asegura en su página 24324, en el artículo 4. 16, que “está prohibida cualquier clase de publicidad o promoción directa o indirecta, masiva o individualizada, de productos, materiales, sustancias, energías o métodos con pretendida finalidad sanitaria, cuando atribuyan efectos preventivos o terapéuticos específicos a sustancias que no están respaldados por suficientes pruebas técnicas o científicas acreditadas”. Lo dicho. Valencia tiene armas y razones contra la homeopatía y pseudoterapias como las que promueven Rafael Torres y otros. Sobre todo, por si les da por fijarse y advertir que hace años que se les acomodaron en el sofá, poniendo, metafóricamente hablando, los pies encima de la mesa.

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