Francisco \ Viajes Apostólicos

La visita del Papa es una bendición de paz y esperanza

RV | 10/09/2017 | De nuestra enviada especial a Colombia, Griselda Mutual


 

 

"En mi corazón hay mucha esperanza y mucho futuro positivo para nuestro barrio y nuestras familias". La hermana Blanca Nubia López es la directora y el alma mater de la Obra Talita Qum para niñas en situación de vulnerabilidad. Religiosa de la congregación de las Hermanas de la Caridad del Buen Pastor, una congregación fundada en el 1835 que lleva 64 años trabajando en la comunidad de Cartagena con niñas adolescentes y en contexto de prostitución, es enviada como congregación a trabajar en la ciudad de Cartagena.

Cuando cuatro años atrás la congregación dice no poder continuar con el trabajo de niñas y adolescentes debido a la carencia de recursos y de personal, la religiosa, que conoce profundamente el contexto social de la ciudad, insiste en permanecer en allí para poder continuar con su misión.

"Gracias a Dios por mi congregación y por mi provincia, por tomar esta decisión, por aceptar que continuara y asumiera esta obra con todo el apoyo de la parroquia de San Francisco" expresa ante nuestros micrófonos:

La historia de la Obra Talita Qum

Tras la asunción de la obra con el apoyo de la parroquia de San Francisco, la arquidiócesis de Cartagena propone asumir esta obra desde la arquidiócesis: "mi corazón entonces se ensancha de inmensa alegría porque la obra se ensancha", dice la hermana Blanca. "Como dice mi fundadora, extendamos al Buen Pastor en las comunidades en donde hace falta la presencia de la misericordia y la ternura del amor del Buen Pastor".

Con la arquidiócesis de Cartagena en la cabeza de Monseñor Carvajal, la obra se empieza a extender. En este momento atiende a 70 niñas, pero la hermana Blanca proyecta que dentro de unos cinco o seis años ya no serán setenta, sino que podrá hablarse de quinientas o seiscientas niñas de los márgenes de la ciudad de Cartagena, "una ciudad amurallada con murallas construidas por los esclavos que venían de África, que hoy en día embellecen la ciudad cartagenera y que es la parte llamativa de la ciudad" pero que hoy "está rodeada de muchas murallas invisibles en donde los rostros de los pobres y marginados y los sin techo, no se ven".

Los rostros invisibles de los pobres y de los marginados

La intensa labor que realiza esta mujer valiente, junto a voluntarias y personas de buena voluntad, con el acompañamiento de la parroquia San Francisco de Asís y el apoyo de archidiócesis, está destinado a dignificar, rescatar y hacer visible los rostros de los niños, niñas y adolescentes, que, textuales palabras de religiosa "se nos pierden por el tráfico de personas, utilizados para el comercio sexual". Son "niños y niñas en situación de vulnerabilidad, no escolarizados, con el peligro de caer en la droga y en las pandillas".

"Santa María dice que la Iglesia es el navío de la congregación, y podemos ver como Dios está bendiciendo esta obra de una manera tan especial y tan visible en la presencia del Santo padre".

Tal como explica la hermana Blanca, la obra en este momento atiende setenta niñas del barrio San Francisco y del barrio la María de entre los nueve años hasta el su ingreso a la universidad. "La mayor tiene 17 años y está estudiando inglés en el Colombo. Es una bendición grandísima del cielo tener un rostro visible del testimonio de vida de nuestros niños, adolescentes y sus familias, - dice - porque el trabajo no sólo es con las niñas, sino también con las familias, porque de otro modo no tendría sentido".

El programa de la obra

"Vamos a los corazones de las familias, de los barrios, no nos da miedo meternos en las situaciones de barrios tan difíciles". "Como buenos pastores enviadas por la Iglesia, recorremos estos lugares sin temor y sin temblor, porque sabemos que el Pastor es bueno y está con nosotras".

El programa Talita Qum brinda formación integral a las niñas y adolescentes, su eje transversal es el anuncio del Evangelio y el fortalecimiento de los valores. Se acompaña a las niñas en las tareas escolares, en reuniones en el trabajo, con las familias en encuentros para padres y madres, y también en aquellos sólo para hombres, para hacer sí que ellos "se comprometan y se den cuenta que tienen una responsabilidad muy grande con sus hijas o hijastras".

El significado de la visita para Talita Qum y para la comunidad

La atención que el Santo Padre ha puesto en este esfuerzo adquiere diversos significados según la religiosa:

"Significa fortalecer la paz de la que tanto venimos hablando y negociando en Colombia con los grupos que están al margen de la ley, porque también en nuestros barrios se ha sentido esta violencia con las pandillas juveniles, y en ese sentido, el mensaje del Santo Padre es esperanzador para nuestros jóvenes. De manera especial, para traer paz a nuestro barrio y visibilizarlo, porque no es tenido en cuenta por el gobierno. La gente no viene a nuestro barrio San Francisco porque le da miedo por la inseguridad que hay. En cambio ahora, con la visita del Papa, todo el mundo quiere llegar, lo que demuestra que el Papa Francisco trae consigo cosas hermosas y demuestra que hay que apostarle al proyecto de vida, a los proyectos de los niños, de las mujeres, de los jóvenes. Asimismo la visita es esperanzadora, a la vez que es un llamado a la paz y a la reconciliación, porque tenemos familias divididas que necesitan reconciliarse con Dios. En mi corazón hay mucha esperanza y mucho futuro positivo para nuestro barrio y nuestras familias.

La señora Lorenza Pérez que visitó el Papa, es una mujer líder del barrio de San Francisco, uno de lugares en donde se vive más la violencia en el sector. Tiene 70 años y lleva 17 años atendiendo en el comedor a todos estos niños de escasos recursos y, de manera muy especial, al comedor donde se alimentan las niñas del programa Talita Qum. Se eligió a la señora Lorenza precisamente porque ella se ocupa del comedor de las niñas y por ser una mujer lideresa que sin tener recursos, es más, es una mujer de recursos muy escasos, es capaz de apostar por la responsabilidad social, por las personas más necesitadas.