Vaticano
En el libro “No te olvides de los pobres. Notas para apuntalar el giro social de la Iglesia”

José Luis Segovia califica los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI de “neoconservadores” y “ralentizadores del Concilio”

Es vicario de Pastoral Social e Innovación, y su nombre ha sido citado como posible nuevo obispo auxiliar de Madrid

 

En las últimas semanas, el nombre José Luis Segovia Bernabé, vicario episcopal de la diócesis de Madrid, ha adquirido un destacado protagonismo público, no solo por su relación directa y frecuente con la alcaldesa Manuela Carmena y su entorno político, sino sobre todo porque figura en lugar destacado en las quinielas para nombrar nuevo obispo auxiliar de Madrid.


 

 

La proliferación de informes sobre este sacerdote candidato a obispo auxiliar de Madrid –a los que ha tenido acceso Religión Confidencial-, inciden en su pensamiento, reflejado, entre otros escritos, en su reciente libro, “No te olvides de los pobres. Notas para apuntalar el giro social de la Iglesia”, editado por Sal Terrae y redactado con Luis A. Aranguren Gonzalo.

 

Juan Pablo II y Benedicto XVI

En el citado libro son reiteradas las referencias a los pontificados de Juan Pablo II, y Benedicto XVI, calificados con adjetivos como “neoconservador”, “reduccionista” y “restauracionista”, añadiendo que han supuesto “una verdadera ralentización del proceso de renovación iniciado después del Concilio Vaticano II”.

“En resumen, si miramos de dónde venimos y dónde estamos –escriben-, podríamos afirmar lo siguiente: la Iglesia del repliegue neoconservador de la era de Juan Pablo II y Benedicto XVI ha puesto el acento en los males de la cultura de nuestro tiempo: lo que eclipsa el rostro de Dios es que no se hable de Él, el relativismo moral, la secularización. Por su parte, la llegada del Papa Francisco ha supuesto un giro pastoral y estratégico: lo que eclipsa el rostro de Dios, fundamentalmente, es el sufrimiento visible, la injusticia de nuestro mundo”.

En otro momento señalan: “Nos interesa destacar el periodo que ocupan los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Son casi 35 años (1978-2013) de la vida de la Iglesia que suponen una verdadera ralentización del proceso de renovación iniciado inmediatamente después de la celebración de Concilio”.

 

La Iglesia en España

El diagnóstico que hacen sobre la historia de la Iglesia en España se puede sintetizar en este párrafo: “En España, la Iglesia militante de los años 70 se desfondó en un activismo apresurado que vivió los excesos del enfrentamiento con el restauracionismo eclesial. La Iglesia confesante de la etapa de Juan Pablo II y Benedicto XVI sufrió de reduccionismo intraeclesial y de arrinconamiento de lo social para los especializados”.

El libro abunda en juicios de valor sobre la actual situación de la Iglesia en su vida pastoral, desde la siguiente perspectiva: “El estudio que presentamos se inscribe en el intento de superar la eclesiastización del cristianismo para hacer posible la indispensable cristianización de la Iglesia, como advierte Juan Martín Velasco”.

 

Liturgia y predicación

Sobre la liturgia, señalan que “es preocupante que la liturgia oficial, con sus formulaciones muchas veces frías, formales y medievales, impidan que el homo liturgicus tome parte activa en el destino del homo technicus”.

Y sobre la predicación afirman que “a pesar del esfuerzo de los predicadores, no se está haciendo eco de la evolución de la teología ni del mundo. En general, se sigue hablando y predicando de paradigmas moralizantes, anticuados, premodernos y desde una interpretación literalista de la Sagrada Escritura. Quizá se explique esta paralización por fijaciones doctrinales que impiden la adecuación a las cambiantes y nuevas circunstancias, así como por el perfil de los “oyentes”.

También abordan otros aspectos como la ideología de género y las relaciones entre Iglesia y Estado.