Servicio diario - 19 de septiembre de 2017


El papa Francisco da nuevo impulso al Instituto Juan Pablo II sobre matrimonio y familia
Sergio Mora

Carta apostólica en forma de Motu Proprio: ‘Summa Familiae Cura’ – Texto completo –
Redacción

Francisco en Sta. Marta: Compasión que se traduzca en obras
Redacción

El Papa nombra a Mons. Taltavull obispo de Mallorca (España)
Redacción

Santa Francisca Cabrini, “una figura singularmente actual” asegura el Santo Padre
Rosa Die Alcolea

La Santa Sede desmiente implicación financiera en el caso Orlandi
Redacción

Sínodo jóvenes 2018: Seminario internacional en Roma sobre la condición juvenil
Redacción

P. Antonio Rivero: “La lógica de Dios es la misericordia”
Antonio Rivero

Beato Francisco de Posadas, 20 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

19/09/2017-12:33
Sergio Mora

El papa Francisco da nuevo impulso al Instituto Juan Pablo II sobre matrimonio y familia

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 Sept. 2017).- El papa Francisco decidió con la Carta apostólica Summa familiae cura, en forma de motu proprio, dada a conocer hoy en el Vaticano, potenciar el “Instituto Juan Pablo II para estudios sobre matrimonio y familia”, transformándolo en “Instituto Pontificio”.

Refiriéndose al Instituto fundado por el Pontífice polaco, Mons. Vincenzo Paglia, gran canciller del mismo, el Papa aseguró: “Los talentos que el papa Juan Pablo II nos ha dejado, ponerlos en un pañuelo bajo tierra era en cierto sentido una traición. Hoy se trata de multiplicarlos”, indicó en la rueda de prensa en el Vaticano, acompañado por Mons. Pierangelo Sequeri, rector del mismo ente.

Añadió que en la base de esta nueva iniciativa “está relanzar la exhortación apostólica Amoris Laetitia, del papa Francisco”, publicada el 19 de marzo de 2016, “la cual nace después de dos sínodos: el del 2014 dedicado a “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” y el del 2015 sobre “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo”.

Mons. Paglia aseguró que con la nueva forma jurídica, de Instituto “pontificio”, el Papa toma en primera persona la responsabilidad de reflexionar sobre la familia y el matrimonio, de manera que todo lo que produjo el Sínodo “encuentre también desde el punto de vista científico las debidas respuestas”.

El gran canciller del Instituto precisó que “no se contempla ningún cambio de consultores o profesores universitarios” si bien “se invitarán a profesores para nuevos cursos”. Y que fue instituida la cátedra ‘Gaudium et spes‘, “de dirección, que puede gestionar diversos recorridos flexibles”. En este caso el punto de interés central, “es el diálogo entre la familia y la Iglesia”.

Se profundizarán diversos temas “de manera que la Amoris Laetitia se vuelva un instrumento pastoral, al lado de las familias y también de las ‘familias heridas’ para que todas puedan redescubrir la Iglesia”. Pero también para “ayudar a los responsables pastorales para que se preparen desde el punto de vista científico. Todo esto significa un desafío enorme”.

“La iglesia en salida –añadió Mons. Paglia– comporta un Instituto en salida, la familia es una institución no solo católica. Por lo tanto estaremos en diálogo con quienes aman a la familia y a la familia humana”. Un diálogo que incluso deberá entablarse con la tradición bizantina, protesta, y con quien no es católico.

El arzobispo señaló por ejemplo que “la ‘historia de la institución familiar’ deberá ser una materia de estudio particularmente importante, baste pensar a lo que sucedió en el Derecho Romano, cuando la Iglesia obligó a dar mayores derecho a las mujeres, y también después del Concilio de Trento”. Señaló que además hay “una relación con la Academia Pontificia de la Vida, porque hay temas que son de carácter científico”.

Al concluir, Mons. Paglia, señaló que el Instituto Juan Pablo II ya tiene sedes en diversos países, entre los cuales España, México, Brasil y Estados Unidos. El Instituto pasa a ser ‘Instituto Pontificio” a partir de la publicación del motu proprio en el diario l’Osservatore Romano.

(Texto completo del Motu Proprio)

 

 

19/09/2017-10:52
Redacción

Carta apostólica en forma de Motu Proprio: ‘Summa Familiae Cura’ – Texto completo –

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 Sept. 2017).- El papa Francisco decidió ampliar el Instituto Juan Pablo II para las ciencia del matrimonio y de la familia, con sede en la universidad lateranense de Roma, con una carta apostólica en forma de ‘motu proprio’, que reproducimos a continuación:

Carta apostólica en forma de Motu Proprio: ‘Summa Familiae Cura”

Que instituye el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las ciencia del matrimonio y de la familia

Animado por la mayor atención a la familia, San Juan Pablo II, como seguimiento del Sínodo de los Obispos de 1980 sobre la familia y de la exhortación apostólica postsinodal Familiaris Consortio de 1981, con la Constitución apostólica Magnum Matrimoniisacramentum confirió una forma jurídica estable al Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia, que opera en la Universidad Pontificia Lateranense. Desde entonces, éste ha desarrollado un proficuo trabajo de profundización teológica y de formación pastoral tanto en su sede central de Roma, como en las secciones extraurbanas, presentes ya en todos los continentes.

Más recientemente, la Iglesia ha dado un paso ulterior en el camino sinodal poniendo nuevamente en el centro de la atención la realidad del matrimonio y la familia, en primer lugar en la Asamblea extraordinaria de 2014, dedicada a “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización” y, después, en la ordinaria de 2015 sobre “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo “. La culminación de este intenso recorrido ha sido la Exhortación apostólica post-sinodal Amoris Laetitia, publicada el 19 de marzo de 2016.

Esta estación sinodal ha llevado a la Iglesia a una renovada conciencia del Evangelio de la familia y de los nuevos desafíos pastorales a los que la comunidad cristiana está llamada a responder. La centralidad de la familia en los caminos de “conversión pastoral”[1] de nuestras comunidades y de “transformación misionera de la Iglesia”[2] requiere que – incluso en el ámbito de la formación académica – en la reflexión sobre el matrimonio y la familia no falten nunca la perspectiva pastoral y la atención a las heridas de la humanidad. Si no se puede llevar a cabo una fecunda profundización de la teología pastoral sin tener en cuenta el peculiar perfil eclesial de la familia[3], por otro lado, no escapa a la misma solicitud pastoral de la Iglesia el valioso aporte del pensamiento y de la reflexión que indagan, del modo más profundo y riguroso, la verdad de la revelación y la sabiduría de la tradición de la fe, con el fin de su mayor inteligencia en el tiempo presente. “El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia. [...] Es sano prestar atención a la realidad concreta, porque «las exigencias y llamadas del Espíritu Santo resuenan también en los acontecimientos mismos de la historia», a través de los cuales «la Iglesia puede ser guiada a una comprensión más profunda del inagotable misterio del matrimonio y de la familia “.[4] El cambio antropológico y cultural, que influye hoy en todos los aspectos de la vida y requiere un enfoque analítico y diversificado, no nos permite limitarnos a prácticas de la pastoral y de la misión que reflejan formas y modelos del pasado. Debemos ser intérpretes conscientes y apasionados de la sabiduría de la fe en un contexto en el que los individuos están menos sostenidos que en el pasado por las estructuras sociales, en su vida afectiva y familiar. Con el límpido propósito de permanecer fieles a las enseñanzas de Cristo debemos, por lo tanto, mirar con intelecto de amor y con sabio realismo, la realidad de la familia, hoy, en toda su complejidad, en sus luces y sombras.[5]

Por estas razones he considerado oportuno ofrecer un nuevo marco jurídico al Instituto Juan Pablo II, para que “la intuición clarividente de San Juan Pablo II, que quiso firmemente esta institución académica, hoy [pueda] ser todavía mejor reconocida y apreciada en su fecundidad y actualidad”[6]. Por lo tanto, he tomado la decisión de instituir un Instituto Teológico para Ciencias del Matrimonio y la Familia, ampliando su campo de interés, sea por las nuevas dimensiones de la tarea pastoral y de la misión eclesial, sea en referencia al desarrollo de las ciencias humanas y de la cultura antropológica en un campo tan fundamental para la cultura de la vida.

ART. 1

Con el presente Motu Proprio instituyo el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para Ciencias del Matrimonio y la Familia,que, vinculada a la Pontificia Universidad Lateranense, suceda, sustituyéndolo al Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia, establecido por la Constitución apostólica Magnum Matrimonii sacramentum, que por lo tanto cesa. Será debido, sin embargo, que la inspiración original que dio origen al cesado Instituto para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia siga fecundando el campo más amplio de compromiso del nuevo Instituto Teológico, contribuyendo eficazmente a que sea plenamente compatible con las exigencias actuales de la misión pastoral de la Iglesia .

ART. 2

El nuevo Instituto será, en el contexto de las instituciones pontificias, un centro académico de referencia, al servicio de la misión de la Iglesia universal, en el campo de las ciencias relacionadas con el matrimonio y la familia y respecto a los temas asociados con la alianza fundamental del hombre y de la mujer para el cuidado y la generación de la creación.

ART. 3

La relación especial del nuevo Instituto Teológico con el ministerio y el magisterio de la Santa Sede se verá respaldada además por la relación privilegiada que establecerá, en las formas que serán mutuamente concordadas, con la Congregación para la Educación Católica, el Pontificio Consejo para los Laicos, la Familia y la Vida y con la Pontificia Academia para la Vida.

ART 4

§ 1 El Pontificio Instituto Teológico, así renovado, adaptará sus estructuras y dispondrá de las herramientas necesarias – cátedras, profesores, programas, personal administrativo – para realizar la misión científica y eclesial que se le asigna.
§ 2 Las autoridades académicas del Instituto Teológico son el Gran Canciller, el Presidente y cl Consejo del Instituto.
§ 3 El Instituto Teológico tiene la facultad de conferir iure proprio a sus alumnos los siguientes títulos académicos: Doctorado en Ciencias sobre el Matrimonio y la Familia; la Licencia en Ciencias sobre el Matrimonio y la Familia; el Diploma en Ciencias sobre el Matrimonio y la Familia.

ART. 5

Lo que establece el presente Motu proprio será profundizado y definido en sus propios estatutos aprobados por la Santa Sede. En particular, se identificarán las formas más adecuadas para promover la cooperación y la confrontación, en los ámbitos de la enseñanza y la investigación, entre las autoridades del Instituto Teológico y las de la Pontificia Universidad Lateranense.

ART. 6

Hasta la aprobación de los nuevos Estatutos, el Instituto Teológico se regirá temporalmente por las normas estatutarias hasta ahora vigentes en el Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, comprendidas la estructuración en secciones y las respectivas normas, en la medida en que no se opongan al presente Motu proprio.
Todo lo deliberado con esta Carta apostólica en forma de Motu proprio, ordeno que se observe en todas sus partes, a pesar de cualquier disposición en contrario, aunque digna de mención especial, y establezco que sea promulgado mediante la publicación en el diario L’Osservatore Romano, entrando en vigor el día de la promulgación, y que se inserte sucesivamente en Acta Apostolicae Sedis.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen María del año 2017, quinto de nuestro Pontificado
[1] Cfr Exhort.ap Evangelii gaudium, 26-32. [2] Cfr Ibd, cap I. [3] Cfr. CONC.ECUM.VAT II, Cost.dogm. Lumen Gentium, 11 [4] Exhort. Apo.postsin. Amoris laetitia, 31; cfr Juan Pablo II Exhort. Apo.postsin. Familiaris consortio 4 [5] Cfr, Exhort. Apo.postsin. Amoris laetitia, 32 [6] Discurso a la comunidad académica del Pontificio Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre Matrimonio y Familia, 27 octubre 2016 L’Osservatore Romano, 28 de octubre 2016 p.8

(Traducción no oficial Press.va)

 

 

19/09/2017-14:38
Redacción

Francisco en Sta. Marta: Compasión que se traduzca en obras

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 Sept. 2017).- El papa Francisco en la misa que celebró hoy en la Casa Santa Marta, invitó a pedirle al Señor la gracia de la compasión al ver tanta gente que sufre, pero no de modo pasivo sino dándole la dignidad que Dios quiere para ellos.

Partiendo del Evangelio de hoy, en el que san Lucas narra la resurrección del hijo de la viuda de Naín por obra de Jesús, el Papa precisó que en el Antiguo Testamento, los más pobres eran las viudas, los huérfanos, los extranjeros y los forasteros.

Explicó así que “la compasión es un sentimiento que involucra, es un sentimiento del corazón, de las entrañas, afecta todo. No es lo mismo que tener pena, o... ‘¡qué lástima, pobre gente!’: no, no es lo mismo. La compasión compromete. Es ‘padecer con’. Esto es la compasión. El Señor se compromete con una viuda y con un huérfano... Pero dime, tú tienes a toda una muchedumbre aquí, ¿por qué no hablas a la gente? Deja... la vida es así... son tragedias que suceden, suceden...”.

“No, para Él era más importante aquella viuda y aquel huérfano muerto, que la muchedumbre a la que le estaba hablando y que lo seguía. ¿Por qué? Porque su corazón, sus vísceras se implicaron. El Señor, con su compasión, se ha interesado en este caso. Tuvo compasión”, dijo.

La compasión significa “acercarse y tocar la realidad. Tocar. No mirarla desde lejos. Tuvo compasión –primera palabra– se acercó, segunda palabra. Después hace el milagro y Jesús no dice: ‘Hasta la próxima, yo prosigo el camino’: no. Toma al muchacho y ¿qué dice? ‘Lo devolvió a su madre’: restituir, la tercera palabra. Jesús hace milagros para devolver, para colocar en su propio lugar a las personas. Y es esto lo que ha hecho con la redención.

Tuvo compasión –Dios tuvo compasión– se acercó a nosotros en su Hijo, y nos restituyó a todos nosotros la dignidad de hijos de Dios. Nos ha recreado a todos”.

El Santo Padre exhortó por ello a “hacer lo mismo”, a seguir el ejemplo de Cristo, acercarse a los necesitados, “no ayudarlos desde lejos, porque hay quien está sucio, no se ducha o huele mal”.

“Muchas veces miramos los telediarios o la primera página de los periódicos, las tragedias... pero mira, en aquel país los niños no tienen qué comer; en aquel país los niños son soldados; en aquel país las mujeres son esclavizadas; en aquel país... oh, ¡cuántas calamidades! Pobre gente... Giro la página y paso a la novela, a la telenovela que viene después. Y esto no es cristiano”.

“Y la pregunta que yo haría ahora, mirándolos a todos, y también a mí mismo: “¿Soy capaz de tener compasión? ¿De rezar? Cuando veo estas cosas, que me las llevan a casa a través de los medios de comunicación... ¿mis entrañas se mueven? ¿Mi corazón padece con aquella gente, siento pena, digo ‘pobre gente’, y así?... Y si uno puede tener compasión, hay que pedir la gracia: ‘¡Señor, dame la gracia de la compasión!’”,

Invitó por ello con la oración de intercesión y con nuestro trabajo de cristianos, a ser capaces de ayudar a la gente que sufre, a que “sea restituida a la sociedad, a la vida de la familia, del trabajo, o sea a la vida cotidiana”.

 

 

19/09/2017-16:04
Redacción

El Papa nombra a Mons. Taltavull obispo de Mallorca (España)

(ZENIT – 19 Sept. 2017).- El papa Francisco ha nombrado obispo de la diócesis de Mallorca (España) a Mons. Sebastiá Taltavull Anglada, hasta ahora obispo auxiliar de Barcelona y al frente de la diócesis de Mallorca como administrador apostólico, desde el 8 de septiembre de 2016.

Comunicado de la Santa Sede con fecha del 19 de septiembre de 2017.

Según informa el Arzobispado de Barcelona, la basílica de la Sagrada Familia acogerá el 19 de noviembre una misa en Acción de gracias por su servicio a la Iglesia que peregrina a Barcelona. El 25 de noviembre está previsto que el obispo electo de Mallorca inicie su ministerio episcopal en la diócesis balear en una misa que se celebrará en la Catedral de Palma de Mallorca.

 

Mons. Sebastiá Taltavull Anglada

Mons. Sebastiá Taltavull Anglada nació en Ciutadella de Menorca (Menorca, Baleares) el 28 de enero de 1948. Se licenció en Teología Dogmática en la Facultad de Teología de Sant Cugat de Barcelona (1970-1972).

Fue ordenado sacerdote en Menorca el 23 de septiembre de 1972, y ha ocupado diversos cargos. De 1972 a 1989, delegado diocesano para la juventud; profesor de Religión en la escuela, rector del santuario de “Nuestra Señora de Monte Toro”, patrona de la diócesis; formador del Seminario Mayor; secretario del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores.

En 1989 fue nombrado vicario general de Menorca, moderador de la Curia y miembro del Colegio de Consultores y en 1992 ecónomo diocesano. Ha sido rector del Seminario Mayor desde 1995 a 2002. En ese año fue nombrado decano del capítulo catedralicio y fue miembro del Consejo asesor de la Subcomisión episcopal de catequesis de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y director de la Secretaría de la Comisión episcopal para la pastoral de la CEE.

Fue nombrado obispo auxiliar de Barcelona el 28 de enero de 2009 y consagrado el 21 de marzo sucesivo. En la Conferencia Episcopal Española ha sido miembro de la Comisión episcopal de pastoral y desde 2011 a 2017 presidente de la misma. Actualmente es miembro de la Comisión episcopal de los medios de comunicación y de la de pastoral social. Fue nombrado administrador apostólico sede vacante de Mallorca el 8 de septiembre de 2016.

 

 

19/09/2017-04:48
Rosa Die Alcolea

Santa Francisca Cabrini, “una figura singularmente actual” asegura el Santo Padre

(ZENIT – 19 Sept. 2017).- El Papa felicita a las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (Cabrinianas) con motivo del centenario de la muerte de su fundadora, santa Francisca Javier Cabrini, patrona de los migrantes, evento que describe como “uno de los acontecimientos principales que marcan este año el camino de la Iglesia, tanto por la grandeza de la figura que se conmemora, como por la actualidad de su carisma y de su mensaje”.

Carta del papa Francisco difundida hoy por la Oficina de prensa del Vaticano, está dirigida a la madre Barbara Louise Staley, Superiora general de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, con motivo de la celebración de la Asamblea General en Chicago del 17 al 23 de septiembre.

El Papa comienza la carta: “El centenario de la muerte de santa Francisca Javier Cabrini es uno de los acontecimientos principales que marcan este año el camino de la Iglesia, tanto por la grandeza de la figura que se conmemora, como por la actualidad de su carisma y de su mensaje, no sólo para la comunidad eclesial, sino para toda la sociedad.

El Santo Padre detalla cómo fue la vida de la santa: “Recibió de Dios una vocación misionera que en aquel tiempo podía considerarse singular: formar y enviar por todo el mundo mujeres consagradas, con un horizonte misionero sin límites, no simplemente como auxiliares de los institutos religiosos o misioneros masculinos, sino con un carisma propio de consagración femenina, aunque con plena y total disponibilidad a la colaboración tanto con las Iglesias locales como con las diversas congregaciones dedicadas al anuncio del Evangelio ad gentes“.

“Esta consagración límpidamente misionera y femenina nace en la Madre Cabrini de la unión total y amorosa con el Corazón de Cristo, cuya misericordia va más allá de toda frontera” –afirma el papa Francisco–. “Vive e inculca a sus hermanas un impulso de reparación del mal en el mundo y de la lejanía de Cristo, que sostiene a la misionera en empresas más allá de las fuerzas humanas: la frase paulina `Omnia possum in eo qui me confortat´ (Flp 4, 13) era su lema”.

Y detalla: “Un lema confirmado por el número asombroso y la importancia de las obras comenzadas durante su vida en Italia, Francia, España, Reino Unido, Estados Unidos, Centroamérica, Argentina y Brasil. Pero el amor al Corazón de Cristo, que se traduce en ansia evangelizadora, resplandece en la atención de Francisca Javier Cabrini hacia las que hoy llamaríamos las periferias de la historia: Por ejemplo, un año después de un linchamiento cruel de italianos, acusados de haber matado al jefe de policía de Nueva Orleans, en Louisiana, la madre Cabrini abrió una casa en el barrio italiano de más mala fama”.

“El carisma de esta santa –añade el Sucesor de Pedro– anima una dedicación total e inteligente hacia los emigrantes, que desde Italia iban al Nuevo Mundo. Esta elección es el resultado de su sincera y amorosa obediencia al Santo Padre, el Papa León XIII, y no excluye la atención a otras áreas de acción misionera”.

 

Situaciones de mayor pobreza y fragilidad

La figura Santa Francisca Javier toma fuerza en nuestro tiempo: “En nuestros días los movimientos de poblaciones, con las tensiones que inevitablemente surgen, hacen de la Madre Cabrini una figura singularmente actual”, expresa el Papa.

El Papa relata en la carta que “en particular, la Santa une la atención a las situaciones de mayor pobreza y fragilidad, como los huérfanos y los mineros, a una sensibilidad cultural lúcida, que, en un diálogo continuo con las jerarquías locales, se esfuerza por conservar y reavivar en los emigrantes la tradición cristiana recibida en sus países de origen, una religiosidad a veces superficial, pero a menudo impregnada de auténtica mística popular, brindando, por otra parte, los caminos para integrarse plenamente en la cultura de los países de destino, de modo que los emigrantes italianos estuvieran acompañados por las Madres Misioneras para ser plenamente italianos y plenamente americanos.

La vitalidad humana y cristiana de los emigrantes se convierte así en un don para las iglesias y los pueblos que la reciben”.

El Santo Padre explica que las grandes migraciones actuales requieren un acompañamiento lleno de amor e inteligencia como el que caracteriza el carisma Cabriniano, de cara a un encuentro de los pueblos que enriquezca a todos y genere unión y diálogo, y no separación y hostilidad. “Sin olvidar que Santa Francisca Javier Cabrini conserva una sensibilidad misionera no sectorial sino universal, que es la vocación de todo cristiano y de cada comunidad de discípulos de Jesús”, señala.

Francisco concluye: “Este centenario invita a tomar nuevamente conciencia de todo esto, con gratitud íntima y alegre a Dios. Y esto constituye un gran don, en primer lugar para vosotras, las hijas espirituales de la Madre Cabrini.

¡Ojalá todo vuestro Instituto, cada comunidad, cada religiosa reciban una abundante efusión del Espíritu Santo, que reaviva la fe y la secuela de Cristo según el carisma misionero de la Fundadora!, y que empuje también a muchos fieles laicos a compartir y sostener vuestra acción evangélica en el contexto social actual. Por mi parte, con gran afecto os aseguro el recuerdo y la oración, sea porque la figura de la Madre Cabrini siempre me es familiar, sea por la solicitud especial que dedico a la causa de los inmigrantes. Mientras os pido que recéis por mí y por mi ministerio, envío de todo corazón una bendición apostólica especial a la Congregación y a toda la familia Cabriniana”.

 

 

19/09/2017-06:43
Redacción

La Santa Sede desmiente implicación financiera en el caso Orlandi

(ZENIT – Roma, 18 Sept. 2017).- La Santa Sede desmintió rotundamente las versiones de un libro que está por ser publicado, según el cual el Vaticano habría pagado para mantener en Inglaterra a la joven Emanuela Orlandi, secuestrada por desconocidos en Roma el 22 de junio de 1983 y de la cual nunca se supo más nada.

El secuestro de la joven, hija de un empleado que trabajaba en la Ciudad de Vaticano tuvo gran repercusión en Italia y en el mundo. El Papa Juan Pablo II en dos intervenciones hizo un llamado en favor de la quinceañera secuestrada.

El libro es escrito por Emiliano Fittipaldi, un periodista italiano conocido por sus artículos críticos sobre el Vaticano, y quien editó el libro ‘Avarizia’ basado en un informe reservado de la comisión COSEA, instituida por el papa Francisco para entender y combatir las situaciones de corrupción que pudieran existir en el Vaticano. La fuga de este informe fue llamado Vatileaks II.

El diario Repubblica anticipó hoy el documento de Fittipaldi contenidos en el libro ‘Gli impostori’, (Los impostores): cinco cartas escritas a máquina, que no tienen ningún tipo de firma, ni membrete y que el autor reconoce que pueden ser falsos, aunque asegura que salieron del Vaticano, si bien afirma no sabe cómo.

“Si el documento ha salido del Vaticano, querría saber cómo. Cualquier documento puede ser falso, pero este estaba en una caja fuerte del Vaticano”, declaró Fittipaldi.

Por su parte la Secretaría de Estado de la Santa Sede “desmiente con firmeza la autenticidad del documento”, y declara que “las informaciones contenidas no tienen ningún fundamento”. Lamentó además que con “estas falsas publicaciones se ofenda el honor de la Santa sede” y “se agudice nuevamente el dolor inmenso de la familia Orlandi, a la cual la Secretaría de Estado reitera su solidaridad”.

 

 

19/09/2017-13:01
Redacción

Sínodo jóvenes 2018: Seminario internacional en Roma sobre la condición juvenil

(ZENIT).- Del 11 al 15 de septiembre de 2017, en el auditorio de la Curia General de los Jesuitas en Roma se realizó el “Seminario internacional sobre la condición juvenil en el mundo”, en preparación de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, prevista para octubre de 2018.

Así lo informa el Vaticano, a través de un comunicado enviado el 19 de septiembre de 2017.

El Seminario contó con la participación de 82 invitados de los cinco continentes: 21 jóvenes, 17 expertos de las universidades eclesiásticas, 15 expertos de otras universidades, 20 formadores y operadores de pastoral juvenil y vocacional, 9 representantes de organismos de la Santa Sede. Desde un punto de vista geográfico, 52 participantes eran de Europa, 18 de las Américas, 7 de Asia, 4 de África, uno de Australia.

Durante las ocho sesiones que tuvieron lugar en este encuentro, se han abordado los diferentes temas referidos a los jóvenes: la identidad, los proyectos, la alteridad, la tecnología, los jóvenes y la trascendencia.

Las sesiones han contado con la intervención de expertos en los diferentes temas y la participación en el debate posterior por parte de todos los participantes.

De este modo, el primer día, en la sesión de “Los jóvenes y la identidad”, tuvieron lugar dos conferencias por parte de dos expertos: Mons. Philippe Bordeyne y la prof. Chiara Amirante. En este contexto, surgieron varios temas, entre ellos la importancia de la educación para la formación de una identidad completa que responda a la necesidad de orientación y de reconciliación compartida por muchos jóvenes.

Asimismo, en la última sesión se hizo un balance y se indicaron perspectivas en vista del próximo sínodo. Los jóvenes presentaron un video en el que sintetizaron su experiencia, resumida en la frase: “Somos una familia, escuchémonos y crezcamos juntos”. Este eslogan pone de relieve el deseo de los jóvenes de encontrar en la Iglesia una casa, una familia y una comunidad donde maduren sus propias opciones de vida y puedan contribuir al bien común.

El cardenal Lorenzo Baldisseri cerró la reunión dando las gracias a los participantes y confirmando que la Iglesia, permaneciendo a la escucha de los jóvenes, quiere dejarse estimular por ellos en vista de la renovación misionera invocada por el Papa Francisco.

 

 

19/09/2017-17:40
Antonio Rivero

P. Antonio Rivero: “La lógica de Dios es la misericordia”

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo A

Textos: Is 55, 6-9; Filipenses 1, 20-24.27; Mt 20, 1-16

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del apostolado Logos.

Idea principal: La lógica de Dios no es nuestra lógica. La lógica de Dios es la misericordia. La lógica humana es “a tanto la hora”.

Resumen del mensaje: La salvación no se le dará al hombre en concepto de contrato bilateral, de justicia legal, sino de misericordia y amor de Dios. Que, para méritos, ahí están los de Jesucristo. Cierto, el hombre tiene que colaborar.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, los legalistas y fariseos gritan hoy a Dios: “¡Injusto! Nosotros merecemos más que los que trabajaron menos horas...con gente como tú incitamos a la lucha de clases, a la expansión universal del marxismo socialista y comunista, y a reventar el odre que, como el odre del mítico Eolo en el Tirreno, contiene los vientos de todas las tempestades sociales y políticas”. Le echan en cara que fue justo en la justicia conmutativa y legal, pero no en la distributiva ni la social. “Proceder así, Dios, es lo mejor para provocar lo peor”. La parábola iba para los judíos, que como pueblo elegido de Dios parecían los “titulares” de la promesa, mientras que otros no judíos, los paganos, que podemos considerar como los “suplentes”, no deberían tener derecho a recibir la misma recompensa que ellos. Pero también a nosotros se nos puede aplicar la misma lección. Los sacerdotes, religiosos y gente comprometida con la pastoral diocesana o parroquial podemos tener la tentación de creernos más acreedores del premio que los laicos de a pie.

En segundo lugar, Cristo por su parte grita hoy a los legalistas y fariseos: “¿Por qué tenéis envidia porque yo soy bueno, incluso con aquellos que vosotros creéis que no lo merecen?”. Jesús nos da, no una lección de justicia salarial –el dueño de la viña paga a todos lo justo-, sino de la generosidad que tiene Dios, que admite como jornaleros a los que se presentan sólo a última hora, sin dar demasiada importancia a este retraso, y luego paga a los últimos más de lo que les tocaría en rigor. Dios no premia sólo conforme a nuestros méritos, señores legalistas, sino según su bondad y misericordia. La salvación de Dios es siempre gratuita. Este evangelio no es un evangelio social, porque ni es la noticia de un conflicto laboral ni la negativa a una reivindicación salarial ni la denuncia o la defensa de una arbitrariedad patronal, sino un tratado de soteriología, o economía de la salvación, en forma de parábola: “Dios salva a los hombres no tanto por justicia (tanto hiciste, tanto mereces), sino de misericordia (que es amor)”. El que intenta salvarse es el hombre, pero quien efectivamente salva es Dios. Si no fuera así, las relaciones del hombre con Dios serían mercantiles: se salva el cumplidor.

Finalmente, y nosotros, ¿qué gritamos hoy a Cristo? “Señor, danos un corazón como el tuyo para que aprendamos a ser bondadosos de corazón en nuestra relación con los demás”. La cuestión es si tenemos buen corazón o no. Somos a veces tacaños, de corazón mezquino, calculadores en nuestra relación con Dios y con los hermanos. Solemos llevar una contabilidad de las horas que trabajamos para Dios, como siguiendo las pautas de un contrato laboral, y después le pedimos cuentas a Dios y nos creemos con derecho al premio o a la paga. No proyectemos sobre Dios nuestros cálculos y nuestras medidas. No metamos a Dios dentro de nuestras humanas calculadoras y ordenadores. Al contrario, aprendamos de Él a ser misericordiosos y generosos con aquellos que no lo merecen, según nuestra opinión. Ah, si Dios llevara contabilidad de nuestras faltas, no pensaríamos así como esos legalistas del evangelio.

Para reflexionar: ¿Somos propensos a los celos y a la envidia? ¿Estamos dispuestos a alabar los buenos resultados de los demás, a alegrarnos de las cualidades que otros tienen? ¿Somos cristianos a sueldo, o trabajamos sólo tratando de alegrar a Dios? ¿Consideramos la salvación como un contrato bilateral, de justicia legal, o como gracia?

Para rezar: Señor, que comprenda tu lógica divina, que es la de la misericordia. Quita de mi pecho el corazón de piedra y justiciero, y dame un corazón abierto a tu lógica para que pueda alegrarme ante el bien que les concedes a mis hermanos, incluso a aquellos que según yo no merecen. Y ayúdame a trabajar en tu viña con amor y por amor, y no por interés mercantil, sólo para alegrarte a ti, y eso me basta. Amén.

 

 

19/09/2017-07:07
Isabel Orellana Vilches

Beato Francisco de Posadas, 20 de septiembre

“Comparado por su virtud por grandes santos de la talla de Francisco de Asís, Francisco de Paula, Francisco de Sales, Francisco Javier y Francisco de Regis. Considerado continuador de la gran escuela mística del siglo XVI”

Grande tuvo que ser su virtud para equipararlo con memorables santos, cuyos rasgos característicos se han apreciado también en este beato: «la pobreza de san Francisco de Asís, la austeridad y poder taumatúrgico de san Francisco de Paula, la dulzura y sabiduría de san Francisco de Sales, el celo por la fe de san Francisco de Regis, la obediencia y temple de san Francisco Javier». No tuvo una vida fácil. Nació en Córdoba, España, el 25 de noviembre de 1644 cuando ya sus padres Esteban y María, de origen gallego y con ilustres antepasados, habían quedado en la ruina. Otros negocios o fracasaron o fueron mal. Así que un ápice de luz llegó al hogar con su nacimiento, único del matrimonio, atribuido a la intervención de la Virgen de la Fuensanta. Y a Ella se lo ofreció su madre en cumplimiento de la promesa que hizo si lograba tener descendencia. Cursó los primeros estudios en la escuela regida por Diego de Villalobos.

Al perder a su marido cuando Francisco tenía 5 años, María contrajo nuevas nupcias para desgracia del pequeño que sufrió el autoritarismo y severidad de este nuevo cabeza de familia. Le impidió cursar estudios con los jesuitas y le obligó a emprender un camino que cada vez era más arduo. Fue aprendiz de cordonero y tuvo por maestro a otra buena pieza del estilo de su padrastro; le maltrató durante cuatro años. Cuando se propuso ingresar en la vida religiosa contraviniendo la voluntad del marido de su madre, en el horizonte surgieron nuevos contratiempos. Porque, aunque fray Miguel de Villalón lo acogió en San Pablo a sus 16 años, y se ocupó de enseñarle latín, ante los ojos de la sociedad no dejaba de ser un pobre muchacho: el hijo de una humilde vendedora de hortalizas en la plaza del Salvador a la que se miraba por encima del hombro.

Tras la muerte de su padrastro, Francisco tuvo que volver a casa. Su madre se dedicó a la venta de huevos por las calles cordobesas, lo cual constituyó un veto mayor si cabe para su ingreso en el convento de los dominicos, porque allí se reunía lo más granado de la sociedad, y un muchacho pobre como él –por mor de los prejuicios provincianos– no tenía cabida en ese lugar. Después de varias peripecias, fray Miguel logró que lo admitieran en el convento dominico de Scala Coeli, donde tomó el hábito. Este hecho exasperó notablemente al prior de San Pablo que dio orden para su expulsión, pero Francisco iba camino de Jaén. Al mediar por él los frailes de esta capital, el prior aceptó de mal grado que profesase, si bien indicó de forma taxativa que no podría volver a Córdoba; era el lugar donde tenía que formarse, pero al oponerse este superior lo enviaron a Sanlúcar.

Pronto su celo apostólico y virtudes comenzaron a dar sus frutos. Fue ordenado en Guádix en 1668, y se granjeó el afecto y admiración de fieles, religiosos y personas de alcurnia. Vuelto a Sanlúcar comenzó a predicar, destacando por su humildad y caridad. Hablaba con tanta fuerza y de manera tan brillante que el futuro vicario general de la Orden, Enrique de Guzmán, lo quiso a su lado. Pero Francisco prefirió continuar con su misión. El nuevo prior de San Pablo, de Córdoba, lo invitó a predicar allí y fue destinado al hospicio del convento de Scala Coeli. Al entrar, una voz seráfica le advirtió: “Esta será tu cruz”. Enseguida fue calumniado y depuesto de la responsabilidad que le encomendaron. Sin embargo, enfermó un religioso y le pidieron ayuda para impartir las misiones en distintas localidades. Al regreso, el pecador arrepentido le salió al encuentro rogando su perdón. Y Francisco volvió al hospicio cordobés.

Durante treinta años confesó y predicó por calles y plazas enardeciendo a las muchedumbres. Era bien conocido en las cárceles y en los hospitales. Iban a escucharle obispos, cardenales, inquisidores... Entre ellos, a veces escudado en la penumbra, le oía el prior que le negó la entrada en San Pablo. ¿Quién le hubiera dicho a él y a otros muchos conciudadanos que siendo tan denostado por el modesto oficio de su madre –aunque el brillo de sus antepasados jalonaba su árbol genealógico– llegaría tan lejos? Francisco jamás renegó de sus orígenes que, relegados al olvido entre la gente por su gran talla humana y espiritual, solía recordar ahuyentando la tentación de sucumbir a tantos honores y glorias mundanas que le ofrecían a cada paso. Solo aspiraba a la santidad, su gran y único tesoro, por el que daba la vida y se entregaba a manos llenas. En sus sermones recriminaba, entre otros deslices, la riqueza, injusticias de gobernantes, y prepotencia de los ricos frente a los pobres, aunque también arrasaba contra lo que juzgaba inmoral, como ligerezas en la moda y en los espectáculos.

Este hombre de intensa oración y penitencia, devoto de María, que vivía volcado en los demás, fue agraciado con diversos dones y carismas. Fundó el hospitalito situado en la Puerta del Rincón para los desamparados y difundió la devoción al rosario. En el lugar colocó una imagen de María que mandó esculpir, denominada por los ciudadanos “la Niña del padre Posadas”. Dos veces quisieron nombrarle obispo, y en ambas ocasiones renunció. Autor de diversas obras y tratados espirituales, se le ha considerado “continuador de la gran escuela mística del siglo XVI”. Cultivo la poesía y la biografía; escribió tres, una de ellas dedicada al padre Cristóbal de Santa Catalina. Murió el 20 de septiembre de 1713. Pío VII lo beatificó el 20 de septiembre de 1818.